Memoria del Profesor Juan Lorenzo Botto

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Noemí Bocalandro
Marina Mateu
Diego Ródano

Resumen

Parece ser inevitablemente humana la búsqueda de una imagen en un espejo. Estas pulidas superficies también han fascinado tanto a Borges como a Cortázar, quienes nos permitieron imaginar espejos vivientes, mostradores del pasado o anticipadores del futuro,
incisivos indicadores de nuestras mejores y peores imágenes hacia los demás y hacia nosotros mismos.
Como en sus fantásticos y eternos cuentos, los espejos también tienen entre nosotros, los docentes, un cautivante atractivo. Sin embargo, esos espejos no son amplias o pequeñas superficies pulidas. Nuestros espejos tienen forma humana y, en general, con
ellos hemos tenido estrechas relaciones académicas y/o profesionales. A veces, la búsqueda de una proyección similar a la que refleja aquella superficie parece ser inalcanzable porque, como en espejos enfrentados de Borges, la multiplicación
espectral de la realidad muestra facetas de una variedad inconmensurable.
Cuando estudiantes, con la subyugante idea de parecernos cuasi especularmente a quien teníamos en el frente del salón, un suave, cálido e imaginario paño pulía con perseverancia y tesón aquel espejo donde anhelábamos reflejarnos, aunque sea borrosamente.
Cuando apenas colegas, como embriagados podemos observar que no hay un solo espejo y que, enfrentados, comienzan a develarse innumerables facetas que desvirtúan y alejan aquella imagen de identidad supuestamente lograda.
Estudiante de estudiantes, profesor de profesores, colega de colegas, investigador de investigadores, autor de autores, escritor de escritores, coordinador de coordinadores, asesor de asesores, amigo de amigos. Como en un espejo, la sintaxis nos permite reflejar
el significado y el significante, casi como las brillantes proyecciones de los cuentos de Borges y Cortázar…
Juan fue, es y será uno de esos gigantes y brillantes espejos que el tiempo no puede opacar con barnices de ausencia ni lustres de olvido. Ante Juan nos vimos reflejados cientos de estudiantes, profesores, colegas,
investigadores, autores, escritores, coordinadores, asesores y amigos.
Por Juan muchos docentes podríamos parafrasear a Borges y expresar que debemos a la conjunción de un espejo y una enciclopedia el descubrimiento de la Didáctica de la Biología. También por Juan quisiéramos haber sido los originales escultores de aquella frase
de Cortázar: “Siempre fuiste mi espejo. Quiero decir que para verme tenía que mirarte.”

Para Juan es esta reflexión que pretende representar uno de esos quiméricos espejos vivientes que proyecta imágenes entre las imágenes, emite voces entre las voces y evoca recuerdos entre los recuerdos de todos los docentes que pudimos alguna vez reconocernos en su particular semblante, entrañable estilo y en sus emancipadoras exigencias pedagógicas.

Por vos y para vos, Juan, muchas gracias.

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Cómo citar
Bocalandro, N., Mateu, M., & Ródano, D. (2013). Memoria del Profesor Juan Lorenzo Botto. Revista De Educación En Biología, 16(1), (pp. 73–75). https://doi.org/10.59524/2344-9225.v16.n1.22389
Sección
ADBiA - Información y Novedades