que favorezcan la descolonización del inconsciente y la resquebrajadura de los procesos dominantes de subjetivación.

Si en la fase actual del neoliberalismo la práctica del extractivismo llega incluso hasta los recursos del inconsciente, si el régimen extrae su fuerza económica, cultural y subjetiva desde la expropiación de las potencias de creación de nuevas formas de existencia, la batalla que se deberá librar será, también, micropolítica: un enfrentamiento entre políticas del deseo, una resistencia y una insurrección capaz de desarrollar estrategias dentro del propio espacio de la producción de la subjetividad. Para establecer la distinción entre micropolíticas que viabilizan la reapropiación y formaciones del inconsciente donde la producción de la subjetividad, del deseo, del pensamiento y de la relación con el otro conduce a una entrega ciega a la apropiación de la fuerza de creación, Rolnik retoma las propuestas de la artista brasileña Lygia Clark en la serie Caminhando (1963) relativas a la exploración de diversos cortes dentro de la cinta de Möbius. La autora proyecta esa figura de la cinta hacia una superficie topológica relacional del mundo para referir las formas y fuerzas que, de manera simultánea, tensionan la trama que se teje entre los cuerpos en cada momento y que conducen nuestra existencia.

Si los procesos de opresión colonial capitalística procuran reducir la subjetividad a la forma, a la experiencia como sujeto —un individuo con una identidad—, las fuerzas refieren la experiencia fuera de sujeto, aquella apreciación del entorno sutil, una

capacidad“extrapersonal-extrasensorial-extrapsicológica-extrasentimental- extracognoscitiva” que refiere un “saber-del-cuerpo” o “saber-de-lo-vivo” o “saber-eco- etológico”. El movimiento constante de formas y fuerzas provoca tensiones en el “inconsciente pulsional” del sujeto, quien se encuentra entre direcciones que conducen hacia la conservación de las formas donde ya se encuentra materializada la vida — esfera privilegiada por el régimen—, o hacia la conservación de la potencia de germinación de la vida, provocada por los perceptos y afectos de los gérmenes de otros mundos en el propio cuerpo. Frente a esta tensión, ¿cómo orientar el deseo? Aquí la autora vuelve a la serie Caminhando para señalar que la invención tiene lugar a partir de las posibilidades de efectuar perforaciones, de proponer movimientos tendientes a transformar, a “transducir” el afecto, la emoción vital, en una experiencia que provoque desvíos sobre la arquitectura actual de la superficie del mundo. De este modo, de la reapropiación del deseo devienen actos de creación capaces de romper la escena de lo instituido y actualizar nuevas formas dentro de los territorios existenciales. Estas salidas de las cartografías vigentes tienen lugar en la esfera micropolítica, una dimensión clave que la autora retoma de las exploraciones que llevó adelante junto con Félix Guattari y que será la dimensión que la autora procurará descifrar y potenciar desde distintas aristas y a partir de diversos acercamientos a lo largo del libro.

En efecto, Esferas de la insurrección es una antología de tres ensayos, que cuenta con un “Prólogo” de Paul Preciado que inscribe la batalla micropolítica, es decir, la reapropiación de los medios de reproducción formulada por Rolnik, dentro de una revolución molecular, un experimento esquizoanalítico capaz de desterritorializar esa práctica del ambiente institucional y clínico y “arrojarla al magma de la vida en su proceso de recolonización y descolonización en Sudamérica” (p. 13) para promover desde allí una gestión colectiva y creativa del malestar, capaz de promover otros mundos. Seguidamente, el “Preludio” inscribe la escritura dentro de la intensificación de las instancias de confrontación entre fuerzas activas y reactivas dentro del

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capitalismo mundial integrado, desde una mirada que ajusta el lente en sus modulaciones de desarrollo en Brasil.

Así, es posible observar que en la antología de ensayos que componen el libro —“El inconsciente colonial-capitalístico” (2012), “Insurrecciones macro y micropolítica: diferencias y entrelazamientos” (2016) y “La nueva modalidad del golpe: una serie en tres temporadas” (2018)— se van afinando y afilando las herramientas de escucha y de lucha frente a los hilos que atenazan y que tejen la expropiación de la vida en el pliegue financiarizado del régimen colonial capitalístico. Esto explica el trabajo consciente de repetición y de reformulación que se presenta en el desarrollo el libro, y que debe ser leído como un ejercicio urgente y constante de transfiguración de la vida social.

En este llamado a la insurrección que propone Rolnik —en consonancia con aquellos movimientos que están promoviendo colectivamente nuevas y diversas formas de resistencia—, la izquierda tradicional deberá implicarse en la multiplicidad de procesos micropolíticos revolucionarios, pues el privilegio que le ha otorgado al abordaje macropolítico de la lucha de clases ha reducido las existencias a entidades identitarias, y ha perdido de vista las posibilidades de transformación que derivan de la trama que se enlaza desde los diversos modos de existencia. Uno de los aportes de la obra, en este sentido, deviene de la importancia que adquiere la superación de la dicotomía y la correspondiente articulación entre las luchas micro y macropolíticas, pues dentro del nuevo pliegue del régimen capitalista y de su unión con las fuerzas conservadoras para llevar su proyecto colonial a una realización globalitaria —como observa en el análisis del golpe hacia la propia vida en Brasil— será necesaria la insurrección en ambas esferas para enfrentar la expropiación de todos los seres y planos que componen el ecosistema planetario.

Entonces, la atención a las operaciones de la micropolítica permitirá potenciar el desarrollo de fuerzas vitales y de performatizar diversas estrategias de insurrección capaces de propiciar transmutaciones en la realidad individual y colectiva. La propuesta micropolítica de este libro, así como la transterritorialidad creada por ciertas expresiones artísticas y las modalidades de resistencia instrumentadas por los nuevos pliegues del feminismo, de lxs LGBTQI, de afrodescendientes y de lxs indígenas tienen la potencia de afectarnos y, así, implicarnos en la germinación de embriones de futuro capaces de imaginar nuevos y diversos modos de existencia.

Notas

1La primera edición en portugués del libro se tituló Esferas da insurreição. Notas para uma vida não cafetinada, N1, Edições, São Paulo, 2018.

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