Determinación de la trayectoria de un pie al caminar
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REVISTA DE ENSEÑANZA DE LA FÍSICA, Vol. 36, n.
o
1 (2024) 99
provoca esa alteración. En ese caso, lo mínimo que debería hacer la persona es indagar a qué puede deberse la
diferencia.
Cabe aclarar que la curva no comienza exactamente en el punto (0;0) del gráfico, que correspondería al punto de
contacto entre el pie y el suelo, porque el punto de rastreo seleccionado en el programa no coincidía exactamente
con el centro del sistema de referencia del programa ni con el punto de contacto entre pie y suelo.
Por último, y aprovechando que ya se tenía una curva, se utilizó la función de mostrar ecuación de la planilla de
cálculo, para obtener el modelo matemático. A continuación se presenta el mismo (ecuación 1).
(1)
No se ha hecho un análisis profundo de dicha ecuación debido a las limitaciones temporales ya comentadas. Solo
podemos decir que el último coeficiente corresponde exactamente a la posición inicial que había en la tabla de datos.
Del resto de los coeficientes que acompañan a la variable posición horizontal, solo podemos decir que deben tener
unidad de longitud elevada a una potencia negativa de valor reducido en 1 respecto del valor del grado de cada x.
Al presentar estos resultados a todo el curso, se hizo el trabajo de comparación entre los gráficos individuales y el
modelo, como se mencionó anteriormente. Luego se inició un debate para establecer a qué se podían deber las
diferencias entre cada gráfico personal y dicho modelo, llegándose a la conclusión que se debían a dos factores
principalmente: la imposibilidad de seguir certeramente el punto de estudio y errores aleatorios ocurridos durante
todo el experimento.
Varias estudiantes manifestaron haber encontrado puntos de su trayectoria que se alejaban varios centímetros de
la línea del modelo, pero no eran más de cuatro en el caso de mayor disidencia. En el debate hubo varias hipótesis
sobre la cuestión de esas disidencias: dificultades de esa persona al caminar, errores cometidos en el momento de
grabación o de análisis del video (la persona no caminó como lo hace normalmente por algún factor aleatorio), falta
de contraste o de definición en el video (esto dificulta poder seguir un punto de forma manual o automática),
pequeños cambios (pero bruscos) en la velocidad del pie de la persona debidos a su propio estilo de caminar. Sin
embargo, después de escuchar algunos argumentos, se acordó que los factores más importantes eran los
mencionados en el párrafo anterior.
Por otra parte, quedó claro que el modelo es una representación general y que los gráficos personales no debían
coincidir exactamente con este, sino mostrar la misma formar aproximadamente (como ya mencionamos).
Otro aspecto interesante observado durante el debate fue el uso correcto del vocabulario. Si bien el docente
intervino haciendo preguntas dirigidas sobre la observación de posiciones y velocidades, las estudiantes respondían
utilizando el mismo vocabulario. Por ejemplo, ante la pregunta “¿cómo describiría la variación de la posición vertical
del pie?” una estudiante respondió: “al principio, la posición vertical cambia rápidamente, el pie se levanta muy
rápidamente; pero después disminuye más lentamente la posición vertical y alcanza mayor posición horizontal”. Si
bien se pueden detectar algunas debilidades en esa frase, es muy destacable el uso correcto del vocabulario en función
de lo observado en el gráfico. Otras estudiantes dieron expresiones similares, algunas con más debilidades que otras,
pero, en general, se observa comprensión de los conceptos de posición vertical y posición horizontal, como también
de los conceptos de velocidad vertical y velocidad horizontal. El diseño experimental realizado por las estudiantes y el
uso del software contribuyeron a esto, obligando a las estudiantes a identificar las posiciones y las velocidades y tener
noción sobre cómo se mide cada posición en el gráfico que entrega Tracker.
Aunque no se utilizó un instrumento papel para registrar el aprendizaje de los estudiantes, fue posible valorar sus
aprendizajes a partir de las aportaciones que estos hacían en clases y durante la comunicación de lo trabajado al resto
de la comunidad educativa. Esto se observó durante el desarrollo de la propuesta, prestando especial atención al uso
correcto de vocabulario y a la guía experimental diseñada y ejecutada.
De todas formas, el espacio curricular cuenta con la toma de una evaluación individual sobre algunos temas
desarrollados y trabajos prácticos o experimentales evaluados sobre otros temas; y el examen final. Además se toma
una encuesta final no obligatoria (no está dentro de las obligaciones reglamentarias del espacio) con el objetivo de
obtener valoraciones del grupo respecto de aspectos metodológicos y didácticos implementados (solo respondieron
19 estudiantes). En esa encuesta, una de las preguntas pedía al grupo valorar la relación establecida con la Biología,
para la cual el 89% de quienes respondieron, eligieron las opciones que indican que fue una relación que favoreció el
aprendizaje. Otra pregunta interroga sobre la relación entre las actividades experimentales desarrolladas y el
aprendizaje logrado. En esta el 95% de quienes respondieron eligieron las opciones que indican que las actividades
experimentales favorecen el aprendizaje y entretienen. Cabe destacar que estos resultados son muy similares a los
brindados por la encuesta tomada al final del ciclo lectivo 2022.
De algún modo, esos porcentajes de respuestas nos indican las actividades desarrolladas han tenido impacto
positivo en la percepción que tienen los estudiantes sobre la relación con la Biología y el aprendizaje logrado a partir
de las actividades experimentales.