Número 9

Año 2021


Hacer verdad las ilusiones

Reseña del film Mi última aventura (Ramiro Sonzini y Ezequiel Salinas, Argentina, 2021)

Make illusions true

Movie review of Mi última aventura (Ramiro Sonzini y Ezequiel Salinas, Argentina, 2021)

María Aparicio

Universidad Nacional de Córdoba

Córdoba, Argentina

maru.aparicio@hotmail.com

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ARK: http://id.caicyt.gov.ar/ark:/s22504524/77e6kksao

Mi última aventura (Argentina, 2021)

Dirección: Ramiro Sonzini y Ezequiel Salinas

Producción: Eva Cáceres

Fotografía: Ezequiel Salinas

Guión: Ramiro Sonzini y Ezequiel Salinas

Intérpretes: Octavio Bertone e Ignacio Tamagno

Productora: Eva Cáceres

Edición: Ramiro Sonzini

Dirección de Fotografía: Ezequiel Salinas


TOMA UNO, Nº 9, 2021 - https://revistas.unc.edu.ar/index.php/toma1/ 
ISSN 2313-9692 (impreso) | e-ISSN 2250-4524 (electrónico)

Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-Sin Derivadas2.5 Argentina.


Dos amigos sentados en la escalera del Parque Sarmiento fuman un cigarrillo, destapan una cerveza y escuchan una canción desde su celular. Están solos y es de noche. La música no solo atraviesa la escena sino que también dicta una premonición —que todavía no comprendemos—: “Si yo bebo el vino ajeno y me despierto en cualquier lugar, soy tu nueva creación de mentiras sin razón, alégrate de mi error. Déjame que al final tendré que maldecirte” (1' 28''). La voz en off del protagonista pisa los últimos versos para empezar a narrar el acontecimiento central del corto: un robo. Así, con dos planos, una canción y la oscuridad de la noche se abre el mundo de Mi última aventura (Córdoba, 2021).

Quien lleva adelante el robo es el “Pelu”, el personaje silente. Casi no escuchamos su voz ni sabemos lo que piensa, y quizás por eso su presencia esté envuelta en un misterio poco convencional. Todo lo que conocemos de él es a partir de la narración de su amigo de campera verde, cuya tarea en el robo solo se limita a conseguir la llave que le permitirá al Pelu llegar a un bolso con dinero. Si el misterio del silencio tuviera un equivalente visual, aquí estaría dado por el uso de las sombras. En el momento del robo la luz apenas dibuja el contorno de los objetos y la oscuridad de la noche hace que el espacio se vuelva un entorno indefinido. Lo poco que llegamos a ver basta para vislumbrar la precisión de los movimientos del Pelu y los planos, uno a uno, narran con una austera elegancia cada uno de los pasos hasta llegar al objetivo final.

La distribución de las responsabilidades y las recompensas dejan en claro las posiciones de los dos personajes: el Pelu comanda y su amigo secunda con admiración. En su forma de mirarlo y de hablar, se expresa el cariño que siente por él. En el fondo, todo lo que quiere es ser como el Pelu, tener una motito como la suya, llevarse el botín grande alguna vez. Pero de la admiración a la traición hay un paso breve.

Los amigos cumplen su cometido y festejan comiendo de madrugada un lomito en un bar desierto. La voz ya no habla porque lo que necesitamos saber está en el plano y el dilema del protagonista se despliega de par en par en un momento de soledad frente al bolso de dinero que asoma discretamente por debajo de la mesa. El Pelu fue al baño y él, apoyado sobre la mesa, cierra los ojos y lo imagina. La música vuelve a la escena:

No tienes por qué disimular, esas lágrimas están de más. Si tienes que irte vete ya. Sin embargo esperaba que te quedaras pero al agua hay que dejarla correr (...) Y si el viento hoy sopla a tu favor yo no te guardaré rencor (10' 32'').

Bajo el amparo de la canción, el amigo escapa con el bolso.

Los personajes de Mi última aventura son marginales, se mueven por las sombras, cometen un delito, pero antes que ladrones son amigos. A sus historias accedemos por detalles que se filtran inteligentemente en el relato, como las canciones que escuchan, la forma de hablar del protagonista o incluso la anécdota que se narra durante el recorrido en moto luego del robo. Filmar con ternura las decisiones de los dos amigos, reconociendo cuándo decir y cuándo escuchar, haciendo de la noche un encantamiento que los protege, mirando donde pocos lo hacen, allí puede encontrarse la singularidad de sus directores y de las ideas cinematográficas sobre las que construyen sus decisiones. Mi última aventura hace de una anécdota un mundo donde a los perdedores les toca ganar, aún cuando la traición deja un sabor amargo. Practicar lo que admiramos de nuestros ídolos quizás sea también una forma de demostrar el amor que sentimos por ellos.

Referencias

Filmografía

Sonzini, R. y Salinas, E. (2021). Mi última aventura [cortometraje]. Argentina: Producción independiente.

Cómo citar este artículo:

Aparicio, M. (2021). Hacer verdad las ilusiones. Reseña del film Mi última aventura (Ramiro Sonzini y Ezequiel Salinas, Argentina, 2021). TOMA UNO, 9(9). Recuperado de https://revistas.unc.edu.ar/index.php/toma1/article/view/35803.


Biografía

María Aparicio

Nació en Córdoba, Argentina, en 1992 y estudió cine en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Las calles (Argentina) es su primera película como directora, estrenada en 2016. Esta ha participado en más de quince festivales y muestras nacionales e internacionales, obteniendo diversos reconocimientos entre los que se destaca el Premio a Mejor Dirección en la Competencia Latinoamericana del 18º BAFICI (Argentina). Actualmente trabaja en las películas Sobre las nubes y Las cosas indefinidas.

Contacto: maru.aparicio@hotmail.com