Número 9

Año 2021


Las motitos de Córdoba

Reseña del film Las motitos (Inés María Barrionuevo y Gabriela Vidal, Argentina, 2020)

The motorcycles of Córdoba

Movie review of Las motitos (Inés María Barrionuevo y Gabriela Vidal, Argentina, 2020)

Florencia Macario

Universidad Nacional de Córdoba

Córdoba, Argentina

flormacario94@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-8751-7499 

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ARK: http://id.caicyt.gov.ar/ark:/s22504524/u4i5yrsdn 

Las motitos (Argentina, 2020)

Dirección: Inés María Barrionuevo y Gabriela Vidal

Producción: Martín Paolorossi y Andrea Vitali

Música: Andrés Toch

Fotografía: Marcos Rostagno

Guión: Gabriela Vidal

Intérpretes: Erika Cuello, Carolina Godoy, Carla Gusolfino e Ignacio Pedrone

     


TOMA UNO, Nº 9, 2021 - https://revistas.unc.edu.ar/index.php/toma1/ 
ISSN 2313-9692 (impreso) | e-ISSN 2250-4524 (electrónico)

Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-Sin Derivadas2.5 Argentina.


Las motitos (2020) es una película cordobesa dirigida por María Inés Barrionuevo y Gabriela Vidal que retrata un fragmento de la vida de dos adolescentes que viven en un barrio periférico de la ciudad de Córdoba. El cariño y cuidado de les adolescentes desborda los límites de los primeros planos que los retratan. Les protagonistas, Juliana y Lautaro, son pareja y enfrentan un embarazo no deseado. Resultaría injusto decir que la película se trata sobre el aborto cuando aún era ilegal, o de los saqueos producidos en algunos barrios de Córdoba durante el acuartelamiento policial de 2013. También sería injusto decir que no narra esas problemáticas. Es que debido a la estructura narrativa con la que son abordadas ambas situaciones, resulta difícil definirlo. Las motitos no es un relato que quiera “hablar de” sino, por el contrario, uno que retrata un fragmento de la vida de estes adolescentes y el modo en el cual se relacionan con lo que les rodea. En ese sentido, los análisis posibles desde una perspectiva estética de los afectos sugieren ser inagotables, pero es en el ejercicio de dicha articulación que es posible arribar a algunas aproximaciones.

El aspecto quizás más sabroso de esta obra está signado por una mirada feminista y, en este relato, por la construcción de los personajes femeninos y aquello que comparten. La película comienza con un plano detalle de los pies de Juliana que está pintándose las uñas en la terraza, sola. Más adelante, también se incorpora un plano en el que Juliana le pinta las uñas a su hermana menor. De esta manera, la película instala desde el comienzo sugerencias de algo que se comparte. Hay algo que se sabe, y se comparte o se entrega. Una especie de secreto compartido, de pacto. Parece que el goce de los cuerpos, las exploraciones, los placeres, las diversiones de las mujeres son habilitadas entre ellas. Se comparte lo íntimo tanto en la clandestinidad que instala el aborto o la marihuana como en los detalles cotidianos de dormir en una cama compartida. Esta complicidad construida a lo largo de todo el relato no es rastreable en un solo aspecto técnico, pero sí descansa en una señalización actoral: es posible advertir distintos matices y ritmos en la dirección de las miradas de los personajes femeninos a lo largo de la película. La hermana menor de Juliana observa a su hermana bailando con una amiga, Juliana observa a su madre, la hermana menor observa también a la madre con sus propias amigas. Pero hay un punto de quiebre narrativo, en el que la madre de Juliana se entera del embarazo y decide ayudarla en el proceso de interrumpirlo. En esa escena, Florencia, la madre, se mira al espejo, y a partir de allí, las miradas entre las mujeres comienzan a encontrarse entre sí. Solo es posible advertir esto por aspectos técnicos del ritmo de montaje que deja tiempo para observar las miradas. Escenas dedicadas a mirar lo que se mira. 

Y del mismo modo, también hay escenas que optan por darle tiempo a lo que suena. En este sentido, hay dos elementos sonoros que resaltan con claridad. En primer lugar, la música diegética que permite danzas entre los personajes en momentos de intimidad. Esas escenas están dedicadas a la amistad. Primero, Juliana baila con su amiga, ensayando los movimientos que habitan la frontera de la adolescencia; luego, Lauti pone música en el celular para animar a su amigo que está agotado de cuidar a su madre enferma; y por último, Florencia baila con sus amigas en la terraza junto a una fogata. En los tres casos, el recurso se repite: una música diegética empieza como excusa para un baile distendido y se apodera de toda la banda sonora en secuencias de intimidad y acompañamiento entre amigues.

En segundo lugar, el sonido cobra un sentido fundamental para dar cuenta del contexto social en el que se inscribe la historia. Las motitos de bajas cilindradas suenan de fondo a lo largo de todo el relato, tanto como los noticieros. Es que el relato retrata esos confusos y polémicos días del 2013 en que la policía cordobesa se acuarteló y en muchos barrios se improvisaron saqueos a tiendas comerciales. Las motos aparecen como símbolo de intersección de muchos aspectos: son las que permiten el desplazamiento para el amor y también son las que permiten el desplazamiento para robar, y por lo tanto, para sostener el estigma por el cual la policía las retiene. Este elemento no es menor para una narrativa cordobesa en cuya diégesis (y realidad) la violencia policial está en constante ebullición.

También resulta interesante reparar en que la moto, siempre conducida por varones en el relato, viene a disputar simbólicamente el lugar de poder al que finalmente la protagonista también puede acceder. La película termina con una secuencia de Juliana y Lauti yendo en moto por una avenida de la ciudad cercana al Tropezón. Para quienes conocen Córdoba, son imágenes que vienen cargadas de simbolismos. Ese amarillismo urbano que en nombre de la ecología y la seguridad cordobesa fue reemplazado por frías luces Led es propio de una Córdoba anterior a la realización de la película, pero coincide con los tiempos de la historia. La calle se ve teñida de amarillo y es posible advertir una sugerencia de empoderamiento tras todo el proceso de interrupción del embarazo. Juliana conduce la moto esta vez sugiriendo un mensaje más amplio para quien quiera ver: las pibas también manejan. 

Referencias

Filmografía

Barrionuevo, I. M. y Vidal, G. (2020). Las motitos [largometraje]. Argentina: Gualicho Cine, INCAA.

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Cómo citar este artículo:

Macario, F. (2021). Las motitos de Córdoba. Reseña del film Las motitos (Inés María Barrionuevo y Gabriela Vidal, Argentina, 2020). TOMA UNO, 9(9). Recuperado de https://revistas.unc.edu.ar/index.php/toma1/article/view/35800.


Biografía

Florencia Macario

Es Licenciada en Cine y TV por la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Formó parte como ayudante alumna de las cátedras de Semiótica Fílmica y Realización audiovisual III y del equipo de investigación SECyT, UNC “Emergentes. Poéticas audiovisuales de/desde Córdoba”. Actualmente forma parte de la Comisión de Afectos de AsAECA.

Contacto: flormacario94@gmail.com