Hábitos alimentarios y comensalidad en adolescentes escolarizados: su relación con el estado nutricional

Resumo

La adolescencia constituye una etapa crítica de crecimiento y desarrollo así como un período de formación de hábitos y estilos de vida, los que repercuten en las necesidades nutricionales. El comer en un entorno agradable y en compañía, favorece la alimentación saludable y el diálogo.

El objetivo de este estudio fue analizar la relación entre  los hábitos alimentarios, la comensalidad y estado nutricional de adolescentes escolarizados de dos establecimientos educativos de la Provincia de Córdoba durante el año 2018.

Se realizó un estudio observacional, correlacional de corte transversal (n=255). El estado nutricional fue valorado según los indicadores Talla/Edad e IMC/edad, además, mediante una encuesta autoadministrada validada, se indagó el consumo promedio diario de grupos de alimentos (leche y yogur, quesos, vegetales, frutas, panificados y dulces), el número de comidas diarias y la comensalidad (adecuada o no, de acuerdo al acompañamiento en las comidas).Se usó test de Chi cuadrado o Fisher y análisis de regresión logística múltiple, para valorarla asociación entre variables.

El 36% de los adolescentes presentó exceso de peso, se observó en más del 80% de los adolescentes, un consumo inadecuado de vegetales y frutas y de lácteos en el 67% de ellos. La mayoría de los adolescentes (97%) refirió una comensalidad adecuada (realiza almuerzo y cena en familia o con amigos) y prevaleció la realización de 3 a  4 comidas diarias (72%).Se observó que a  medida que aumentó el consumo de quesos y dulces se incrementó levemente la chance de presentar obesidad y sobrepeso (p=0,050 y p=0,006, respectivamente). Un consumo inadecuado de vegetales predispone a una mayor chance de tener obesidad  y sobrepeso (IC90%, p=0,075 - p=0,091). No hubo asociación entre el número de comidas diarias o la comensalidad y el exceso de peso.

Los resultados permiten concluir que los hábitos alimentarios y el estado nutricional se encuentran relacionados, por lo que se debe promover la educación alimentaria nutricional, remarcando la importancia de una alimentación variada y generar espacios para que los adolescentes puedan comer con sus pares o familia en un ambiente tranquilo y relajado favoreciendo el diálogo y la compañía