MILONE, GABRIELA (COMP.) - LA OBSTINACIÓN DE LA ESCRITURA, CÓRDOBA, POSTALES JAPONESAS, 2013, 188 PÁGINAS.

La Rocca, Paula *
Neuburger, Ana * *

Una de las reflexiones que aborda la crítica y el pensamiento contemporáneo insiste en el límite impreciso que reúne lectura y escritura, en el recorrido que va de una a la otra. Este paso nos devuelve a la pregunta sobre qué es aquello que nos conduce a escribir. Los ensayos que componen La obstinación de la escritura (Postales Japonesas, Córdoba, 2013) encierran en sí este interrogante. Hay algo que se impone, no sabemos qué y aun así este imperativo asume la forma de una potencia que restituye la materialidad del lenguaje. Hay un modo de leer que retorna como escritura, una singularidad que se expone en la letra. En definitiva, estas lecturas de poetas, filósofos, y críticos no hacen más que abrir la pregunta ética por cómo leer el texto sin ejercer violencia sobre él. O como diríamos con Barthes cómo hacer una lectura justa del texto.

Los ensayos que se reúnen en La obstinación de la escritura se encuentran dispuestos en cuatro partes, cada una de ellas delinea un recorrido posible de lectura. Hay un ritmo, una cadencia que marca el movimiento que se da entre lo que falta y lo que resta. Estas dos figuras son fundamentales para hacer una lectura que no se imponga sino acompañe al texto. Nos encontramos, entonces, en una línea de pensamiento que continúa la discusión acerca de los límites del lenguaje como problemática central. A partir de esta premisa -que permanecerá presente como fondo común de estas reflexiones- se iniciarán nuevos aportes en torno a consideraciones sobre la voz, la escucha, el tocar, la lectura, la escritura.

En Insistencias, la primera parte del libro, se encuentran los ensayos de A. Canseco, L. Fioretti y F. Maccioni. Pareciera que estos trabajos giran en torno a una idea de temporalidad propia de esos escritos ahí desplegados. La pregunta recae en los inicios, tal como da cuenta la cita de Agamben con la que comienza y se abre esta primera parte. La infancia, tanto en el entrecruzamiento de escritores -Quignard, Lyotard, Agamben, Blanchot- como en la lectura de escrituras poéticas -C. Masin, M. Rodríguez- es comprendida como un umbral entre eso que falta y aquello que resta, como la mostración de una presencia-ausencia asimilada a la escritura. Infancia que podrá ser leída como la delimitación de un borde inasible que sólo podría indicar un afuera del lenguaje. Eso que no está ahí y aun así podemos leer. Cada uno de estos ensayos reflexiona, en torno al vínculo lenguaje-temporalidad, sobre la idea del origen como potencia recreadora de un tiempo y a sí mismo, el intento fallido de singularizar esa marca. En definitiva, estos tres ensayos indagan en la capacidad de explorar las experiencias de la temporalidad y en esa búsqueda se formula la misma pregunta: ¿Cómo tocar o ser tocado por la escritura?

La segunda parte, Resonancias: entre lo que falta y lo que resta, que reúne los ensayos de E. Conforte, N. Lorio y G. Milone, propone tres diferentes abordajes de corte teórico articulados por una inquietud común sobre los límites del lenguaje. Aquí se nos invita a pensar, desde una lectura de base blanchotiana, acerca de las posibilidades de la literatura de enfrentarse a la escritura como lenguaje de la Ley, para así experimentar aquello que escapa y que queda suspendido en la cadena lineal de los significantes. La pregunta es por lo real en el lenguaje, y desde allí se interroga por un sentido más allá de las significaciones. Hay un exceso –que es al mismo tiempo una ausencia y una falta- que se excribe y que se adentra en una experiencia del lenguaje en la que si hay algo que es todavía comunicable lo será menos por su contenido que por su potencia sonora. Al llevar estas consideraciones hasta el extremo de lo posible es que se nos desafía a pensar el lenguaje despojado de sí mismo. Enfrentados a los restos, en el riesgo de la nada, nos encontramos abismados a la escucha. La experiencia poética nos devuelve, entonces, a la negatividad de aquello que se desvanece en el mismo instante en que se presenta: la experiencia de la voz en la literatura. Dónde se ubica la voz, quién habla y cómo, y finalmente, qué hace, qué es la literatura son los interrogantes que subyacen y conforman un lenguaje de entre líneas en la lectura de Resonancias.

En Figuraciones: desde lo que falta hacia lo que resta, R. Pavetti, J. Charras y J. Ramacciotti convocan a sus poetas para desplegar singularísimas experiencias de lectura. Al análisis de los procedimientos literarios se suma la reflexión por el estatuto de la crítica: cada uno de los autores se encontrará en la difícil tarea de intentar dar cuenta de su estar a la escucha. Se desprende de aquí una problematización del escribir en relación a la temporalidad de la escritura. La palabra, hueco por el que la realidad se escapa, desquicia su propio presente y la lectura-escritura se vuelve lugar de un aquí y ahora que, en su evanescencia, contiene la fuerza del pasado y su futuro. El escribir suspende la Ley de la escritura y se transforma en un umbral de materia que se debate entre lo real y lo imaginario. Así, en las lecturas de Marosa di Giorgio y la de Viel Temperley, se propone leer un afecto, una cercanía que trabaja desde la literatura dando paso al movimiento lectura-escritura que se inscribe en los intersticios del decir poético. La literatura se torna lugar de encuentros inestables, de yuxtaposiciones, de exposición de multiplicidades que se reúnen en y por el lenguaje. La literatura se oye como el llamado de una voz desenfrenada que subvierte la lógica estabilizadora de la Ley de la escritura para reunirnos temblorosos en un estar ante y en lo que expone la poesía.

Por último, Suplementos, última sección anexada, adjuntada, extensiva del libro, irrumpe con otros escritos. Aquí se da lugar a la entrevista de autor y la traducción de textos. En un intento por continuar una línea de lectura iniciada al comienzo del libro, la entrevista a la poeta Estela Figeroa (y el breve ensayo que la antecede) busca interrogarse acerca del vínculo entre poesía y vida, la posibilidad de habitar espacios y habitar eso que llamamos una voz. La traducción de El misólogo de Quignard por A. Canseco se aproxima a una reflexión sobre la escritura, la lengua y la lectura. A través del fragmento y la imagen del tipo epifánica del texto de Quignard, una vez más se logra acentuar el campo de lecturas que reúne y despliega La obstinación de la escritura.

Son múltiples las preguntas que atraviesan estos ensayos; todas parecieran conducir a reflexionar, en términos de experiencia, el límite de lo posible que abre el lenguaje. Ese umbral impreciso lleva a la apertura de un espacio en el que conviven todos los interrogantes de estas lecturas. No bajo una premisa mayor que encierra un horizonte de preguntas posibles, más bien la imagen de un lugar en el que co-habitan cada una de ellas con el único fin de ser interrogantes que no reclaman de por si una respuesta definitiva. Podemos entrever el modo en que se desprenden ideas en la búsqueda por explorar la fuerza de la pregunta.

Volver a interrogarnos por aquello que nos conduce a escribir adquiere nuevos sentidos. Hay algo que acontece en la escritura y que se hace visible como resto y hay, al mismo tiempo, una falta que es posible leer en los intersticios. En el fondo lo único que queda es la pura insistencia de eso que desconocemos y que se hace presente en la marca, la obstinación de aquello que falta y aquello que resta pero que siempre retorna en forma de escritura.



* Paula La Rocca es estudiante de la Licenciatura en Letras Modernas, FFYH, UNC. Es ayudante-alumno de la cátedra de Hermenéutica de la obra literaria. Conforma el equipo de investigación La experiencia de la voz, la imagen y el cuerpo en escrituras poéticas contemporáneas (1980-2010) (CIFFYH, Secyt).

* * Ana Neuburger es estudiante de la Licenciatura en Letras Modernas, FFYH, UNC. Es ayudante-alumno de la cátedra de Hermenéutica de la obra literaria. Conforma el equipo de investigación La experiencia de la voz, la imagen y el cuerpo en escrituras poéticas contemporáneas (1980-2010) (CIFFYH, Secyt).

ana.neuburger@gmail.com

Recibido 07/2013