Página 134 | Revista de Educación en Biología, Vol. 26, Nº 2, Julio 2023
Entrevistas
La formalización de nuestro Centro de investigación y enseñanza de las Ciencias
“Mundo Nuevo” de la UNLP, creado en 1988, se convirtió en el motor principal de la
profundización de la investigación en DCN y en territorio de formación de jóvenes
investigadores, hoy ya, destacados profesionales. Allí exploramos la línea de popularización
de la Ciencia y Tecnología, y los programas de alfabetización cientíca en conjunto
con UNESCO/ ORCYT/OREALC. En 1992/1996 tuve el honor -así lo siento, de dirigir al
histórico COLEGIO NACIONAL de la UNLP -, ampliando las experiencias de intervención e
investigaciones en la educación de las ciencias naturales: en el sentido más amplio. Esta
tarea se aanzó cuando fui designada Prosecretaria académica de la UNLP a cargo del
sistema preuniversitario, constituido por cinco colegios (4 de nivel secundario, 1 del nivel
inicial y primario). Aquí me desempeñé hasta el 2014. Y en la actualidad, continúo como
Profesora titular de DCN y Práctica de la Enseñanza en Biología en FAHCE/UNLP y como
Directora de la Especialización y Maestría en Educación en Ciencias, en la cual mi tarea de
hoy es la formación de investigadores y tesistas en este campo disciplinar que convoca a
una numerosa comunidad de docentes e investigadores que enriquecen teóricamente al
campo disciplinar de la DCN.
Después de algunas décadas de las publicaciones de sus libros de DCN,
¿cómo evalúa su impacto?
¡Qué decir de mis libros! Ambos fueron un hito en mi vida, el primero de ellos, Didáctica
de las Ciencias Naturales de la editorial Ateneo, de 1984, lo escribí siendo joven. Traté de
volcar en él estudios teóricos y prácticos, experiencias de aulas de educación secundaria,
terciaria y universitaria. Conté con la colaboración de dos colegas muy calicadas: Stella
Ramírez, una reconocida especialista en DCN y Liliana Furman, docente de Ciencias de la
Educación muy valorada en los institutos de formación docente de la provincia de Buenos
Aires. Fue una hermosa experiencia, ardua y trabajosa, de manuscritos muy discutidos,
borradores corregidos y vueltos a examinar. El libro nació de las necesidades propias de
docentes como nosotras de contar con bibliografía de uso en las aulas de la facultad e
institutos de formación docente y también en los circuitos de capacitación de profesores y
maestros. Tuvo gran aceptación, se reedito varios años y fue muy leído y utilizado en las
clases de DCN. Me alegra verlo en bibliotecas de otros países y conocer que aún algunos
capítulos se siguen leyendo en las aulas de instituciones de formación docente.
El segundo de mis libros, del año 1998 Enseñar Ciencias Naturales en el Tercer
ciclo de la EGB, responde a motivaciones y preocupaciones curriculares, y de desarrollo
de las disciplinas cientícas en las aulas del nivel secundario y, a su vez, como se formaban
los docentes para ese desafío. Esta circunstancia fue decisiva en la centralidad de la obra: el
aula y sus prácticas de enseñar y aprender. Colaboraron en su escritura colegas apreciados
y calicados tales como Stella Ramirez y Juan Rodriguez. El libro tuvo gran aceptación en la
comunidad docente y en los ámbitos de formación docente inicial y continua. En esta obra,
caracterizada por la praxis, obtuvimos un signicativo premio a la mejor obra práctica de
educación de Feria del libro en 1998; un gran reconocimiento, en especial porque el citado
premio se le otorga a una obra del campo de la DCN, la cual acrecentó nuestra alegría
como autora y colaboradores.