Condiciones de vida y alimentarias vinculadas a la ocurrencia de enfermedades crónicas no transmisibles entre personas adultas mayores.

Resumen

El envejecimiento poblacional se define como un proceso de cambio en la estructura por edad de la población, resultado de la evolución de los componentes del cambio demográfico. Proceso multicausal, derivado de una compleja asociación de interacciones y modificaciones estructurales y funcionales, biológicas, psicológicas y socioculturales. La alimentación se cruza con cada una de las dimensiones antes mencionadas y constituye el tema de interés en este trabajo. Se parte de reconocerla como una práctica situada en un tiempo/espacio, pero también en el cuerpo. En la vejez constituye un momento de balance en términos de relaciones sociales, culturales y ambientales, incidiendo en la salud de las personas adultas mayores. 

El objetivo fue analizar las condiciones de vida que intervienen en el desarrollo de las prácticas alimentarias de las personas adultas mayores (PAM) de Córdoba, potencialmente asociadas al desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles, 2017 – 2018.

Se realizó un estudio analítico de corte transversal, con triangulación metodológica cuali-cuantitativa. Muestra no probabilística (n=384) por cuotas según nivel de instrucción alcanzado -según Encuesta Permanente de Hogares 2013- considerando PAM de Córdoba. Se implementó un cuestionario semiestructurado, elaborado siguiendo parámetros de Encuesta Nacional sobre Calidad de Vida de Adultos Mayores 2012 y Encuesta de salud, bienestar y envejecimiento de OPS; junto con observaciones participantes, bitacoras de campo y entrevistas.

Las PAM configuran su salud desde lo singular, donde 76% identificó transformaciones alimentarias en esta etapa reconociendo como causas: necesidades de la vejez, problemas de salud (diabetes, hipertensión, colesterol, sobrepeso y obesidad) y cambios en la estructura y dinámica familiar; lo particular, donde se reconoce la alimentación como facilitadora de encuentro con pares motivados por el cuidado de la propia salud; y lo general que reconoce una coyuntura entre un nuevo paradigma sobre la concepciónde envejecer (activa) y las condiciones realespara envejecer. 

La salud, en tanto la alimentación, definida individualmente como una enfermedad, pasa a ser una cuestión integral que puede ser pensada y abordada con Otros. Es así que condiciones de vida singulares y particulares se condensan en un plano general, que reconoce el envejecimiento como un proceso, condicionado por características individuales y contextuales.