Estrategias metodológicas para oscilaciones y ondas mecánicas
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REVISTA DE ENSEÑANZA DE LA FÍSICA, Vol. 33, no. 2 (2021) 124
I. INTRODUCCIÓN
Una tendencia indica que la aproximación al aprendizaje de las ciencias a la actividad científico-investigadora una ma-
nera de afrontar dos problemáticas: las dificultades en la enseñanza y relacionar al estudiantado a métodos y formas
de trabajo actualmente utilizadas en la actividad científica (Valdés y Valdés, 1999). Según este autor, hay dos preguntas
básicas para la concepción del aprendizaje de la física: “¿Por qué aprendizaje en la física como actividad científico-
investigadora?” y “¿De qué actividad investigadora se trata?” (Valdés y Valdés, 1999) Para responder la primera pre-
gunta se indica que el rasgo que “caracteriza la investigación científica es, precisamente, el de ser una actividad orien-
tada a profundizar a partir de la apariencia de las cosas, en lo que está oculto, en lo que no apreciamos directamente”
(Valdés y Valdés, 1999). El organizar el aprendizaje como una actividad investigadora necesita de las actitudes como
disciplina y tenacidad, pero además tiene un papel motivador en el estudiantado (Valdés y Valdés, 1999). Con respecto
a la segunda pregunta planteada, se argumenta que el aprendizaje no tiene lugar espontáneamente y por tanto la
persona docente debe dirigir la dirección del proceso (Valdés y Valdés, 1999). Para actualizar los métodos y formas de
trabajo que se emplean en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la física, se debe conocer cuáles son las caracte-
rísticas de la actividad científica en la actualidad, y en base a estas características, Valdés y Valdés (1999) indica
… si verdaderamente se desean reflejar en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la física elementos esenciales de la ex-
periencia investigadora contemporánea, entonces no es suficiente que los estudiantes realicen actividades como el análisis
y acotamiento de la situación estudiada, la formulación de hipótesis y la operativización de ellas en forma matemática, el
diseño de experimentos, etc. Se requiere, además: cuidar de que una parte de las situaciones consideradas estén orientadas
hacia aplicaciones actuales de la física en la técnica, en otras esferas de la ciencia, o que tengan una proyección social;
elevar el papel que desempeña el elemento intelectual, teórico, durante el análisis y resolución de los problemas; utilizar
dispositivos electrónicos, computadoras y, en general, la automatización como importantes herramientas para la solución
de los problemas planteados; promover formas de trabajo que realcen el carácter colectivo, social, de la actividad científica;
etc. La incorporación de tales elementos al proceso de enseñanza-aprendizaje de la física constituye, sin lugar a dudas, uno
de los mayores retos que ha de enfrentar la didáctica de la física en nuestros días. (Valdés y Valdés, 1999, p. 526)
Por tanto, los elementos descritos anteriormente deben de estar incorporados al proceso de enseñanza-aprendi-
zaje de la física, pero a la vez constituye un reto actual. Además, los autores argumentan que la actividad investigadora
no puede ser simplificada con la realización de actividades de laboratorio como ocurre en la enseñanza de la física
(Valdés y Valdés, 1999) y se debe prestar más atención a incorporar los elementos anteriores. Se debe utilizar esque-
mas y modelos para exteriorizar acciones que se llevan a cabo en el plano ideal y como apoyo sensorial durante la
experimentación mental con las situaciones analizadas, se debe favorecer una elevada independencia intelectual du-
rante la realización de las tareas, organizar el trabajo en equipos y presentar y discutir en el colectivo los resultados
obtenidos, y finalmente, evaluar continuamente la actividad que se realiza. La resolución de cuestiones a lápiz y papel
y las prácticas de laboratorio son actividades donde el estudiantado tiene la posibilidad de desarrollar un intenso tra-
bajo intelectual, propiciando dos cosas: precisar en rasgos esenciales de conceptos y que se ponga en manifiesto con-
cepciones alternativas no científicas que el estudiantado (Valdés y Valdés, 1999). Además, con base en todo lo anterior
indicado por los autores, la introducción de una computadora puede tener dos orientaciones. Primero, en relacionar
al estudiantado con conceptos y procedimientos que caracterizan la actividad científica. Segundo, la computadora
usada como “un facilitador del aprendizaje, un medio de ayuda al profesor” (Valdés y Valdés, 1999). Sin embargo, bajo
esta concepción, esta herramienta debe dar solución a problemas, de otro modo el objetivo de los programas infor-
máticos, como por ejemplo las simulaciones, consiste en “favorecer el cambio conceptual” (Valdés y Valdés, 1999).
Como una referencia más actual de la enseñanza de la física, Moreira (2014) señala que se debe tener en conside-
ración el conocimiento previo del estudiantado, presentar en el comienzo de la enseñanza los aspectos más generales
del cuerpo de conocimientos y progresivamente ir a adentrándose en los contenidos, incorporar tecnologías de la
información y comunicación en la enseñanza, considerar la interacción personal y negociación de significados entre el
alumnado y profesorado o entre ellos mismos como algo fundamental, considerar la enseñanza dialógica, los conteni-
dos físicos deben ser enseñados como construcciones, creaciones del hombre, los contenidos curriculares deben in-
cluir física moderna y contemporánea, se deben usar distintos materiales instruccionales y estrategias didácticas para
estimular la participación, la evaluación debe buscar evidencias de aprendizaje incluyendo aspectos formativos y re-
cursivos, y finalmente, se señala el desarrollar talentos mezclando el aprendizaje activo con la práctica deliberada.
En los laboratorios en la enseñanza de las ciencias se realizan a una serie de actividades basadas en observación,
ensayos y experimentos por parte del alumnado (Trumper, 2003). De forma más específica Satuarno et al. (2019) indica
que las actividades realizadas por el estudiantado en los laboratorios de física corresponden a la observación, medi-
ción, recolección y análisis de datos, y extracción de conclusiones en el laboratorio utilizando ciertos equipos y mate-
riales. Espinosa-Rios, González-López y Hernández-Ramírez (2016) amplían las consideraciones antes señaladas
indicando que: