Resiliencia, motivación de logros y grado de satisfacción
La búsqueda de mejoras en las prácticas docentes y su efectivización en el desarrollo de las carreras universitarias
de los estudiantes es una motivación permanente de los profesionales de la educación. En ese sentido, este estudio
pretende ayudar al profesor de Física en la toma de decisiones pedagógicas y académicas, que apunten a solventar
los problemas de base del desgranamiento y la deserción académica. Para ello, se analizan y definen las características
demográficas del grupo de estudiantes con el fin de obtener una aproximación hacia la comprensión de sus emociones
y actitudes en los primeros años de las carreras. Así también, se analiza la relación presentada entre las tres variables
estudiadas: Resiliencia, Motivación de Logro y Satisfacción del estudiante con la carrera elegida.
B. Antecedentes
B.1. Resiliencia
En física, la resiliencia es la capacidad que tiene un material de recuperar su forma inicial, después de soportar la
presión que lo deformó (Salgado Lévano, 2005). Extendiendo este concepto al comportamiento humano, podríamos
decir que una persona es resiliente cuando es capaz de afrontar la adversidad, creando los recursos necesarios para
salir fortalecidos. Para avanzar con más decisión, son precisamente las condiciones desfavorables las que activan las
potencialidades escondidas en la propia persona o en su entorno (del Rincón Igea, 2016).
En el inicio de la investigación sobre resiliencia, se consideraba a ésta como una disposición natural de los sujetos
o un rasgo de personalidad estable. Sin embargo, no hay evidencia empírica que respalde esta perspectiva, y se ha
avanzado en la comprensión de la resiliencia como el resultado de un proceso de adaptación a los factores estresantes
(Hu, Zhang y Wang, 2015). La resiliencia recibe influencias de recursos neurobiológicos, psicológicos y sociales que
ayudan al sujeto. Así también, se podría incluir a las predisposiciones naturales o rasgos de personalidad como un
factor más de resiliencia, entre la multitud de los que colaboran para influir de manera positiva en la adaptación a los
factores estresantes y permiten determinarla.
En la actualidad, la evidencia acumulada apunta a concebir la resiliencia como proceso. Según esta, las personas
van evolucionando durante sus exposiciones al estrés, adquiriendo experiencia, nuevas actitudes, puntos de vista,
fortalezas, habilidades y competencias, lo que les va generando cambios que aportan cierta inmunidad ante efectos
estresores futuros. Así se entiende a la resiliencia como un proceso dinámico perdurable, alimentado por la interac-
ción entre la persona y el entorno, y que va variando en diferentes áreas y etapas de la vida (Hiebel et al., 2021).
En un contexto académico, la resiliencia es entendida como la habilidad de los estudiantes para sobreponerse
exitosamente ante posibles adversidades ambientales. Estos se valen de rasgos personales, condiciones, y experien-
cias para desarrollar dichas habilidades. Los estudiantes resilientes, son académicamente exitosos, aun proviniendo
de estratos socioeconómicos vulnerables, o sufriendo carencias materiales, de recursos, de acceso a medios, de en-
tornos tranquilos para estudiar o de una red de contención social familiar. Según Tang (2019), cuando los estudiantes
experimentan un fracaso personal o una situación que resulta ser una amenaza para el ego, los estudiantes autocom-
pasivos (y por lo tanto resilientes) tienden a mostrar una mayor capacidad de recuperación emocional.
Como predictores de la resiliencia académica, se han demostrado los siguientes: motivación intrínseca, autocon-
cepto positivo, autoeficacia académica, locus de control interno, fuentes de soporte no parentales o consejo de pares
y maestros, y la disponibilidad de organizaciones y servicios comunitarios (Williams et al., 2017).
Valenzuela y Vargas (2021) exploraron la correlación entre la resiliencia y sus dimensiones con variables socio-
académicas como el rendimiento académico, el género, el año de ingreso a la carrera, su condición de paternidad y
empleabilidad durante el año académico en estudiantes de la escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad de
Valparaíso, Chile. No se hallaron correlaciones significativas entre la resiliencia y sus dimensiones con las variables
socio-académicas, con la excepción de la dimensión humor entre los alumnos que son padres o no.
B.2. Motivación de logro
Por otro lado, la investigación motivacional se considera una herramienta importante en la comprensión de las razo-
nes del comportamiento de las personas. Los motivos constituyen entidades hipotéticas e intangibles que no se pue-
den medir, sino a través de una combinación de técnicas de investigación, ya que muchas veces el sujeto no está
consciente de las razones de sus acciones ni de sus motivaciones. Por ello, la investigación motivacional se enfoca en
descubrir sentimientos, actitudes y emociones subyacentes en relación con las conductas de las personas. Ello permite
anticipar reacciones (Schiffman y Lazar Kanuk, 2005).
En la motivación siempre hay una causa o meta que impulsa a la persona hacia la acción. Disponiendo a invertir
una cantidad de energía y esfuerzo durante cierto tiempo para obtener el logro deseado. Por este motivo, el estudio
de la motivación se relaciona con el de las necesidades. El tipo de jerarquización de las necesidades que realicen los
estudiantes podrá facilitar o problematizar sus logros académicos. Así, se puede establecer qué tipo de metas se han
fijado definiendo las atribuciones que establezcan de estas necesidades en trayectoria académica.
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REVISTA DE ENSEÑANZA DE LA FÍSICA, Vol. 35, n. o 2 (2023)