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Recial Vol. XIII. N° 21 (Enero-Julio 2022) ISSN 2718-658 Melisa Belén Avaca, Críticas y ficciones
latinoamericanas: nuevas reflexiones sobre la experiencia territorial X. pp. 301-305.
contexto de renovación y de apertura que aparece el libro Territorialidades latinoamericanas.
Ensamblajes de materialidades y vitalidades en la escritura como un aporte a estas
problemáticas que la crítica ha suscitado. En sus páginas, se puede acceder a conocer una
constelación de artículos individualizados que debaten en torno a diferentes categorías
predeterminadas, pero abriéndose a presentar en dichas investigaciones nuevos modos de
cartografiar los caminos explorados. Considerando estas perspectivas de análisis los estudios
dentro del libro se reúnen bajo la siguiente premisa: “¿En qué consiste la práctica de
territorializar nuestros corpus/cuerpos?” (p. 20).
Este libro es fruto de años de investigación y trabajo que de manera conjunta han realizado
sus autores formando parte del equipo de investigación coordinado por Nancy Calomarde en
la Universidad Nacional de Córdoba. Llevan adelante su labor como un “laboratorio de
ficciones críticas” (p. 19), ya que permean las fronteras impuestas entre la crítica y la ficción
abriendo los horizontes a nuevos modos de pensar y reflexionar sobre las territorialidades
latinoamericanas. Por lo tanto, el hecho de eludir categorías que son comunes dentro de los
estudios críticos o pensadas desde una rigurosidad científica determinada, no significa que las
investigaciones allí presentes carezcan de interés o sean desestimadas, todo lo contrario. Ello
implica un importante aporte a la constitución de enfoques novedosos para realizar las
exploraciones críticas desde nuevas perspectivas.
Dicha compilación comienza con un prólogo de Nancy Calomarde titulado “Hacia la
construcción de un dispositivo “trans” para leer territorialidades latinoamericanas” en el cual
la autora insiste sobre la necesidad de estudiar nuevos corpus transdisciplinarios frente a la
coyuntura social actual que ha permitido abrir los campos de investigación a discusiones que
se consideraban estancadas “en torno a lo viviente y lo no-viviente, lo humano y lo
inhumano, la vitalidad y la materialidad” (p. 18). Por lo tanto, se parte de la construcción de
nuevos vínculos de estudios ya existentes sobre feminismos, pensamientos poscolonialistas y
posestructuralismos que permiten cuestionar el mundo en el que vivimos y las implicancias
de un posible fin del mundo. No solo destaca la importancia del ensamble disciplinar, sino
también del trabajo de subjetividades en conjunto, ya que, retomando a Deleuze y Guattari
(2004), para pensar en los procesos desterritorializadores es necesario considerarlos como
procesos heterogéneos que se producen aparecen a partir de las multiplicidades.
Una vez realizado este aporte con respecto al entrecruzamiento transdisciplinar el libro se
divide en dos partes. La primera de ellas se denomina “Materialidades (archivos, cuerpos,
imágenes, fronteras, ciudades, fugas)” y el primer artículo también corresponde a Calomarde.
En esta investigación denominada “Gris de archivo. Reterritorialización y modernidad en los
álbumes de Gertrudis Gómez de Avellaneda” se rescata el proceso de revisión y archivo que
Gómez de Avellaneda realizó con la correspondencia que ella mantenía con diferentes
personalidades de la época y una de las novelas por ella escrita El artista barquero o los
cuatro o cinco de junio (1870). Puntualmente, se detiene a analizar la constelación de
escrituras del retorno a partir de la experiencia de Gertrudis de estar entre mundos, ella
vuelve de un mundo que comienza a experimentar lo colonial con incipientes formas de la