Obra bajo Licencia Creative Commons 4.0 Internacional
Recial Vol. XIII. 22 (Julio-Diciembre, 2022) ISSN 2718-658X. Malen Biedma Amado, Procesos testimoniales
y memoriales: contradicciones y reconstrucciones del testigo en la novela gráfica Los surcos del azar de Paco
Roca, pp. 323-337.
https://doi.org/10.53971/2718.658x.v13.n22.39627
Procesos testimoniales y memoriales: contradicciones y
reconstrucciones del testigo en la novela gráfica Los surcos del azar de Paco
Roca Malen Biedma Amado
Universidad de Buenos Aires, Argentina.
malen.biedma@gmail.com.
ORCID: 0000-0002-9706-3627.
Recibido 21/06/2022 Aceptado 08/09/2022
Resumen
En la novela gráfica Los surcos del azar (2013) del español Paco Roca, se recuperan, a través
de una entrevista ficticia con su protagonista, los hechos (históricos) vividos luego de la guerra
civil española. Más precisamente, la vida en el exilio y la participación española en la liberación
de Francia con la compañía denominada La Nueve. Si bien la instancia testimonial está
ficcionalizada, el testigo está basado en un personaje real y la búsqueda de una representación
fidedigna de los sucesos marca el desarrollo de la historieta. En este trabajo nos adentraremos
en la expresión de la memoria colectiva subterránea que aquí se realiza, ya que el silencio y el
olvido sobre dichos acontecimientos son restaurados a través de la instancia testimonial.
También, reflexionaremos sobre la elección de este medio artístico a través de la importancia
de la oralidad y del pasaje constante del tiempo pasado (lo rememorado) al tiempo presente (el
testimonio). Es de nuestro interés observar ambos elementos asociados a las posibilidades
propias del cómic. Por último, buscaremos analizar la identidad vedada y contradictoria de la
figura del derrotado/entrevistado y la importancia de la atestiguación para la reconstrucción de
sí.
Palabras clave: guerra civil española; memoria colectiva subterránea; testimonio; identidad
contradictoria; cómic
Testimonial processes and memorials: contradictions and reconstructions of the witness
in the graphic novel Los surcos del azar by Paco Roca
Abstract
In the graphic novel Los surcos del azar (2013) by the Spaniard Paco Roca, the (historical)
events lived after the Spanish Civil War are recovered through a fictional interview with its
protagonist. More precisely, life in exile and the Spanish participation in the liberation of
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Roca, pp. 323-337.
France with the company called La Nueve. Although the testimonial instance is fictionalized,
the witness is based on a real character and the search for a reliable representation of the events
marks the development of the comic. In this paper we will delve into the expression of the
underground collective memory that takes place on this graphic novel, since the silence and
oblivion about these events are restored through the testimonial instance. Also, we will reflect
on the choice of this artistic medium through the importance of orality and the constant passage
from the past time (remembered) to present time (testimony). It is of our interest to observe the
relation between these elements and the inherent attributes of the comic. Finally, we will seek
to analyze the forbidden and contradictory identity of the figure of the defeated/interviewee
and the importance of witnessing for the reconstruction of oneself.
Keywords: spanish civil war; underground collective memory; testimony; contradictory
identity; comic
Introducción
La novela gráfica, etiqueta acuñada especialmente a partir de la consagración de Maus
1
,
implica, por una parte, cuestiones de formato: la historieta puede tener una extensión mayor a
la tira de diario, reunir en un solo volumen, ya no en forma de serie (aunque haya sido publicada
así en un principio), una narración extensa y autoconclusiva. Por otra parte, también supone
una consideración distinta sobre el medio: la noción de novela para referirnos a un cómic le
brinda estatuto o legitimación literaria. Si bien, de acuerdo con Gómez Salamanca
2
, la edad del
público a quien se dirige una obra no debería ser un medidor de legitimidad, existe, igualmente,
una idea generalizada que indica que un producto hecho para un público infantil tiene un
carácter más elemental, al menos, incompatible con lectores adultos, que buscarían un
contenido más serio o complejo. Si la historieta, entonces y en líneas generales, fue considerada
como un género destinado principalmente para niños y, por ende, relegado y deslegitimado, la
idea de novela gráfica revierte el lugar y las posibilidades del cómic
3
. De hecho, a partir de
Maus, el cómic empieza en mayor medida a representar temas considerados “serios” o para
adultos y a recuperar la instancia del testimonio en la estructuración del relato.
En este sentido, el uso de este medio para narrar temáticas “adultas” o situaciones históricas
que incluyen las voces de quienes las vivieron se volvió más común. Por ejemplo, la historieta
se convirtió en un género ampliamente elegido para retratar las vivencias y consecuencias de
la guerra civil española. En lo que a nuestro trabajo atañe, el autor Paco Roca publicó en 2013
la novela gráfica Los surcos del azar, en la cual recupera la historia de uno de los combatientes
de La Nueve, compañía compuesta casi en su totalidad por exiliados españoles que luchó en la
liberación de París en 1944. El desconocimiento general sobre este hecho histórico y, por ende,
la relegación al olvido de estos combatientes y exiliados, son reconstruidos y recuperados en
la historieta. Si bien se entrecruza la ficción con la historia, ya que Miguel Campos, el personaje
histórico recuperado en la historieta, murió en 1944 luego de la liberación francesa y, entonces,
el testimonio reconstruido está ficcionalizado, la búsqueda de una representación fidedigna de
los sucesos marca el desarrollo del cómic. Esto se refleja en su realización, por ejemplo, con el
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asesoramiento de historiadores y el respaldo en documentación. En sintonía con el trabajo
desarrollado en Los surcos del azar, la novela Soldados de Salamina, de Javier Cercas (2001),
y la novela gráfica Arrugas, también de Paco Roca (2007), dialogan a su manera con la temática
tratada allí. En la primera, aparece la voluntad de recrear con fidelidad los hechos reales
alrededor de un personaje histórico (Rafael Sánchez Mazas y su salvación de un fusilamiento)
4
.
Al igual que Roca, Javier Cercas se introduce como personaje en la novela y retrata el proceso
de descubrimiento del acontecimiento que narrará, la documentación de la cual se vale, las
entrevistas realizadas, los testimonios que de ellas se desprenden y hasta el artículo publicado
en el diario donde trabaja como periodista. Es decir, se recrea la investigación que le conferiría
un carácter realista a la narración. La ficción, igualmente, también se entrecruza con esta
búsqueda histórica, por ejemplo, al llenar el vacío de la historia del miliciano Miralles con la
invención de su testimonio, como lo hace Roca con el de Miguel.
En el caso de Arrugas, el tema de la memoria es central en el relato y vemos, al igual que
en Los surcos del azar, cómo se combinan el presente y el pasado de manera constante. Sin
embargo, mientras en este último se retrata la recuperación de la memoria acallada, en el
anterior la memoria de los hechos pasados, en verdad, invade el presente de los personajes
como una señal de un olvido absoluto y destructivo. De esta manera, aunque la temática se
reitera en las dos historietas, la memoria representada invierte sus sentidos: si en la obra que
nos ocupa la rememoración implica una reconstrucción de sí, un regreso a la propia identidad
vedada con la particularidad de ser post mortem, ya que el personaje reconstruido falleció en
la realidad, en Arrugas se produce lo contrario. Los recuerdos que asaltan a los personajes
advierten el avance de la enfermedad, representan la disolución irremediable de la propia
identidad y de su autonomía, y anuncian la muerte próxima.
Ambas novelas gráficas forman parte de la extensa obra de Paco Roca. Dicho autor nació
en Valencia, España, en el año 1969; es escritor e ilustrador y estudió en la Escuela de Arte y
Superior de Diseño en su ciudad natal. Sus primeros trabajos datan de 1990; comenzó su carrera
como ilustrador de portadas de revistas e historietista en revistas eróticas. En el 2001 escribe y
dibuja El juego lúgubre, considerado uno de sus primeros trabajos más destacables, que marca
un antes y un después en su profesión: a partir de ese momento y de modo continuo, publica
una gran cantidad de historietas, algunas de las cuales fueron llevadas al cine o a la televisión
(por ejemplo, Arrugas, en 2011; Memorias de un hombre en pijama, en 2018, y la serie La
fortuna, basada en El tesoro del Cisne Negro, estrenada en 2021). Su obra recibió grandes
reconocimientos y premios, especialmente a partir de 2007 con la publicación de Arrugas, y
en el caso de Los surcos del azar obtuvo seis premios y una nominación al Libro del Año
5
.
Hacia una actualización del pasado
La historieta se abre con el comienzo del exilio y con la búsqueda del testimonio por parte
de Paco Roca. El destierro y la atestiguación son las instancias que se entrecruzan a lo largo
del libro, porque se narran todos los sucesos vividos luego de la salida de España y desde un
presente ficticio en el cual el testigo continúa, de alguna manera, siendo un desterrado. El
tiempo de lo relatado y el de la entrevista, es decir, el pasado y el presente, se combinan
constantemente, incluso en la nominación de los capítulos. En cada uno de ellos, el título remite
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no solo al acontecimiento rememorado, sino también al día, e incluso al momento del día, en
que se atestigua (por ejemplo, “Viernes tarde / El ejército de la Francia Libre”). A nuestro
parecer, esta combinación de tiempos, anunciada en el nombre del capítulo y luego desplegada
en el cómic, genera un tiempo abarcador que da cuenta del largo silencio. Es decir, este tipo de
temporalidad abarca más de un tiempo a la vez: da cuenta en el presente del relato del pasado
rememorado, logrando una conjunción entre estos momentos y creando un tiempo más amplio
e incluyente. Asimismo, y en relación con lo anteriormente dicho, ese contraste temporal
también exhibe una actualización del pasado. Esta superposición de tiempos que el medio de
la historieta habilita a través de su estructura en viñetas aparece, como dijimos, en la
nominación de los capítulos y en algunos casos incluso en sus portadas, que llevan en indicios
del tiempo abarcador mencionado, pues en ellas encontramos siempre un elemento que remite
al momento de la entrevista y que, muchas veces, hace alusión a lo rememorado:
Figura 1.
Fuente: Roca, 2020, p. 181.
En esta imagen aparece en primer plano el queso camembert que luego, en el desarrollo del
capítulo, Miguel compartirá con Paco. Es decir, se produce una focalización en un objeto que
forma parte del momento de la entrevista, de la atestiguación. Pero ese elemento también lleva
en las marcas de lo testimoniado: el queso es originario de Normandía, el mismo lugar donde
comienza la acción anunciada por el título (“La invasión francesa”) y a partir del cual se
desplegará la invasión que testimonia Miguel. Así, a través de un solo dibujo, es decir, del uso
metonímico de la imagen, se produce una doble significación que logra entrelazar los diferentes
tiempos. Esta combinación temporal, además de visibilizar la prolongación del silencio y de
traer al presente el pasado, consideramos que tiene, en ciertas partes, un significado más. Por
ejemplo, en el capítulo IV aparece la jaula y el pajarito que tiene Miguel en su casa. Resulta
interesante que esta portada se encuentre a continuación del capítulo “La cárcel de arena”,
donde la relación metafórica sería más directa o evidente. Sin embargo, aparece luego, en el
testimonio sobre la liberación de los campos de Orán. En este sentido, la jaula/cárcel parece
extenderse más allá del desierto; con mayor precisión, hacia la condición de exiliado
determinada por la continua toma de decisiones sobre el propio destino, el desconocimiento y,
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y memoriales: contradicciones y reconstrucciones del testigo en la novela gráfica Los surcos del azar de Paco
Roca, pp. 323-337.
en parte, la falta de elección sobre sí (los caminos se les imponen, como lo anticipa el título del
libro):
Figura 2.
Fuente: Roca, 2020, p. 92.
Figura 3.
Fuente: Roca, 2020, p. 94.
Aquí aparecen las diferentes opciones, la dificultad de la decisión y el pájaro en su jaula
anunciado en la portada. De alguna manera, esa transposición de significados muestra que esos
acontecimientos vividos siguen formando parte del presente. Es decir, ante el silencio y el
olvido de años, esos sucesos relatados continúan vigentes y operando en la historia de quien
las vivió y, por extensión, en la de todas las personas involucradas en esos hechos. Por eso, el
personaje de Miguel Ruiz aparece retratado aún como un desterrado
6
. Así como también se
refuerza esta idea de una temporalidad entrecruzada y amplia manifestada por medio de las
imágenes metonímicas. En este sentido, esta singularidad de la historieta permite, junto con la
combinación de viñetas y titulación de capítulos, que el tiempo abarcador sea la constante.
Entre la invención y lo histórico: formas verídicas de lo ficcional
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y memoriales: contradicciones y reconstrucciones del testigo en la novela gráfica Los surcos del azar de Paco
Roca, pp. 323-337.
En relación con el inicio de cada capítulo, sus dibujos están trazados con líneas poco
precisas. Estos remiten al cuaderno que siempre lleva en mano Paco:
Figura 4.
Fuente: Roca, 2020, p. 94.
Estos apuntes le brindan verosimilitud a la entrevista: el cuaderno en mano vuelve más real
el momento de atestiguación, convierte en más creíble la oralidad de esa instancia y resalta, a
través de cada una de las portadas, la importancia del testimonio. Así, le confiere realismo y
relevancia a lo más ficcional de la historieta. Por lo tanto, esta falta de precisión no implica,
como vimos, que la portada carezca de importancia; más bien anuncia, a través de las
anotaciones de Paco, lo que el testimonio desplegará a continuación. En contraste con esto, los
dibujos que conforman el interior de cada capítulo están hechos con líneas definidas. En ellos
encontramos zonas en color (los espacios de la memoria, de lo atestiguado, del pasado) y zonas
en blanco y negro (el espacio del testimonio, de la entrevista, del presente), logrando diferenciar
ambas instancias, la de la enunciación y la de lo enunciado: “En el blanco y negro, las ideas se
nos comunican más directamente. El significado trasciende a la forma. El dibujo se aproxima
al lenguaje” (McCloud, 1995, p. 192). En este sentido, es interesante que el testimonio se
represente así, ya que implica, como dijimos, el momento de habla. La instancia enunciativa
tendría, de este modo, mayor relevancia o, al menos, se pondera con el blanco y el negro la
forma tomada por la atestiguación. A su vez, “no vivimos en un mundo en blanco y negro, sino
en un mundo de colores. Los tebeos a color siempre parecerán más reales a primera vista”
(McCloud, 1995, p. 195). Quizás el uso del color para representar lo acontecido sea una forma,
entonces, de brindarle existencia a los hechos rememorados y acallados, cuya supervivencia
dependió de la memoria (subterránea) de quienes los vivieron y no de la sustancialidad que
propicia una memoria oficial
7
. Asimismo, el color le aporta a la lectura de la historieta una
vivencia más sensitiva —“el color como sensación, el color como ambiente” (McCloud, 1995,
p. 191), más cercana a lo sensorial. La experiencia del lector, entonces, se vuelve en las
zonas en color más receptiva que reflexiva; se busca la inmersión del lector antes que su
capacidad razonadora.
En cuanto a los colores utilizados, en general son mates y oscuros, con tonalidades verdes,
marrones, azules y grises. Estos tonos se asemejan, también, a un color sepia que les confiere
a las imágenes un halo de antigüedad; les imprime, de cierta forma, el paso del tiempo; y ayuda,