Del prisma de Newton a la wiphala
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REVISTA DE ENSEÑANZA DE LA FÍSICA, Vol. 33, no. 2 (2021) 8
I. INTRODUCCIÓN
Esta investigación procura ubicarse en la confluencia de la historia y filosofía de la ciencia (Matthews, 2017) y el diálogo
de saberes en la enseñanza de las ciencias (Grajales y García, 2013). Así, frente a la pregunta “¿cómo establecer un
diálogo de saberes entre los conocimientos ancestrales y científicos?”, se proponen puentes, en la enseñanza de las
ciencias, entre los conocimientos científicos escolares y los conocimientos ancestrales (Chadwick y Bonam, 2018) de
pueblos originarios latinoamericanos, desde las relaciones entre la ciencia y el arte (Reis, Guerra y Braga, 2006). Para
desarrollar esta propuesta, se plantea que tanto la ciencia como el arte pueden ser vistos como sistemas culturales
(Elkana, 1983; Geertz, 1993) en constante interacción con otros sistemas. Por tanto, frente a la pregunta “¿por qué es
necesario este diálogo de saberes en el aula de Física y en los espacios de divulgación científica?”, se reconoce que el
hombre se inscribe en entramados de significado que él mismo elabora, por lo cual, al interactuar y reconocer diferen-
tes sistemas culturales, se avanza hacía una visión de la ciencia como actividad humana atravesada por la historia,
hecha por sujetos y grupos sociales, en un contexto sociocultural y que obedece a tradiciones, prácticas y creencias.
El problema elegido en este caso fue la relación entre la luz y el color y para abordarlo se llevó a cabo una revisión
documental de algunos textos de la historia de la óptica, particularmente los trabajos de Newton y Goethe, donde se
resalta el papel del prisma en la estabilización del fenómeno de la refracción (Alvarado, 2017) y los colores como fuente
de diversas interpretaciones, así como textos de la Historia del arte e investigaciones sobre la wiphala y el arte indígena.
El artículo se dividió en tres apartados: un análisis del modelo de visión: observador- objeto-fuente de luz (Ga-
gliardi, Giordano, y Recchi, 2006); una revisión de las teorías sobre el color y la luz de Newton y Goethe (Cardona y
Romero-Chacón, 2014), un acercamiento a los movimientos de arte indígena, claroscuro e impresionismo y, por último,
una propuesta de divulgación científica que tiene como objetivo mostrar el color como un puente entre los conoci-
mientos científicos y ancestrales a través del estudio de los colores del arcoíris y la construcción de sentidos desde el
prisma de Newton y la wiphala. Se espera con esto, ayudar a tejer comprensiones, no dicotómicas sino complementa-
rias, que puedan entrar en diálogo para ampliar el horizonte de los problemas asociados a la luz en la enseñanza de la
óptica.
II. EL MODELO DE VISIÓN OBSERVADOR-OBJETO-FUENTE DE LUZ EN LA ENSEÑANZA DE LA ÓPTICA
Desde la perspectiva de la filosofía de la ciencia y los trabajos de Ronald Giere (1992, 1999), se retoma la concepción
de modelo cognitivo como una de las formas de representar los contenidos científicos. En estos trabajos, el modelo es
caracterizado como una abstracción de segundo orden que se distingue del fenómeno físico y respeta la estructura
sintáctica del sistema físico, modelándolo con términos teóricos y planteando relaciones funcionales y estructurales
entre ellos (Aduriz-Bravo y Morales, 2002). Así, se reconocen dos niveles de representación, que están mediados por
símbolos y sentidos que se otorgan a ellos, el primero es denominado sistema físico, que según (Aduriz-Bravo y Mora-
les, 2002) citando a Duschl (1997) se puede ver como una representación de primer orden que da estructura al mundo
de los fenómenos, transformando (organizando) los datos en evidencias, estableciendo un patrón y por lo tanto, ya
supone una intervención del hombre por organizar su realidad para hacerla más aprehensible. Ya el segundo nivel de
representación incluye teorías sobre los funcionamientos, propiedades y relaciones.
De esta concepción sobre modelos, es importante resaltar la función semiótica de la representación, es decir, el
papel del lenguaje en la significación e intervención en el mundo. Así, el modelo tiene una parte en el mundo real y
otra en la teoría científica (Hernández Silva e Izquierdo, 2017). Teniendo en cuenta lo anterior y atendiendo a la parti-
cularidad del modelo sobre la visión para la enseñanza de la Óptica, que es el objeto de estudio en este trabajo, es
necesario distinguir entre modelos sobre visión y sobre la luz. El primero requiere la intervención de otros campos del
saber cómo la anatomía, la neurología y la física, entre otros, mientras que los modelos, corpuscular y ondulatorio,
sobre la luz en física, agrupan una amplia gama de fenómenos asociados a la entidad física denominada luz y sus
interacciones con la materia.
Al ahondar entonces en los modelos sobre visión, se destaca el trabajo de Gagliardi, (2006) bajo el proyecto nacio-
nal de investigación SeCiF, que presenta el problema de la luz más allá de la óptica geométrica para la formación de
profesores y propone la triada observador- objeto-fuente de luz como un sistema inseparable que hace posible explicar
el hecho de que veamos. Uno de los problemas detectados fue la clásica idea sobre la visión, pues se cree que está es
una acción pasiva que tiene lugar a través del ojo, simplificando el problema a la formación de imágenes en la retina.
Al respecto, Gagliardi, Giordano y Recchi (2006) mencionan que “La secuencia tradicional de enseñanza de la óptica
reduce el proceso de la visión a un registro «pasivo» […] sin embargo, desde una perspectiva cultural más amplia, esto
se considera como un serio error conceptual.” Por esta razón se hace necesario acudir a la fenomenología como un
elemento que permita comprender desde la cotidianidad la complejidad del fenómeno óptico y salir de reduccionis-
mos que fragmentan su comprensión. Por tanto, desde una perspectiva cultural y formativa, al reconocer los