“Nosotros vamos a vivir donde militemos”. Entrevista a Florencia Vespignani, una de las fundadoras del MTD Lanús

 

 

Gabriela Fernández*

Andrea Román**

 

 

 

Durante los años 2010 y 2011 algunos de los integrantes del Programa de Historia Oral de la Facultad de Filosofía y Letras, en el marco de un proyecto de Extensión acreditado por la Universidad de Buenos Aires, realizamos una serie de actividades con miembros del MTD Lanús (Movimiento de Trabajadores Desocupados de Lanús) y con docentes y estudiantes del Bachillerato Popular Roca Negra que funcionaba en Monte Chingolo, al sur del conurbano bonaerense. Hacia el año 2010, el MTD Lanús había crecido notablemente en organización y en el desarrollo de actividades productivas y educativas. De esta forma, gracias a la participación, la lucha y el compromiso de los vecinos, se había logrado consolidar en distintos barrios de Lanús como en La Fe, Villa Urquiza, La Torre (Villa Besada), Gonnet y Semillita.

Eran diversas las tareas que venían desarrollando en los distintos barrios: comedores comunitarios, una panadería, la carpintería, la herrería, la bloquera, un taller de serigrafía, el taller de costura, la huerta, el Bachillerato Popular en el predio de Roca Negra, y una radio comunitaria, entre otras actividades. Todas se sostenían gracias al compromiso de sus miembros y a la lucha constante por la defensa del trabajo territorial, colectivo y autónomo de las diferentes organizaciones políticas o gubernamentales.

La propuesta inicial del proyecto de Extensión consistía en el dictado de talleres de Historia Oral para los y las estudiantes del Bachillerato Popular, pero a partir de los encuentros y vínculos establecidos con integrantes del MTD se nos abrió un abanico de interrogantes sobre las características de esta organización y sobre la naturaleza de la militancia que asumían sus miembros; por eso el proyecto se fue ampliando y comenzamos a realizar entrevistas y a dejar registro de las experiencias y trayectorias de varios de los integrantes del MTD Lanús[1]. Esta entrevista que se presenta a continuación es una de ellas, y recupera la trayectoria de una de las fundadoras del MTD Lanús: Florencia Vespignani (Flor).

Flor pertenece al pequeño grupo que dio origen al MTD Lanús y es una de sus principales referentes. Es artista, sus dibujos - siempre relacionados con manifestaciones de los sectores populares - aparecen en muchas publicaciones de organizaciones sociales y feministas. Ella también participó de la realización del mural que se encuentra en el partido de Avellaneda, en la subida al Puente Pueyrredón hacia la Ciudad de Buenos Aires, llamado “Trabajo, dignidad y cambio social”, intervención realizada el 26 de julio del 2002, a un mes exacto de la masacre del Puente cuando fueron asesinados Darío Santillán y Maximiliano Kosteki[2]. Y actualmente continúa participando y produciendo imágenes en torno al pedido de justicia por Darío y Maxi, y de las intervenciones artístico-políticas en la (hoy) estación de tren “Darío Santillán y Maximiliano Kosteki” en Avellaneda.

En esta entrevista recuperamos la trayectoria personal y política de Flor hasta el año 2002, cuando ocurrió el acontecimiento que marcó tan profundamente al MTD Lanús y a todo el campo popular, como fue la masacre del Puente Pueyrredón. Su testimonio nos permite identificar algunas de las características de su práctica militante, de sus opciones de vida frente al contexto de las transformaciones sociales y políticas de fines de los años ´90, y su compromiso por un trabajo colectivo, territorial y autónomo como punto de partida para un cambio social y político.

 

 

Mano con mano” de Flor Vespignani, (2003). (Lápiz sobre papel)

 

GF: Hola Flor, te pedimos que te presentes y nos cuentes de donde sos, qué estudiaste y cómo comenzó tu militancia política.

 

FV: Yo nací en Capital Federal y viví en Coghlan, mis viejos viven ahí. En la secundaria fui al Colegio Nacional Vicente López N° 2, me recibí en 1989. Después estudié el Profesorado de Arte en la Escuela Nacional “Prilidiano Pueyrredón”, de donde egresé en el año 1994. También estudié unos años Historia del Arte en Filo[3], pero no hice mucho, hice el CBC en Drago y después hice un par de años en Filo.

En la Pueyrredón participé del Centro de Estudiantes. Fue una experiencia buena, pero todavía no estaba formado el Centro de Estudiantes, en ese momento era una Escuela Nacional de Arte, se suponía que debíamos tener cierta autonomía, pero desde antes de 1976 había un Rector interventor. En ese momento ya había un movimiento para generar el Centro de Estudiantes y para exigir que se cumpla con esa autonomía. Pero además ya estaban los proyectos para conformar lo que después fue la IUNA, y también había otros proyectos para que dependiera de la UBA. Armamos una agrupación y el Centro de Estudiantes y nos empezamos a juntar con las otras escuelas de arte. Lo que pedíamos es que primero se regularice la situación de la Escuela y sacar la intervención antes de avanzar en esos proyectos.

 

GF: Te tocó estudiar durante los años de Menem. ¿Cómo les fue con sus reclamos?

 

FV: Fue raro. Primero que fue corto, porque no es que los cinco años… digamos. A la mañana no pasaba nada. Después me cambié a la noche y había un compañero en mi grupo que militaba en la CTA[4]. Pero el tema del arte… toda la formación de la Escuela, toda la formación del arte, por lo menos la que yo conozco, estaba super orientada al individualismo, la competencia […]. Y eso en la Escuela, en la educación del arte genera eso, como la competencia [enfatiza el concepto con gestos], es horrible, entonces, la verdad es que costaba, costaba, hacer algo colectivo. A la noche había un par de hippies con algo más de onda y vocación de hacer algo. Pero era muy individualista la educación.

Cuando me cambié a la noche en el profesorado me junté con unas compañeras e hicimos un grupo de arte que tenía algún contenido político, éramos cinco y empezamos a pensar en producción de arte colectivo, cada una aportaba diferentes cosas, con un contenido medio político que estaba bueno. Tomábamos cosas de Berni, hacíamos una crítica…el trasfondo tenía que ver con el capitalismo, cada una hacía diferentes aportes. Nosotras ahí hacíamos performance, hacíamos escenografías para bandas de música. Después de esa experiencia, que a mí me gustó un montón, reivindiqué el trabajo colectivo, más allá de que después hice dibujos porque estaba sola [risas], cuando empecé con los dibujos en el MTD[5], los que están en el libro[6]. Fue todo un recorrido. En la Escuela lo que hacíamos eran intervenciones, pensar el arte más espontáneo, en la calle, entonces tratábamos de hacer cosas afuera, por ejemplo, en recitales, en festivales, trabajamos con diapositivas, con videos, no tanto con murales.

Y después laburé con unas compañeras que eran dos bailarinas, con las que hicimos una obra de teatro que se presentó en el Rojas, en un festival. Y mientras yo hacía eso, iba pensando que quería hacer con el arte y la militancia. Hicimos una obra en la que tomábamos el tema de la enfermedad y tomamos una producción musical lírica de una cantante norteamericana que se llamaba Diamanda Galás que hacía toda una crítica sobre el SIDA, porque en ese momento estaba lo de la expansión del SIDA, la información sobre cómo se transmitía… Era una cosa muy fuerte. Yo ahí tuve un quiebre personal, era un festival de danza, veía la competencia entre las bailarinas, lo mismo que yo había visto en las artes plásticas. Yo decía, ¿les importó algo de lo que queríamos decir? Parecía que todo daba igual, ¿qué hago acá compartiendo con esta gente?, pusimos plata nuestra, laburamos un montón, ¿para quién lo hicimos? ¿a quién le importaba en ese contexto? ¿a quién le hablábamos?

Después cuando estaba en la UBA tuve un acercamiento a Patria Libre, no milité, pero tenía un compañero que estaba en Patria Libre y comencé a charlar. Este compañero había armado un grupo que se llamaba El Boquete, un grupo independiente, pero no me convencía, a mí no me gustaba la Universidad, no tengo, no tuve ninguna onda con quedarme militando en la Universidad de ningún tipo…

 

AR: ¿Por qué?

 

FV: Nunca me sentí cómoda, no sé, no me gusta…en la Pueyrredón noté fuerte esto que te digo de competencia…Después de que terminé la escuela hice dos años más de ayudante de cátedra y después estuve haciendo un perfeccionamiento con un profesor, al que yo quiero un montón. Yo ya empezaba con otra chica a hacer murales, nosotras solas, en cualquier lado, re colgadas, y empezamos a hacer murales. Ahí en Saavedra hay una plaza que le pusieron Madres de Plaza de Mayo, que había unos militantes del PC que le pusieron creo “la plaza del pañuelo”, ahí hicimos un mural.

 

GF: Vos saliste con inquietudes del secundario, pero ¿no habías tenido ningún acercamiento a partidos políticos?

 

FV: No, no.

 

GF: ¿Y tus inquietudes políticas de dónde provienen? ¿Tiene que ver con alguna historia familiar?

 

FV: Si, puede ser… mi viejo es peronista…, es peronista, digamos, un toque ingenuo para mi gusto, de que para él, el peronismo… el objetivo tiene que ser la felicidad del pueblo, así, con un toque de ingenuidad, de hecho…, pero él participó del gobierno de Cafiero y todo eso, pero para mí sigue siendo un toque ingenuo su visión política, digamos… y él militaba…en esos momentos de la JP y del ´70 y de todo eso, , nosotros nos tuvimos que mudar, a mi viejo lo echaron del laburo, mi viejo laburaba en el INTI, es ingeniero, lo echaron, tuvo compañeros… Mi viejo era de la JP y es peronista, y en algún momento simpatizó con la izquierda peronista, es una persona muy solidaria y tuvimos que tener ciertas medidas de seguridad en la dictadura.

 

GF: En todo este período que estabas en la Facultad, ¿vos vivías en Capital Federal?

 

FV: Si, en Capital.

 

GF: ¿Y conocías algo de Avellaneda? ¿Conocías a alguien?

 

FV: La decisión de venir a Avellaneda es de cuando yo empiezo a estar con Pablo[7], a tener un recorrido juntos, de militancia, de decisiones juntos… Yo a Pablo lo conocí en el CBC, durante mucho tiempo fuimos amigos y después compartimos la militancia.

Yo sigo en contacto con Pablo y me invita a la Boca, que estaba teniendo un laburo más de contexto territorial. Y a mí la verdad, que me empezó a interesar esto de laburo como más concreto, de estar en un barrio…que medio lo buscaba… Esto de hacer una muestra en el pasillo del túnel de Filo, medio que no me… no era lo que quería seguir haciendo. Y cuando fui a la Boca, había un comedor, había pibes, había que hacer apoyo escolar con los pibes y yo dije, me quedo acá. Y ahí empecé a ir a la Boca, a la Boca, a la Boca y entonces me emparejé con Pablo… él vivía en la Boca ya en ese momento. Yo dije: la cuestión política que tengo la quiero canalizar en algo más concreto, y de eso nunca me moví más. Nosotros ahí nos mudamos a la Boca…La primera casa que tenemos con Pablo, la alquilamos en la Boca…

 

AR: ¿Y había alguna agrupación ahí?

 

FV: Si, es el Comedor Los Pibes, nosotros laburamos un tiempo ahí. Yo ya hacía murales y dimos algunos talleres en la Boca. Pero por diferencias con la organización decidimos irnos.

 

GF: ¿Cuándo deciden irse?

 

FV: En el 97 hay un punto por el cual nosotros decidimos vivir en Zona Sur, que fue el paro activo de Moyano en 1997. Eso da pie para…, nosotros ahí ya nos habíamos ido de la Boca. Ahí en la Boca teníamos relación con un grupo de compañeros que relanzaron el periódico el Descamisado, y ellos tenían un grupo, tenían una biblioteca, nos conectamos con ellos e hicimos algunas actividades, colaboramos con la revista. A mí el tema del peronismo en particular…, como mi viejo es peronista, obviamente no soy gorila, nunca podría ser gorila, más allá de que no me considero peronista, pero tampoco soy gorila, respeto la identidad que asumieron compañeros y compañeras, y especialmente de la clase trabajadora…No me generaba contradicciones colaborar con Descamisados.

Y conocimos unos compañeros que tenían un laburo en Zona Norte, que se llamaban Malón, que después se fue derivando en el Movimiento Patriótico Malón. Que eran más de carácter estudiantes universitarios que iban a un barrio, a Zona Norte. Y ese día del paro activo, que daba pie para que las organizaciones sociales salgan a cortar, con Pablo nos dividimos. Pablo se va a Zona Norte, a un corte que estos compañeros organizaban en Puente Saavedra [compañeros de la agrupación Malón], porque iba con el auto y tenía que llevar una garrafa, no sé qué, y yo me voy con el auto con los de Descamisados al Triángulo de Bernal [en el sur del conurbano bonaerense]. Entonces ese día nos dividimos, vos andá a Zona Norte, yo me voy a Zona Sur a ver qué onda en cada lugar…. ¡No nos movimos más de Zona Sur! [refuerza con gestos, risas]. Porque nada que ver la composición, porque nada que ver que un grupo de estudiantes universitarios vaya a hacer laburo a un barrio, a venir a un corte donde estaba la gente del barrio haciendo el corte, y con los militantes que nosotros conocíamos que sí eran todos de Avellaneda. Y ahí en ese corte nosotros conocemos a los compañeros por los cuales nosotros nos sumamos a esa agrupación y por lo cual nos mudamos a Villa Corina, que fue el Movimiento La Patria Vencerá. Los compañeros de Descamisados de la Boca si conocían a los del Movimiento La Patria Vencerá de militancias anteriores, porque son un poco más grandes. Ya estaba en ese momento el MTD y ellos empezaban a pensar la organización de los desocupados en Corina, ellos ponían mesas en el barrio, ahí en Corina y anotaban a los desocupados, ¿para qué?, no estaba claro. Y las propuestas que salían era pedir el boleto gratuito para buscar trabajo, conseguir los clasificados, todavía no estaba el Plan Trabajar, todavía no estaban los cortes masivos, pero si ya estaba la inquietud de organizar a los desocupados.

 

GF: ¿Vienen a Corina y que tareas desarrollan?

 

FV: Nosotros venimos a Corina por los compañeros de La Patria Vencerá. Conocemos a los compañeros en 1997, nos compenetramos más con lo que hacían, empezamos a venir. Viviendo en ese momento en Saavedra comenzamos a venir igual acá a Corina, vemos más el trabajo del MTD, conocemos esto de las mesas, conocemos a Miguelito, a César, a los compañeros que estaban en Corina. Y ahí decidimos mudarnos a Corina y laburar en el MTD, meternos en La Patria Vencerá y ser parte del MTD en Corina. En abril de 1998 nos mudamos ya para militar ahí. Y ahí conocimos a Mariano, a Darío[8], los conocemos. Después Mariano, Darío, Pablo, y yo, y otro compañero más que era de La Fe, nos vamos de La Patria Vencerá en el 2000.

 

GF: ¿Por qué se van?

 

FV: El MPV[9] empieza a tener relación con este grupo de la Zona Norte que era Malón. Y que termina en una fusión que [dió origen al] Movimiento Patriótico Malón. La política que se comienza a definir…, nosotros no estábamos de acuerdo. Se empieza a definir centralidad en Capital, los accesos, se deja de lado el trabajo más fuerte de base, que era por lo cual nosotros nos habíamos metido en el MPV y en Zona Sur. El MPV tenía compañeros en Quilmes, en Echeverría, en Avellaneda [en Corina y en Avellaneda centro], tenía un laburo y nos organizamos por ámbitos de una regional y con un laburo de base. Y eso… y ahí si hay una cuestión de clase, de origen, que es un tema. La organización del MPV lo que tenía es que eran militantes más de base, que se politizan… pero no un universitario, que es otro tipo de militancia y de abordaje del laburo territorial. Porque ir los sábados a la tarde a un barrio, me parece que es un gesto buenísimo, no lo critico en sí, pero no era nuestra idea. Nosotros nos mudamos a Corina, podríamos estar viviendo en Saavedra, en Coghlan, en un departamento con otra comodidad, podríamos haber hecho eso y venir todos los sábados a Corina, pero no era esa nuestra decisión, ni nuestra vocación, era: nosotros vamos a vivir donde militemos... Y mi viejo cuando vino a Corina me decía: ¿cómo vas a vivir acá? Sí, voy a vivir acá, voy a vivir acá, voy a vivir acá. Le pedí que me mire un poco la casa - como él construye -, ayudáme. ¿Estás segura? Sí estoy segura, voy a vivir acá. Vivir donde militaba era importante.

 

GF: ¿Y se van ustedes cinco del MPV?

 

FV: Nosotros cinco nos vamos, con esta crítica y esta decisión. Y ahí se empieza…Bueno, nos vamos con quilombos, digamos. Se daba la situación de tironeo, o sea, se dio una situación conflictiva. Pero nosotros si veíamos que se nos iba a la mierda la política por la cual estábamos nosotros ahí, pero también lo veía Mariano, también lo veía Darío…

 

GF: ¿Eso fue en el año…?

 

FV: 2000. En enero del 2000. Recién iniciado el 2000. Y ahí nosotros nos vamos. Lo que pasa es que en ese momento Pablo había empezado a ir a La Fe con Luis, que era el quinto compañero. Como que había un laburito ahí medio para iniciar en La Fe. Y yo estaba yendo a un comedor en Wilde que era un laburo que si era del MPV. Entonces cuando nosotros nos vamos de la organización, dijimos no vamos a estar… entonces yo de Wilde me fui, porque ahí había compañeros…sé que siguieron y algunos fueron parte del Movimiento Evita, algunas compañeras de ese comedor. Y Pablo iba a La Fe. Y Darío y Mariano…Darío vivía en Don Orione, en donde nació el MTD en Almirante Brown y en Claypole, y Mariano lo acompañaba ahí a Darío en ese laburo. Entonces dijimos, Wilde lo dejamos porque había muchos más compañeros del MPV, no quería tener roce, nada… de hecho nosotros en Corina no hacemos nada, en Corina estaba el MTD, el MPV, nos fuimos…Pero como ese laburito chiquito en La Fe estaba, y era muy incipiente, y en realidad habían ido Pablo y Luis un par de veces a hablar con los vecinos ahí no, ahí dijimos esto lo seguimos nosotros. Estaba claro, como que no iban a abrir un comedor del MPV, nosotros tampoco queríamos confrontar un laburo, ni gente, con todo lo que había que hacer en un montón de barrios.

 

GF: ¿Y Mariano y Darío?

 

FV: Y Mariano y Darío arrancaron de cero en Claypole, en Don Orione. De cero, había no había nadie, el MPV no estaba ni nada. Porque en ese momento, cuando estábamos en el MPV, Darío y Mariano eran más de la organización en secundarios. Y había otros compañeros que después fueron y ahora son del Frente: Grillo que ahora está en Luján, que fue durante mucho tiempo novia de Mariano, de chicos… Y la mamá de Grillo que en ese momento la conocíamos poco, no estaba metida en el MPV pero siempre colaboraba, está en Luján también, porque se mudaron a Luján…

De ese grupito, nosotros nos juntamos los cinco, nos vamos del MPV, hacemos un fin de semana intenso y definimos un par de cuestiones políticas…Nos relacionamos con Miguel Mazzeo también, Miguel nos ayuda con algunas lecturas… Y después se arma…, fomentamos la Comisión de Desocupados en La Fe, los compañeros empiezan ahí en Don Orione, y al toque nos empezamos a relacionar ya con los MTD que estaban, con la Coordinadora de lo que fue después la Verón, la Coordinadora Sur…, vamos a Solano, conocemos a los compañeros de Solano [en ese momento eran el MTD Teresa Rodríguez]. Después empezamos a participar de unos encuentros, que ahí también tiene que ver con la conformación del Frente… porque conocemos a… los encuentros se llamaban EOS [Encuentros de Organizaciones Sociales], que son como… muy viejos… Y ahí conocemos a compañeros de la revista que se llamaba Retruco, y conocemos a compañeros, de una agrupación en Glew que se llamaba Vecinos Autoconvocados de Glew, ¿eso no está en el libro?[10]

 

AR: Si.

 

FV: Bueno eso, son todos parte… que en algún momento nos cruzamos y que algunos son hoy parte del Frente, con distintos orígenes, pero son todos parte del Frente. Nosotros vamos… me acuerdo haber ido a Vecinos Autoconvocados de Glew. Después ellos con un proyecto… se arma el MTD en Brown, Glew es un barrio del MTD en Brown. En Lanús arrancamos con esta Comisión de Desocupados, nos empezamos a relacionar mucho con Solano. Ahí durante algún tiempo tenemos una afinidad importante Solano – Brown – Lanús.

 

AR: ¿Y Cómo surge el MTD Lanús? ¿Quiénes formaron parte de esta conformación?

 

FV: Nosotros arrancamos con un compañero que conocíamos acá en Corina, que tenía familiares en La Fe… Y bueno, hablamos, hicimos una “olla”. Un día se hizo una olla popular para convocar a vecinos por el tema de la desocupación, y se hicieron un par de reuniones. Después empezamos a hacer unas actividades en la casa de un vecino que se enganchó para apoyo escolar, ahí en La Fe. Y medio a partir de ahí, bueno, en ese momento era ´99, 2000…, la cosa estaba bastante jodida. Y nosotros ya conocíamos compañeros… estaban los compañeros acá en Corina, había compañeros en Solano, veníamos conociendo lo que era la experiencia de los Movimientos de Desocupados. Se armó una Comisión de Desocupados. Comisión de Desocupados de La Fe, se llamaba. Y al toque, éramos 20 en una reunión, ya siendo 20 empezábamos a ir a Solano, a ver a los del MTD Solano, y la primera marcha que hacemos ya era en la Coordinadora, que fue la Coordinadora anterior a lo que fue la Verón, que era una Coordinadora Sur. Se hizo una marcha, nosotros nos enganchamos, éramos ponele 500 desocupados, nosotros éramos 20 de Lanús, al Ministerio, y ahí conseguimos los primeros planes.

 

GF: Cuando hablás de compañeros de distintos grupos de militancia, ¿a qué se dedicaban? ¿ustedes en ese momento estaban desocupados?

 

FV: Yo sí. Pablo durante un tiempo mantuvo un laburo que tenía de dos o tres veces por semana de electricista en un mantenimiento que hacía. En el 1998 nació Juan [su primer hijo], y yo dejé de laburar en un trabajo administrativo que tenía que no me lo podía bancar con el nene porque si no le tenía que pagar a alguien y no daba… Y daba clases en unos centros culturales del Gobierno de la Ciudad. Y ese año en 1999 no me renovaron el contrato. Era un ingreso pequeño, pero… Entonces ahí, cuando empezó eso, yo entré en los primeros planes. En el primer grupo en La Fe que éramos… 20 habíamos ido a la marcha, pero ponele que el grupo arrancó  con 12 eran los proyectos, o 18.

 

AR: ¿Eran vecinos ahí de La Fe?

 

FV: Si, eran vecinos de La Fe. Primero las reuniones se hacían en la casa de una compañera que ahora no está en el Movimiento, que no estuvo mucho, que se llamaba Claudia. Después, a los meses arrancamos en la misma cuadra donde ahora está la Guardería de La Fe, dos casas más está Luisa, que es una compañera que participa mucho en los Encuentros de Mujeres. Ahí en su casa hacíamos las primeras Asambleas.

Primero conseguimos unos planes municipales en Lanús. Hicimos una pequeña marchita, me acuerdo de que hicimos una amenaza de una carpa, éramos poquitos, pero dijimos que íbamos a poner una carpa en la vereda…Y conseguimos unos planes que eran del plan Barrios Bonaerenses. Pero eso lo que nos… ahí fue toda la discusión nuestra de que si los compañeros iban a laburar a las cuadrillas del Municipio o si teníamos trabajo… ahí empezamos a discutir lo de la autonomía. De tener nosotros nuestro proyecto y hacer el laburo comunitario que nosotros decidamos. Porque ahí en Lanús los mandaban a todos a barrer veredas. El Plan Trabajar era el Nacional. El de provincia era Barrios Bonaerenses. Que era de 200 pesos. Ahí estoy pensando, Luisa comenzó a laburar en la primera tanda de Barrios Bonaerenses y entró en el Municipio. Porque nosotros tuvimos un grupito de compañeros que entró a laburar en Barrios Bonaerenses, como medio supervisado por el Municipio, organizados por el Municipio, y ahí nos dimos cuenta: eso no nos sirve, porque a los compañeros los mandan a cualquier lado, se van del barrio… Y después con este proyecto del Ministerio, que nos prestaron la personería jurídica, los compañeros que eran de La Matanza nos prestaron la personería jurídica, y ahí conseguimos el primer plan de trabajo autónomamente, digamos. Con una personería. Me acuerdo porque yo fui al Municipio y los del Municipio decían: “no, no puede ser que hayan conseguido un Plan directamente”. Le digo: “Si”. Me acuerdo de que les entregué el proyecto y todos se lo pasaban como diciendo “no puede ser…”. Porque no querían. Quindimil[11] no quería que nosotros tuviéramos directamente trato con Nación, tener planes en forma independiente del Municipio. Cosa que ahora pasa. En ese momento, en Lanús, era como…se pasaban el proyecto, “no, no puede ser…no, cómo van a tener un proyecto ustedes directamente como organización, no, no…”. Y era un pequeño proyecto de Salud. Y bueno ahí empezamos a probar que hacíamos… volantes, había compañeros que no leían… Y yo fui la primera que comenzó a laburar ahí. En ese momento Pablo estaba todavía laburando en el trabajo que tenía.

 

AR: ¿Y el objetivo hasta ese momento era juntar gente, vecinos desocupados, y conseguir planes?

 

FV: El objetivo era organizarnos, generar una organización en el Barrio. El tema de los planes era algo que ya estaba probado, era salir a la calle… Pensá que los vecinos ahí en La Fe tenían un montón de resistencia a todo, tenían resistencia a putear a Quindimil, todo el tiempo le querían agradecer, era una situación bastante cooptada, digamos. Los vecinos, la primera vez que hicimos una marcha ahí por una toma, los compañeros de La Fe no querían putearlo a Quindimil porque tenían miedo, tenían miedo de putearlo. “Uyy, no, no…”. Hay vecinos que planteaban: “agradezcámosle”. Había vecinos que decían: “si hacemos quilombo nos van a decir los quilomberos, vamos a ser como Quebracho… vamos a ser los quilomberos y no da cortar”. De hecho, los primeros cortes no se hicieron acá en Lanús, más allá de ese quilombito que hicimos en la Municipalidad. La idea de hoy, como está instalado hacer un corte de ruta, en ese momento no era así. Los vecinos no querían saber nada con prender gomas, les daba miedo. Me acuerdo de que fuimos con un par de vecinos a La Plata porque había un corte, creo que un 12 de octubre, una fecha así, se termina haciendo un corte y había algunos compañeros acá en La Fe que estaban: “uy cortaron la calle, las gomas…”. No era algo tan… después se fue instalando y nosotros también nos fuimos fortaleciendo en eso, y ahí empezamos. Pero en el inicio no era tan…nos acusaban de eso, de quilomberos. La Secretaría de Acción Social era Beatriz Quindimil, la hija de Quindimil. Nosotros nos juntábamos en la casa de Luisa e hicimos un volante que decía: “Beatriz Quindimil, basta de mentiras” [porque no entregaba la mercadería para los comedores]. Hicimos unas copias y empezamos a repartirlos, empiezan a circular en el barrio, y a las tres horas había un delegado de Quindimil en el barrio preguntando por nosotros. En particular me agarró a mí, y me acuerdo patente la imagen del tipo hablándome: “yo quiero hablar con vos…” y estaban los compañeros reunidos, yo le digo: “vamos que están todos los compañeros ahí, si Quindimil nos quiere decir algo, vamos”. Y me dice: “no te conviene que hable con todos tus compañeros, hablemos nosotros”. Y yo le dije: “no, no…”. Y tuvo que ir, caretear, porque era el encargado de relaciones con la comunidad, que después de unos meses terminó amenazando a un compañero diciéndole que iba a terminar en una zanja…

Para nosotros el inicio del MTD acá en La Fe fue realmente una disputa, a nosotros nos hicieron un montón de cosas jodidas, nos daba miedo. En un momento, todavía estaba De la Rúa, Patricia Bullrich durante unos meses fue Ministra de Trabajo, en esos meses nos cae una denuncia de… me acuerdo de que la CTA estaba planteando una jornada de lucha nacional, nosotros nos vamos a la marcha y nos caen todos los inspectores del Ministerio de Trabajo al barrio, y a nosotros y a un montón de organizaciones, me acuerdo de que estaba el MTR, nos cae el Ministerio con todo para ver que estábamos haciendo. Como se habían quedado algunos compañeros de guardia en el lugar de trabajo, pero otros se habían ido a la marcha, nos llega una intimación, y Patricia Bullrich en la tele lee nuestra Asociación Civil como denunciada por… Como no se llamaba MTD, se llamaba Unidos y Solidarios, no quedamos tan escrachados, porque no era nuestro nombre de organización. Pero era nuestra Asociación Civil que queda escrachada, nos mandan una intimación, y compañeros nuestros diciendo “nos van a venir…”. Y en ese momento, un funcionario del Municipio nos hizo una operatoria y se empezó a correr en el barrio que nos iban a sacar nuestra sede, ahí en la Guardería, que nosotros ya la teníamos. Que nos iban a tomar el lugar… todos los compañeros se tenían que pasar a trabajar al Municipio, se tenían que ir al poli, viste que es enfrente, a firmar un papel, que se pasen al Municipio porque si se quedaban en el MTD se iban a quedar sin planes. Eso empieza a correr en el barrio. Y que nos iban a venir a desalojar del lugar nuestro. Dos días de tensión total, compañeros sacando los papeles, escondiéndolos, la Guardería llena de compañeros, pensando que nos iban a venir a… Me acuerdo de que yo en ese momento, Juan era chiquito, y a mí me mandan desde la Asamblea a hablar con la CTA de Lanús para tener algún apoyo. Nosotros tocando la puerta de la CTA Lanús para ver si nos ayudaban en algo… [risas] Lo veíamos muy intimidatorio.  Y nosotros encima yendo a las marchas, y en ese momento hacíamos cortes de dos o tres días. Fue un momento mucho más tenso, donde la disputa territorial era mucho más presente todos los días. Y nosotros además en el barrio con una presencia que no era grande, pero para la situación, estaba muy apagado todo… Se consiguieron los planes y después fue todo el quilombo con la toma en La Fe. Que ahí si vino la policía, vino la infantería, vino la secretaria de tierras de Lanús. La toma en La Fe fue muy, o sea revolvió todo el barrio y nos cayeron todos encima. Ahí fue muy importante la banca del MTD de Solano y del MTD en Brown que era más incipiente. Pero que vinieran compañeros de otros municipios a bancarnos nos ayudó un montón. Cuando tomamos la Guardería, cuando se tomó ese terreno, que hayan venido compañeros de afuera, que no tenían tanto temor, eran organizaciones que venían con un poco más... el MTD Solano especialmente, venían un poco más firmes que nosotros, entonces nos ayudó un montón.

 

GF: ¿Cómo fue la toma de la Guardería?

 

FV: Uno de los primeros temas que salen en las Asambleas del barrio, cuando estábamos en la casa de Luisa, es sobre los terrenos que estaban desocupados atrás. Toda la parte de atrás de La Fe era un descampado. Los vecinos lo venían planteando, los compañeros y compañeras lo venían planteando en las Asambleas. Lo que nosotros decimos es, bueno esperemos estar un poco más consolidados. Porque en 1995 ahí se tomó y hubo una represión en La Fe. Gente del barrio lo tomó y los sacaron carpiendo mal. Estaba latente también eso. De que ellos sabían que nos podían sacar. Entonces esperamos tener un poco más de fuerza para… primero hicimos la toma de la Guardería, que ya quedó como lugar nuestro, que no era menor, porque el terreno ese, era la sede de la Cooperativa de Vivienda de La Fe. En La Fe había una cooperativa, una mina que se llamaba Cristina Paredes que era puntera política, presidenta de la cooperativa y empleada municipal. Esa fue una disputa fuerte con la mina que tuvimos. En ese terreno, donde ahora está la sede nuestra, había un galponcito, donde el Municipio dejaba herramientas, y un cartel oxidado que decía: “Guardería en construcción”. Por eso nosotros le decimos La Guardería. Porque nosotros la tomamos y decimos “nosotros vamos a hacer la Guardería”. Que… no es una Guardería ahora, pero bueno… [risas]. Pero lo simbólico… cuando tomamos arrancamos e hicimos una leche para los chicos, porque iba a ser una Guardería. … Entonces, nosotros tomamos ahí y ese día fue un bardo. Vino Cristina Paredes, que nosotros nos reíamos porque venía con dos maridos, el marido y el ex marido que se ve que estaban entongados… [risas]. Vino Cristina Paredes con los dos maridos a prepotear. Vino la policía, la Secretaría de Tierras, vino todo el mundo. Y nosotros re empacados ahí. En ese sentido tomamos un montón de decisiones como muy ultra. Quindimil lo primero que nos ofrece es que él hace la Guardería. Y nosotros le decimos “no, va a ser de chapa y de acá para allá fuera el Municipio”. Y tomamos un par de decisiones que hoy no sé si tienen sentido, pero en ese momento tenían el sentido de consolidarnos y mantenernos firmes como grupo también, como grupo de vecinos. Ahí jugó un rol muy importante el Cholo, que este compañero que falleció. Muy defensor del lugar, del MTD, él vivía donde ahora es la Biblioteca, que ahora está el taller de costura. El donó su terreno para ese taller antes de morirse.

Cuando nosotros hicimos la toma, el Municipio puso mesitas por todos lados para que la gente se anote para un terreno. Se armó un quilombo, que nosotros no sabíamos que iba a ser tanto quilombo! Lo que pasa es que estábamos tocando… imagínate, eran terrenos acá en Lanús!

Queríamos hacer una toma, lo hablamos en la Asamblea… ¡para que! Nos estaba esperando la infantería, la policía, se re filtró por todos lados. Se filtra y estaba esperándonos todo el mundo, estaba la Secretaría de Vivienda, estaba Mónica que también era Secretaría…, ella al toque se abrió, era funcionaria, pero tenía bastante calle y en algún momento nos dijo “yo me abro, porque yo no quiero tener problemas con los vecinos de La Fe, cualquier cosa me llaman”. Claro, porque  la otra lo estaba manejando re mal, los compañeros se la querían comer....

 

GF: ¿La decisión de tomar la Guardería la toman con los vecinos?

 

FV: Si, sí. Éramos 20, después fuimos 40. No teníamos lugar donde laburar. Nos juntábamos en la casa de Luisa, en la casa de Agustina que estaba en la esquina, queríamos hacer un tallercito de costura, como que ya empezamos a ver el tema de producir algo, los productivos y todo. Y ahí decimos: “no, este terreno está pelado, en la misma manzana donde nosotros estamos laburando, lo vamos a tomar”. Y ahí tomamos. Primero la Guardería y después con los meses vamos… Desde las primeras Asambleas que se veía el tema de los terrenos esos como un problema de los vecinos, se supone que eso era para los hijos de las familias de La Fe y la mina los vendía y los entregaba como si fuera la dueña. Nosotros hicimos una tarea de ir casa por casa anotando, había gente que había pagado la cuota y nunca le habían dado nada…Me acuerdo el caso de una familia que creía que tenía el título de propiedad, pero era de otro lado, no era de Lanús, yo no sabía cómo decirles. Cuando se hace esa marcha, frustrada porque íbamos a tomar y estaba la policía ahí, los de Solano estaban también, que fue muy importante que estuvieran, ahí puteamos a Quindimil, los vecinos se animan más y plantamos una carpa, en la esquina, durante tres meses. No nos metimos en el terreno porque no podíamos [risas] pero hicimos una carpa, y ahí se quedó una guardia.

Cuando nosotros comenzamos a hablar de bueno nuevo, nos organizamos, luchamos, lo que te da la posibilidad de conseguir los primeros planes es que bueno, a través de la lucha y la organización algo conseguimos. Como que la pequeña victoria inicial, que hoy capaz no la necesitamos, cuando arrancamos la re necesitábamos.

 

AR: ¿Y cuáles eran tus funciones?

 

FV: En ese primer inicio yo estaba bastante en administración. Entonces iba al Ministerio, igual ahí ya había una coordinación con lo que después fue la Verón. Que nos ayudaban, la primera personería jurídica nos la prestan compañeros de La Matanza que eran de Quebracho, algunos eran de Quebracho, la organización era la CTD. La CTD que en ese momento había un grupo en La Matanza.

 

GF: ¿Y cómo se establecen los vínculos con esas agrupaciones?

 

FV: Había una Coordinadora que se juntaba en la Iglesia de Solano, donde estaba Alberto Spagnolo, que ellos tomaron, de ahí surge el MTD de Solano. Después los desalojan. Ahí se empezaron a hacer algunas reuniones de lo que era la Coordinadora Sur, que iban algunos compañeros de Corina, nosotros ya estábamos ahí, iban los compañeros del Movimiento Teresa Rodríguez de Varela, que ahora cada uno está en distintas cosas.

 

AR: ¿Cómo fue la relación con los partidos políticos?

 

FV: En ese momento estábamos en la previa del “que se vayan todos”. Nosotros con Zamora fue con el único que tuvimos una relación

 

GF: Hay toda una decisión que ustedes toman de instalarse en Corina, de comenzar el trabajo territorial en Lanús, empezar a armar con los vecinos, ¿eran conscientes del proceso que estaban iniciando o era una respuesta a demandas inmediatas?

 

FV: No, era consciente y planificado. Nosotros estábamos militando en la Boca, conocemos las organizaciones de acá, nos venimos a vivir acá para militar y vivir en el lugar donde militábamos. Y era consciente lo de generar organización. En ese momento hicimos un par de talleres de formación política con Miguel, con Darío[12], con el primer grupo que arrancamos. Y me acuerdo de que el concepto… que debe estar en uno de los libros de Miguel, no sé en cuál [risas], “núcleo político biodegradable en la organización”, como que se diluya en la organización. Y nosotros tuvimos un poco esa idea. Porque nosotros nos juntamos después de que nos fuimos del MPV Malón, nos juntamos con Darío, Mariano, Pablo, yo y Luis, el negro Luis, que ahora no está, pero es un compañero que vive en La Fe, que es el que nos llevó a La Fe. Nosotros cinco funcionamos durante un tiempo como núcleo político que finalmente impulsamos al Movimiento y dejamos de juntarnos, porque ya estábamos en el Movimiento, social y político. Con un carácter fuerte político. Nosotros veníamos de la experiencia de movimiento y organización política, como dos instancias de construcción. Y en ese momento si políticamente definimos, jugó ahí un rol importante Mazzeo en esa definición, y también conocimos otros compañeros que ahora están en el Frente, como decir bueno, pensar en motorizar como núcleo político una experiencia, pero que después se diluya, se mezcle con eso. Y un movimiento social con una fuerte base territorial y política. Ahí empezamos con la concepción de no separar lo político de lo social.

En lo que era la Verón había diferentes visiones. Había compañeros que no tenían esa concepción. Los compañeros de Varela venían del movimiento guevarista y tenían un núcleo político guevarista que impulsaba el movimiento social. Incluso algunos planteaban la necesidad de un partido de izquierda. Por eso la Verón fue una coordinadora muy importante, muy interesante en lo que sería la cuestión reivindicativa y de coordinadora de lucha, pero no había los mismos objetivos estratégicos o de proyección. Y estaban esas discusiones y estaban planteadas esas diferencias. Después los de Solano tuvieron una orientación más hacia el autonomismo.

Nosotros lo vimos, después de la experiencia de lo que fue el MPV, que ni siquiera era un partido, era una organización política. El MPV la organización política y el MTD o la organización barrial. De alguna forma era la concepción  desde afuera de la organización del movimiento de base, tirar los lineamientos políticos. Una idea tradicional de izquierda. Se necesita el partido y la vanguardia y el movimiento social que banque eso. Eso nosotros sí lo hemos discutido.

 

GF: Vos tomaste determinadas opciones de vida en algún momento, ¿cómo sentiste esa vinculación entre arte y militancia política?

 

FV: Esa opción yo la marco por las dos cosas, por la inquietud militante y por el arte. Porque yo me cuestioné mucho eso.

 

AR: A mí me interesa mucho esa relación arte – militancia.

 

FV: Para mí también fue eso… Les estaba contando de mi profesor… Mi profesor…, que era muy buen profesor en ese sentido, no te imponía, sino que trataba de guiarte en lo que vos pensabas, yo valoro mucho eso, me decía: “¿vos querés ir a exponer en galerías?”, “No” [risas], “¿qué querés hacer?”

 

GF: ¿Te acordás el nombre de ese profesor?

 

FV: Gustavo Greguoli. Por ejemplo, cuando yo hice lo de las bailarinas él se vino a las 12 de la noche a La Carbonera a donde se estrenó la obra para ver lo que yo había hecho… y él se vino. No sé, otro profesor te dice: “son las 12 de la noche, no me jodas”. Él vino, me hizo una crítica, una devolución política, artística y estética del laburo… y en ese sentido. Él hacía arte abstracto y exponía en galerías, pero él sabía que eso yo no lo quería hacer, porque me decía, “si vos vas a querer exponer en galerías vos tenés que venir a esta muestra, yo te presento a algunos jetones, así, corta, porque es otro mercado más el del arte”. Yo hice varios laburos con él, ya sea éste con las chicas y después algunas otras con una serie de enfermos, yo después eso lo retomé con la plástica… Para mi fueron las dos cosas, no solo la militancia, sino también el tema del arte, “¿para quién voy a pintar?”, “¿para quién mierda voy a hacer esto?”. Y ahí había un compañero en Malón, por lo cual yo lamenté haberme ido en esa ruptura [risas], porque él era muralista. Y ahí también con él comenzamos a intercambiar e hicimos un mural en el Puente Pueyrredón, antes de éste que está ahora, con Malón, yo ya coordinaba con él algunas cosas, que era “Patria o grupos económicos”, que eran unos monstruos con distintas cabezas. Ese mural lo hicimos en los años antes de que nosotros nos vayamos, que todavía no estaba el Movimiento Patriótico Malón definido, pero ya se empezaba a articular, y claro yo ahí comenzaba a tener una relación con este compañero bastante interesante, que eran un grupete, y empezamos a pensar cómo hacer murales. Lo que pasa es que después políticamente nos dividimos, y ellos siguieron haciendo murales, y de hecho hay murales que ellos siguen haciendo. Se llama Pablo,. Es grabador… y hacíamos también la gráfica, e hicimos banderas…La primera bandera del Movimiento Patriótico Malón yo estaba, la pintamos juntos…

 

GF: ¿Ese mural estaba abajo del que está ahora?

 

FV: Si. Lo taparon…Cuando nosotros pintamos ahora el de Darío y Maxi no estaba. Cuando asesinan a Darío y se da lo del 26 los compañeros de La Patria Vencerá vienen a Corina a vernos, obviamente porque lo conocían a Darío y fue una situación bastante… nos vienen a ver. Y yo me contacto con Pablo, que ya no lo veía, para que nos ayudara a hacer el mural del Puente. Y ahí Pablo viene, y viene con un taller… que es el taller que nos ayudó…Más allá de que no estábamos en la misma agrupación, obviamente con lo del 26…

Para mí jugó un rol importante conocer a Pablo porque hicimos unas banderas… como que había una búsqueda, igual él hacía historieta, se dedicaba más a eso... Luego, en las primeras tomas, ahí en La Fe donde había unas chapas al toque hicimos un muralcito, y ahí empecé a hacer algunos dibujos, los primeros que yo hago, los hago para cartilla de formación del MTD… o sea que había una búsqueda de todo eso…



[1] Estas actividades de extensión estaban enmarcadas en el proyecto UBANEX “Historia oral y memoria regional. Fortaleciendo los vínculos entre la Universidad y las distintas organizaciones sociales y culturales”, dirigido por Pablo Pozzi y aprobado por la Universidad de Buenos Aires a principios del 2011.

[2] El 26 de junio de 2002, en el contexto de una jornada de protesta protagonizada por distintas organizaciones sociales, dos jóvenes del sur del conurbano bonaerense, militantes del MTD y que formaban parte de la manifestación que se estaba realizando en el Puente Pueyrredón (en Avellaneda) - Darío Santillán, de Lanús (de 21 años) y Maximiliano Kosteki, de Guernica (de 22) -, fueron asesinados por la policía de la provincia de Buenos Aires.

[3] Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

[4] Central de Trabajadores de la Argentina.

[5] Movimiento de Trabajadores Desocupados.

[6] Se refiere al libro Gráfica Política, editado en 2009 por la Editorial El Colectivo.

[7] Pablo Solana fue su compañero de militancia, y durante un tiempo compañero de vida, con quien tiene dos hijos. Participó también del grupo que organizó el MTD Lanús.

[8] Se refiere a Mariano Pacheco y a Darío Santillán.

[9] Movimiento La Patria Vencerá.

[10] Se refiere al libro De Cutral – Có a Puente Pueyrredón. Una genealogía de los Movimientos de Trabajadores Desocupados, de Mariano Pacheco, editado en 2010 por la Editorial El Colectivo.

[11] Manuel Quindimil fue dirigente político dentro del peronismo e intendente del partido de Lanús, en la zona sur del Gran Buenos Aires entre los períodos 1973-1976 y tras el retorno de la democracia entre 1983 y 2007.

[12] Se refiere a Darío Santillán.