HISTORIA, PRODUCCIÓN Y CONTINUIDAD DE LA SOCIEDAD DE
FOLKLORE CHILENO
Christian Spencer Espinosa*
Antonieta Contreras**
Gabriel Rammsy ***
Resumen: El presente artículo describe la historia, producción y continuidad intelectual de la Sociedad de Folklore Chileno, organismo académico fundado en 1909, pionero en el estudio del folclore material e inmaterial en Chile. El argumento principal dice que la producción de esta Sociedad tuvo continuidad por medio de diversas revistas, legando un concepto de folclore que mezcla la tradición inglesa (material) y alemana (inmaterial) sobre el “saber popular”. El texto ofrece primero una descripción de la conformación de la Sociedad para luego reseñar el concepto de folclore desprendido de sus primeros años fundacionales. Posteriormente se analiza la continuidad de sus publicaciones considerando la productividad de sus miembros en el tiempo y, finalmente, se delinean algunas conclusiones iniciales acerca de su aporte a la investigación sobre folclore chileno así como a la visibilización de una red etnográfica de colaboradores en el campo de la música tradicional.
Palabras clave: Chile, Folclore, Rodolfo Lenz, Saber Popular, Sociedad Folklore chileno
HISTORY, PRODUCTION AND CONTINUITY OF THE CHILEAN FOLKLORE
SOCIETY
Abstract: The current paper describes the history, production and intellectual continuity of the Chilean Folklore Society (Sociedad de Folklore Chileno), an academic organization founded in 1909, pioneer of the studies of tangible and intangible folklore in Chile. Our main argument argues that the production of this Society had continuity through various magazines, bequeathing a concept of folklore that mixes English and German tradition about the “popular knowledge” (tangible and intangible, respectively). First, our paper offers a description of the conformation of the Society, and then reviews the concept of folklore that emerges from its first founding years. Subsequently, the continuity of its publications is analyzed, considering the productivity of its members over time. At last, in a final section, some conclusions about its contribution to research
*Profesor Asociado, Director del Centro de Investigación en Artes y Humanidades (CIAH), Facultad de Artes, Universidad Mayor, Chile. christian.spencer@umayor.cl
**Socióloga, Pontificia Universidad Católica de Chile. Magíster en Artes, Pensamiento y Cultura Latinoamericanas, Instituto de Estudios Avanzados, Universidad de Santiago de Chile, Proyecto Fondecyt Nº11180946.
***Licenciado en Música mención Musicología, Magíster en Artes mención Música (Musicología), Pontificia Universidad Católica de Chile, Proyecto Fondecyt Nº11180946.
Recibido 12/04/2019 Aceptado 10/08/2019
on Chilean folklore are outlined, as well as the visibility of an ethnographic network of collaborators.
Key words: Chile, folklore, Rodolfo Lenz, popular knowledge, Chilean Folklore Society
Introducción
La Sociedad de Folklore Chileno (SFCh) fue fundada en 1909 en Santiago de Chile y sesionó hasta el año 1922. Señalada por algunos como la primera Sociedad de Folklore de América Latina (Lenz en Dannemann, 1960: 206), formaron parte de ella destacados/as estudiosos de las costumbres nacionales empeñados en dar a conocer estudios de caso sobre el llamado “folclore”1, concepto y disciplina consolidada en Europa que en América Latina recién comenzaba a afianzarse científicamente.
Los logros y efectos de la SFCh fueron múltiples. Por un lado, permitió el encuentro entre reconocidos intelectuales de la época y la divulgación de los primeros trabajos de investigación sobre el folclore material e inmaterial. Por otro, editó la llamada Revista de Folklore Chileno que alcanzó a imprimirse entre 1910 y 1923 e inspiró posteriormente la publicación de los Archivos del Folklore Chileno
En los últimos años ha aumentado el número de textos que describen y analizan el rol de esta sociedad en la cultura chilena, a los cuales se suma la producción realizada por los propios protagonistas de la SFCh y sus continuadores/as3. Donoso (2006) ha elogiado la propuesta racial de la SFCh, señalando que la inclusión de la cultura indígena (especialmente mapuche) fue un reconocimiento al carácter mestizo del país y al sustrato popular como fuente de identidad. Donoso y Tapia (2017: 136) han apuntado también al valor anticolonial de la SFCh en el sentido de ser el primer organismo en estudiar sistemáticamente a las clases subalternas, mientras que Parra (2017: 158) ha señalado que ella contribuyó sustancialmente al desarrollo de la ciencia en el país. En una mirada más general, Palominos (2016: 33) ha dicho que esta sociedad fue la primera en ofrecer una “problemati ación sistemática de la cultura popular en los tiempos modernos” y Ramos (2012: 93) que su obra tuvo continuidad en la política cultural del país a través de la creación del Instituto de Extensión Musical (1940) y el
Instituto de Investigaciones Musicales de la Universidad de Chile (1947). Fuera del ámbito de la música, investigadores/as han destacado el aporte que ella hizo al conocimiento del lenguaje vulgar (Contreras 1989, Salinas 2011) y la habilidad que desarrollaron sus miembros para recopilar material
El presente artículo se inscribe en esta misma línea de trabajo. El objetivo primordial es describir el trabajo emprendido por la SFCh en dos niveles: primero, señalando su conformación histórica como Sociedad, así como sus estrategias de publicación por medio de revistas; segundo, analizando de manera sucinta el concepto de folclore difundido por ella. El argumento de fondo es que la SFCh consolidó los Estudios Folclóricos Chilenos y aportó una noción de folclore integrado que mezclaba la idea abstracta o procesual de “saber del pueblo” o
Con este texto no deseamos establecer un debate conceptual sobre el folclore, sino más bien aportar a la realización de un catastro ordenado de las publicaciones de la Sociedad para mostrar la importancia que tuvo su continuidad en la investigación musical chilena. Aunque debatimos algunos asuntos relativos al concepto de folclore, excluimos la problematización de nociones como folclore público, política cultural y método inductivo de recolección, así como el análisis de aspectos referidos al género, el eurocentrismo y el juicio de valor hacia al folclore (basado en la música de concierto o culta como vara de medida), por superar con creces el sencillo objetivo de esta propuesta. El trabajo que aquí ofrecemos, en este sentido, es parte de un proyecto mayor sobre el folclore chileno sobre el cual esperamos publicar otros textos donde se aborden estos asuntos.
El texto posee cuatro partes. En la primera describimos la historia de la SFCh haciendo hincapié en lo que sus propios estatutos y actas señalan sobre su conformación inicial. En la segunda ofrecemos una noción general de la idea de folclore emanada de su Programa de trabajo y, en la tercera, explicamos su producción intelectual por medio de revistas que, aunque distintas, sirvieron para expandir las publicaciones de sus miembros y discípulos y dar continuidad a una idea de folclore nacional. En las conclusiones delineamos algunas ideas acerca del aporte de la SFCh a la investigación así como a la visibilización de la red de colaboradores. Sobre el tercer punto, producción y continuidad, advertimos que hemos incluido tablas con títulos de artículos con el objeto de dimensionar la totalidad de la obra de la Sociedad. A riesgo de ser excesivamente empiristas, juzgamos pertinente incluir estos datos dada la escasez de catastros sobre la obra de la SFCh y la necesidad de valorar su trabajo más allá del campo del folclore y la música.
1. La Sociedad de Folklore Chileno
La SFCh fue fundada el 18 de Julio de 1909 por un grupo de intelectuales dedicados al estudio de la tradición y el folclore liderados por Rodolfo Lenz4. Se
mantuvo activa bajo este nombre hasta finales del mes de Junio y comienzos de Julio de 1913.5 El proceso de su formación se llevó a cabo en una sala del Instituto Pedagógico (hoy Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, UMCE), facilitada por su director Domingo Amunátegui Solar6, donde se reunieron “…los señores Ramon A. Laval, Agustin Cannobio, Eliodoro Flores, Ricardo E. Latcham, Enrique Blanchard Chessi, Antonio Orrego Barros, Maximiano Flores i Francisco Zapata Lillo; adhirió el señor Julio Vicuña Cifuentes, que estaba por enfermedad impedido de concurrir.”7 Estas diez personas firmaron el acta de fundación para luego preparar los Estatutos de la Sociedad, que fueron discutidos en la sesión del 1 de Agosto de 1909, siendo aprobados en la del día 15 del mismo mes. El directorio elegido en la primera sesión estuvo compuesto por:
Presidente: Doctor Rodolfo Lenz
Directores: don Ramon A. Laval y Julio Vicuña Cifuentes
Tesorero: Agustin Cannobbio
Secretario: Eliodoro Flores8
Rodolfo Lenz había obtenido su doctorado en filosofía (con especialidad en filología) en 1886 en la Universidad de Bonn, Alemania. En 1890 arriba a Chile contratado por el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile con el objetivo de dar clases en esa institución (Dannemann, 2010: 60). A pocos años de su llegada, publica varios textos sobre la cultura chilena que hoy son considerados fundacionales, como sus “Ensayos filolójicos americanos” [sic] (1894) en los Anales de la Universidad de Chile, los “Estudios Araucanos. Materiales para el estudio de la lengua, la literatura i las costumbres de los indios mapuche o araucanos. Diálogos en cuatro dialectos. Cuentos populares, narraciones históricas i descriptivas i cantos de los indios de Chile en lengua mapuche, con traduccion [sic] literal castellana”
El teórico del folclore Manuel Dannemann (1960) describe con mirada retrospectiva los aportes de la SFCh citando el trabajo de otro importante investigador local, don Yolando Pino Saavedra, de la siguiente manera:
Las publicaciones de la Sociedad, contenidas en la Revista de Folklore Chileno, en los Anales de la Universidad de Chile, en la Revista Chilena de Historia y Geografía, aparte de otras realizadas por diferentes editoriales y por cuenta de la institución o de sus respectivos autores, se caracteriza por
su gran abundancia; por su naturaleza marcadamente expositiva y comparativa
En la cuarta y última comunicación a los miembros de la Sociedad podemos encontrar algunos cambios sustanciales en la “40.ª Sesión ordinaria y sesión general, celebrada el 14 de Abril de 1912.”11, como la elección de un nuevo Directorio, que mantenía antiguos integrantes y que estuvo comprendido por:
Presidente: don Rodolfo Lenz
Directores: Ramón A. Laval y Desiderio Lizana
Tesorero: Tomás Thayer O.
Secretario: Maximiano Flores12
El año 1912 fue productivo para la Sociedad. En sus actas se celebra la constancia de sus reuniones, así como su generosa asistencia:
Las sesiones se han celebrado casi todas a las 5 1/2 P. M. en la sala de la Biblioteca Nacional. Los socios asistentes fluctuaban generalmente alrededor de una docena, y el número de huéspedes a menudo ha sido considerable, de modo que podemos decir que el trabajo científico realizado por la Sociedad de Folklore durante el año de 1912 ha sido enteramente satisfactorio.13
La SFCh funcionó como organismo independiente hasta 1913 (Donoso y Tapia, 2017: 134). Ese año se fusiona con la Sociedad Chilena de Historia y Geografía (SCHG), fundada en 1911 por Enrique Matta Vial (Dannemann,
Con fecha 12 de Mayo el Directorio de la Sociedad de Folklore Chileno ha ofrecido la fusión a la Sociedad Chilena de Historia y Geografía. El 17 de Mayo se recibió una contestación de esa sociedad que acepto la idea en general y nombró a los señores MIGUEL A. VARAS y RAMÓN A. LAVAL para tratar de los detalles. Esto se hizo en una reunión del 13 de Junio, siendo la Sociedad de Folklore Chileno representada por los señores LENZ y TOMÁS THAYER OJEDA. Los acuerdos a que se arribó en esta reunión fueron ratificados por la Junta de
Administración según el oficio siguiente: SOCIEDAD CHILENA DE HISTORIA Y GEOGRAFÍA. 14
Para la fusión entre la SFCh y la SCHG se establecieron las siguientes condiciones, conversadas “En la última sesión de la Junta de Administración de la SCHG, celebrada el 17 del presente mes [Junio]”15:
Las Sociedades Chilena de Historia y Geografía y de Folklore convienen fusionarse en las siguientes condiciones:
a)La Sociedad de Folklore pasa a ser la Sección de Folklore de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía. Esa sección se constituirá y tendrá las mismas prerrogativas de las demás secciones de la Sociedad.
b)Los miembros de la Sociedad de Folklore quedan de hecho incorporados en calidad de socios a la Sociedad Chilena de Historia y Geografía. No están obligados a pagar cuota de incorporación; pero deben pagar sus erogaciones anuales a contar desde el 1º de Enero del año en curso.
c)Se hará una tirada aparte de cien ejemplares de los trabajos relativos al Folklore que se publiquen en la Revista. Esa tirada se destinará a mantener los canjes que la Sociedad de Folklore mantenía con publicaciones extranjeras.
d)Los fondos existentes en tesorería, la biblioteca, el archivo y demás objetos de la Sociedad de Folklore pasarán a ser propiedad de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía.
Lo que tengo el agrado de decir al señor Presidente para su conocimiento y fines consiguientes.
Dios guarde a usted.- [Firmado] E. Matta
La primera sesión de la Sección de Folklore tuvo orden del día el 8 de Julio de
1913 en la Sala de la Biblioteca Nacional, mismo día de su constitución, donde pasó de ser la Sociedad de Folklore Chileno a ser la nueva Sección de Folklore de la SCHG. En esta reunión Rodolfo Lenz señaló la necesidad de elegir presidente y secretario, siendo él mismo electo como presidente y Roberto Rengifo como secretario (Laval, 1914: 458- 461). Este cambio de nombre será importante en la reconstitución de la historia de la Sociedad y, en lo sucesivo, introducirá confusiones y problemas terminológicos para la reconstrucción de la historia del folclore chileno.
En la 4ª Sesión del 11 de Noviembre de 1913, por exigencia del señor Barahona Vega, se hacen nuevas elecciones en la Sección de Folklore al consultar lo siguiente:
(…) si un miembro de la Sociedad de Historia y Geografía tiene derecho a tomar parte en las votaciones especiales de la Sección y por otra parte cómo pueden votar los socios de provincias. Cree que la Sección no tiene la facultad para determinar esto y pide quede constancia que su opinión es la de esclarecer estos puntos antes de proceder a la elección de presidente y secretario que debe efectuarse.
Los resultados arrojan nuevamente como presidente a Rodolfo Lenz con seis votos versus Vicuña y Lizana, cada uno con un voto a favor. Para secretario es reelecto
Rengifo, también con seis votos contra Vicuña y Barahona, no electos con un voto cada uno.
La Sección de Folklore funciona activamente hasta el año de 192117, cuando se inicia un largo receso que se mantiene hasta el año 1982:
(…) cuando el entonces presidente de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, Sergio Martínez, influye decisivamente para su reanudación de actividades empezando así la que podría llamarse la nueva etapa de la benemérita Sociedad de Folklore Chileno, que hoy se encuentra en plena actividad, con publicación de artículos en la Revista Chilena de Historia y Geografía y con el desarrollo de la edición del Atlas del Folklore de Chile (Dannemann, Quevedo); preparándose para conmemorar con dignidad y gratitud, en 1989, el octogésimo aniversario de su nacimiento. (Dannemann.
El valor de la obra de la SFCh (o Sección de Folklore) fue tempranamente realzado por los académicos de la época. Manuel Dannemann relata en 1960 lo siguiente respecto a la importancia de la Sociedad:
El aporte de la Sociedad se manifiesta de manera tan amplia y decisiva, que su existencia marca una nueva etapa en el desarrollo de los estudios del folklore en Chile, etapa de transición entre la primera, correspondiente al siglo XIX, especialmente con respecto de los llamados precursores, y las jornadas siguientes, resultantes de un paulatino progresar. Y nos permitimos catalogarla de transición porque durante su desenvolvimiento se orientan y conjugan dos tendencias: una, de divulgación, ya activada notablemente, como queda dicho, en el primer período del interés por nuestro folklore; otra, de investigación sólidamente establecida sobre la base de principios metodológicos, representada principalmente por el Dr. Lenz, en una posición individual de franca superioridad; por Julio Vicuña Cifuentes y por Ramón A. Laval, nuestra gran trilogía de folkloristas pertenecientes a esta segunda época y modelos de las posteriores (Dannemann, 1960:
Hasta la fundación de la Sociedad del Folklore Chileno, existió una serie de trabajos que buscaban describir la cultura y las costumbres del pueblo chileno. Manuel Dannemann (1960: 203) define este amplio período anterior al siglo XX como “acientífico” y categori a a sus escritores en dos grupos, como:
(...) simples usufructuarios de elementos criollos pintorescos, muchas veces truncos y deformados en su presentación, aptos para la complementación descriptiva de obras de diversa índole y de objetivo no folklórico; y el de los precursores, que demuestra poseer una visión de los bienes comunes y tradicionales como integrantes de una materia independiente, susceptible de una consideración particular, propia, fundamentada más bien en procedimientos de estudio que en los de pura aplicación.
En este último grupo ocuparía un rol primordial Eduardo de la Barra, quien antes de la fundación de la SFCh esboza la necesidad de crear un proyecto fundacional en torno al folclore. En una misiva dirigida en 1894 a Lenz, enfatiza en la necesidad de
conformar una sociedad de estudios del folclore, tendencia que ya se estaba dando en países europeos (Dannemann, 1960: 205). De la Barra le propone a Lenz entonces crear centros etnológicos, concretamente cuatro distribuidos de norte a sur para promover su estudio. Esta información ha sido considerada por los estudios folclóricos como la primera señal para la configuración de una línea nacional de investigación sobre las tradiciones y costumbres locales.
Las actas de la SCHG muestran sesiones de la Sección de Folklore hasta el año 1921. En el último periodo se observan las problemáticas que fueron poco a poco debilitando a la SFCh sobre todo por la pérdida de constancia en las reuniones celebradas por la Sección de Folklore, fuera por la falta de participación de Lenz (Dannemann
A pesar de esto, después de 1922 la Revista Chilena de Historia y Geografía seguirá publicando textos sobre folclore (impresos, en algunos casos, como Revista del Folklore Chileno, como el tomo IX a cargo de Ramón Laval, de 1922). Pero no será hasta la década del 40 que se reintente la conformación de nuevas instituciones de estudio académico del folclore y la publicación de trabajos que divulguen este conocimiento. En 1943 surgirá el Instituto de Investigaciones Folklóricas, también conocido como Instituto de Investigaciones del Folklore Musical, órgano dedicado exclusivamente a la investigación de las expresiones musicales del folclore chileno. Lo que inicialmente fuera una comisión particular terminó siendo reconocido como un departamento de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile en 1944 en un proceso liderado por el historiador Eugenio Pereira Salas19.
2. Hacia un concepto integrado de folclore
Lenz publicó dos documentos donde se delinea su concepto de folclore y, por extensión, el de la mayor parte de los miembros de la SFCh. El primero fue leído por él mismo en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Chile en 1905 y contiene una carta al Decano justificando la relevancia del tema que lo convoca. Esta publicación adelanta la mayor parte del segundo texto titulado “Programa de la Sociedad de Folklore Chileno” publicado en 1909 con su rúbrica. Este último contiene los estatutos de la SFCh, un ensayo de Len titulado “Etnolojía y Folklore” (basado en otro texto de R. F. Kaindl “Die Volkskunde, ihre Bedeutung, ihre Ziele und ihre Methode”, de 1903) y el mismo “Ensayo de programa” publicado en 1905 con algunos cambios y una sección metodológica denominada “Reglas para la transcripción de documentos en dialecto chileno”.
En los estatutos señalados (Artículo 2) se indica que “El Objeto de esta sociedad será fomentar el estudio del folklore chileno (F.Ch) i facilitar la publicación de toda especie de trabajos referentes a esta ciencia”. El documento además explicita el campo de acción de los estudios del folclore, proponiéndolo como una disciplina propia, diferenciada de la etnología. “El Folklore es una rama de la etnolojía”, dice Len traduciendo las palabras de Kaindl, y aclara inmediatamente que “La etnolojía investiga las leyes de la formación de la humanidad con el objeto de presentar un cuadro de su vida síquica. No se ocupa en lo que piensa el individuo, sino en lo que piensan los
pueblos como colectividad” (1909: 5). Sobre el estudio del folclore, dice que “Al principio se denominaba con este nombre a los materiales mismos i no a la ciencia que recoje, ordena i estudia estos materiales; era ‘el saber del pueblo’ i no ‘la ciencia que versa sobre el pueblo’, sin embargo, pronto pasó a significar también la ciencia misma” (1909: 9). Además agrega:
El Folklore es aquella rama de la “ciencia del hombre” que busca la mayor parte de los materiales que se necesitan para la aplicación del método inductivo i comparado en la etnolojía. Recoje los mitos i todas las manifestaciones de las creencias populares, las leyendas, las consejas, los cuentos, cantos i proverbios, las supersticiones i costumbres. Miéntras la etnolojía jeneral debe siempre tomar en cuenta a todas las naciones del mundo, cualquiera que sea su grado de civilización i parentesco, el folklore se limita a una sola nación o a un grupo de naciones que tienen una historia común, pero puede también limitarse hasta a una sola provincia i aun a una sola clase de individuos: podria por ejemplo hablarse de un folklore de pezcadores chilotes, del minero, del marinero o del bandido chileno. (Lenz, 1909: 8)
Raimund Friedrich Kaindl fue un historiador austríaco de la cultura. Católico y especialista en la vida de los alemanes de los Cárpatos, su trabajo etnológico fue menos constante que su vida como historiador. A pesar de ello, escribió el manual de 1903 donde resumía la importancia, fin y método de la etnología. En este trabajo, acorde con la época en que vivía, Kaindl valora positivamente el conocimiento etnográfico al ver en él un acervo ético por medio del cual se puede acrecentar la estima y amor de las personas con que vivimos, así como el valor de lo nacional y la amistad entre países. Como señala Tschofen (1999:
Al igual que Kaindl, Lenz propició el estudio del folclore como un valor positivo para la nación, la identidad (nacional) y la ciencia. En su carta dirigida al Decano expresa que el “alma del pueblo” posee antecedentes etnológicos atractivos por lo que su recuperación es sin duda una tarea “patriótica”. Esto último, además de contradecir a Tschofen en su cita de Kaindl, demuestra que Lenz entendía su trabajo y el de la SFCh como una tarea orientada hacia la sociedad, no hacia la elite ni la academia. Sin perjuicio de ello, Lenz entiende que la promoción del folclore sirve para profesionalizar la actividad científica en el sentido de promover su regularidad (entregando, por ejemplo, incentivos a los profesores), honradez literaria, método respetuoso con el material popular y, por supuesto, “utilidad científica” o verdades probadas (Lenz 1905: 3).
En lo relativo al Programa, el texto que propone la SFCh es claro en especificar que existe un conjunto de conocimientos ordinarios del pueblo que son posibles de agrupar en cuatro grandes áreas: a) literatura (poesía y prosa), b) música, coreografía y artes plásticas y ornamentales, c) costumbres y creencias (fiestas y diversiones; costumbres de la vida del individuo y vida material del mismo, ocupaciones sociales y
artesanía), y d) lenguaje vulgar o habla (teoría y material del idioma). De acuerdo a Lenz, estos ámbitos representan el alma del pueblo y pueden ser estudiados por medio de la acción “nacional y patriótica” ya referida, para la cual “el terreno ya está preparado” en Chile, dice (1905: 5). Los ámbitos de acción pertenecerían a lo que el mismo Lenz denomina “Estudios Folclóricos” y se llevarían a cabo por medio de la creación de una revista que bautiza como “Revista de Folklore Chileno” y un Museo Nacional, jamás concretado.
La idea de que el conocimiento podía dividirse en compartimentos que se alimentan de una estructura social general, es propia del funcionalismo de la primera mitad del siglo XX. Recordemos que esta filosofía del conocimiento ejerció una notable influencia en el pensamiento social desde fines del siglo XIX hasta entrados los años 50. Su propuesta era entender la sociedad como un todo dividido por partes separadas entre sí que podían analizarse por segmentos, como las instituciones, las costumbres, las normas y también las tradiciones. La división que ofrece el programa de la SFCh, en este sentido, es hija de esta macro división social compartimentalizada, que supone una estabilidad inherente y una baja incidencia en las tradiciones populares del conflicto, las contradicciones e injusticias de género y clase. Esta percepción rígida es la que llevará a los cambios teóricos en el estudio de la cultura popular de los años 60, aspecto que en Chile se hará notorio en la obra de Manuel Dannemann y María Ester Grebe.
Volviendo al Programa, la noción de folclore que usa Len se refiere al “saber del pueblo” de modo casi literal
“[El folklore era] Primero, los campesinos analfabetos, no corrompidos por la civilización, eran los depositarios y herederos espirituales de una nación pagana original. Segundo, sus cuentos, canciones, frases hechas y costumbres [que] reflejaban el pasado de un pueblo antiguo. Tercero, se podría reconstruir la vida material y espiritual de estos pueblos antiguos por medio de un elaborado proceso de análisis y comparación de los cuentos y de las costumbres contemporáneas” (en Prat Ferrer, 2008:107)
Esta perspectiva es la misma que tenían Lenz y la SFCh. Según aquél, cabe dentro de este conocimiento toda acción u objeto que explique qué tipo de tradición se practica y cómo se lleva a cabo al interior de la cultura popular chilena. Para Lenz lo popular son aquellos documentos “que viven en la memoria de la jente que no sabe leer i escribir, o al menos, no maneja libros” (1905: 7). Como todos en su época, su idea de tradición estaba definida por la dualidad
Siguiendo esta línea, es posible afirmar que la noción de folclore de Lenz me claba la idea abstracta o procesual de “saber del pueblo”
alemana, con la noción inglesa de “antigüedades populares”, más material u objetual20. Al respecto de ello, el investigador Carlos Vega (1960: 74) señala que el programa que la SFCh fue “uno de los primeros que añaden al lore las cosas materiales”, es decir, donde se buscaba realizar una recolección integral del conocimiento popular. Esta idea permanecerá durante todo el siglo XX en los estudios folclóricos chilenos, reflejándose en las guías de investigación y recolección, así como en algunas obras teóricas que aquí no podemos abordar por motivos de espacio. Por ejemplo, en 1964 Manuel Dannemann y Raquel Barros, escribirán un texto denominado “Guía metodológica de la investigación folklórica” donde señalan que la “observación y la recolección de la materia informada” son actividades simultáneas que deben realizarse para conocer las obras del pueblo de manera conjunta y así evitar adoptar un “falso sentido estético” que separe la materialidad del espíritu (p. 174).
Un aspecto fundamental del programa de la SFCh, ya trabajado por Lenz con anterioridad, fue la inclusión de la variable racial, en particular la integración de la cultura araucana dentro de la idea de tradición (posteriormente llamada “mapuche”). En efecto, Len enfati a este aspecto señalando que “todas estas materias i otras parecidas deben estudiarse no solo en la parte española de los chilenos sino también con respecto a los indios” (Lenz 1905: 11). Este punto ha sido resaltado por autoras como Donoso (2006), y Donoso y Tapia, señalando que con ello se incluye a “las clases subalternas y los pueblos indígenas desde la perspectiva de la etnología” (2017: 136). Lejos del ámbito del folclore, Sánchez (2013) ha destacado que este filólogo alemán fue el primero en estudiar la lengua araucana de manera sistemática, incidiendo en el desarrollo de la SFCh para comprender lo mapuche como objeto arqueológico dinámico, no estático. Parra Muñoz sintetiza muy bien esta idea:
Siempre desde su consideración de lo subalterno como archivo “cultural”, tanto de la nación como de la humanidad, Len concibe al mapuche como un objeto arqueológico donde se manifiesta la filogénesis de la nación (y la cultura), ya no sólo desde una perspectiva ideali ada de pasado, sino que desde el mapuche “actual”, aquel que el discurso hegemónico de identidad a proscrito, introduciendo, a la par, una noción que resultaba conocida y grata para los representantes de este discurso: la homogeneidad, instalándose Len , nuevamente, en un lugar conciliatorio o intermedio entre el discurso de la tradición intelectual chilena y su propia mirada de lingüista científico y moderno (2017: 199).
Interesante es también observar que Lenz no hace distinción entre folclore y música popular. Es más, considera al guitarrón, el rabel y el arpa como instrumentos populares (1905: 9) con lo cual abre el campo disciplinar del folclore como categoría de síntesis de todas las prácticas conocidas hasta ese momento
3. La difusión del folclore por medio de las revistas
Como se ha señalado, la SFCh se propuso divulgar el folclore dentro y fuera de su órbita de funcionamiento. Esto se tradujo en que los miembros de la Sociedad pudieran llevar sus trabajos y leerlos ante el grupo para analizarlos en conjunto. Además, se esforzó para que los artículos y libros de sus afiliados fueran impresos y repartidos entre los socios. Para llevar a cabo esa tarea se asoció con dos de los más importantes medios
de divulgación científica del momento: los Anales de la Universidad de Chile y la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, lo que permitió la creación de la Revista de Folklore Chileno. Esta última revista publicó entre 1910 y 1920 nueve tomos con más de 30 artículos relativos a la cultura expresiva de individuos o comunidades del territorio chileno. Destacan entre ellos estudios de la lengua, la cultura mapuche, las narrativas orales en forma de cuentos y la poesía popular de diversas zonas del país.
Los textos que conforman los tres primeros tomos de la Revista de Folklore Chileno fueron impresos por los Anales de Universidad en Chile. Esta revista, fundada en 1843 y aún vigente, dispuso de 300 ejemplares aparte para cada texto bajo del título “Revista de la Sociedad de Folklore Chileno”, lo que multiplicó la presencia de la SFCh en la producción intelectual de esta época e insertó el folclore dentro del debate académico21. Los textos que conforman los tres primeros tomos de la Revista de Folklore Chileno fueron los que se describen en la Tabla 1.
Según consta en las actas de la sociedad, en 1912 hubo dificultades y restricciones en el trabajo con los Anales de la Universidad de Chile, lo que se expresó en el decaimiento de las publicaciones. Se observa aquí un dilema que abrazará a los estudios folclóricos durante las primeras décadas del siglo XX relacionado con la falta de espacio para publicar sobre temas que conciernen al folclore:
(...) hemos tenido graves dificultades con nuestras publicaciones. La publicación de los Anales de la Universidad ha sufrido serios tropiezos y atrasos, que han obligado a la Administración Universitaria a entregar la impresión a otra imprenta. Además, por una disposición del señor Rector, que desea dar mayor variedad al contenido de los Anales, la imprenta admitía en cada número sólo pocas páginas de folklore.22
Tabla 1. Artículos publicados en Tomos I a III de la Revista de Folklore Chileno
Título |
Autor |
Año |
Número de entrega |
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Del latin en el |
Ramón Laval |
1910 |
Tomo I. Entrega 1 |
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|
Cuentos chilenos de nunca acabar |
Ramón Laval |
1910 |
Tomo I. Entrega 2 |
|
|
|
|
Oraciones, ensalmos i conjuros del |
Ramón Laval |
1910 |
Tomo I. Entrega 3 y 4 |
pueblo chileno. Comparados con los |
|
|
|
que se dicen en España |
|
|
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|
|
|
|
La Fiesta de Andacollo i sus danzas |
Ricardo E. Latcham |
1910 |
Tomo I. Entrega 5 |
|
|
|
|
Costumbres i creencias araucanas: |
Eulojio Robles Rodríguez |
1911 |
Tomo I. Entrega 6 |
Guillatunes |
|
|
|
|
|
|
|
Las drogas antiguas en la medicina |
León Tournier |
1911 |
Tomo I. Entrega 7 y 8 |
popular de Chile |
|
|
|
|
|
|
|
Comentarios del pueblo araucano (la |
Manuel Manquilef |
1911 |
Tomo II. Entrega 1 |
faz social) |
|
|
|
|
|
|
|
Juegos de bolitas |
Maximiano Flores |
1911 |
Tomo II |
|
|
|
|
Costumbres i creencias araucanas: |
Eulojio Robles Rodríguez |
1911 |
Tomo II |
Ñeicurehuen. Baile de machis |
|
|
|
|
|
|
|
Cuentos de adivinanzas corrientes en |
Recojidos por los señores Jorge O. |
1912 |
Tomo II. Entrega 8 |
Chile |
Atria, Eliodoro Flores, Ramon A. |
|
|
|
Laval i |
|
|
|
Roberto Renjifo de la Sociedad de |
|
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|
Folklore Chileno. Con una |
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|
introduccion i notas comparativas |
|
|
|
por Rodolfo Lenz |
|
|
|
|
|
|
Un grupo de Consejas Chilenas. |
Rodolfo Lenz |
1912 |
Tomo III. Entregas 1 |
Estudio de novelística comparada |
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a 3 |
precedida de una introduccion |
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referente al orijen i la propagacion de |
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los cuentos populares |
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Costumbres i Creencias Araucanas. |
Eulojio Robles Rodríguez |
1912 |
Tomo III. Entrega 4 |
Machiluhun, Iniciacion de Machis. |
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|
Travun, una reunion pública |
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Comentario a Tarifa de Boticas. |
León Tournier |
1913 |
Tomo III. Entregas 5 |
Impresa en Santiago de Chile en el |
|
|
y 6 |
año de 1813 |
|
|
|
|
|
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|
Costumbres i creencias araucanas. El |
Eulojio Robles Rodríguez |
1914 |
Tomo III. Entrega 7 |
juego de la chueca (Palin) |
|
|
|
|
|
|
|
Cuentos de adivinanzas corrientes en |
Recojidos por los señores Jorge O. |
1914 |
Tomo III. Entrega 8 |
Chile |
Atria, Eliodoro Flores, Ramon A. |
|
|
|
Laval i Roberto Renjifo de la |
|
|
|
Sociedad Folklore Chileno. Notas |
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|
comparativas por Rodolfo Lenz |
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|
Esta situación llevará a que la SFCh formalice paralelamente una colaboración con la Revista Chilena de Historia y Geografía, órgano principal de difusión de la SCHG, revista que se comienza a imprimir en 1911 y que ya había publicado algunos artículos de miembros de la SFCh. La SCHG fue fundada en 1839 y reorganizada el año 1911 luego de un período de decaimiento. En dicho proceso tuvo un rol preponderante Ramón Laval, también miembro fundador de la SFCh, quien la revitaliza junto a la guía de Enrique Matta Vial (Feliú, 1969:
Tabla 2. Artículos publicados en Tomos IV a IX de la Revista de Folklore Chileno
Título |
Autor/a |
Año |
Número de |
Publicado también en: |
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entrega |
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|
Cómo se canta la poesía popular |
Desiderio |
1912 |
Tomo IV. |
Revista Chilena de |
|
Lizana |
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Entregas 1 |
Historia y Geografía. |
|
|
|
a 2 |
Tomo III, número 7. |
|
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|
|
Comentarios del Pueblo Araucano II. |
Manuel |
1914 |
Tomo IV. |
Anales de la Universidad |
La Jimnasia Nacional. (Juegos, |
Manquilef |
|
Entregas 3 |
de Chile. Tomo |
Ejercicios y Bailes) |
|
|
a 5 |
CXXXIV. |
|
|
|
|
|
Chiloé y los Chilotes |
Francisco |
Tomo V |
Revista Chilena de |
|
|
Cavada |
|
|
Historia y Geografía. |
|
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|
Tomos III al IX, números |
|
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|
7 al 13. |
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|
|
Sobre la poesía popular impresa de |
Rodolfo Lenz |
1919 |
Tomo VI |
Anales de Universidad de |
Santiago de Chile. Contribución al |
|
|
|
Chile. Tomo CXXXXIV. |
Folklore Chileno |
|
|
|
|
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|
Cuentos populares Araucanos y |
Sperata de |
Tomo VII |
Revista Chilena de |
|
Chilenos recogidos de la tradición |
Saunière |
|
|
Historia y Geografía. |
oral |
|
|
|
Tomos XVII - XXVII, |
|
|
|
|
números 22 al 32. |
|
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|
|
|
Leyendas y cuentos populares |
Ramón Laval |
Tomo VIII |
Revista Chilena de |
|
recogidos en Carahue (Chile) de la |
|
|
|
Historia y Geografía. |
tradición oral |
|
|
|
Tomos XXXV - |
|
|
|
|
XXXVIII, números 38 al |
|
|
|
|
42. |
|
|
|
|
|
Cuentos populares en Chile, |
Ramón Laval |
Tomo IX |
Revista Chilena de |
|
recogidos de la tradición oral |
|
|
|
Historia y Geografía. |
|
|
|
|
Año XII y XIII, Tomos |
|
|
|
|
XLIV, XLV, XLVI y |
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|
|
XLVIII, números 48, 49, |
|
|
|
|
50 y 52. |
|
|
|
|
|
Uno de los aspectos que hace difícil el catastro de las publicaciones de esta Sociedad y sus miembros, es el hecho de que adicionalmente a los textos que componen la Revista de Folklore Chileno, hubo una serie de artículos que fueron publicados por ambos medios académicos. Pero aún obviando esta duplicación, la obra de la SFCh y sus miembros conforma un corpus de más de 60 artículos que representa un verdadero legado intelectual para el país. Profundiza esto el hecho de que las publicaciones de los miembros de la SFCh se extendieron más allá del folclore, abordando otros campos como geografía, leyes, historia, filología, arqueología, etnología, e, indirectamente, musicología. Aunque ubicados fuera del espectro de la música, algunos de estos textos permitieron el diálogo con otras disciplinas y, más importante aún, la inserción del folclore como elemento académico en las humanidades hasta al menos 1973.
Una lista pormenorizada de estos textos es la que presentamos en las Tablas 3 y 4, distribuida en los Anales y en la Revista Chilena de Historia y Geografía, respectivamente.
Tabla 3. Artículos de los miembros de la Sociedad de Folklore Chileno, acerca de temas diversos, publicados en los Anales de la Universidad de Chile
Título del artículo |
Autor |
Año |
Número |
|
|
|
|
Ensayos filolójicos americanos: observaciones |
Rodolfo Lenz |
1894 |
Tomo 87 |
jenerales sobre el estudio de los dialectos i |
|
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|
|
|
literaturas populares |
|
|
|
||
|
|
|
|
|
|
Estudios araucanos. |
Rodolfo Lenz |
Tomos 90, 91, 93, 94, |
|||
Materiales para el estudio de la lengua, la |
|
|
97 y 98 |
||
literatura i las costumbres de los indios |
|
|
|
||
mapuches o araucanos. Diálogos en cuatro |
|
|
|
||
dialectos. Cuentos populares, narraciones |
|
|
|
||
históricas i descriptivas i cantos de los indios de |
|
|
|
||
Chile en lengua mapuche, con |
|
|
|
||
traducción literal castellana |
|
|
|
||
|
|
|
|
|
|
Historia de la civilizacion de Araucanía |
Tomás Guevara |
Tomos 101, 103, 104, |
|||
|
|
|
|
|
106, 107, 108, 109, 110, |
|
|
|
|
|
111, 112 y 113 |
|
|
|
|
|
|
Refranes Chilenos |
Agustín Cannobbio |
1901 |
Anexo |
||
|
|
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|
|
|
Costumbres judiciales i enseñanza de los |
Tomás Guevara |
1904 |
Tomo 114 |
||
Araucanos |
|
|
|
||
|
|
|
|
|
|
Costumbres i creencias araucanas |
Eulojio Robles |
1906, 1908, |
Tomos 119, 123 y 126 |
||
|
|
|
Rodríguez |
1910 y |
|
|
|
|
|
1914 |
|
|
|
|
|
|
|
¿Quiénes eran los Changos? |
Ricardo E. Latcham |
1910 |
Tomo 126 |
||
|
|
|
|
|
|
Folklore araucano: refranes, cuentos, |
Tomás Guevara |
1910 |
Tomo 127 |
||
cantos, procedimientos industriales, costumbres |
|
|
|
||
prehispanas |
|
|
|
||
|
|
|
|
|
|
Version al araucano del poema “El último |
Manuel Manquilef |
1911 |
Tomo 128 |
||
cacique” de Samuel Lillo |
|
|
|
||
|
|
|
|
|
|
Adivinanzas corrientes en Chile (Recojidas por |
Eliodoro Flores |
1911 |
Tomo 128 |
||
Eliodoro Flores) |
|
|
|
||
|
|
|
|
||
Tradiciones e ideas de los Araucanos acerca de |
Rodolfo Lenz |
1912 |
Tomo 130 |
||
los |
|
Terremotos |
|
|
|
|
|
|
|
||
Las últimas familias i costumbres araucanas |
Tomás Guevara |
1912 |
Tomos 130 y 131 |
||
|
|
|
|
||
Juegos de los niños chilenos |
Daniel Aeta Astorga |
1912 |
Tomos 130 y 131 |
||
|
|
|
|
||
Organizacion de un orfeon chileno |
Ismael Parraguez |
1915 |
Tomo 137 |
||
|
|
|
|
||
Costumbres mortuorias de los indios de Chile i |
Ricardo E. Latcham |
Tomos 136 a 138 |
|||
otras partes de América |
|
|
|
||
|
|
|
|
||
La mentalidad araucana |
Tomás Guevara |
Tomos 139 a 141 |
|||
|
|
|
|
||
La etnolojía araucana en el Poema de Ercilla |
Tomás Guevara |
Tomos 142 a 14 |
|||
|
|
|
|
||
Historia de la justicia araucana |
Tomás Guevara |
1920 |
Tomo 147 |
||
|
|
|
|
|
|
Tabla 4. Artículos de los miembros de la Sociedad de Folklore Chileno publicados en la Revista Chilena de Historia y Geografía, sobre temas diversos
Título del artículo |
Autor |
Año |
Volumen |
|
|
|
|
Estudios de Folklore chileno. El pájaro azul |
Julio Vicuña |
1911 |
Año I, n° 1 |
|
Cifuentes |
|
|
|
|
|
|
Sobre el cuento chileno “El Pájaro A ul” |
Ramón A. Laval |
1911 |
Año I, n° 2 |
|
|
|
|
Tiahuanacu |
Ramón Laval |
1911 |
Año I, n° 3 |
|
|
|
|
Qué es el |
Julio Vicuña |
1911 |
Año I, n° 3 |
|
Cifuentes |
|
|
|
|
|
|
Formas especiales de los utensilios caseros de los |
Francisco Fonck |
1912 |
Año II, n° 5 |
Aborígenes |
|
|
|
|
|
|
|
Tres notas sobre la Isla de Pascua |
Walter Knoche |
1912 |
Año II, n° 6 |
|
|
|
|
Los cráneos de paredes gruesas según L Vergara |
Francisco Fonck |
1912 |
Año II, n° 7 |
Flores, con un dato más |
|
|
|
|
|
|
|
Los cráneos de paredes gruesas |
Ricardo Latcham |
1912 |
Año II, n° 7 |
|
|
|
|
Vida y costumbres de los indios araucanos |
Leotardo Matus |
1912 |
Año II, tomo IV, n° 8 |
|
Zapata |
|
|
|
|
|
|
Los Elementos Indígenas de la Raza Chilena |
Ricardo E. Latcham |
1912 |
Año II, tomo IV, nº8 |
|
|
|
|
Mitos y supersticiones recogidos de la tradición |
Julio Vicuña |
1914 |
Años IV y V, nº 13 al |
oral chilena |
Cifuentes |
|
19 |
|
|
|
|
Una Metrópoli Prehistórica en la América del Sur |
Ricardo E. Latcham |
1914 |
Año IV, tomo XII, nº |
|
|
|
16 |
|
|
|
|
Cráneos marcados de la isla de Pascua |
Walter Knoche |
1914 |
Año IV, tomo XII, nº |
|
|
|
16 |
|
|
|
|
Uso y preparación de pieles entre los indios de |
Ricardo E. Latcham |
1915 |
Año V, tomo XIII, nº |
Chile y otros países de |
|
|
17 |
|
|
|
|
La capacidad guerrera de los araucanos: sus |
Ricardo E. Latcham |
1915 |
Año V, tomo XV, nº |
armas y métodos militares |
|
|
19 |
|
|
|
|
Los héroes indígenas de la “Araucana” |
Ricardo E. Latcham |
1915 |
Año V, tomo XV, nº |
|
|
|
19 |
|
|
|
|
Los de Vicuña |
Tomás Thayer Ojeda |
1915 |
Año V, tomo XVI, nº |
|
|
|
20 |
|
|
|
|
Nanas o canciones de cuna corrientes en Chile |
Eliodoro Flores |
1915 |
Año V, tomo XVI, nº |
|
|
|
20 |
|
|
|
|
Tradiciones, leyendas y cuentos populares |
Ramón A. Laval |
Año X y XI, tomos |
|
recogidos en Carahue |
|
|
XXXIV al XXXVIII, |
|
|
|
nº 38 al 42 |
|
|
|
|
Creencias religiosas de los Araucanos |
Ricardo E. Latcham |
1923 |
Año XIII, tomo XLVI, |
|
|
|
nº 50 |
|
|
|
|
La Revista de Folklore Chileno tuvo continuidad en los Archivos del Folklore Chileno
En relación con su producción, los Archivos de Folklore Chileno fueron editados por Yolando Pino y se componían de 13 fascículos: los 8 primeros conforman la primera etapa de la revista
Tabla 5. Artículos publicados en la revista Archivos del Folklore Chileno
Título del artículo |
Autor |
Año |
Número |
|
|
|
|
Folklore de Valdivia |
Abdón Andrade Coloma |
1950 |
Fascículo Nº 1 |
|
|
|
|
El folklore como ciencia |
Richard Weiss |
1950 |
Fascículo Nº 2 |
|
|
|
|
La investigación de la adivinanza |
R. S. Bogss |
1950 |
Fascículo Nº 2 |
|
|
|
|
Mitología chilota |
Evaristo Molina Herrera |
1950 |
Fascículo Nº 2 |
|
|
|
|
Notas bibliográficas para el estudio de la |
Raúl Silva Castro |
1950 |
Fascículo Nº 2 |
“Poesía vulgar” de Chile |
|
|
|
|
|
|
|
Apuntes folklóricos de Malleco |
Elisa Figueroa |
1950 |
Fascículo Nº 2 |
|
|
|
|
El cuento folklórico |
C. W. v. Sydow |
1951 |
Fascículo Nº 3 |
desde el punto de vista étnico |
|
|
|
|
|
|
|
La cueca de los campos de |
Yolando Pino Saavedra |
1951 |
Fascículo Nº 3 |
Llanquihue |
|
|
|
|
|
|
|
El caballo entre los indios chilenos |
Tomás Lagos |
1951 |
Fascículo Nº 3 |
|
|
|
|
Medicina y curación en Monte Patria |
Marino Pizarro |
1951 |
Fascículo Nº 3 |
|
|
|
|
Cuatro cuentos |
Albertano González |
1951 |
Fascículo Nº 3 |
populares de Nirivilo |
|
|
|
|
|
|
|
Guía bibliográfica para el estudio del |
Eugenio Pereira Salas |
1952 |
Fascículo Nº 4 |
folklore chileno |
|
|
|
|
|
|
|
Repertorio Folklórico de Chiloé |
Galvarino Ampuero |
1952 |
Fascículo Nº 5 |
|
|
|
|
Rodolfo Lenz como folklorista |
Yolando Pino Saavedra |
1954 |
Fascículos Nº 6 y 7 |
|
|
|
|
Notas folklóricas |
Fernando de Castro |
1954 |
Fascículos Nº 6 y 7 |
|
Pires de Lima |
|
|
|
|
|
|
Algunas leyendas de Valdivia |
Abdón Andrade Coloma |
1954 |
Fascículos Nº 6 y 7 |
|
|
|
|
La cerámica folklórica de Pomaire |
Bernardo Valenzuela Rojas |
1954 |
Fascículos Nº 6 y |
|
|
|
|
Los brujos de Chiloé |
Agustín Alvarez Sotomayor |
1954 |
Fascículos Nº 6 y 7 |
|
|
|
|
444 adivinanzas de la tradición oral |
José Santos González Vera |
1954 |
Fascículos Nº 6 y 7 |
chilena |
|
|
|
|
|
|
|
En torno a los cuentos folklóricos |
Yolando Pino Saavedra |
1957 |
Fascículo Nº 8 |
|
|
|
|
El niño Dios de Sotaquí |
Marino Pizarro |
1957 |
Fascículo Nº 8 |
|
|
|
|
La cerámica folklórica de Quinchamalí |
Bernardo Valenzuela Rojas |
1957 |
Fascículo Nº 8 |
|
|
|
|
Apuntes breves de comidas y bebidas de |
Bernardo Valenzuela Rojas |
1957 |
Fascículo Nº 8 |
la región de Carahue |
|
|
|
|
|
|
|
Anotaciones folklóricas de Constitución |
Elena Wegener |
1957 |
Fascículo Nº 8 |
|
|
|
|
Las narraciones |
Yolando Pino Saavedra |
1971 |
Fascículo Nº 9 |
araucanas |
|
|
|
|
|
|
|
La forma de las adivinanzas chilenas |
Olga Pino Sepulveda |
1971 |
Fascículo Nº 9 |
|
|
|
|
La cocina campesina |
Bernardo Valenzuela Rojas |
1971 |
Fascículo Nº 9 |
|
|
|
|
El folklore de Monte Patria |
Marino Pizarro Pizarro |
1971 |
Fascículo Nº 9 |
|
|
|
|
La disciplina del folklore en Chile |
Manuel Dannemann R |
1976 |
Fascículo Nº 10 |
|
|
|
|
Estudio etnográfico del carbono artesanal |
Bernardo Valenzuela Rojas |
1976 |
Fascículo Nº 10 |
y del horno, en Chile |
|
|
|
|
|
|
|
Los estudios de la cultura folclórica |
Manuel Dannemann |
2002 |
Fascículo Nº 11 |
en Chile en el cruce de los siglos XX y |
|
|
|
XXI |
|
|
|
|
|
|
|
“Juan del Pavo”: el |
María Inés Palleiro |
2002 |
Fascículo Nº 11 |
repertorio de un narrador y la génesis de |
|
|
|
un archivo |
|
|
|
|
|
|
|
Algunas características fonéticas de los |
Hiram Vivanco |
2002 |
Fascículo Nº 11 |
refranes |
|
|
|
|
|
|
|
Herencia misionera en la práctica |
María Isabel Quevedo |
2002 |
Fascículo Nº 11 |
devocional de Puchaurán |
|
|
|
|
|
|
|
Reminiscencias familiares: lo popular y lo |
Sonia Pinto |
2002 |
Fascículo Nº 11 |
folclórico |
|
|
|
|
|
|
|
Cultura tradicional de la pampa salitrera I |
Óscar Ramírez |
2002 |
Fascículo Nº 11 |
región, de Tarapacá, Chile |
|
|
|
|
|
|
|
Reminiscencias del mito de Cahuillaca en |
Roberto Lehnert |
Fascículo Nº 12 |
|
los relatos orales atacameños |
|
|
|
|
|
|
|
Ven, alma perdida: del indígena sin |
Víctor Rondón |
Fascículo Nº 12 |
|
pecado al pecador arrepentido. Discurso y |
|
|
|
música para la misión entre fieles e |
|
|
|
infieles en el área surandina durante la |
|
|
|
colonia |
|
|
|
|
|
|
|
Fantasía y humor en décimas en Chile, la |
Constantino Contreras |
Fascículo Nº 12 |
|
transformación imaginaria de lo cotidiano |
|
|
|
|
|
|
|
Supersticiones de los indios de Chiloé |
Manuel Téllez Oyarzún |
Fascículo Nº 12. |
|
|
|
|
|
La auténtica poesía folklórica. La |
Rodolfo Lenz |
Fascículo Nº 12 |
|
expresión poética y musical de las |
|
|
|
mujeres |
|
|
|
|
|
|
|
La Maja |
José Muñoz |
Fascículo Nº 12 |
|
|
|
|
|
En el año 1957 los Archivos de Folklore Chileno detienen su producción para retomarla en 1971. La siguiente cita tomada de la Advertencia del fascículo Nº 9, de 1971, explica el porqué de esta interrupción:
Esta revista apareció hasta 1957. La falta de medios económicos impidió que siguiera publicándose regularmente. Con este número iniciamos una segunda etapa con la esperanza de dar a conocer los estudios y materiales chilenos que permanecen inéditos. Así responderemos al interés creciente que despierta el folklore en el público nacional y a las solicitudes de intercambio y subscripciones que llegan del extranjero25.
En la última época de la revista, Dannemann suple la labor de director tras la muerte de Yolando Pino, en 1992, consolidando aún más su carácter continuista de la herencia teórica y académica de la SFCh.
4. Conclusiones
La Sociedad de Folklore Chileno fue la primera sociedad académica dedicada al estudio y divulgación del folclore chileno. Nacida al calor de los ideales del centenario de la República, su programa y plan de publicaciones respondió a la creencia de que existía un saber popular que alimentaba la identidad y exigía un estudio científico y profesional hecho con disciplina y método propios. Las publicaciones de la Sociedad
tuvieron amplia difusión durante el siglo XX gracias a su impresión en diversas revistas, algunas de ellas ubicadas fuera del ámbito del folclore o la música. El contenido étnica y geográficamente pluralista de su Programa, se erigió como un acta fundacional de los Estudios Folclóricos Chilenos, impulsados fuertemente por la figura del filólogo alemán Rodolfo Lenz, creador de sendos textos que hoy vuelven a ser leídos.
En la obra de la SFCh y sus continuadores se aprecia un concepto de folclore inclinado hacia la noción alemana de alma popular. Se trata de un saber colectivo transmitible y expresable en términos abstractos y conductuales que, sin embargo, no niega la existencia de objetos o materiales producidos por ese saber, llamados en el mundo anglófono “antigüedades populares”. No obstante, sí implica una orientación hacia la literatura oral antes que hacia a la música o el sonido, algo que a ratos puede ser confuso (Pereira Salas 1952: 14). Con todo, la consolidación del estudio del folclore significó también la conformación de una red etnográfica de personas a lo largo del valle central con el afán de recopilar información relevante. La red de colaboración iniciada por Lenz y Laval se fue extendiendo a medida que hicieron trabajo de campo (a veces de manera formal, a veces de modo informal) y las publicaciones se fueron concretando. Esta red será la base sobre la cual se forje una notable red de informantes con los cuales se validarán las teorías románticas sobre el alma popular y la “resignificación de lo chileno” (Parra Muñoz, 2017: 209). Y también será el modo en que se asiente una red internacional de intercambio con Europa (Ledezma y Cornejo, 2019: 185) y un sentido de autocrítica del método etnográfico, aspecto propio de la antropología que hoy está prácticamente ausente de los estudios musicales chilenos.
Finalmente, es fundamental destacar que la estrategia de difusión de publicaciones que siguió la SFCh, extendió su trabajo por un período de casi un siglo
Bibliografía
Contreras, Constantino (1989) “Lengua y folklore en la obra de Rodolfo Len ” en Estudios Filológicos 24:
Dannemann, M. (1960) “Los estudios folklóricos en nuestros ciento cincuenta años de vida independiente” en Anales de la Universidad de Chile, CXVIII(120), pp
Dannemann, M., y Barros, R. (1964) “Guía metodológica de la investigación folklórica” en Mapocho, 1, pp
Dannemann, M.
Dannemann, M. (2002) “Los estudios de la cultura folclórica en Chile en el cruce de los siglos XX y XXI” en Archivos del Folclore Chileno, 11, pp
Dannemann, M. (2010) “ res buscadores de la chilenidad: Len , Laval y Vicuña Cifuentes” en Anales de Literatura Chilena 11 (14), pp
Donoso Frit , K. (2006) “La batalla del folklore: los conflictos por la representación de la cultura popular chilena en el siglo XX”. Licenciatura en Historia, Universidad
de Santiago de Chile, Santiago de Chile. Retrieved from
Donoso Frit , K., y apia, C. (2017) “(De)construyendo el folclor: historia de su conceptuali ación en la academia universitaria chilena durante el siglo xx” en
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Sitios Web
Anales de la Universidad de Chile. https://anales.uchile.cl/
Memoria Chilena. www.memoriachilena.gob.cl
Notas
1 Utili amos aquí la castellani ación de la palabra “folklore” como “folclore” propuesta por la Real Academia Española en 1984 en su Diccionario.
2Comprendemos la SFCh y su entorno como un campo cultural en el sentido bourdesiano, es decir, como un espacio en el cual se producen relaciones sociales objetivas de poder y capital cultural que definen estructuras de funcionamiento del conocimiento. No obstante, no consideramos que de este campo surjan reglas operativas y estructurales que definan la posición social de los académicos interesados en el folclore, como pensaría Bourdieu, sino más bien que el desarrollo de la SFCh produjo un enfoque y un método particulares (el modo positivista de construcción del conocimiento y su manera de hacer recolección) así como un conjunto de influencias dentro del ámbito universitario.
3Para una interpretación de la historia de la SFCh desde el punto de vista de sus seguidores, véase, además de la obra de Lenz (1905, 1909), los trabajos de Eugenio Pereira Salas (1945 y 1959) y Manuel Dannemann (1960 y 2002), entre otros.
4Sociedad de Folklore Chileno. 1910. s.f.
5Sociedad de Folklore Chileno de Santiago de Chile (Actas). 1913:
6Ibid. s.f. 1910.
7Ibid.
8Ibid.
9Para más información sobre la vida de Lenz véase Escudero (1963), Dannemann
10Obsérvese que hubo también muchos trabajos presentados en las sesiones generales de la Sociedad que no fueron publicados por ninguna de estas revistas.
11Sociedad de Folklore Chileno de Santiago de Chile (Actas). 1913: III.
12Ibíd.
13Sociedad de Folklore Chileno de Santiago de Chile (Actas). 1913. V.
14Sociedad de Folklore Chileno de Santiago de Chile (Actas). 1913: VIII.
15Ibíd.
16Sociedad de Folklore Chileno de Santiago de Chile (Actas). 1913:
17Ante la duda del año de receso de la Sección de Folklore (antes llamada Sociedad de Folklore Chileno), 1921 o 1922, tomamos la siguiente cita como esclarecedora: “Esta institución pasó a ser el año 1913 la
Sección de Folklore de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, que había fundado en 1911 Enrique Matta Vial, manteniéndose activa hasta 1921, si se toma como referencia para esta observación su última acta publicada, que apareciera en la Revista Chilena de Historia y Geografía, N° 45, del primer trimestre de 1922, sobreviniendo entonces un receso de ella que llegara a la larga duración de sesenta y un años, hasta que volviese a funcionar en 1982, ininterrumpidamente hasta ahora (…)” (Dannemann. 2010: 58- 59).
18En la Sesión 70 del 17 de Mayo de 1920 se lee: “El señor Laval comenzó por dar a conocer las causas que habían ocasionado la escasez de sesiones en el año pasado, las cuales se debían especialmente a la prolongada enfermedad de que había sufrido y que lo obligó por un lapso de cerca de seis meses a recogerse temprano. El señor Presidente, don Julio Vicuña Cifuentes, se encontró en un caso más o menos igual, pues tampoco pudo salir de su casa durante largo tiempo por motivos de salud. La enfermedad del Presidente y del Secretario de la sección, particularmente la de este último, impidió que se hicieran las citaciones a sesión y, por consiguiente, que éstas se efectuaran… En seguida se pidió a los señores socios se pusieran de acuerdo para elegir mesa, advirtiendo que el señor Vicuña Cifuentes solicitaba que no se reeligiese. El señor Thayer dice que siente el retiro del señor Vicuña, cuya salud no le permite asistir con
la asiduidad que deseara, pero, en vista de que la excusa es por demás justificada, propone para Presidente al señor Dr. don Rodolfo Lenz, cuyo entusiasmo por los estudios de folklore es conocido por todos. Se
aceptó, la designación por todos los concurrentes. El señor Laval ruega que no se le reelija para el puesto de Secretario, que ha desempeñado durante tantos años seguidos, y propone se elija a don Jorge O. Atria, indicación que se acepta por unanimidad”. (Sociedad Chilena de Historia y Geografía, 1921: 494).
Posteriormente, en la sesión 78 del 26 de Abril de 1921, se apunta que “Don Ramón A. Laval da cuenta de que el señor Lenz ha partido para Europa en comisión del Gobierno y que posiblemente permanecerá fuera de Chile por todo el resto del año, y que, en consecuencia, corresponde elegir nuevo presidente de la sección. Agrega que a varios folcloristas, miembros de la Institución, a quienes se había dirigido, pidiéndoles que desempeñaran ese cargo, se habían excusado alegando diversos pretextos; cree, dice, que dado el poco tiempo que falta, tal vez sería preferible no elegir presidente, sino, en cada sesión, indicar,
de entre los asistentes, la persona que deba presidirla. Así se acordó, y se propuso al señor Laval para que dirija la presente”. (Sociedad Chilena de Historia y Geografía, 1922: 500).
19Instituto de Investigaciones Musicales, 1950: 5.
20Para una historia del modo de entender el concepto de tradición en estos dos países, véase Gelbart (2007). Para una visión general del concepto de folclore en Europa, véase Prat Ferrer (2008).
21Todo el material publicado por Anales está disponible en versión digital, lo que hace posible reconstruir el trabajo de la SFCH en esta primera etapa. Las publicaciones están disponibles en el sitio web oficial de Anales de la Universidad de Chile: https://anales.uchile.cl/, con acceso y descarga liberada. Es importante mencionar que no todos los trabajos impresos por la revista se encuentran completos en un solo tomo debido a su extensión, que obligó a dividirlos en varias secciones e incluso a publicarlos en volúmenes posteriores.
22Sociedad de Folklore Chileno (Actas). 1913: V.
23Actualmente es posible acceder a varios de los artículos publicados por la Revista de Folklore Chileno a través del sitio memoriachilena.cl. Los archivos se encuentran digitalizados en formato PDF, son descargables y de uso liberado. La mayoría tiene en su primera página información de la revista a la que pertenecen, el lugar donde fueron impresos, el año, la entrega y el tomo al que corresponden. Si se observan las actas de la SFCh, es posible comprender la ausencia de algunas entregas, diferencias de estilo, o hasta errores en la impresión, todo ello aparentemente determinado por la complejidad de la relación entre el Directorio de la SFCh y sus afiliados, y entre la SFCh y los organismos académicos encargados de imprimir sus trabajos. Es así que los tomos no se correlacionan exactamente con el año de impresión, lo cual ha llevado a múltiples confusiones y hace difícil tanto su historización, como su catastro correlativo. La última entrega del Tomo III, por ejemplo, data de 1914, mientras que las primeras entregas del Tomo IV, de 1912.
24Los números físicos de la revista se encuentran en Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares (ALOTP) de la Biblioteca Nacional de Chile, desde el Nº 5 al 8, y en la Sala Pablo Neruda (Hemeroteca)
del mismo recinto, º 2 y 4. El º 1 fue encontrado en digital pesquisando en la web y el º3, “La Cueca en los Campos de Llanquihue”, en Biblioteca de América, Madrid, España.
25 Fascículo º 9. “Advertencia” en Archivos de Folclore Chileno. 1971: 7.