Las Seudolitiasis
DOI:
https://doi.org/10.31053/1853.0605.v1.n1.43263Palabras clave:
.Resumen
Concepto. — El término "seudolitiasis”, referido a la patología biliar pertenece, al parecer, a QUENU, que lo empleó por primera vez para caracterizar algunas formas dolorosas de la hidatidosis hepática, en las que eran significativos el tipo clásico del cólico y la naturaleza coledociana de la ictericia. Desde entonces, el término "seudolitiasis” ha seguido empleándose a propósito de otros procesos que se presentan con clínica de litiasis biliar, sobre todo, con cuadro doloroso. Pero es necesario confesar que el término "seudolitiasis” carece de definición precisa, utilizándoselo, más que nada, como sinónimo de dolor, haciéndose indispensable establecer su concepto.
Desde luego, corresponde, en primer término, señalar que no es "seudolitiasis” todo cuadro doloroso clínicamente parecido al de la litiasis. Como se verá, la seudolitiasis admite una caracterización anatómica, patogénica y clínica que le da individualidad.
Las seudolitiasis son un síndrome, pero un síndrome con particularidades definidas.
( 1 ) Clase dictada el día 17 de Mayo de 1943, en el Aula de Qíoica Quirúrgica, con motivo del II curso Teórico - Práctico de Cirugía de la Litiasis Biliar, del Profesor Dr. Pablo L. Mirizzi
Un ejemplo nos servirá para aclarar nuestras ideas. No es infrecuente, en clínica, la existencia de apendicitis crónica en ciegos altos, sub-hepáticos; presentan, como se sabe y es explicable fisonomía clínica típicamente vesicular. Por eso se puede decir de ellas que son apendicitis de formas seudolitiásicas; pero no son seudolitiasis: no realizan el síndrome completo, sino un aspecto del mismo. Para hablar de seudolitiasis ,en sentido estricto, será necesario que la apendicitis crónica comprometa el funcionamiento del árbol biliar en la forma que luego señalaremos. Una dicitis crónica puede tener apariencia clínica de litiasis, sin ser, por eso, seudolitiasis; pero puede determinar una verdadera seudolitiasis, cuando la patogenia de ésta esté en función de la apenditis. Se ve claro que son realidades clínicas bien distintas. Lo mis gran cantidad de procesos; especialmente que constituyen el capítulo del diagnóstico diferencial de la liüasis. No todo lo que clínicamente parece litiasis biliar es seudolitiasis-. para serlo, es indispensable que además de parecido clínico se den circunstancias patogénicas muy precisas y definidas.
Creemos que el concepto de seudolitiasis descansa sobre la concurrencia de las siguientes circunstancias fundamentales:
1. Una circunstancia clínica. — La presencia del síndrome llamado cólico hepático, acompañado o no, del llamado síndrome coledociano, compkto o incompleto; apenmo sucede con una todos los con
2 . Una circunstancia patogénica. — Toda la síntomatología ha de resultar de hechos biliares, anatómicos o funcionales, o
mixtos, con asiento en todo o parte del sistema biliar, incluidos en él vesícula y conductos intra y extrahepáticos y esfínteres;
3 . Una circunstancia negativa. — La ausencia de cálculos en la integridad del sistema biliar.
Por lo tanto, todo proceso que no reúna estas circunstancias debe ser desechado como seudolitiasis, aun cuando la circunstancia clínica lo presente como tal. Seudolitiasis es TODO PROCESO DOLOROSO, CON O SIN ICTERICIA, DE ASIENTO BILIAR, DE PATOGENIA BILIAR, SIN CALCULOS. Agreguemos, como dato complementario, que el ORIGEN puede ser BILIAR o EXTRABILIAR.
Cuando en 1".) nos referimos a la presencia del síndrome clínico llamado "cólico hepático”, queremos referirnos no sólo al cólico típico, sino también a los atípicos, no raros. Entre los últimos, no omitimos darde importancia al cólico hepático izquierdo, ya destacado en toda su trascendencia diagnóstica por V. Bergmann, y sobre el cual, recientemente, ha insistido Gallart- Monés, recordando el estudio anterior de Vilardell. Síndromes dolorosos que pueden darse aisladamente, o asociados al síndrome ictérico, pero insuficientes a favor de la litiasis.
Cuando en 2'.) nos referimos a la participación patogénica del sistema biliar, queremos significar que es indispensable poder explicar el dolor y la ictericia por hechos y mecanismos puramente biliares sin participación de cálculos. Para esa explicación patogénica hay un factor común a toda seudolitiasis, ya aceptado y reconocido por todos: el estasis biliar; el compromiso, más o menos durable, del flujo biliar. Lo mismo que resulte de alteraciones \ humorales (alergia hidatídica; alergia alimenticia) o inflamatorias (coledocitis no calculosa) o anatómicas (acodaduras císticas, odditis esclerosas, anomalías congénitas) o de la confluencia de algunas o todas estas causas.
Cuando en 3") nos referimos a la decisiva importancia de la ausencia de cálculos para identificar la seudolitiasis queremos significar que dicha ausencia de cálculos ha de ser absoluta. Deberá resultar no sólo de la exploración radiológica corriente, sino principalmente de la comprobación quirúrgica supeditada a la exploración colangiográfica, tan valiosa para el caso; o necrópsica, cuando sea posible.
Cuando nos referimos al origen de la seudolitiasis, señalando uno biliar y otro extrabiliar, queremos significar que las circunstancias fundamentales 4e toda seudolitiasis pueden estar peditadas a hechos y procesos de asiento hepático, en la glándula misma, o canalicular, comprendiendo la vesícula, y a hechos y procesos extrahepáticos, vecinos o a distancia del hígado (apensudicitis, tiflitis, colitis, enf. de Basedow, focos sépticos etc ) si prejuzgar para nada de la naturaleza de los mi ser de toda clase: tumorales, humorairtSro»s“TM“''" Caracterizada, etc.
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