Número 7

Año 2019

 

 

Realizar una ficción seriada en Córdoba. Entrevista al director audiovisual Lucas Combina

 

Developing fictional series in Córdoba. Interview with director Lucas Combina

 

María Elisa Pussetto

Universidad Nacional de Villa María

Villa María, Argentina

elipussetto@hotmail.com

 

 

Resumen

El presente artículo es una entrevista a Lucas Combina, realizador cordobés que se ha desempeñado como camarógrafo, guionista y director de ficciones audiovisuales y documentales.

La entrevista se realizó en el encuentro La imagen imaginada 2: diálogos con directores y guionistas ganadores de fomento INCAA TDA. Jornada realizada en la Universidad Nacional de Villa María, 2016.

En esta oportunidad, conversamos sobre la premiada serie La chica que limpia, dirigida por Combina en 2015. Ficción realizada con el apoyo del Plan Fomento que lleva adelante el Polo Audiovisual Córdoba. Fue una de las ganadoras del Concurso de Series de Ficción para Productoras con Antecedentes para Televisión Digital del INCAA (2014-2015).

Esta serie ha sido guionada por Irene Gissara, Greta Molas y Lucas Combina y producida por Germina Films (Jaque Productora S.A.). Consta de 13 capítulos de 27 minutos cada uno.

Antes de tener un espacio en la pantalla nacional, fue estrenada con gran éxito en la plataforma GSN de Channel 4 en Estados Unidos y en Inglaterra.

En noviembre de 2017, se estrenó en Canal 10, el canal de televisión por aire del Multimedio SRT de la Universidad Nacional de Córdoba. También se pudo ver en la plataforma Netflix y por la señal de televisión abierta de Canal 7 de Buenos Aires. Actualmente está disponible en Cont.ar y en Cine.ar donde alcanzó el récord de espectadores.

La chica que limpia (Combina, 2015) se convirtió en la primera serie cordobesa en ganar el Premio Martín Fierro Federal de Oro y el Martín Fierro Federal a la mejor serie de Ficción Federal. Recibió el premio a la Mejor Dirección por Cine.Ar y una mención especial de Directores de Obras Audiovisuales para Televisión (DOAT) a la Dirección.

 

Palabras clave

ficción seriada; Córdoba; Lucas Combina

 

Abstract

This article is an interview with Lucas Combina, a Cordovan filmmaker who has worked as a cameraman, screenwriter and director of audiovisual and documentary fictions.

The interview was conducted at the meeting La imagen imaginada 2: diálogos con directores y guionistas ganadores de fomento INCAA TDA , at the Universidad Nacional de Villa María (2016).

This time we talked about the award-winning series La chica que limpia directed by Combina in 2015. Fiction made with the support of the Promotion Plan that the Córdoba Audiovisual Pole carries out, and was one of the winners of the Fiction Series Contest for Production Companies with Background for Digital Television of INCAA (2014-2015).

This series has been scripted by Irene Gissara, Greta Molas and Lucas Combina and produced by Germina Films (Jaque Productora S.A.). It consists of 13 chapters of 27 minutes each.

Before having a space on the national screen it was premiered with great success on the GSN platform of Chanel 4 in the United States and in England.

In November 2017, it was premiered on Channel 10, the air television channel of the SRT Multimedia of the National University of Córdoba. It could also be seen on the Netflix platform and on the open television signal of Channel 7 of Buenos Aires. It is currently available in Cont.ar and Cine.ar where it reached the record of spectators.

La chica que limpia (Combina, 2015), became the first Córdoba series to win the Martín Fierro Federal de Oro Award and the Martín Fierro Federal for the best Federal Fiction series. He received the Best Director for Cine.Ar award and a special mention of Directors of Audiovisual Works for Television (DOAT) to the Directorate.

 

 

Key words

serial fiction; Córdoba; Lucas Combina

 

Imagen. Lucas Combina.

 

–¿De qué se trata la serie?

–La chica que limpia trata de una mujer que trabaja en la limpieza. Ella trabaja en una empresa privada limpiando distintos lugares, limpia hospitales, hoteles. Además, tiene otro trabajo que es limpiar en un club de box donde una noche, de esas noches extrañas, escucha un ruido y la llevan a limpiar un asesinato. Lo hace tan bien que los malos la empiezan a contratar para limpiar ciertos lugares sucios.

Ella tiene casi poderes con la limpieza, debido a que aprendió a limpiar muy bien porque tiene un hijo que padece una enfermedad de inmunodeficiencia y debe vivir en un lugar muy aséptico. Entonces, ella tiene ciertas cualidades para la limpieza que descubren los malos y que las empiezan a aprovechar para poder limpiar estos lugares.

En la ciudad, no encuentran a los culpables de los crímenes porque no hay evidencia. Hay detectives que se la ven complicada para encontrar cuál es el causante de estos crímenes.

 

–¿Qué te hizo a vos elegir ese género, sabiendo los desafíos que presentan?

–El género policial me gusta mucho porque descubrí que en ese género podía meterme en un montón de géneros.

Con el policial puedo ver terror, suspenso, puedo ver realidad, drama, amor, puedo ver hasta comedia. Manteniéndome en el mismo género policial entro a otros. Y para mí eso me resulta muy atractivo, muy divertido poder darle a la serie o a una historia un montón de matices diferentes que quizás pertenecen a otros géneros pero que en alguna forma conviven. Eso es lo que más me atrae del género policial. Sabía en la que me estaba metiendo, obviamente.

 

–¿Pensás que el género potenció las posibilidades de que sea seleccionada y ganadora del plan de fomento del INCAA TDA? O si iba a ser riesgoso proponer algo de género… ¿lo pensaste a eso?

–No, no lo pensé. Lo pensé porque era lo que me gustaba y la historia me surgió así.

Estaba viviendo por un tiempo en Chile, donde trabaja de esto y quería escribir.

Empecé a pensar en una historia nueva. Extrañaba un poco a mi familia, entonces pensé en que cualidades tenía cada uno para ver que sacaba para armar un personaje o algo. Buscaba de dónde arrancar.

Mi vieja era un poco fanática de la limpieza, pero pensaba qué tiene de fantástico eso, iba a ser aburridísima poner a alguien limpiando. Entonces lo llevé al género, fantaseé con eso, de llevar algo de mi mamá con algo que estaba re alejado de ella, que son los crímenes.

Empecé a trabajar la idea en Chile, pero en realidad la escribí en Córdoba.

 

–¿Qué elementos propios o del contexto o del entorno de Córdoba están representados en esta serie?

–En el trabajo de guión no estuve solo. Lo escribí con dos personas más. Greta Molas e Irene Gissara. Con ellas empecé a trabajar esta historia. Ellas dos son muy distintas y con cada una trabajé cosas diferentes. No sólo darle una historia a la chica que limpia, sino también crear distintas subtramas a la serie. Una de las subtramas que aportó una de las guionistas, que para mí fue clave, era una historia sobre la trata. Que eso no sé si es de Córdoba, creo que es más bien general la problemática, pero creo que también lo hace local al problema y ahí sí hay cosas de Córdoba.

Por otro lado, buscábamos alejarnos de que sea Córdoba. Buscábamos una historia que sea más universal.

La historia universal de la serie es de una mamá haciendo lo imposible para salvar a su hijo. Eso es en cualquier parte del mundo y yo quería llegar a eso. No me enfocaba tanto en que sea propio de Córdoba. Si se descubría que era Córdoba, bárbaro. Incluso me quería alejar del cuarteto, me quería alejar de todos esos elementos más característicos de Córdoba.

Lo que tiene de Córdoba es que se filmó íntegramente en esta ciudad. Los técnicos y los actores son de acá, salvo la chica que limpia y la madre, que son de Buenos Aires.

 

–¿Qué influencias reconocés, fuentes de inspiración, directores, en tu trabajo?

–Soy un fanático de las series, me encantan las series policiales, de terror… de chico consumí series. Ahora esta nueva corriente de series me fascina más aún.

Como directores de cine, yo siempre caigo a los grandes, Scorsese, Tarantino…

Me pasó que cuando teníamos más o menos cocinada la serie, veo Breaking Bad. Allí descubro que también estaba esta idea de un personaje común que se ve envuelto en algo que no es de su propio mundo y dentro de la historia trasciende y se transforma en algo que ni te imaginabas.

Y encontré en La chica que limpia esa similitud de decir, bueno, es un personaje común de la vida. La chica que limpia es universal, en todos los lugares del mundo hay una chica que limpia. Una persona que se ve envuelta en algo que no pertenece a ese mundo y se transforma en otro personaje. Eso me pareció que estaba bueno y lo encontré muy similar a Breaking Bad.

Antes vi muchos policiales para entrar en ese mundo de la investigación; SCI, Dexter, porque se muestra las escenas de limpieza. En La chica que limpia nos propusimos caer en ese detalle y tratar de mostrar la limpieza como si fuera otra cosa. Tiene esa manera de contar con un clip. Mostrás un momento cuando ella trabaja y es un clip con una atmósfera diferente a lo que después ocurre en la serie. Entonces, hay elementos y recursos propios de esas series policiales, de esta nueva época de series.

También en lo narrativo a mí me gustaba mucho la serie que te engancha, que no aguantás hasta ver el otro capítulo. Que no la aguantaría ver en la televisión, sino que la veo en la compu porque me gusta poner play al toque. El desafío era tratar de lograr un poco eso. De que veas un capítulo y quieras ver el otro, y el otro… ese “enganche”. En eso sí me basé en las series, cómo cortar las escenas un momento y arrancar desde ahí y luego ir todo el tiempo en ascenso. En la parte de escritura me basé en eso.

En la forma de rodaje, encontrás que el género te lleva a clichés, a cosas que son propias del género. Otras tratás de aportarlas vos, obviamente. Pero caés en algunas situaciones comunes, que creo que está bueno.

 

–¿Con qué desventajas o dificultades te encontraste en el contexto actual para la producción y distribución de la ficción La chica que limpia?

–Problemas varios.

Siempre estás expuesto a cierto tipo de problemas. Trabajas a un límite donde hay muchas variantes que pueden fallar. Entonces siempre hay problemas.

En cuanto al tipo de producción, fue una serie complicada en el sentido de que fue un policial. Un policial requiere, al menos este, muchas locaciones porque la historia va circulando en distintos lugares, hay investigadores, hay asesinatos. Entonces todo va sucediendo a lo largo de la investigación y eso te lleva a hacer un recorrido. Ese recorrido implica un montón de locaciones a lo largo de todos los capítulos.

En una ciudad como Córdoba, que es una ciudad grande, te trae un montón de problemas porque no está preparada para filmar algo grande.

Todo el tiempo está con problemas de corte de tránsito. No te dan los permisos. Y trasladarte por la ciudad en horas pico en un plan de rodaje muy acotado es un caos. Nosotros filmamos muchas escenas por día. Más de doce escenas hemos hecho por jornada. Entonces, la mayoría de los problemas fueron esos. Tratar de conseguir esos permisos que todavía no están homologados en Córdoba.

Tengo anécdotas como de hablar con gente de la Municipalidad, explicándole que necesito un corte para hacer una escena, un tiroteo. Y ellos me decían que era imposible porque pasa un colectivo. Les explicaba que en Hong Kong cortan la avenida, en DF cortan túneles, el puente Brooklyn, la 9 de Julio en Buenos Aires. ¿Por qué no puedo cortar una callecita de barrio Cofico donde pasa una línea de colectivo?

El género lo requiere, hay acción, y en esa acción tenés que cruzar avenidas, tenés persecución, tiroteos en lugares públicos, tenés explosivos… Hay un montón de situaciones, controladas por nosotros porque trabajamos con profesionales en el tema, pero tal vez la ciudad no lo adoptó de esa manera, quizás Buenos Aires sí, y eso que tienen más lío de ciudad…

Otro problema que tuve fue el tiempo.

Yo quería contar esa historia que tenía muchas escenas por capítulo, por eso mismo, porque es de acción, es de investigación. El formato es de 27’, pero para poder tener una narrativa casi que debía tener la misma cantidad de escenas que una serie de 48’, para poder llegar a tener ese tipo de historia. Puede ser un error, pero mi historia necesitaba esa cantidad de escenas.

En esa cantidad de escenas tenía que cumplir un plan de rodaje estricto, porque si no era imposible filmar todo. Tenía muy poco tiempo y muy poco margen de error para poder cumplir con ese plan. Para mí era un problema constante no poder tener más tiempo. El tiempo en un rodaje es plata. No podía darme tiempo para ciertas cosas porque significaba perder otras.

Entonces, empezás a trabajar dándole prioridad a algunas cosas y elegís a cuál le vas a dar más tiempo y a cuál no. Para mí ese era un problema, lo cual no quiere decir que no haya tenido solución. Al final, esto termina dándole un corte a la serie, porque si bien vos la pensás de una manera, todas esas condiciones van armando tu película, tu serie.

 

–¿Cuáles fueron las ventajas de la producción?

–La ventaja de producción fue lograr una serie de esa magnitud.

Era un desafío, en principio. Tratar de filmar esta serie en ese tiempo y con ese dinero.

Alrededor de cincuenta locaciones, con muchos actores, un equipo grande de producción y de técnicos. Creo que las ventajas fueron poder realizarla en los términos en que la teníamos que realizar.

Probar cosas nuevas, desde el punto de vista desde la dirección. Que sea posible ese tipo de proyecto en nuestra ciudad. Poder trabajar en todas las etapas que requiere una serie, desde el guión, la preproducción, la producción.

Tuvimos la posibilidad de trabajar con un equipo para hacer la música, con un productor musical y un músico que hizo la música para la serie.

Se buscó bandas locales de Córdoba para musicalizar ciertos clips. Entonces, cada clip, cada momento de limpieza de Rosa, cuando ella se pone los auriculares, suena una banda de nuestra ciudad. Y eso también le da un toque único, local.

Fue un gran logro en términos de producción local.

Siempre soñábamos con filmar este tipo de serie. Y ahora, tener la serie completa y pensar en una segunda temporada hace que nos animemos más.

Creo que cualquier serie que se haga en la ciudad permite crecer un poco más, abre camino a los otros que van viniendo. Todos somos parte de esa pequeña industria de la ciudad. Creo que ese es el mayor logro.

 

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María Elisa Pussetto

Licenciada en Diseño y Producción de Imagen (UNVM) y Profesora de Declamación y Arte Escénico. Egresó del Posgrado en Artes Mediales (Facultad de Artes, UNC) y del Posgrado en Investigación Educativa y Evolución Institucional, dictado por el Instituto Leibniz y por la Universidad Nacional de Villa María. Conforma el equipo docente de la cátedra Técnicas de Actuación y Dirección de actores en la Lic. en Diseño y Producción Audiovisual (UNVM). Profesora titular en la Tecnicatura de Comunicación Social (INESCER). Desde el año 2013, integra equipos de investigación que estudian la serialidad ficcional televisiva nacional. Se ha desarrollado profesionalmente como directora teatral y audiovisual, camarógrafa, actriz y conductora de TV.

elipussetto@hotmail.com

 

 

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Cómo citar este artículo:

Pussetto, M. E. (2019). Realizar una ficción seriada en Córdoba. Entrevista al director audiovisual Lucas Combina. Toma Uno, 7(7).

 

 

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Recibido: 06/05/2019 - Aceptado: 06/06/2019

TOMA UNO (Nº 7), 2019

ISSN 2250-452x (impreso) / ISSN 2250-4524 (electrónico) | https://revistas.unc.edu.ar/index.php/toma1/index

 

Dpto. de Cine y TV – Facultad de Artes – Universidad Nacional de Córdoba – Argentina

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