Conmemoraciones, reuniones secretas y militancia.

Memorias de la resistencia peronista en

Comodoro Rivadavia

 

 

Commemorations, secret meetings and militancy.

Memories of the Peronist resistance in

Commodore Rivadavia

 

 

María Noel Bais Rigo

 

(Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco), Argentina

mnoelbais@gmail.com

 

Gabriel Carrizzo

 

(Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco- Universidad Rio Gallegos- Consejo Nacional de Investigaciones científicas y técnicas), Argentina

 gabo.carrizo@gmail.com

 

 

 

 

Resumen

 

En este artículo presentamos un análisis de entrevistas referidas a la denominada resistencia peronista en la ciudad de Comodoro Rivadavia, buscando entrecruzar las fuentes orales con la prensa de la época. Nos interesa cubrir un vacío historiográfico en torno a esta temática, a partir de una serie de testimonios obtenidos de los hijos de quienes tuvieron una activa militancia en este período en el cual el peronismo estuvo proscripto. No solamente nos detendremos en aquellas acciones de resistencia desplegadas por militantes peronistas que buscaban desafiar al gobierno militar, sino que además abordaremos los sentidos que le atribuyeron a las mismas nuestros entrevistados.

 

Palabras clave: memorias, militancia,  peronismo, fuentes orales

 

 

 

Abstract

In this article let's sense beforehand an analysis of interviews referred to the resistance called Peronist in the Comodoro Rivadavia city, seeking to interlace the oral sources with the press of the epoch. We are interested in covering an emptiness historiográfico concerning this subject matter, from a series of testimonies obtained of the children of those who had an active militancy in this period in which the Peronism was outlawed. Not only we will detain in those actions of resistance opened by politicallly active Peronists who were seeking to defy the military government, but in addition we will approach the senses that him our interviewed ones attributed to the same ones.

 

Keywords: memories, militancy, Peronism, oral sources

 

 

 

Introducción

¿Cómo recuerdan los peronistas la resistencia en Comodoro Rivadavia durante la Revolución Libertadora? A partir de este interrogante este trabajo busca hacer un primer acercamiento al análisis de las memorias de los peronistas que vieron sus expresiones político –ideológicas y culturales proscriptas luego del golpe de 1955, orientando nuestro estudio hacia una conmemoración en particular como la denominada “Marcha del silencio” y a distintos actos de resistencia.

Al igual que en el resto del país, el gobierno militar buscó erradicar al peronismo de la vida política de la novel provincia chubutense mediante la desperonización de la sociedad. En este sentido nos interesa analizar las modalidades de acciones de resistencia frente a la proscripción impuesta por el gobierno de facto. Entendemos que el estudio de las memorias nos posibilita recuperar el modo en el que se interpreta la participación en la resistencia peronista en un entorno local, y de este modo aportar a la comprensión de un proceso que dista de ser lineal y homogéneo.

De allí que en este trabajo nos valdremos de la noción de memoria, es decir la selección y las formas que toman los recuerdos y el olvido en función de intereses sociales, políticos y culturales que contribuyen a su conformación. En este sentido partimos de la idea de que la memoria es siempre una construcción retroactiva y debemos destacar que si de saber histórico se trata, es imperativo buscar sus principios en la inteligibilidad más allá de la conciencia de los actores. Desde esta noción, entendemos que ni la historia se diluye en la memoria, ni la memoria debe ser descartada como dato por su volatilidad o su presunta falta de objetividad. En la tensión entre una y otra es donde se plantean las preguntas más sugerentes, creativas y productivas para la indagación y la reflexión[1]. De esta manera, abordar la memoria desde la Historia Oral implica referirse a recuerdos y olvidos, narrativas y actos, silencios y gestos. Es por tal, que las fuentes orales analizadas aquí nos proporcionarán la “subjetividad del hablante”, necesaria para dar voz a aquellos sujetos invisibilizados en la historia construida por las clases hegemónicas. De allí la importancia de la historia oral dado que nos revela “las emociones de los narradores, su participación en la historia y el modo en que la historia los afectó”[2] y los afecta.

En cuanto a la organización de nuestro artículo, en la primera sección nos detendremos a analizar el golpe de 1955 en Comodoro Rivadavia, tratando de cubrir un vacío historiográfico local. Allí nos enfocaremos en las características de lo que constituyó la irrupción del antiperonismo en la ciudad y sus manifestaciones en el espacio público, y en algunas acciones que apuntaban a la desperonización. En la segunda parte, analizaremos las entrevistas recogidas tratando de dar cuenta acerca de cómo relatan en sus recuerdos aquellos que siendo niños vivieron diversos actos de resistencia en el ámbito familiar, y los comienzos de la militancia cuando el peronismo pudo volver a realizar manifestaciones públicas. Para el final hemos dejado algunas conclusiones parciales de una investigación que se encuentra en curso.

El golpe del ’55 en Comodoro Rivadavia

Si bien el proceso abierto luego del 16 de septiembre de 1955 ha ameritado diversos estudios, en los últimos años se han abordado algunos temas sobre los cuales había un “silencio académico”. La historiografía patagónica no ha escapado a este nuevo interés por “el ‘55”, contribuyendo al conocimiento no sólo de las políticas de represión que apuntaban a la desperonización, sino también de aquellas acciones de resistencia en el marco de una batalla política y cultural que va a dominar aquel período[3]. El golpe que derrocó al peronismo y el período que abarcó la denominada “Revolución Libertadora” no ha sido estudiado en el ámbito de Comodoro Rivadavia. Hasta el momento contamos con trabajos que han avanzado en el análisis de los inicios del proceso de provincialización y sus efectos en la redefinición territorial y política que el mismo acarreó[4]. También encontramos importantes avances sobre la historización del periodo a nivel local en trabajos que abordan las disputas entre la Iglesia católica y el gobierno peronista en torno a cuestiones vinculadas a la familia y la educación. Estos trabajos destacan la relevancia de la Iglesia como actor social local, pero además nos invitan a reflexionar acerca de la influencia política de dicha institución junto con las autoridades de YPF y el Ejército[5].

Es importante señalar que el período que se abre luego del golpe también significó el inicio de una etapa de transformaciones en la historia política – institucional de la Patagonia. Si bien la ley de provincialización del Chubut data de junio de 1955, el origen del sistema político se enmarca dentro del período de la Revolución Libertadora, que condicionó posteriormente su funcionamiento y que se caracterizó por la búsqueda de dos objetivos yuxtapuestos: el desmantelamiento administrativo y territorial de la Gobernación Militar de Comodoro Rivadavia[6], y por los intentos de “desperonización” de la política. Sin lugar a dudas el rasgo principal de este periodo a nivel nacional fue la fuerte inestabilidad política que produjo significativas tensiones y fuertes contradicciones en las nuevas provincias de la Patagonia. En efecto, al mismo tiempo que los habitantes de esta región accedían al ejercicio pleno de la autonomía y los derechos políticos, eligiendo por primera vez sus autoridades provinciales y locales, esos mismos gobiernos se vieron condicionados tanto por el contexto nacional de discontinuidad política como por la proscripción del peronismo[7].

Del consenso que ha construido la historiografía en torno al tramo final del peronismo se desprende que se estaba ante un gobierno lleno de vacilaciones, cuyos intentos de frenar el golpe fueron en vano, dejando a los peronistas en un escenario de desconcierto, orfandad y desmoralización. Si bien hubo algunos intentos de organizar manifestaciones callejeras que resistieran el final, lo cierto es que sólo existieron algunas manifestaciones inorgánicas expresadas por grupos aislados[8]. El golpe puso violentamente en escena a aquel antiperonismo que se había gestado ya desde 1946, en el marco del conglomerado de fuerzas partidarias denominado “Unión Democrática”[9], el cual nunca dejó de concebir al peronismo como la versión local de un régimen nazi fascista, que destruía las bases políticas y culturales de la tradición liberal democrática que había modelado la nación[10]. Para estos sectores que experimentaron el trauma del peronismo, el golpe finalmente terminaba con un régimen calificado de inmoral, corrupto y ajeno a la tradición política nacional. A partir de allí se implementaron una serie de políticas de carácter pedagógico y represivo destinadas a desmitificar el peronismo, con el objetivo de re educar a las masas consideradas ignorantes y víctimas del engaño, que las habría llevado a apoyar al líder depuesto. Este proyecto pedagógico de desperonización se avalaba a partir de “la creencia de que el peronismo había conseguido la adhesión de los sectores populares (…), merced a dádivas, a un aparato de propaganda y al control para sus propios fines de los recursos del Estado”[11]. Esto legitimó la prohibición de todo tipo de propaganda, y el castigo para todo aquel que hiciera uso de imágenes, símbolos y signos peronistas, medida consagrada en el decreto n° 4161 del 5 de marzo de 1956. Esto además habilitó la confiscación de bienes propiedad del partido peronista y la destrucción de toda referencia material al “régimen depuesto”[12].

Al igual que en otros puntos del país[13], la prensa comodorense se alineó rápidamente con las proclamas antiperonistas de la “Revolución Libertadora”. El diario El Rivadavia cubrió los festejos del antiperonismo local, los cuales se desarrollaron en la plaza San Martín, destacándose la masiva concurrencia detrás de lo que se consideraba un festejo patriótico. Un grupo de señoritas y niñas distribuyeron entre los asistentes a la concentración escarapelas con los colores de la enseña patria. Otro grupo se dirigió a la sede central del partido peronista para desmantelarlo, procediendo a apropiarse de la bandera argentina, que posteriormente sería donada a la Casa del Niño. En el marco de una ciudad con sus edificios embanderados, se entonaron las estrofas del himno nacional, y de las marchas de San Lorenzo y de La Bandera. En todo momento la prensa destacaba la unanimidad que conseguían los festejos:

“Grupos nutridos de jóvenes se destacaron previo y posteriormente al acto, portando al frente banderas de Argentina y Uruguay, así como estandartes de las mismas naciones y banderines de la Armada Nacional. Con ellos expresaron su júbilo al que, sin distinción, se asociaron todos. Hombres, mujeres y niños. Mientras tanto varios oradores ocupaban el micrófono dando suelta a sus reprimidos impulsos. Así, sin hacer prevalecer ideologías políticas de ninguna naturaleza, desfilaron por la tribuna ante el aplauso de la concurrencia, profesionales, estudiantes, docentes, militares, representantes del clero, del comercio y simples ciudadanos”[14].

 

Luego en calle San Martín la numerosa concurrencia escuchó por altoparlantes la ceremonia de asunción del mando del General Eduardo Lonardi. Posteriormente, un grupo de vecinos, profesionales y comerciantes se reunieron en un almuerzo en un hotel céntrico, celebrando el denominado “Día de la Libertad”.

En el caso del diario El Chubut, hizo alusión a una “jornada de intenso fervor cívico”, en donde ocuparon las calles los antiperonistas comodorenses. Allí se relataba:

“DESMANTELAN LETREROS Y SIGNOS PERONISTAS. Como demostración práctica de las intenciones nuevas, de que el régimen juzgado y condenado por la opinión pública, debe ser definitivamente desplazado, el público procedió a desmantelar imágenes, letreros y leyendas que el partido peronista emplazara con exagerada profusión. Así fue que una columna se llegó hasta el palacio gubernativo y procedió a bajar del pedestal el busto de Eva Duarte de Perón, colocando en su lugar una bandera argentina. La columna recorrió los distintos barrios de la ciudad y zonas petrolíferas vecinas procediendo a arriar carteles y retratos en las numerosas ‘unidades básicas’ del régimen depuesto”[15].

 

Luego del fracaso del proyecto de Lonardi y con la llegada de Pedro Eugenio Aramburu a la presidencia en noviembre de 1955, se abandonó toda ambigüedad con respecto al peronismo, implementándose diversas prácticas represivas que promovían su eliminación como identidad política. En nombre de la imperiosa necesidad del restablecimiento de la legalidad y la moralidad ante un gobierno que se consideraba había llegado a niveles extremos de corrupción que degradaban seriamente la institucionalidad democrática, se implementaron comisiones de investigación para ser utilizadas como herramientas justificadoras de la persecución y de la proscripción. Dichas comisiones, creadas en el marco de un “espíritu revanchista” como han señalado algunos autores[16], estaban destinadas a investigar fundamentalmente la malversación de fondos bajo el argumento de que recursos estatales habían sido utilizados para actividades partidarias. Al igual que en todo el país, en abril de 1956 comenzó a funcionar en Comodoro Rivadavia la denominada Comisión Investigadora Zona Sud[17], compuesta por Diego Zamit (presidente) y Héctor Pereira y Luis Clavijo (vocales). Uno de los resultados de dicha comisión fue la acusación formulada al Director de escuela Temístocles Gatica, por extralimitarse en sus funciones: “en la escuela se hacía todo lo necesario para destacarse entre los demás por su fe peronista”. Gatica fue separado del cargo preventivamente y se solicitó al Ministerio de Educación su traslado a otro establecimiento de menor jerarquía fuera de la jurisdicción. Ante estos sucesos, desde la prensa se hacía un llamado al restablecimiento de la armonía y la concordia en todas las escuelas, para superar “enemistades, recelos y antagonismos”. También se proponía “una oportuna rotación del personal docente, trasladando a aquellos maestros cuya permanencia en el mismo puesto o escuela pueda perturbar la indispensable tranquilidad del medio”[18].

En la siguiente sección analizaremos a través de las entrevistas realizadas, las distintas memorias en torno a los sucesos posteriores al golpe de 1955 en Comodoro Rivadavia, enfatizando en aquellas acciones de resistencia que gestaron una nueva generación de militantes décadas después. En este apartado abordaremos también algunos rasgos de la ciudadanía antiperonista desde la prensa local. Por último, indagaremos una conmemoración como la denominada “Marcha del Silencio”, que significó para aquellos militantes peronistas la primera manifestación pública luego de un obligado silencio.

Memorias de la resistencia peronista en Comodoro Rivadavia

Nos interesa analizar las memorias de los peronistas en el marco de la proscripción, paradojalmente en la transición a la apertura de derechos políticos en la región a partir del proceso de provincialización iniciado en 1955[19]. Partimos de la base de que la memoria es útil para reconstruir el pasado, lo cual implica para el historiador que sea imprescindible recurrir a una serie de resguardos metodológicos. Esto significa asumir que los individuos no son repositorios pasivos sino que en el proceso del recuerdo, se cuelan subjetividades, olvidos y ambigüedades. De allí que la importancia del testimonio oral no reside tanto en la posibilidad de reconstruir hechos del pasado, sino que más bien el interés radica en acceder a las subjetividades como objeto de estudio[20].

De allí que somos conscientes de la existencia de una relación entre memorias, silencios y “olvidos” en esos relatos, en la transmisión de la “experiencia vivida”[21]. Y en este sentido, es importante destacar que el contexto con el cual se vincula esa memoria es lo relevante. Ese relato viene de un “testigo” y en tanto tal, nos transfiere sensaciones, emociones, ruidos, voces, olores que devienen de sus recuerdos. No obstante, si bien el historiador no puede ignorar esa memoria, tampoco puede someterse a ella, y menos aún tiene el derecho de transformar su singularidad inevitable en una regla general desde donde escribir la historia. Más bien la tarea del historiador consiste en tomar esa singularidad de la experiencia vivida en un contexto global[22].

Entendemos las dificultades de trabajar con la Historia Oral en tanto y en cuanto el historiador comparte un mismo presente, pues es contemporáneo del entrevistado[23]. No desconocemos la tensión que implica la relación entre el testimonio, el historiador y la narración de esos relatos. Nos referimos a que el testimonio oral es producto del entrevistador y que el mismo está atravesado por el tipo de preguntas que hace a sus entrevistados. Es decir que los recuerdos emergen a partir de los interrogantes que el historiador produce y que orienta en su necesidad de indagar en el pasado de una persona.  En consecuencia el historiador siempre será un protagonista engorroso, pues la narración oral es solo fuente potencial que surge en el momento en que el investigador provoca su existencia, dando inicio a una entrevista y en el pasaje a la construcción en una narración histórica. Aquí el historiador permanece presente como interlocutor, y en la mayoría de los casos como “director” de selección y organización. El hecho de que el historiador construya su discurso con palabras ajenas no impide que el mismo siga siendo suyo: en vez de anularse las fuentes, el historiador se inscribe en ella, y su subjetividad queda al desnudo. Así, lejos de ser una historia neutral relatada desde abajo, el historiador aumenta su esfera de responsabilidad. Entendemos que en esa búsqueda de unidad entre el entrevistado, el entrevistador y la narración, el discurso emerge como producto del trabajo riguroso del historiador, lo que constituye a la historia oral como campo de investigación inagotable[24].

Abordar las memorias de los peronistas es complejo dado que muchos de los militantes de esa coyuntura ya no se encuentran. Por lo tanto gran parte de los relatos aquí analizados se han recabado de la segunda generación de familias con reconocida militancia peronista en la ciudad[25], atendiendo a cómo es resignificada en los relatos la resistencia de aquellos militantes en el período de la Revolución Libertadora.

Como ya hemos adelantado, con el golpe de septiembre de 1955 irrumpió el antiperonismo en la ciudad. En las memorias de nuestros entrevistados se repite con el  mismo tono de virulencia lo que ellos como niños observaban por entonces:

RL_ claro….él (en referencia a su padre) cuándo se produce el golpe, y la revolución del ´55 triunfa, esteeee….salimos y bueno estaban arrastrando el busto de Eva Perón, asaltando la sede del partido, las unidades básicas. Y el viejo se indigna, se calzó el revolver en la cintura, vamos hasta SUPE. En el SUPE le dicen que no, que estaban bien, entonces se va hasta Petroquímica[26] que era muy importante en ese momento el sindicato, y ahí bueno, se queda papá para defender al gremio[27].”

MCB_ (…) Ese día del ´55 cuando se produce la Revolución Libertadora, voltean el busto (de Eva Perón), lo atan a una soga y lo iban arrastrando por las calles de Comodoro (…) En mi casa, se enterraron libros y documentos de mi padre que era Fiscal[28].”

Acontecido el golpe del 16 de septiembre, el padre de MCB presenta su renuncia como Fiscal Federal de la ciudad, siendo ignorada por las autoridades[29]. Según el relato de MCB pasan semanas hasta que se la aceptan. En ese lapso de tiempo ocurre un episodio con el hermano. Es así que en otra sesión nos relata la situación que atravesó su familia, a partir de la cual lo llevaron detenido a su hermano por escribir con carbón en una de las paredes externas de su casa “Perón volverá para gobernar el país de los gorilas”:

MCB_ (…) ¿Qué pasaba? Un día vengo caminando de la escuela, subiendo la calle Rawson que hay subida, y había un teléfono, fíjate vos, un teléfono público en la esquina de Belgrano y Rawson del lado izquierdo. Yo muchas veces como pibe llamaba por teléfono a mi casa diciendo voy llegando para allá, para que me preparen el café, para jorobar! y la empleada me dijo “dijo tu mamá que no vengas”, porque estaban llegando las Comisiones Investigadoras con la policía a mi casa por el tema de mi hermano. Que a mi hermano se lo llevaron hasta la policía, yo después fui pero me llevaron, mi madre me llevo. En ese momento es cuando mi madre a los pocos días de eso, que le hicieron un sumario a mi hermano que tenía 13 años, menos 11 años… (saca cuentas con los dedos) saca una solicitada en los diarios. [30]  

A partir de allí, en Comodoro Rivadavia (como en otras ciudades de nuestro país) la resistencia comenzó a gestarse en reuniones organizadas sigilosamente en casas de familias, tal como se desprende de los testimonios de los hijos de los militantes. Ante la pregunta de cómo se realizaban las mismas, existen diversos recuerdos en las memorias de los entrevistados. Nicolás Bernal[31], antiguo militante de la época afirma que “a las reuniones íbamos de a uno, se corrían las cortinas, porque estábamos vigilados”. Por su parte, y en relación a las reuniones, MCB recuerda:

MCB_ Si yo te cuento que viví yo hasta llegar a la universidad, en el peronismo, por ejemplo te prohibían hacer los actos del 17 de octubre, se hacían en mi casa, [también] donde tenían el estudio jurídico mi padre y mi hermano; con la policía afuera (…). Yo otra cosa que nunca olvido como pibe joven, en la oficina de mi padre que tenía una pequeñita salita de espera, la mitad de espera y la otra para el secretario y yo estaba ahí para el tipo que hacia los mates a la tarde, mi padre en la otra oficina (…) eran, las ¿cómo se llamaba cuando se reunían French y Berutti? Las jabonerías, los lugares de la resistencia. La casa de Campelo, la casa de Jerez, la casas de Lorenzo, mi casa, el estudio jurídico de mi padre, era reunión permanente de los peronistas, me acuerdo de la revista “Que”, yo no se si el director era el viejo Frigerio abuelo de este (…). Te cuento, en esas casas yo como pibe me acuerdo, que llegaban las grabaciones de Perón desde España. Entonces ahí, con oyeloso que eran unos aparatos con cinta….la marca Geloso[32] era muy notable utilizado como grabador eléctrico por supuesto, que se pasaban las cintas que venían en rollo de cintas y ahí se hacían las discusiones políticas, se trabajaba. Más de una vez la policía golpeó la puerta, pero eran tipos de la ciudadanía…del “Comodoro”. Jerez también fue un tipo que fue echado de YPF también.

Es decir, que a pesar de estar proscripto el peronismo, las reuniones se concretaban en ámbitos privados, en los lugares de trabajo, pero sobre todo en las casas de familias. Al respecto R.L. también nos da cuenta de la clandestinidad de las reuniones a partir de que su padre recorría la ciudad de noche y sin su propio vehículo:

RL_ (…) Había que tratar de que no fueran muy numerosas [las reuniones]. Mi padre a veces tenía una misma reunión en Comodoro, en Diadema y en Astra…iba sin coche ¿Cómo hacía para llegar? No sé. Si sé que había compañeros que pasaban a cierta hora con vehículo ya sea de YPF o de alguna empresa, no todas las empresas que están ahora, en ese momento tenías la SHELL ahí Diadema, tenías a Astra en Astra, entonces él tenía una reunión en Comodoro y se iba a dedo…en Diadema tenía que terminar la reunión a tal hora porque pasaba el compañero fulano de tal que lo acercaba que se yo, hasta el aeropuerto. Y en el aeropuerto pasaba otro compañero que lo llevaba hasta Astra. Y ahí lo estaban esperando a veces hasta las dos de la mañana. Los compañeros con los que tenía la reunión lo esperaban porque seguía la directiva de Perón, que había que hacer, como…y llegaba a casa, lejos a las 8 de la mañana. Pero si iba con el coche de él lo seguían fácilmente. De esta manera no.[33]

Estas expresiones respecto de las reuniones que se llevaban adelante en las diferentes casas de familias y de manera clandestina, si bien parecen similares notamos cierta arista en los relatos, pues mientras que para MCB realizar la reuniones no implicaba más que algún reclamo por parte de la policía (que “venían a golpearle la puerta de la casa”), para RL significaba estar permanentemente vigilados: 

RL_ (…)  es que teníamos un jeep en la puerta. Íbamos al cine y había un señor, de saco, de sobretodo que nos acompañaba hasta el cine. Yo creo que lo sentíamos como de la familia (lo dice con tono sarcástico y riéndose). Obviamente era de la policía. Aparte a papá, lo venían a buscar del Comando y lo llevaban. (…) Lo que querían era que papá termine con las reuniones.

Estos encuentros no fueron ignorados por aquel sector de la ciudadanía que había festejado el golpe del 16 de septiembre. De allí que desplegaron todo tipo de denuncias que expresaban cierta indignación ante lo que consideraban un “tibio” accionar de las autoridades frente a las sospechas de manifestaciones peronistas clandestinas. Es importante resaltar que estas expresiones de los vecinos eran avaladas frecuentemente por los medios de prensa a partir de darles entidad, como por ejemplo lo hacía el diario El Chubut a través de su columna denominada “Actualidad política”. Allí se aludía a los “variados rumores” que señalaban las actividades de varios “correligionarios” del pasado, que estarían organizando “Reuniones doctrinarias” tal como lo hacían las disueltas “unidades”[34]. 

Esas reuniones, que daban cuenta de cierto reagrupamiento de militantes peronistas, adquirieron un cariz más inquietante con el levantamiento del general Juan José Valle el 9 de junio de 1956. Al igual que en otras regiones del país, los grupos de vecinos no se limitaron solamente a denunciar sino que colaboraron activamente en la faz represiva mediante la creación de comandos civiles revolucionarios[35]. Es en esta coyuntura que el antiperonismo local creó el denominado “Comando Civil de lucha contra la Reacción de Comodoro Rivadavia” el 12 de Junio de 1956, con el propósito de promover una “actuación firme, para el momento en que los acontecimientos nos lo exijan (…) y manifestaban estar a favor de súper organizarnos y luchar en función de la Revolución y de la Libertad [36].

El surgimiento de este “Comando” nos permite dimensionar la magnitud de la persecución en esos momentos, ya sea por la policía, y hasta por los propios ciudadanos comunes que denunciaban cualquier atisbo de adhesión al “tirano depuesto”, tal como se afirma en la siguiente cita:

“¡ciudadano libre! ¡Alerta al tirano y sus secuaces que trabajan para reconquistar posiciones (...) puede ser peligroso para usted y los suyos!”[37].

 

Por lo menos una decena de vecinos se atribuyeron la organización de este “Comando”, los cuales entendían que siempre había que estar alerta y no ser indiferente ante cualquier expresión del peronismo. Días después en la prensa encontramos otra solicitada del “Comando”:

“tan real fue la intranquilidad que así tuvo su origen la formación del ‘Comando Civil de lucha contra la Reacción de Comodoro Rivadavia’ y cuyos integrantes al contemplar la indiferencia reinante actuaron de inmediato informando a las autoridades de su constitución. (...) que no eran sino la de defender la Revolución Libertadora. (…) ¿Por qué esa determinación, que motivos justificaron esa conducta; no existía o existe suficiente garantía de seguridad en la población? (…) nosotros solo preguntamos.[38]

 

Como podemos advertir en la prensa, en primer lugar se hace alusión a “cierta intranquilidad” ante la “indiferencia reinante” con respecto a las reuniones de quienes seguían adhiriendo al peronismo, lo que fundamentó la creación del Comando; en segundo término, que se interpela en la nota con preguntas (vislumbramos cierto tono de ironía) a las autoridades de la ciudad respecto de la seguridad de la población. Queda develado que si existiera la vigilancia necesaria, ante esos “rumores”, el “Comando” no hubiera tenido razón de existir, pues estaría garantizada la seguridad en defensa de la “libertad”. La nota sigue de la siguiente manera:

“Consignemos mientras tanto que los rumores y el variado comentario ha sido superabundante, llegándose a expresiones que no nos atrevemos a señalarlas por lo que representan. Eso sí, tratamos en nuestra función profesional, indagar lo cierto que de todo ese decir en la calle existía, pues entendíamos que así se podría colocar la verdad en su justo punto.”

 

La autoridad moral que se atribuye el antiperonismo queda evidenciado en la búsqueda de “la verdad” entendida como una responsabilidad, pero vigilar parece ser el objetivo. Pero eso no es todo, posteriormente la crónica se torna más interesante,

“en la fuente autorizada y afectada a donde recurrimos no se nos brindó la información solicitada, debiendo retirarnos como habíamos ido, con la duda que el decir de la calle podía tener su fundamento. Esa inconsulta conducta nos trajo a la memoria la diferencia de procedimientos existentes, pues mientras el presidente provisional estaba facilitando a los colegas nacionales y extranjeros, en un Salón de la Casa de Gobierno, toda clase de elementos informativos, acá en Comodoro Rivadavia, encontraba las puertas cerradas al intentar colaborar y cumplir con su misión ¡cuán distintos  procedimientos empleados en la Capital Federal con los de nuestras ciudad!”.[39]

 

Podríamos señalar, más allá de la dificultad en la redacción de la noticia, (estimamos que evitaban ser explícitos al afirmar que habían reuniones), que existía cierta preocupación de los representantes del “Comando” con la pasividad de las autoridades locales frente a lo que era un secreto a voces: que los peronistas seguían manteniendo reuniones en forma clandestina. A la vez resaltaban las diferencias en el accionar de las autoridades locales con respecto a las del centro del país, pues se utilizaban otros procedimientos frente a determinados eventos, que podemos decir eran considerados “sospechosos” para este “Comando” en su objetivo de luchar por la “libertad”. Al respecto, podemos relacionar este reclamo público del “Comando” con lo que nos dice MCB respecto del Conductor de la Comisión Investigadora de la ciudad, Diego Zamit:

MCB_ (…)  la Comisión Investigadora cuyo conductor acá era el Dr. Diego Zamit, fue un tipo con…digamos…la gente nunca lo señaló como una comisión injusta, cruel, esteee….denunciadora o hacedora de malos tratos.

Las solicitadas en el diario por parte del “Comando”, los relatos de MCB y RL respecto de las reuniones, las vigilancias permanentes que sentían en sus domicilios y la representación de Diego Zamit, nos dejan pensar que la Comisión Investigadora no fue tan virulenta como en otras ciudades de la región[40].

Por otro lado, en los recuerdos de nuestros entrevistados, y en el otorgamiento de sentido a aquel período de sus vidas en la que sus padres eran referentes del peronismo proscripto, podemos develar cierta gestación de sus propias militancias posteriores, recuerdos que quedaron alojados en sus memorias desde su infancia. En el caso de MCB nos cuenta que luego del 1955 lo cambian de escuela

MCB_ (…) Porque Daniel (mi hermano mayor y yo) íbamos al colegio Deán Funes, y en el colegio Deán Funes a nosotros nos empezaron a discriminar, porque éramos los hijos de… (…) los sábados a la tarde, se jugaba, se participaba mucho, a algunos los distinguían para los juegos o para estar en tal lugar, o para hacer algunas cosas…y a mí me dejaban de lado.

También es destacable su recuerdo en el acompañamiento cotidiano a su padre en su estudio jurídico:

MCB_ Entonces cada vez que yo estaba con mi padre y me iba al baño a fumar secretamente con papel secante, e iba a lavar las tazas de café, porque le lave las tazas a todos estos que venían…todas las tardes, tres veces por semana…entonces, veía eso…y ahí es donde creo que se fue metiéndose dentro de uno, el dolor de saber que se exponían mis viejos y todos al guardar esas cosas que hablaban de los fusilados sin juicio de la Revolución Libertadora.

Por su parte RL en sus relatos destaca:

RL_ (…) yo siempre digo que mi primer acto de militancia fue en esas reuniones, porque me prometían que al día siguiente me dejaban ir al cine, pero que si alguien se paraba en la puerta o en la ventana de casa yo tenía que ir corriendo y avisar. Obviamente había reuniones que eran tarde y que bueno, me mandaban a dormir y no hacía de vigía. Pero no. No porque existía toda una persecución terrible. Yo siempre digo un poco como anécdota graciosa que a mí me parecía que mi papá hablaba raro por teléfono ¿viste? yo veía que los padres de mis amigos hablaban de una manera por teléfono que no era la manera que hablaba mi papá. Claro, papá según con quien hablaba…con algún amigo en común…que hablaba de cosas más intranscendentes hablaba como cualquiera, pero había conversaciones que era como que él era monosílabo “si, tal vez, no, como quedamos”…claro, lo que ocurre que había una señora (…) Y esa señora le informaba a mi papa cuando el teléfono estaba intervenido, cosa que estaba intervenido trece meses al año más o menos (se ríe mientras lo dice) para que te des una idea…

A partir de las entrevistas resulta evidente que tanto RL como MCB reconocían que, como resultado de la activa militancia política de sus padres, sus infancias eran diferentes a la de otros niños. También es posible advertir el asombro, el orgullo y la pasión con que recuerdan esos momentos que conforman ese pasado militante de sus padres, en el cual ellos participaron involuntariamente. Y que ese “formar parte” motivó en ellos el interés por la participación política, develando en sus relatos la gestación de sus propias militancias, que derivó en un activo protagonismo en la organización de la Juventud Peronista de la ciudad en la década del ‘70.

Por otro lado, si bien los padres de nuestros entrevistados son reconocidos como referentes peronistas durante la proscripción, a partir de las memorias de sus hijos se denotan algunos rasgos que las hacen diferentes. Si bien ambos padres fueron perseguidos, de sus relatos se desprenden acciones de resistencias que notamos diferentes entre los recuerdos que comparten.

En el caso de MCB, enfatiza una cantidad de reuniones que se concretaban no solo en su casa sino también en el estudio de su padre en el centro de la ciudad, y en las casas de otras familias peronistas de Comodoro. Dichas reuniones tenían la intención de discusiones políticas, sin polarizar aún más las posiciones hacia el interior del peronismo. Esto lo sintetizamos del relato del hijo que sostiene que su padre era:

MCB_ (…)  un tipo que ya estaba ejerciendo la abogacía en privado. Bien, y hacia política de resistencia, con muchos amigos de todos los colores, mi viejo un tipo muy amplio. Estábamos tan lejos de otros lados, que la pelea no era a muerte, era una pelea de ideas, en todo lo posible.”

Por su parte, lo que nos ayuda a comprender más estas aristas es la cautela en los relatos que brinda RL, el hecho de ser enfático a la hora de describir como era perseguido su padre e incluso hablar de sabotajes, cuando aduce “(…) que yo no sé si contarte o no…”. Se observa así un accionar fuerte de una militancia por parte de su padre, con un grado de radicalidad más intensa a partir de sus propias acciones de la resistencia:

RL_ Sabían que pasaba gente para Chile, gente perseguida, pero nunca lo pudieron pescar. Entonces ¿viste?, nosotros salíamos para el campo y siempre nos seguía un Jeep, ¿entendés? (…). Todo lo que hacía papa estaba prohibido. Por eso te decía que lo venían a buscar del Comando, lo llevaban…hablando mal y pronto, lo cagaban a pedo y papá seguía haciendo lo que se le daba la gana. Porque ya te digo había inclusive por el campo de mi familia, o sea por el hito 50, entraban por ejemplo mensajes de Perón, propaganda que venia del exterior, escritos, libros.

Dentro de esta radicalidad que destacamos  y que RL “no sabe si contarme” nos relata que dejaba sin luz los yacimientos petroleros:

RL_ por ejemplo, mi viejo era muy bueno para manejar las boleadoras, entonces una de las cosas que hacía era cortar las líneas de alta tensión…las boleaba viste? Y dejaba a todo el yacimiento sin luz (se ríe).

Para él, muchas acciones no fueron casuales y se inscriben en las diversas formas creativas de resistencia y hostigamiento al gobierno militar[41]. Una de ellas tuvo lugar durante la visita de Aramburu a la ciudad en febrero de 1957[42]:

RL_ Anda a la Hemeroteca, y vas a ver que el día que vino Aramburu, quería decir un discurso allá en el balcón de la Municipalidad. Bueno, y resulta que, las cloacas “reventaron”, y había un río de cloaca pasando frente a Aramburu, y “ete aquí” que casualmente, donde está el edificio de Fox, Moreno y San Martin, diagonal con el correo, ese edificio se quemó, entonces, Aramburu quería decir el discurso y le venía el humo y la cloaca que le pasaba por enfrente ¿viste? Fue famosa la frase de Aramburu que dijo “Nerón se me adelanto”…nooo…se me pone la piel de gallina (mientras se ríe). No fue casualidad. Pasa que vos lo contás ahora, en otro contexto y vos decís, ¿pero está loco, como quemar la propiedad privada? Propiedad que había cagado a muchos ganaderos comprando la lana y no pagándole. Estaba Aramburu que había fusilado gente. Había que hacerle sentir que el peronismo en Comodoro estaba presente, Perón estaba presente.

El “Perón está presente” de RL está enmarcado en su recuerdo con las acciones de resistencia de su padre que implicaba acciones en las cuales hacer visible la presencia del peronismo en Comodoro Rivadavia, y lo entiende a partir de estos hechos que nos relata.

Otro momento que trazan las memorias de los relatos es la participación en lo que se conoció como “La marcha del silencio”, la cual es recordada por los entrevistados como un momento excepcional:

RL_ (...) una de las primeras marchas que se hizo en el país, fue en Comodoro. Una marcha del silencio. Resulta que después de los fusilamientos, del ´56, se hizo una marcha en homenaje a los caídos en ese fusilamiento, que partió de la Catedral, y vinimos todos caminando, Many no fue me parece, vinimos caminando por la calle Rivadavia…y en la calle Rivadavia estaban estacionados todos los gorilas, como le decíamos a los antiperonistas, para insultarnos. Pero resulta, que claro, ellos se esperaban 50 tipos, y había como 3mil…te digo, del año 56, mucha gente. Entonces, estaban todos estacionados acá, para tocarnos bocinas e insultar, y no se atrevieron a nada, a nada, que en ese discurso habló el papa de Many y mi madre. Ya te digo, fue una manifestación enorrrme, teniendo en cuanta la cantidad de gente y…3 mil personas en Buenos Aires no era nada, pero acá en Comodoro…búscalo en la hemeroteca.

MCB_ bueno acá hubo una marcha, hay fotos, yo no me quede con ninguna, se hizo una marcha por las calles conmemorando la matanza de León Suarez…con unos carteles blancos me acuerdo, con letras bien escrita, de los que hacían dibujo gráfico, llevaba escrito los nombres de cada uno de los fusilados en la masacre…(…)  y me acuerdo de la marcha de todo el peronismo por las calles, yo no porte uno de esos…pero acompañe a mi padre y me acuerdo que todos esos carteles se guardaron en ese lugar [el estudio de su padre].

A través de la consulta de la prensa sabemos que la marcha se concretó el 8 de junio de 1958 a las 17 hs. previo oficio de misa en la Catedral de la ciudad, y culminó cerca de las 18hs en la Plaza San Martin. Lejos de ser improvisada, esta manifestación había sido organizada en una reunión el 1 de junio en donde 100 ciudadanos simpatizantes del movimiento pusieron en marcha su planificación para honrar la memoria de los caídos. La prensa relató de la siguiente manera el hecho:

“SE HONRARA EN NUESTRA CIUDAD A LOS CAIDOS EN JUNIO DE 1956. Tuvo lugar ayer por la tarde una reunión de más de 100 ciudadanos de ambos sexos, simpatizantes con el movimiento peronista, que respondiendo a una invitación de sub-comando táctico de dicha agrupación en nuestra ciudad se congregó a los efectos de organizar un acto de homenaje a los caídos en las sangrientas y luctuosas jornadas de junio de 1956 y muy especialmente a los que cayeron víctimas de los fusilamientos (…) La reunión se desenvolvió en un marco de crecido fervor, acordándose por unanimidad hacer oficiar el domingo 8 del corriente a las 17 hs en la Catedral  San Juan Bosco una misa en sufragio de la memoria de todos los caídos.[43]

 

Este hecho resulta significativo dado que por primera vez aquellos militantes peronistas abandonaron el ámbito privado para expresarse en el espacio público. En el recuerdo de nuestros entrevistados este hecho es considerado trascendental, no sólo porque es visto como una reafirmación de su propia militancia, sino porque además marcó sus vidas constituyendo un hito de aquel periodo. El relato de lo cronológico en parte se confunde, se advierten olvidos de fechas, confusiones, pero existe la necesidad de volcar ese sentimiento de reconocimiento como momento importante de la resistencia. Ambos participaron de esa marcha, y en sus memorias se funden sentimientos y recuerdos de ese hecho, pues es visto como la forma de participación visible y tangible que atravesaron tanto sus padres como ellos siendo jóvenes. Además esa significatividad está dada por la participación pública de sus padres, teniendo en cuenta que tanto la madre de RL como el padre de MCB oficiaron de oradores. Al respecto la prensa de la ciudad hizo alusión a esa marcha bajo el titulo “MARCHA DEL SILENCIO EN MEMORIA DE LOS QUE FUERON FUSILADOS”:

“(…) iniciado el acto la Sra. (…) ocupó la tribuna para referir al mismo haciéndolo con evidente emoción. Comenzó diciendo: ‘que después de casi tres años de proscripción y de silencio, volvía a una tribuna pública la voz del movimiento peronista y lo hacía por medio de una mujer.’(…) cerrando el acto ocupó la tribuna el Dr. (…), quien en una extensa exposición señaló el reencuentro del movimiento peronista con la tribuna para rendir homenaje a los caídos en el intento recuperador de junio de 1956”. [44]

 

En la crónica se relata la asistencia de 2500 personas en esta marcha, cantidad significativa de participantes para una ciudad que contaba en ese momento con alrededor de cincuenta mil habitantes. De allí que no es menor que la memoria refleje este recuerdo para estos hijos de renombrados militantes de la ciudad, pues sus padres fueron participantes activos de la misma. Tampoco es menor que una de las oradoras haya sido una mujer, destacando la importancia de la militancia femenina en el período de la resistencia peronista en la ciudad, cuestión que ha comenzado a advertir la historiografía[45].

Esta marcha significó la primera manifestación pública del movimiento peronista luego de la proscripción en Comodoro Rivadavia. La Ley de Amnistía 14.436, del 22 de Mayo de 1958, legalizó el uso de los símbolos peronistas y la propaganda, y habilitó a sus dirigentes políticos y gremiales a ocupar cargos[46]. Es de relevancia destacar la rapidez del accionar peronista por volver a la escena pública, dado que solo pocos días suceden desde la Ley de Amnistía hasta la convocatoria de la primer reunión publicada en la prensa para organizar la movilización del día 8 de junio. Esta manifestación se da ante la necesidad de visibilizar una demanda directa frente al gobierno, y quienes lo relatan lo enuncian como un paso importante para dejar el ostracismo al que habían arrojado el movimiento durante tres años.

 

Conclusiones

A lo largo de este trabajo no solamente hemos dado cuenta de las modalidades de acciones de resistencia que se implementaron durante el período en que el peronismo estuvo proscripto, sino que además hemos analizado los sentidos que le atribuyeron a las mismas los hijos. Asimismo hemos abordado las representaciones a partir de las memorias de dos hechos que hasta ahora habían quedado en lo que se reconoce como “memorias subterráneas”: por un lado el inicio del interés por la participación política de aquellos hijos de quienes atravesaron el período de la resistencia acompañando a sus padres; y por otro la denominada “Marcha del silencio”, en donde dicha conmemoración se constituyó en una de las formas que adquirió el movimiento peronista en su retorno a la escena pública. A partir de nuestro abordaje sostenemos que este tipo de memorias analizadas forman parte de aquellas culturas minoritarias, que ponen en evidencia y también cuestionan la conformación de una memoria que se considera hegemónica[47].

Estos primeros testimonios del periodo que han sido analizados aquí, se enmarcan en una serie de estudios que están revisitando el estudio de las memorias y de la historia oral del periodo[48]. Hemos obtenido un conjunto de memorias, sujetos y lugares, que nos han llevado a la reconstrucción de acontecimientos que habían sido invisibilizados para la historiografía local. A partir de allí, y exclusivamente desde la historia oral, logramos dar luz a relatos y acontecimientos que marcaron la vida en particular de los sujetos que atravesaron prácticas que involucraron emociones, pero también olvidos, es decir, la denominada “subjetividad del hablante”, la cual para Alessandro Portelli “es el elemento singular y precioso que las fuentes orales imponen al historiador”[49].

Es la compleja tarea de la historia oral, dado que parte de memorias individuales, pone en evidencia los límites del encuadramiento de la historia nacional, los interpela, de-construye memorias colectivas ya instauradas y al mismo tiempo revela heridas, tensiones entre la imagen oficial y los recuerdos personales de aquellos que relatan desde su subjetividad, desde su experiencia, desde lo vivido y recordado[50]. En este primer avance confirmamos esa idea y persistimos en que la historia oral hace visible, palpable la historia, pero narrada “desde abajo hacia arriba”.

 

Bibliografía:

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Entrevistas

MCB, Entrevista realizada el 02 de Octubre de 2013 en la ciudad de Comodoro Rivadavia, Chubut, Argentina. Entrevistador: Maria Noel Bais Rigo

MCB, Entrevista realizada el 19 de Diciembre de 2016 en la ciudad de Comodoro Rivadavia, Chubut, Argentina. Entrevistador: Maria Noel Bais Rigo

Nicolás Bernal, Entrevista realizada el Febrero de 2017 en la ciudad de Comodoro Rivadavia, Chubut, Argentina.  Entrevistador: Maria Noel Bais Rigo

RL, Entrevista realizada el día 07 de Febrero de 2018 en la ciudad de Comodoro Rivadavia,  Chubut, Argentina. Entrevistador: Maria Noel Bais Rigo

 

Prensa

Diario El Rivadavia, 1955 – 1958.

Diario El Chubut, 1955 – 1958.

El Patagónico, 2005.

 

 

 

FECHA DE RECEPCIÓN:

FECHA DE ACEPTACIÓN

 



[1] JELIN, Elizabeth Los trabajos de la memoria, Siglo XXI Editores, España, 2001.

[2] PORTELLI, Alessandro “Lo que hace diferente a la historia oral”, en MOSS, W., PORTELLI, A., FRASER, R. y otros La historia oral, CEAL, Buenos Aires, 1991, p. 40 

[3] MASÉS, Enrique “Desperonización y Reperonización. La Norpatagonia como campo de batalla político – cultural, 1955 – 1958”, en RAFART, Gabriel y Enrique MASÉS El peronismo desde los Territorios a la Nación. Su historia en Neuquén y Río Negro (1943 – 1958), Educo, Neuquén, 2003; RUFFINI, Marta “La ‘Revolución Libertadora’ en el sur argentino. Persecución política y antiperonismo en Río Negro”, e-l@tina, revista electrónica de estudios latinoamericanos, Vol. 11, n° 41, octubre – diciembre, 2012; RUFFINI, Marta “Un orden institucional para las nuevas provincias argentinas en tiempos de la ‘Revolución Libertadora’. Democracia y ciudadanía en los debates de la Convención Constituyente de Río Negro (1957)”, Revista Historia Caribe, vol. VII, enero – junio, 2012; RUFFINI, Marta “Tiempos antiperonistas en la Patagonia argentina. La acción de las Comisiones Investigadoras durante la ‘Revolución Libertadora’”, Páginas, Revista digital de la Escuela de Historia, Universidad Nacional de Rosario, Vol. 8, n° 16, 2016.

[4] RAFFAELE, Anaclara “Tensiones entre el relato historiográfico y lo político: el caso del Territorio Nacional de Chubut (1954 – 1955)”, Identidades, n° 3, año 2, diciembre, 2012, pp. 98 – 112; RAFFAELE, Anaclara La constitución de políticas durante el proceso de provincialización del territorio Nacional de Chubut: 1954 – 1955, Tesis de Licenciatura en Sociología, Universidad Nacional de la Plata, 2012.

[5] VICENTE, Mariana y CARRIZO, Gabriel; “Familia y Educación en Comodoro Rivadavia. Los debates entre fines del primer peronismo y el inicio de la Revolución Libertadora”; Historia Regional. Sección Historia. ISP Nº 3, Villa Constitución, Año XXX, Nº 36, enero-junio 2017, pp. 19-28, VICENTE; Mariana La familia católica en Comodoro Rivadavia. Tensiones alrededor de la educación entre el fin del primer peronismo y la Revolución Libertadora (1951- 1958), Tesis de Licenciatura en Historia, Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Sede Comodoro Rivadavia, Chubut, 2018

[6] CARRIZO, Gabriel Petróleo, peronismo y sindicalismo: la historia de los trabajadores de YPF en la Patagonia, 1944-1955, Prometeo, Buenos Aires, 2016.

[7] RUFFINI, Marta y Luis BLACHA “La provincialización postergada de la Patagonia Argentina (1955 – 1958)”, Temas y Debates, Universidad Nacional de Rosario, Año 17, enero – junio, 2013.

[8] MELÓN PIRRO, Julio César El peronismo después del peronismo. Resistencia, sindicalismo y política luego del 55, Editorial Siglo XXI, Buenos Aires, 2009.

[9] Alianza conformada por los partidos Demócrata Progresista, Unión Cívica Radical, Partido Socialista y Partido Comunista para las elecciones presidenciales del 24 de febrero de 1946.

[10] SPINELLI, María Estela Los vencedores vencidos. El antiperonismo y la “revolución libertadora”, Editorial Biblos, Buenos Aires, 2005.

[11] SPINELLI, María Estela Los vencedores vencidos…, Cit, p. 77.

[12] ALVAREZ, Yamile “La resistencia peronista en Mendoza (1955 – 1960). Una aproximación a su estudio a través del relato de sus protagonistas”, Revista de Historia Americana y Argentina, Vol. 49, n° 2, Universidad Nacional de Cuyo, 2014.

[13] ORBE, Patricia Alejandra “‘Ilustrando al pueblo…’: La prensa de Bahía Blanca ante el golpe de Estado de 1955”, Cuaderno de H-ideas, Vol. 8, n° 8, 2014.

[14] El Rivadavia, 24 de septiembre de 1955, p. 2.

[15] El Chubut, 25 de septiembre de 1955, p. 2.

[16] RUFFINI, Marta “La ‘Revolución Libertadora’ en el sur argentino…

[17] Para un estudio reciente de las Comisiones Investigadoras, véase: FERREYRA, Silvana El peronismo denunciado. Antiperonismo, corrupción y comisiones investigadoras durante el golpe de 1955, Eudem y Grupo Editor Universitario, Mar del Plata, 2018.

[18] El Rivadavia, 12 de mayo de 1956, p. 3.

[19] En junio de 1955 y con la sanción de la Ley 14.408 comienza un camino hacia la provincialización que será interrumpido a partir de septiembre de 1955.

[20] TRAVERSO, Enzo “Historia y Memoria”, en FRANCO, Marina y Florencia LEVÍN El pasado cercano en clave historiográfica en Historia Reciente: perspectivas y desafíos para un campo en construcción, Paidós, Buenos Aires, 2007.

[21] TRAVERSO, Enzo, “Historia y Memoria….” retoma a Benjamín para dar luz respecto de que cuando nos referimos a estos tipos de transmisiones, las mismas son producto de la modernidad, como vivencia individual, frágil, volátil, efímera, producto de la vida urbana, de su ritmo y sus metamorfosis. En tanto experiencia vivida como transmisor del pasado Benjamín presenta un pasaje de la experiencia trasmitida a la experiencia vivida como una marca antropológica del liberalismo moderno pos primera guerra mundial.

[22] FRANCO, Marina y Florencia LEVIN “El pasado cercano en clave historiográfica”, en FRANCO, Marina y Florencia LEVÍN El pasado cercano…, cit.

[23] PORTELLI, Alessandro “Un trabajo de relación. Observaciones sobre la historia oral”, Testimonios, Año 7, n° 7, invierno, 2018.

[24] PORTELLI, Alessandro Historias orales, Narración, imaginación y dialogo, Prohistoria Ediciones, La Plata, 2016, pp. 31 y 32

[25] Las dos entrevistas que analizamos para este artículo corresponden a hijos de militantes peronistas. Por un lado José Manuel Corchuelo Blasco era hijo de quien ocupó el cargo de Fiscal Federal durante la Gobernación Militar de Comodoro Rivadavia (abreviaremos sus relatos con las iniciales MCB). Por otro lado, Ramón “Chino” Lorenzo, hijo de quien “se hizo peronista después del golpe”, era un estanciero que poseía hacienda en campos limítrofes con Chile, en el Sudoeste de la actual provincia del Chubut (abreviaremos sus iniciales con RL). Ambos entrevistados eran niños y tenían entre 10 y 11 años respectivamente

[26] Petroquímica Comodoro Rivadavia inició sus actividades en 1919 bajo el nombre de Compañía Ferrocarrilera de Petróleo, como empresa subsidiaria de los Ferrocarriles Sud y Oeste (Roca y Sarmiento, en la actualidad) para el abastecimiento de combustible de las locomotoras ferrocarril de Comodoro Rivadavia y el Ferrocarril Patagónico. Capital inglés Sud, Pacífico y Oeste participaron en la Compañía Ferrocarrilera de Petróleo, que se instala a 8 km al norte de Comodoro Rivadavia, en la zona asignada a la Compañía Argentina de Comodoro Rivadavia, de la cual obtiene la concesión. También allí se instaló una refinería. No obstante la actividad oficial empezó en 1921.

[27] RL, Entrevista realizada el día 07 de Febrero de 2018, Comodoro Rivadavia, Chubut.

[28] MCB, Entrevista realizada el 02 de Octubre de 2013, Comodoro Rivadavia, Chubut.

[29]  El Rivadavia, 18 de Octubre de 1955, p. 2

[30] MCB, Entrevista realizada el 19 de Diciembre de 2016, Comodoro Rivadavia, Chubut.

[31] Entrevista realizada a Nicolás Bernal. Febrero de 2017

[32] El Geloso, fue un grabador de cinta abierta aparecido en Buenos Aires en la década del cincuenta. Era pequeño, sencillo y limitado en sus posibilidades. Tenía dos velocidades: 4.5 cm y 9.0 cm por segundo, con carretes pequeños, lo que aseguraba emisiones de corta duración.

[33] Las distancias entre los viejos campamentos petroleros siguen siendo en la actualidad de relevancia. Desde Comodoro Rivadavia a Diadema hay 24 km; desde Diadema a Astra otros 22 km y de Astra a Comodoro Rivadavia unos 17 km más.

[34] El Chubut, 3 de junio de 1956, p. 1.

[35] RUFFINI, Marta “La ‘Revolución Libertadora’ en el sur argentino…

[36] El Chubut, 12 de junio de 1956, p. 2.

[37] El Chubut, 12 de junio de 1956, p. 2.

[38] El Chubut, 14 de junio de 1956, p. 1.

[39] El Chubut, 14 de junio de 1956, p. 1

[40] MASÉS, Enrique “Desperonización y Reperonización….cit….pp. 188 y 189.

[41] SCOUFALOS, Catalina 1955. Memoria y resistencia, Editorial Biblos, Buenos Aires, 2007.

[42] El 21 de febrero de 1957 llegó a la ciudad en presidente Aramburu. Ver El Chubut, 21 y 22 de febrero de 1957.

[43] El Rivadavia, 1 de junio de 1958, p. 2

[44] El Rivadavia, 9 de junio de 1958, p. 2.

[45] Recientes estudios nos muestran de qué manera algunas mujeres desplegaron una actividad destacada como directoras de periódicos durante la resistencia peronista, como forma de desafío al gobierno y a los sectores opositores al peronismo. Al respecto, véase: GORZA, Anabella “La militancia femenina en la resistencia peronista a través de la prensa opositora (1955-1958). Nora Lagos y los periódicos La Argentina y Soberanía”, Revista de Historia Americana y Argentina, Vol. 51, n° 1, 2016.

[46] GORZA, Anabella “Los homenajes a Eva Perón…, cit, p. 8.

[47] POLLAK, Michael “Memoria, olvido, silencio”, en Memoria, olvido, silencio. La producción social de identidades frente a situaciones límite, Ediciones Al Margen, La Plata, 2006, p. 19.

[48] BESSE, Juan y María Graciela RODRÍGUEZ (comps.) 16 de junio de 1955, bombardeos y masacre: imágenes, memorias, silencios, Biblos, Buenos Aires, 2016. Esta obra nos invita a pensar sobre la revitalidad del estudio del periodo.

[49] PORTELLI, Alessandro “Lo que hace diferente…, p. 42.

[50] POLLAK, Michael “Memoria, olvido…” pp. 29 y 30.