ISSN 2618-2254 · Vol. 5 · 2022                                      https://revistas.unc.edu.ar/index.php/sendas/


Escribir es perderse: un primer borrador acerca de la incertidumbre y el deseo en la escritura académica

Cecilia Rugna

Investigadora independiente

Santa Fe, Argentina

cecilia_rugna@hotmail.com

Alejandro Reyna

Universidad Nacional del Litoral

Instituto Superior de Música

Santa Fe, Argentina

alejandroreyna@live.com.ar 

 

Todo lo que tiene de potencia la escritura es algo que sucede mientras

Eugenia Almeida (2019, p. 34)

 

Si escribir es perderse…

 Si toda escritura es situada, comenzamos por asumir desde qué lugares escribimos. Ambos tenemos formación académica y experiencias en investigación, lo que conlleva un oficio de lectura y escritura. Cecilia Rugna en 2019 creó Plan B –en cuyo logo hay referencias al laberinto del minotauro, al hilo rojo de Ariadna– con el objetivo de acompañar a quienes escriben textos académicos, actividad que suele ser solitaria y angustiante. Como parte de su labor académica, Alejandro escribe en el marco de publicaciones relacionadas al sonido, la grabación sonora, la ecología, la música y las artes sonoras. En tanto docente, trabaja junto a estudiantes de música en el marco de materias relacionadas a la investigación, es decir, en el momento de enfrentarse a la escritura en formato académico.

La escritura forma parte de nuestras vidas porque escribimos y porque acompañamos en el proceso de escribir. Desde esas experiencias, venimos a reivindicar la importancia de perderse en el proceso de la escritura. El momento de estar perdida, el mientras del que habla Almeida, es un lugar en sí, un espacio fundante para la escritura. En ese sentido, Bombini (2015) escribe

del lado de la escritura, recuperamos el aporte de los estudios cognitivos acerca de la escritura que destacan el valor epistémico de la escritura y la idea de una doble producción de conocimiento: cuando escribo produzco conocimiento acerca del ‘tema’, del ‘objeto’ de esa escritura y, a la vez, produzco conocimiento sobre la propia tarea de escribir (p. 2).

Se trata, entonces, de pensar también el valor epistémico de la escritura en sí misma, del enriquecimiento que puede brindar el proceso de producción de textos. Agregamos a esta idea de Bombini: producir conocimiento sobre la propia tarea de escribir está ligado profundamente a conocernos. Si escribir es perderse, la experiencia es una instancia de construcción subjetiva, de transformación, de atravesamiento.

“Según la concepción de Benjamin, perderse es estar plenamente presente, y estar plenamente presente es ser capaz de sumergirse en la incertidumbre y el misterio” (Solnit, 2022, p. 10). Hablamos entonces de la capacidad de estar presentes mientras estamos perdidos, de abrazar la incertidumbre y el misterio no como accidentes en el proceso de escritura, sino como realidad ineludible si se pretende generar conocimiento. También es una circunstancia propia, en el presente texto asumimos el riesgo desde el mismo punto de partida: escribir a cuatro manos con un otr@ al que no le conocemos la escritura (¿cuál es su estilo, modo, sesgo, abanico de palabras?, ¿le molestará si borro lo que escribe o lo cambio?).

El riesgo de perdernos incluso comenzó antes, en la coordinación de la Mesa “Borradores y escrituras en proceso” para el I Congreso de Canto Popular "Experiencias y saberes en el abordaje del canto popular. Instancia formativa de escritura y prácticas" que se desarrolló en la Escuela de Música, Danza y Teatro “Prof. Constancio Carminio”, Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER) los días 24 y 25 de octubre del año 2022. Es en ese contexto donde nos conocimos y del cual surgieron las ideas que dan lugar a esta escritura. Alentar y propiciar la circulación de borradores en una instancia académica como un congreso –al que suele pensarse como espacio de saber al que se llega con el texto cerrado y pulido– ya suponía un buen acuerdo. La apuesta, entonces, se redobla: escribamos con un otr@ a conocer, hablemos públicamente a partir de textos desconocidos y, finalmente, escribamos un artículo. Este proceso de escritura a ciegas, lanzado, es en sí mismo la puesta en funcionamiento de una convicción compartida: no hay escritura sin riesgos. El título de este trabajo es una invitación a la experimentación, a perderse en la escritura. Decimos: perdámonos para mostrar la importancia de perderse.

 El deseo, perderse y la escritura

 Tratamos el deseo como si fuera un problema a resolver; nos centramos en aquello que deseamos y ponemos la atención en lo deseado y cómo conseguirlo en lugar de en la naturaleza de ese deseo, su sensación (...) A veces me pregunto si, con un ligero ajuste de la perspectiva, podríamos valorar el deseo como una sensación en sí misma, ya que es tan inherente a la condición humana como el azul lo es a la distancia; si es posible contemplar la distancia sin querer recortarla, apropiarnos del anhelo tal como nos apropiamos de la belleza de ese azul que en verdad no se puede poseer. Y es que, como sucede con el azul de la distancia, la consecución y la llegada solo trasladan algo de ese anhelo, no lo satisfacen, igual que, cuando llegas a las montañas a las que te dirigías, han dejado de ser azules y el azul ha pasado a teñir las que se encuentran detrás. (...) Siempre hay algo que nos queda lejos (Solnit, 2022, pp. 30-31).

 

En la experiencia que concierne a acompañar la escritura, nos encontramos con situaciones recurrentes que dan cuenta de la falta de deseo en los proyectos que, a priori, debieran ser personales. En el marco de las materias de investigación dictadas en el Instituto Superior de Música (ISM), hay estudiantes que optan por una estrategia particular: “asegurarse” con el tema. Esto es, elegir un tema de investigación “objetivamente” pertinente desde las tradiciones musicológicas. Cuando esto ocurre: a) los abordajes son superficiales, guiados por el único propósito de aprobar una materia; b) las chances de no finalizar esa escritura parecieran crecer... En oposición, estudiantes que optan por temas que l@s movilizan, que conectan con su deseo en la elección del tema, que escuchan sus preguntas personales de investigación, se encuentran en la escritura, consiguen otra fuerza, comunican.

Las modas teóricas, los temas que nos son ajenos pero aun así, intentamos, a la fuerza, sin ningún tipo de amabilidad para con nosotras mismas, hacerlos propios, nos dejan fuera de entrada. A veces, la distancia es tan insondable que el tema no es perderse con respecto a la escritura, sino perder el deseo con lo que se prometió que iba a escribirse (y, por tal, desencontrarse). Tanto en las experiencias de acompañamiento de escritura de Plan B con estudiantes de grado y posgrado como en el caso de las materias de investigación del ISM, en el Doctorado en Humanidades con orientación en música, muchas veces se repite esta distancia –que opera como una trampa de la escritura– entre lo que tesistas quisieran realizar y el proyecto “consensuado” con la dirección, presentado para pasar la instancia de taller de tesis o seminarios de investigación.[1] 

Para concluir este borrador, realizamos una propuesta que abraza lo ya dicho y otras ideas nuevas:

 

Bibliografía

Almeida, E. (2019). Inundación. El lenguaje secreto del que estamos hechos. Ediciones DocumentA/Escénicas.

Bombini, G. (2015). Prácticas de formación docente y escritura de ficción. En Cuadernos de Educación, XIII(13). https://revistas.unc.edu.ar/index.php/Cuadernos/article/view/11491/11933 

Solnit, R. (2022). Una Guía sobre el Arte de Perderse. Editorial Fiordo.

Cómo citar este artículo

Reyna A. y Rugna C. (2022). Escribir es perderse: un primer borrador acerca de la incertidumbre y el deseo en la escritura académica. Sendas, 5(1). https://revistas.unc.edu.ar/index.php/sendas/article/view/39497 


[1] Sin embargo, esto no atañe solo a estudiantes de grado y/o posgrado, sino que es inherente a contextos de producción académica que suelen ser de gran demanda de escritura pero que, al mismo tiempo, no se corresponde con tiempos y dinámicas institucionales en las que se habiliten espacios de lectura y discusión, etc. Las mismas tesis en su inmensa mayoría no se convierten en textos vivos, de consulta, sino que sobreviven en los repositorios digitales de las bibliotecas universitarias.