Espacialidades intensas en el sur de los Andes. Saberes “hedientos”: entre “encantos” y “diablos”

Resumen

Nos proponemos abordar el espacio surandino, más allá de las prácticas moderno coloniales que lo han constituido como “extensión”, “recurso”, “medio ambiente”, “patrimonio”; por lo tanto, medible, cuantificable, objetivable, gestionable. A partir de experiencias de los sujetos culturales locales, se advierte la “alteridad” del espacio surandino, que conforma nudos intensos de entidades que pueden dotar de capacidades o virtudes a las personas que acceden a esas con- vivencias. A partir de la concepción de pacha en tanto dominio compuesto de “bucles”[1] (Manga Quispe) relacionales, poblado de entidades metamórficas, se nos evidencia su naturaleza “intensa”; y por lo tanto sujeto a estrategias políticas de intercambio.

De acá hemos de recoger la expresión “mundo”, “hervidero espantoso” (manchay temyopcca) de Santacruz Pachakuti; repleto de “crianzas”, seminalidades, fagocitaciones y depredaciones.  Imbricadas íntimamente a estas determinaciones, se desprenden las concepciones de “saber”, relacionadas al vivir, al “estar nomás” (Kusch, 1966) o más bien al ayni (intercambio) con el mundo.

Apelaremos a la experiencia de las tierras altas andinas y a las tierras bajas del sur andino recogiendo relatos de pobladores, relacionados a “lugares” interpelantes. Se considera que los mismos “donan” inspiración musical; manantiales o pujios, a través de seres poderosos que habitan esos lugares. En segundo lugar, los espacios denominados “salamanca” en regiones asociadas al sur andino en Argentina. Ambas modalidades ligadas a orígenes del “saber” que tensionan las instituciones modernas (escuela, estado, iglesia).

Nos adentraremos en los modos de relación con sus territorios y espacios, en tanto mundos de vida que tensionan relaciones entre sus poblaciones y los “otros” no humanos, y en persistente devenir “otro” ante sus depredadores coloniales y neocoloniales.

Esto implica poner en centralidad la subjetividad cultural americana, en torno al “nosotros” su núcleo del “nosotros estamos” (Cullen, 1987). Pero descentrados de lo meramente antropocéntrico, sino con viviendo con “dignidades” no humanas. Es decir, pensar por fuera de la subjetividad propuesta por la constitución moderna.

[1] Pacha, “un soberbio concepto” (Manga Quispe, 2010).