v. 9 n. 18 (2020): Críticas pedagógicas desde los márgenes. Travesias y desafíos descoloniales
La tradición latinoamericana de la pedagogía se inscribe en el campo indisciplinado de las teorías críticas periféricas latinoamericanas (estudios poscoloniales, culturales, decoloniales). Es decir, la pedagogía descolonial latinoamericana se organiza a partir pensamientos y acciones que ponen bajo sospecha conocimientos-prácticas impuestas para dar lugar a saberes y culturas diversas; propuestas que se inscriben en enfoques críticos a la modernidad colonial y su cara negada la colonización/colonialidad. Teorías-prácticas críticas que ponen bajo interrogación los fundamentos de la modernidad y sus derivas (raza, patriarcado, libertad, igualdad, y educación), Universales noratlánticos (Troulliot, 2011) que silencian los conflictos de un humanismo en el cual lo racial constituyó el subsuelo negado e inconfesable (Mbembe,2016). Un encarnizamiento colonial que lesiona clasifica y organiza de manera estructural el conocimiento y la conformación de los sistemas educativos latinoamericanos. Una falla que sostiene el continuum colonialismo/capitalismo (Grüner, 2016).
Con esta convocatoria nos interesa hacer foco en una figura destacada de la pedagogía latinoamericana y descolonial como lo es Paulo Freire: quien interpelado por los efectos de las condiciones de dominación que se encuentran en las formaciones educativas, sociales y culturales periféricas, heredadas de modelos coloniales y neocoloniales hace 50 años da a conocer su obra Pedagogía del Oprimido (1970) allí identifica la emergencia de un sujeto doblemente destacado: “los condenados de la tierra”. En un giro copernicano en la educación denuncia las formas de conocer que invisibilizan y marginan sistemas de conocimiento que reproducen la matriz eurocéntrica que inferioriza saberes culturales y jerarquiza grupos humanos en un patrón de poder global, que separa a la educación de la ética y de la política. Modelo colonizador que contribuye a un afianzamiento de una racionalidad instrumental que divorcia a la educación de la cultura, la política y la historia. Observa cómo la colonización tiene un aspecto alienante y homogeneizante con fuerte contenido hegemónico. Colonización-colonialidad que posee como punto de referencia la cultura occidental-eurocéntrica y capitalista, e invoca una serie de fenómenos que no están en disputa. Es claro, tal como nos enseñó el Maestro pernambucano que la educación no está al margen de este fenómeno.
A partir de estas perspectivas les invitamos en este Dossier a pensar, debatir, coproducir las respuestas y preguntas que se están construyendo para abordar un escenario latinoamericano desde una pedagogía descolonial a 50 años de la publicación de la Pedagogía del oprimido de nuestro querido Paulo Freire.