Vivir luchando

Conteúdo do artigo principal

Movimiento No a la Mina

Resumo

En Esquel, pueblo cordillerano de Chubut, hace casi dos décadas que se resiste la instalación de proyectos de megaminería. La resistencia es protagonizada por la comunidad que ha desarrollado diversas estrategias para ponerles límites a los sucesivos intentos de avanzada extractivista que las grandes corporaciones mineras transnacionales y los diferentes gobiernos han impulsado sistemáticamente, en un asedio que parece no tener fin.

Downloads

Não há dados estatísticos.

Detalhes do artigo

Como Citar
No a la Mina, M. (2021). Vivir luchando . Heterotopías, 4(7), 1–4. Recuperado de https://revistas.unc.edu.ar/index.php/heterotopias/article/view/33526
Seção
Zona de debate
Biografia do Autor

Movimiento No a la Mina, Movimiento popular chubutense

El movimiento popular conocido como “NO A LA MINA” nació en Esquel, pueblo cordillerano de la provincia de Chubut, en el año 2002, cuando una empresa minera transnacional quiso instalarse para explotar un proyecto de minería a gran escala con uso de sustancias químicas en el Cordón Esquel, que queda a tan solo 6 km de la ciudad. Inicialmente un par de profesoras de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco sospecharon del proceso que utilizaría la empresa para explotar los minerales, investigaron y compartieron la información con el resto de la comunidad.  A partir de entonces se fueron descubriendo las consecuencias que este tipo de explotación ocasionaría y surgió la Asamblea de vecinos autoconvocados por el NO A LA MINA de Esquel.  Este colectivo horizontal y diverso, integrado por vecinas, vecinos, pobladores y pueblos originarios generó diferentes acciones de movilización que permitieron conquistar una consulta popular, la cual se llevó a cabo el 23 de marzo de 2003 y tuvo un resultado del 81% por el NO al emprendimiento minero.  Como consecuencia de esta victoria popular, la empresa minera se retiró, pero desde entonces no ha cesado el asedio de las empresas mineras en Esquel y en el resto del territorio chubutense y, por ende, se ha sostenido y acrecentado la movilización popular y se han diversificado las acciones para resitir el extractivismo megaminero, que han impulsado los sucesivos gobiernos.  Actualmente existen asambleas en toda la provincia que desde 2012 se nuclean en la Unión de Asambleas de Comunidades de Chubut (UACCH).