Número 8

Año 2020


La odisea de la reconstrucción

Reseña de la película Julia y el zorro (María Inés Barrionuevo, 2018).

The Rebuilding Odyssey

Martín Iparraguirre

Universidad Nacional de Córdoba

Córdoba, Argentina

martinipa@hotmail.com

ARK: http://id.caicyt.gov.ar/ark:/s22504524/wjii24dal 

Julia y el zorro (Argentina, 2018).

Dirección: María Inés Barrionuevo.

Producción: Tarea Fina.

Música: Germán A. Sánchez.

Fotografía: Ezequiel Salinas.

Guion: María Inés Barrionuevo.

Intérpretes: Victoria Castelo Arzubialde, Umbra Colombo, Pablo Limarzi.


TOMA UNO #8 2020 - https://revistas.unc.edu.ar/index.php/toma1/index
ISSN 2313-9692 (impreso) | e-ISSN 2250-4524 (electrónico)

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El segundo largometraje de María Inés Barrionuevo vuelve a abrevar en los trances íntimos que atraviesan sus personajes femeninos. Si en Atlántida (2014), su protagonista Elena batallaba con los avatares de la adolescencia en busca de su identidad sexual —en medio de un inclemente verano cordobés que funcionaba como metáfora de sus deseos escondidos en estado de ebullición—, en Julia y el zorro (2018) el desafío a los mandatos femeninos va mucho más allá, pues pone en cuestión un tema tabú en nuestra sociedad como es la maternidad, deconstruida aquí como imperativo colectivo. La directora no eligió un camino fácil para hacerlo, pues la historia se estructura alrededor de una verdadera hecatombe emocional: el momento de reconstrucción personal y familiar que experimenta una actriz junto a su hija, aún niña, tras el fallecimiento de su marido, cuando la protagonista deberá enfrentarse a su verdadera vocación materna. Pocas ficciones locales se animaron a tanto.

Pero hay que decir que la trama es lo menos importante de la película, cuya mayor virtud está en la construcción de una puesta en escena concebida como sucesivas pinturas naturalistas donde la luz, los colores, las sombras y los sonidos expresan, plano a plano, el estado de vacío e incertidumbre que atraviesan sus personajes frente al choque con lo inconcebible, la fugacidad e indeterminación de la vida. Basta el inicio del filme para intuir la capacidad sensitiva que lo habita. Tras una fábula sobre el zorro del título que funciona como clave de lectura de la película, el plano de apertura muestra un estado animista del mundo a través de los sonidos que exponen la multiplicidad de seres que habitan la naturaleza, como si ya se nos sugiriera que existen posibilidades ilimitadas de formas de vida, al menos en el reino animal. A continuación, Julia (Umbra Colombo) y su hija Emma (Victoria Castelo Arzubialde) llegan a una vieja casona familiar en las sierras de Córdoba que encuentran abandonada, sucia y vandalizada. El bello trabajo con la luz que se posa paulatinamente sobre los cuerpos bañados por las partículas de polvo que vuelan en el aire, muestra a sus protagonistas como fantasmas, suficiente para entender el estado de incertidumbre que atraviesan por el duelo del padre muerto, aunque de fondo se mueven estructuras mucho más profundas en ambas. Lo que ha caído es un modelo familiar, una identidad personal que las enfrenta al abismo del sinsentido y, sobre todo, un mandato para Julia quien a lo largo de la película deberá encarar el desafío de reconstruirse como mujer, aunque el proceso implique tomar decisiones radicales. Poco más hace falta contar de la trama, quizás que Barrionuevo propone una suerte de contraste entre las obligaciones filiales de la protagonista y el llamado instintivo de sus deseos, representados por un zorro que aparece de tanto en tanto para enfrentarla a la libertad inherente de la naturaleza, cual espejo de su propia animalidad reprimida.

En todo caso, la virtud de la directora está en su capacidad para construir la película como una totalidad, donde la puesta en escena expresa tanto o más que las acciones y los diálogos de sus personajes: por ejemplo, la película entera podría leerse desde esa casona colonial de aires aristocráticos que alberga y atrapa a los personajes, trabajada puntillosamente desde el arte y la fotografía en la composición de sus espacios a través de los colores verdes y grises que dominan sus paredes hermosamente decadentes y dotan de un aire anacrónico, vintage e irreal a todo el filme. Con una fotografía notable de Ezequiel Salinas y un trabajo equivalente en el sonido de Atilio Sánchez, Julia y el zorro se ve y se oye como pocas películas en el cine nacional, con un grado de estilización que depara un placer estético en sí mismo al espectador, pleno de sensualidad para los sentidos, independiente de los vericuetos de la historia.

De hecho, cuando la película intenta dar alguna definición trascendente de la trama, pierde sutileza y originalidad, pues el guion choca con este tono bucólico y ambiguo construido por la puesta en escena, donde los sonidos, los escenarios y el trabajo con la luz expresan los misterios y la indeterminación de la naturaleza, como una invitación a conectar con la dimensión primaria de toda existencia. Por suerte, Barrionuevo se abstiene de juzgar o comprender a sus personajes, a quienes enfrenta en definitiva a la tarea ineludible que todo ser humano debe tramitar en su vida: construirse a sí mismo en medio del eterno conflicto entre el deseo, los mandatos sociales y las redes invisibles que teje el amor, con las huellas del dolor como incandescente fondo.

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Biografía

Martín Iparraguirre

Es Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Córdoba. Magíster en Gestión de la Comunicación Política por la Universidad Católica de Córdoba. Se desempeña como editor de las secciones de Política Internacional y Cultura del diario Hoy Día Córdoba. También es crítico cinematográfico en diversos medios e integrante del equipo editorial de la revista Toma Uno. Ha participado en los libros Diorama, ensayos sobre el cine contemporáneo de Córdoba (2013, Ed. Caballo Negro) y Cine, política y derechos humanos (2014, UNC), entre otros. En docencia, es Profesor Asistente de la Cátedra de Análisis y Crítica Cinematográfica y de Historia del Cine del Departamento de Cine y TV de la Facultad de Artes de la UNC.

Blog: www.lamiradaencendida.wordpress.com 

Contacto: martinipa@hotmail.com

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Cómo citar este artículo:

Iparraguirre, M. (2020). La odisea de la reconstrucción. TOMA UNO, 8(8). Recuperado de https://revistas.unc.edu.ar/index.php/toma1/article/view/30793.