n. 11 (2023): 40 años de democracia: imaginarios y narrativas en cine y artes audiovisuales
Este número de Toma Uno se encuentra atravesado por la rememoración (y la celebración) de ese entramado de acciones, voluntades y movimientos colectivos que permitieron construir un marco institucional para dotar de sentido y proyección a una forma, no solo de gobierno, sino también, y fundamentalmente, de vida en democracia. Paradójicamente, el proceso de convocatoria y edición de la revista se insertó en un tiempo político, en Argentina, que podríamos calificar al menos de “extraño” dado que diversos espacios políticos enunciaron y pusieron en circulación discursos críticos y mordaces sobre las formas democráticas, instalando definiciones sobre lo público, los modelos de Estado y la interrelación entre actores sociales y formas subjetivas que se ubicaron desde un antagonismo negacionista de los acontecimientos que se desplegaron durante la última dictadura militar en nuestro país.
Esas posiciones, instaladas desde los bordes de la democracia, enturbian el reconocimiento de ese acto tan sentido, sensible y poderoso que representó, a lo largo de cuatro décadas, la recuperación y el sostenimiento de formas políticas que albergaron en el espacio público el diálogo, la disputa y el encuentro de diversas prácticas y subjetividades más allá de las crisis sociales, políticas, económicas y culturales que hemos atravesado como sociedad. Toma Uno estableció desde el inicio una posición frente a los “40 años”: este eje contenía (y contiene) una postura que asume el carácter irrevocable del paradigma “desde el que” y “en el cual” pensar la vida política e institucional en los actuales escenarios donde las artes audiovisuales y el cine se ponen en movimiento, se materializan y circulan.