Rossi, Florencia *
RESUMEN
Lezama Lima, orígenes, revolución y después... (2013), compilado y editado por Teresa Basile y Nancy Calomarde, se enmarca en la apuesta por la constante relectura, desde el presente, tanto de la obra de Lezama Lima como de las principales líneas del aparato crítico, y de las reescrituras del barroco. Este libro, editado por Corregidor, se compone de ensayos y trabajos heterogéneos que logran ampliar la perspectiva sobre Lezama Lima, así como plantear una actualización de los debates abiertos en 1990 tanto sobre su obra como sobre su recepción e influencias. En el volumen, el ensayo como género se luce, genera una red de lecturas y preguntas, cuestionamientos que son respondidos, en algunos casos, en los otros trabajos. La lectura poética como posibilidad teórica y analítica es otra de las grandes apuestas del libro. En estas casi quinientas páginas, nos encontramos con el diálogo como potencia epistemológica: el diálogo de los veintidós trabajos, el diálogo de Lezama con otros intelectuales y familiares, el diálogo con las poéticas más contemporáneas como el neobarrocho de Pedro Lemebel. Es la posibilidad de ese porvenir que regresa, a la manera sarduyana, para plantear nuevos horizontes críticos, debates y, por sobre todo, (re) lecturas.
Lezama Lima, orígenes, revolución y después... (2013), edited and compiled by Teresa Basile and Nancy Calomarde, suggests a constant rereading of Lezama Lima's works as well as his main lines of critical analysis . This book, edited by Corregidor, consists of a compilation of heterogeneous essays and works which broadens the perspectives on Lezema Lima and updates the 1990's debates on his works and on the reception and influence they had. In this book, the essay as a genre is highlighted, generating a collection of interpretations and questions, which are answered, in some cases, in other works. The volume also suggests poetic readings as a valid theoretical and analytical tool. In almost five hundred pages, dialogue is presented as an epistemological power: the twenty two works' dialogue, Lezema's dialogue with other intellectuals and family members, and the dialogue with more contemporary poetics such as Pedro Lemebel's neobarrocho. It is the possibilities offered by the future, which come back in a sarduyan way to suggest new critical horizons, debates and, above all, (re) readings.
PALABRAS CLAVES:
Lezama Lima- Crítica- Reescritura- Relectura- Diálogos
Lezama Lima- Critical analysis- Rewritting- (Re)readings- Dialogue
“Lezama es, en nuestro espacio, ese antecesor; es su obra la que, desde el porvenir, regresa o invita a que la convoquemos para que en su advenimiento ese porvenir se haga presente” dirá Severo Sarduy en su famoso ensayo-homenaje “El heredero”. Lezama Lima, orígenes, revolución y después... (2013), compilado y editado por Teresa Basile y Nancy Calomarde, se enmarca en una apuesta por la constante relectura, desde el presente, tanto de la obra de Lezama Lima como de las principales líneas del aparato crítico, y de las reescrituras del barroco. Este libro, editado por Corregidor, se compone de ensayos y trabajos heterogéneos que logran ampliar la perspectiva sobre Lezama Lima, así como plantear una actualización de los debates abiertos en 1990 tanto sobre su obra como sobre su recepción e influencias. En este volumen, el ensayo como género se luce, genera una red de lecturas y preguntas, cuestionamientos que son respondidos, en algunos casos, en los otros trabajos. La lectura poética como posibilidad teórica y analítica es otra de las grandes apuestas del libro. Si tuviéramos que resumir qué es lo que encontramos en estas casi quinientas páginas, diríamos que es el diálogo como potencia epistemológica: el diálogo de los veintidós trabajos, el diálogo de Lezama con otros intelectuales y familiares, el diálogo con las poéticas más contemporáneas como el neobarrocho de Pedro Lemebel. Es la posibilidad de ese porvenir que regresa, a la manera sarduyana, para plantear nuevos horizontes críticos, debates y, por sobre todo, (re) lecturas.
Dividido en siete partes, el libro contiene veintidós trabajos que fueron presentados, en su mayoría, en el Congreso Internacional El Caribe en sus Literaturas y Culturas. En el centenario del nacimiento de José Lezama Lima (2010), coorganizado entre la Universidad Nacional de Córdoba y la Universidad Nacional de La Plata. La introducción, a cargo de Teresa Basile y Nancy Calomarde, es un trabajo extenso como puntapié para las demás investigaciones. Es una base, por demás completa, sobre la recepción y las lecturas más trascendentes de la obra de José Lezama Lima.
En “Interpelaciones al canon lezamiano”, la primera parte, nos encontramos con el cruce entre la obra del cubano y su posterior lectura y legitimación. Remedios Mataix y César Salgado, contra las lecturas idealizantes de Lezama Lima, buscan develar las intenciones de la manipulación de su figura y acentúan la potencialidad de su relectura: siempre hay algo por agregar a la obra lezamiana, dirá el primero. En esta línea, Francisco Morán sugiere volver a las cartas para revisar las tensiones de Lezama con el contexto y con la imagen que de él se construyó (principalmente a cargo de Vitier). “Encarnarnos en su poesía” es el método sugerido. Justamente, esto es lo que el poeta y ensayista cubano Jorge Luis Arcos propone en su relectura de Oppiano Licario. El artículo de Arcos puede pensarse como una invitación a una lectura lúdica en el espacio del riesgo, en la difusa frontera entre literatura y vida. Por otro lado, Jaime Rodríguez Matos, trabaja específicamente en asentar las distinciones entre las relecturas de los noventa, que veían en Lezama un adelantado a las teorías posmodernas, y las de la actualidad, en las que el contexto histórico y cultural cobra relevancia. Como hemos marcado, esta primera parte es un pantallazo sobre las posibles (re)lecturas hechas y/o por hacer.
La siguiente sección se focaliza en las “Intersecciones barrocas”. El trabajo de Olga Santiago es un recorrido sobre la recuperación de Góngora, y cómo Lezama lo lleva “más allá” en tanto es el poeta el que tiene la posibilidad de construcción de ese reino “descubierto” por el español. El artículo de Rubén Ríos Ávila, propone una lectura desde el sur (vínculo remarcado a lo largo del libro), para ensayar y preguntar sobre el Lezama que lee Perlongher y la (in)traductibilidad de sus poéticas. A partir del papel del lector, el crítico se pregunta por la institucionalización de Lezama y nos queda la incertidumbre: ¿Hasta qué punto esta operación no termina anquilosándolo?
La tercera parte plantea al Coloquio con Juan Ramón Jiménez (1937) como texto teórico-epistemológico y como articulación con la oralidad, tanto textual como extratextualmente. En esta línea, Nancy Calomarde y Jorge Maturano recuperan la categoría insularismo, haciendo especial hincapié en su sentido desesencializador. Maturano realiza una suerte de recorrido de la misma, categoría a su vez estudiada y abordada desde diferentes perspectivas en tanto clausura (Mañach) o potencial amplitud (Lezama), para concluir que es una cuestión de posicionalidad: en la tierra o en el mar. Nancy Calomarde, por otro lado, plantea y desarrolla el recorrido de la “categoría cultural y episteme poética” (2013: 193) en la misma obra del autor, para confirmar que hubo una expansión. Por otro lado, no podemos olvidar que el Coloquio es efectivamente una conversación, es el acontecimiento del pensamiento hablado más allá de las categorías explicadas y propuestas. Castillo Zapata considera que la espontaneidad y la indeterminación de la oralidad generan conceptos que surgen como consecuencia del discurrir de las palabras y del pensamiento que implica, a su vez, contradicciones y equivocaciones características de otra sensibilidad (desde la perspectiva deleuziana). Esta otra sensibilidad posible, línea de fuga, es lo que lleva a Graciela Salto, última autora de esta sección, a rastrear la creación desde la vitalidad de la lengua, desde la pasión, los excesos y la poeticidad de lo nimio del lenguaje cotidiano. Los trabajos del libro, leídos en conjunto, son parte de una fuerte apuesta de las compiladoras de reivindicación de una forma de construcción de conocimiento a la manera lezamiana, recuperando, principalmente, la potencialidad poética y la oralidad de su escritura.
La cuarta sección, “La Habana de Lezama Lima”, se desplaza hacia las distintas configuraciones de la ciudad, tópico recurrente en el pensamiento y la literatura latinoamericana. Por un lado, y como Carolina Toledo plantea, la estrategia textual de Lezama ha sido la de la construcción de La Habana como una ciudad transhistórica desde los diferentes entramados de las ciudades europeas (antigua, medieval, humanista-renacentista e ilustrada). María Guadalupe Silva, por otro lado, cuestiona qué es lo que hay debajo de esta imagen de ciudad que Lezama plantea. Desde la polémica con Mañach, más allá de la ciudad, lo que se encuentra en las crónicas es una imagen de la cubanidad, como parte del discurso latinoamericanista implantado a partir de José Martí. Teresa Basile, por otro lado, propone una lectura desde el hoy de La Habana más atenta a la noción de cronicón (sin perder de vista la intercepción entre el género medieval y el barroco), noción en la que convergen tres aspectos: la crónica del pasado, sobre el pasado y un dispositivo que ancla un objeto del pasado en el presente. Por último, la autora recupera una polémica presente en muchos de los trabajos de este libro, el debate sobre si la obra lezamiana es premoderna, moderna o posmoderna. Y concluye que lo mejor es siempre realizar una lectura en vaivén, sin perder de vista la problematicidad de la obra en sí misma al combinar diferentes perspectivas culturales, lectura que, por su parte, los autores del volumen realizan. Es decir, leerla lezamianamente.
Infaltable, el eje siguiente se focaliza en la polémica “Lezama Lima en la Revolución Cubana”. Si bien a lo largo del volumen ha aparecido esta cuestión, María Marta Luján hace una lectura desde el propio sistema poético lezamiano para reconstruir los aspectos de su obra que lo conectan al proyecto colectivo. En esta línea, la Revolución es otra de las eras imaginarias en tanto ilumina los símbolos, recupera lo humano, visualiza a sus líderes, y a la potencialidad del momento y de la imagen. Por otro lado, Rafael Rojas analiza el vínculo de Lezama con México, vínculo “clásico” para los intelectuales cubanos. A partir del fuerte impacto que habría producido la visita a ese país, el autor la rescata no sólo como origen de la amistad entablada con escritores como Octavio Paz, sino como clave para el desarrollo de algunos pasajes de La expresión americana (1957) y Paradiso (1966).
La sección “Escrituras privadas: diario y epistolario” se focaliza en las cartas y diarios del escritor cubano, escrituras muchas veces dejadas de lado. “Las cartas suelen mostrarnos el mundo muchas veces oculto de la vida privada de un escritor” (377), dirá Iriarte en su artículo en el que analiza la configuración de La Habana como polis en estos textos. En los mismos, el autor ve un cambio crucial en su auto-configuarción: pasa de ser el habanero viejo a ser un mártir. El artículo que estratégicamente abre esta sección es el de María Cristina Dalmagro con una exhaustiva clasificación y ordenación de las cartas: cartas familiares, cartas a amigos escritores y, por último y no retomado en este texto, cartas a editores. A partir del análisis, la autora busca rastrear las escenas autobiográficas desde la enunciación del yo. María Laura de Arriba, por su parte, focaliza su estudio en los dos diarios, póstumos, para comprender los silencios, la poca relación entre lo que escribe y el exterior, así como el desapego de Lezama por la cronología. Susana Gómez cierra este capítulo con el estudio de los mecanismos de lectura empleados en el intercambio literario entre el poeta y Julio Cortázar, observados en las novelas Paradiso y Rayuela.
Por último, el libro concluye con la sección “La poesía de Lezama Lima”, y vuelve a llevarnos a la lectura del sistema poético del mundo, porque más allá de tener en cuenta las configuraciones de la ciudad, de sus categorías teóricas, nunca debemos olvidar que este sistema total del mundo es, en esencia, poético. Juan Pablo Lupi recalca este aspecto estético-poético y teórico del proyecto lezamiano, y hace un análisis minucioso, semiótico y hermenéutico a la vez, que pone en diálogo su poema “X y XX” y “Prose” de Mallarmé. La poiesis y las palabras que engendran, recuperando su sentido performativo, es el principal puente de dos proyectos poéticos complejos. El artículo final, de Ivette Fuente de la Paz, propone una lectura de Lezama como poeta místico.
Lezama Lima: Orígenes, revolución y después... tiene como fin abrir diálogos en varios aspectos de la obra del cubano. Presenta líneas de análisis diversas, y lecturas desde el norte, el sur y desde el propio Lezama. Después de leer este libro, tenemos la certeza de que la obra lezamiana no está agotada ni cerrada, siempre quedan horizontes de lectura, ya que, como Basile y Calomarde expresan, “la potencia poética lezamiana sigue resistiéndose al orden, a la perífrasis y a la conslusión. El fondo inapresable de esa potencia oscura, heterónoma y excesiva provoca y convoca a la creación” (61). En fin, es la idea que siempre nos queda, esa posibilidad de tradición por futuridad que logra convocar el verbo lezamiano.
* Florencia Rossi es estudiante de la Licenciatura en Letras Modernas, FfyH, UNC (Becario de la Facultad). Es ayudante-alumna de la cátedra Literatura Latinoamericana II. Conforma el equipo de investigación Territorios del presente: espacialidades y temporalidades en las escrituras latinoamericanas (1990-2010) (CIFFYH-Secyt), dentro del programa Escrituras Latinoamericanas. Literatura, Teoría y Crítica en debate (1990-2010). Recibido 09/2014