Vol. 9 Núm. 13 (2022): Niñeces, adolescencias y juventudes en territorio: los saberes de la extensión
En el campo de las infancias, adolescencias y juventudes se presentan disputas sociohistóricas entre
paradigmas, prácticas, políticas y derechos, donde la mirada como menores y objetos de protección
aparece en conflictiva superposición con la concepción en tanto sujetos de derecho. Esas disputas echan raíces en el adultocentrismo, sistema de dominación que coloca a la adultez como la expresión acabada de lo humano, y se imbrica en las tramas del patriarcado y la colonialidad para producir complejas subalternidades. La minorización de las niñeces ha ido de la mano con la subordinación de las mujeres, y con la imposición de un modelo de infancia universal, moderna y funcional al sistema capitalista, han generado en nuestros territorios formas insondables de despojo. Por ello, trabajar con niñes, adolescentes y jóvenes exige estrategias que horaden estas relaciones de poder, restituyan derechos y gesten paridades. Que reconozcan y hagan espacio a sus posibilidades de crear y transformar, a los modos poderosos con que afrontan las dificultades, la belleza con que dibujan horizontes nuevos y coprotagonizan el diario vivir.
El avance en las legislaciones en nuestro país, desde la ratificación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (1994), Ley 26061 de protección integral de derechos de niños, niñas y adolescentes (2005), la Ley de Educación Sexual Integral (2006), la Ley 26206 de Educación Nacional (2006), las modificaciones en el Código Civil (2015), entre otras, han significado un proceso valioso en la producción de una nueva trama en las relaciones intergeneracionales. Pero no siempre estos cambios normativos se materializaron en prácticas o en políticas públicas capaces de impactar en la vida de les niñes y jóvenes y sus comunidades, en tanto caminaron y caminan a la par de una creciente y profunda desigualdad y pobreza. Este escenario nos convoca a reflexionar críticamente respecto de la ampliación de derechos y sus deudas en la coyuntura actual.
La universidad, desde la extensión, ha generado diferentes vinculaciones con las infancias, niñeces,
adolescencias y juventudes: desde otorgarles el lugar de receptores pasivos de conocimientos, como seres a completar y modelar a imagen y semejanza de les adultes; o como futuras piezas del aparato productivo; hasta la construcción de experiencias participativas y protagónicas, donde sus voces son el motor de otros presentes posibles. En estas últimas décadas las instituciones de nivel superior han sido, en muchos casos, actores de relevancia en la construcción de nueva institucionalidad desde el enfoque de derechos, y en algunos otros, quienes abren puertas a narrativas de lo común y el buen vivir.
Es propósito de este dossier, reunir aportes que den cuenta de la diversidad de registros, reflexiones y
experiencias extensionistas, gestadas en los territorios, en diálogos de saberes con les niñes, adolescentes y jóvenes. Prácticas albergadas en instituciones, escuelas, organizaciones y movimientos sociales, centros de salud, centros vecinales, culturales, comunitarios, radios, clubes, gremios, bibliotecas populares, entidades religiosas, etc. Ello supone, interrogarnos respecto de otras formas de ser adultes en la vida cotidiana y en el ejercicio de nuestras profesiones, incluso aquellas que apenas vislumbran su corresponsabilidad en la garantía de los derechos. Asimismo, invitamos a preguntarnos por el lugar público y colectivo que asumen niñes, adolescentes y jóvenes, el encuentro con pares y entre generaciones. Finalmente, interesa recoger los impactos de la pandemia COVID 19 en la vida de les niñes, adolescentes y jóvenes, sobre todo de quienes viven en situación de pobreza, o que, por condición de género, cultura, pertenencia a pueblos originarios, territorio o salud, padecen otras desigualdades.
Pretendemos que este número de la revista E+E: estudios de extensión en humanidades pueda mapear esa variedad de experiencias a veces invisibilizadas y minorizadas, como les sujetos a los que abraza. Un mapa que reconozca en el trabajo extensionista, las capacidades para acompañar a las niñeces, adolescencias y juventudes en la creación de formas nuevas y más dignas de estar en este mundo, de hacer mundos.