Indicadores de calidad de los hidratos de carbono ingeridos y su relación con el cáncer de mama y próstata en Córdoba, Argentina

Abstract

Introducción: Un elevado índice glucémico (IG) de la alimentación se involucra en la etiología del cáncer de mama (CM) y próstata (CP), dado que la hiperglucemia genera aumento de la insulinemia e IGF-1, favoreciendo la proliferación de células cancerígenas. Objetivo: Evaluar la asociación entre indicadores de cantidad y calidad de hidratos de carbono (HC) consumidos y el riesgo de desarrollar CM y CP en la población cordobesa, durante 2008-2016. Metodología: Se realizaron dos estudios caso-control, uno para CM (339 casos y 547 controles apareados por edad y lugar de residencia), y otro para CP (174/345 casos/controles). Los participantes fueron entrevistados con un cuestionario de frecuencia alimentaria validado. El IG alimentario de cada sujeto se calculó como el promedio ponderado del IG de los alimentos consumidos por día. También se indagó ingesta de HC (g/día), carga glucémica (CG) y frecuencia de consumo de alimentos de alto IG (IG>70). Se ajustaron tres modelos de regresión logística múltiple incluyendo IG, CG o frecuencia de consumo de alimentos de alto IG, y edad, IMC, ingesta energética, antecedentes familiares de cáncer, nivel socioeconómico y hábito de fumar como covariables. Resultados: El consumo de HC fue mayor en casos de CM y CP que en sus controles (p<0,01 y p=0,05, respectivamente). En sujetos con IG elevado aumentó la chance de ocurrencia de CM y CP (tercil 3 vs. tercil 1, OR 1,64; IC95% 1,12-2,39 y OR 1,83; IC95% 1,13-2,96, respectivamente). Una elevada frecuencia de consumo de alimentos de alto IG se asoció con el CM (tercil 3 vs. tercil 1, OR 1,39; IC90% 0,94-2,05), no así con CP. Los antecedentes familiares se asociaron con la ocurrencia de CM y CP (p<0,01), y la ingesta energética solo con el CM (p<0,01). No hubo asociación entre estos cánceres y la CG, IMC, nivel socioeconómico y hábito de fumar. Conclusión: Un elevado consumo de HC y un alto IG se asocia al riesgo de CM y CP, además un consumo frecuente de alimentos de alto IG se asocia al CM. Es necesario orientar recomendaciones alimentarias para regular la ingesta de alimentos con elevados IG y CG.