REFLEXIONES SOBRE EL IMPACTO DE LA PANDEMIA EN LA PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO DE LAS MUJERES

 

REFLECTIONS ON PANDEMIC’S IMPACT IN WOMEN’S KNOWLEDGE PRODUCTION


Anabella Di Pego*

 

Resumen

La pandemia ha agravado la brecha existente entre varones y mujeres en la producción y en la citación científica. Procuramos en este trabajo reconstruir el estado de la situación a través de revistas científicas y de divulgación, de portales de información y de documentos de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. Partiendo de la dimensión estructural de la problemática vinculada al sistema cis-heteropatriarcal tanto a nivel internacional como local, indagaremos en lo que ha sucedido con la desigualdad de género en la producción científica durante la pandemia. En este contexto, procuramos realizar un diagnóstico de la situación y examinaremos políticas institucionales concretas que nos permitirán reflexionar sobre posibles formas para evitar que la brecha de género en la producción de conocimiento continúe ahondándose. Asimismo, advertimos sobre la necesaria consideración de medidas a largo plazo orientadas a asegurar que las consecuencias de la pandemia no signifiquen una postergación de las carreras de las mujeres que conlleve en el futuro una reducción aún mayor del bajo porcentaje de científicas y académicas en los cargos más elevados de la Carrera de Investigador Científico y en los cargos superiores de docencia y de gestión universitarios.

 

Palabras clave: COVID-19 - mujeres - ciencia - tareas de cuidado - post-pandemia.

 

 

Abstract

The pandemic has aggravated the existing gap between men and women in scientific production and citation. In this paper we attempt to reconstruct the state of the situation through scientific and popularization journals, information portals and documents from governmental and non-governmental organizations. Starting from the structural dimension of the problem linked to the cis-heteropatriarchal system at both international and local levels, we will investigate what has happened to gender inequality in scientific production during the pandemic. In this context, we will attempt to make a diagnosis of the situation and examine specific institutional policies that will allow us to reflect on possible ways to prevent the gender gap in the production of knowledge from continuing to widen. We also warn about the need to consider long-term measures aimed at ensuring that the consequences of the pandemic do not mean a postponement of women's careers that would lead in the future to an even greater reduction in the low percentage of women scientists and academics in the highest positions of the Scientific Researcher Career and in senior university teaching and management positions.

 

Keywords: COVID-19 - Women - Science - Caregiving Tasks - Post-pandemic.

 

 

Introducción

 

La situación de las mujeres en la producción de conocimiento viene siendo estudiada desde hace décadas, observándose una fuerte desigualdad frente a sus pares varones que se mantiene a lo largo del tiempo a pesar de cierta mejoría en los últimos años (Rodríguez Navia, Romero Granados, Moreno Caballero, Gonzales del Carpio y Paredes Neyra, 2020; UNESCO, 2017; UNESCO, 2020b). Sin embargo, el confinamiento a raíz de la pandemia por COVID-19 conllevó un impacto diferencial que terminó agravando la situación de las mujeres en general (ONU, 2020a) y de las mujeres en la ciencia en particular (UNESCO, 2021: 45). El presente trabajo procura abordar esta problemática analizando, en el primer apartado, sus repercusiones en revistas científicas y de divulgación internacionales. Quienes se encargan de la edición de revistas observaron un declive considerable en la publicación de artículos por parte de mujeres académicas, apreciable ya en abril de 2020, es decir, durante los primeros meses del inicio del confinamiento. En la segunda sección, abordamos el tratamiento del tema en nuestro contexto nacional, recabando información y datos de portales dedicados al conocimiento científico así como de diversos documentos gubernamentales y de organizaciones sin fines de lucro que nos permiten esbozar un diagnóstico de la situación local.

En cuanto al papel de las mujeres en las ciencias en los últimos años se observan cambios promisorios pero también tendencias persistentes y una brecha de género que la pandemia ha agudizado profundamente. Dada esta situación, en una tercera instancia, nos interesa indagar en las respuestas institucionales frente a esta problemática, tomando dos casos puntuales: las licencias otorgadas por cuidado de menores a cargo en edad escolar del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y el “Relevamiento sobre situación de proyectos de investigación” de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FaHCE) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).  Esperamos de esta manera contribuir a la discusión de políticas institucionales efectivas para hacer frente a la problemática de la brecha de género en el ámbito científico y universitario teniendo en consideración el impacto del confinamiento por la pandemia en el medio y largo plazo en las carreras de mujeres docentes e investigadoras.  

 

La brecha de género en la ciencia y el impacto de la pandemia

 

La problemática de la brecha de género en las carreras científicas es un tema que viene siendo asiduamente estudiado. La UNESCO (2017) observa que la brecha de género se ha logrado reducir y en términos generales revertir respecto de la proporción de mujeres y de varones en el ámbito educativo. En las últimas décadas se ha incrementado el número de niñas que acceden y culminan la educación básica, pero la desproporción persiste en el ámbito secundario, terciario y universitario (UNESCO, 2020a: 12). Asimismo, la brecha tiende a incrementarse todavía más entre los graduados y las graduadas universitarias que logran insertarse en el ámbito científico y universitario para realizar sus tesis doctorales y proseguir una carrera de investigación (UNESCO, 2017). En este apartado, nos concentraremos en algunos tratamientos de esta brecha en el ámbito universitario en relación con el impacto de la pandemia en revistas académicas y de divulgación científica del ámbito internacional –tales como Nature, Science y The Lily. La brecha de género puede apreciarse como tendencia internacional y tempranamente desde el inicio del confinamiento por COVID-19 se advirtió especialmente la caída en baja de las publicaciones de mujeres frente al incremento de la de los varones.

En marzo del 2020, Jon Brock observa en Nature que a pesar de la creciente representación de las mujeres en la ciencia, la brecha de género continúa profundizándose desde mediados del siglo pasado, en lo que respecta a las publicaciones y a la citación. No sólo las mujeres son autoras de menos cantidad de artículos sino que aparecen menos citadas y referenciadas en los trabajos científicos de sus especialidades. En comparación con los varones de la misma disciplina, las mujeres recibieron un 38,4% menos de citas, aunque esta “brecha en la citación” se reduce al 12% cuando se extiende la duración de la carrera (Brock, 2020). La nota de Brock se basa en el estudio realizado por científicos del Centro de Investigación de Redes Complejas de la Universidad Northeastern de Boston, junto con Roberta Sinatra, analista de datos de la Universidad de Copenhague (Dinamarca).

La investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences reconstruye las carreras editoriales de casi 8 millones de científicos y científicas entre 1900 y 2016 utilizando la base de datos Web of Science. Los resultados muestran una brecha persistente entre varones y mujeres a la vez que ésta resulta mitigada si se atiende al impacto de la menor duración de la carrera de las mujeres y de su propensión a dejar la profesión. Si se analizan los datos en los mismos períodos de tiempos, se observa que los números tienden a resultar equiparables. Esto tiene varias implicancias. Cuando las mujeres pueden dedicarse a la investigación su productividad es equivalente a la de los varones, por lo que permite descartar cualquier argumento vinculado con las capacidades, pero por cuestiones relativas a la maternidad y cuidados, su carrera es más corta y hay una tendencia mayor al abandono de la misma. En el caso de la ciencia y de la producción de conocimiento, se observa una persistencia de las injusticias y desigualdades estructurales de género que atraviesan el ámbito social, habiéndose agravado la situación considerablemente con la pandemia.

La misma revista, transcurridas apenas un par de semanas, publicó un artículo el 17 de abril del 2020 titulado “The pandemic and the female academic” de Alessandra Minello en donde se destacaba el impacto desigual del confinamiento en las mujeres debido a la mayor carga de tareas de cuidado asumidas. Respecto de la desigualdad en la distribución de las tareas de cuidado, diversas investigaciones muestran que aún en los países europeos nórdicos con mayor igualdad de género, las mujeres realizan casi dos tercios del trabajo correspondiente a las tareas domésticas y de cuidado de menores, mientras que en Estados Unidos las mujeres dedican el doble de tiempo a estas tareas en relación con los varones. Incluso entre las parejas heterosexuales en donde una mujer es sostén de familia, las mujeres realizan la mayor parte del trabajo doméstico y de cuidado.

Este panorama de desigualdad estructural que da cuenta de una “brecha de género” en la ciencia se ha profundizado con la pandemia, con consecuencias considerables en los ámbitos de producción de conocimiento. Con el confinamiento con menores a cargo se vuelve sumamente difícil la concentración necesaria y la continuidad de horas de trabajo para llevar a cabo una investigación. Una de las consecuencias recurrentes es la sobrecarga de tareas y el trabajo de noche o de madrugada para tener la tranquilidad requerida, con consecuencias importantes para la salud física, psíquica y emocional.  Asimismo, la situación es aún más preocupante para aquellas mujeres que se encuentran iniciando su carrera académica[*], momento que siempre estuvo marcado por la precariedad laboral y que resulta coincidente con el período reproductivo de las mujeres –para lo que se acuña el término “muro maternal”–, que exacerba lo que señalábamos al comienzo de la tendencia a abandonar la carrera científica.  Habrá que ver en el corto y en el mediano plazo el impacto de la pandemia en las becarias con hijos e hijas a cargo, por ejemplo, cuántas no podrán terminar en los plazos previstos sus tesis doctorales (aun contemplando las prórrogas otorgadas), peligrando con ello su continuidad y su inserción laboral futura.

El 24 de abril de ese mismo año,  Caroline Hitchener (2020) señalaba en la revista The Lily que parecía que las mujeres estaban enviando menos artículos a revistas debido al coronavirus. En esa nota, se retomaban los datos de editores respecto de la baja de envíos de artículos por parte de mujeres en las primeras seis semanas del confinamiento, mientras que en el caso de los varones los envíos se incrementaron en un 50%. Este desequilibrio pone en evidencia las consecuencias que tiene el confinamiento y tendrán las nuevas condiciones de vida para las carreras académicas y científicas de las mujeres, puesto que serán evaluadas y deberán “competir” con sus pares varones para la promoción y el avance en sus puestos. 

En la misma línea, el 19 de mayo Nature publica una nota titulada “El declive de la producción de las investigadoras mujeres durante la pandemia por coronavirus” (Lamarre, Sugimoto y Larivière, 2020), donde se advierte acerca del impacto desproporcionado en las carreras de investigadoras recientes. Estos estudios proceden comparando las publicaciones en bases de datos científicas de mujeres y varones a partir del comienzo del confinamiento (marzo y abril 2020) con enero y febrero de ese mismo año y con las tasas de publicación de meses del año precedente (marzo y abril de 2019). Aunque hay variaciones, la tendencia es a la baja de las publicaciones de mujeres que oscila entre un 10% y más de un 20%. 

Encontramos otros estudios (Cui, Ding y Zheu, 2020; Kibe, 2020; King y Frederickson, 2021) sobre la baja de la producción de conocimiento por parte de las investigadoras mujeres durante la pandemia. Gran parte de estos trabajos realizados en el primer año del confinamiento y procedentes de reconocidas revistas de divulgación científica, muestran que el agravamiento de la desigualdad de género en la producción de conocimiento durante la pandemia es un fenómeno internacional y estructural que responde al sistema cisheteropatriarcal. Si bien gran parte de estos estudios son relativos a los momentos de confinamiento más estricto, las transformaciones en la producción del conocimiento no han sido pasajeras sino que más bien muestran una tendencia a una reorganización del trabajo hacia una reducción de las tareas presenciales en complementariedad con un incremento de las actividades remotas. De manera que aun cuando ya no estemos en situación de confinamiento, la problemática que supone para las mujeres el trabajo en sus hogares, persistirá y profundizará la brecha de género, por lo que requiere de políticas institucionales que den cuenta de la situación y que procuren mitigar su impacto no sólo inmediato sino a mediano y largo plazo.

 

La situación en Argentina

 

En relación con la problemática en nuestro país, quisiéramos comenzar señalando que existen documentos relevantes sobre la situación de las mujeres en la pandemia. Uno de ellos se denomina “Diagnóstico de la situación de las mujeres rurales y urbanas, y disidencias en el contexto de COVID-19” (Bidaseca, Costa, Brighenti y Ruggero, 2020) elaborado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina.[†] Otro documento importante es “Cuidados y Mujeres en tiempos de COVID-19. La experiencia en la Argentina” (Villafañe y Bustos, 2020), elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en colaboración con el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad.[‡] Sin embargo, ninguno de esos documentos aborda la cuestión de las mujeres en la ciencia durante la pandemia. Asimismo, la presidenta del CONICET, Doctora Ana Franchi, también es presidenta de la Red Argentina de Género, Ciencia y Tecnología (RAGCyT)[§] pero en ninguna de estas instancias se han llevado a cabo estudios ni proyectos específicos sobre el modo en que la pandemia afecta particularmente a las investigadoras.[**]

Por otra parte, aunque no aborda el impacto de la pandemia, cabe destacar la aparición en febrero de 2021 del documento de trabajo número 8 del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MinCyT) titulado “Diagnóstico sobre la situación de las mujeres en Ciencia y Tecnología”. En este documento, aparecen menciones puntuales al COVID-19 pero no relativas a su impacto en la brecha de género en la ciencia sino a los 140 proyectos financiados para investigar sobre el virus, de los cuales la mitad son dirigidos por mujeres (MinCyT, 2021: 13). Sin considerar el agravamiento que podría conllevar el confinamiento, el documento realiza un diagnóstico de la situación de las mujeres en la ciencia que reconoce la brecha existente, al tiempo que señala que recién en el documento preliminar del “Plan nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030” de septiembre de 2020 aparece la “igualdad de género” (MinCyT, 2020a: 6 y 29) como uno de los principios del plan científico nacional[††] a la vez que se reconocen “los problemas pendientes en materia de igualdad de género” (MinCyT, 2020a: 37).

La situación de las mujeres en la ciencia, como ocurre a nivel internacional, se asienta sobre una desigualdad estructural en la distribución de las tareas domésticas y de cuidado. En el diagnóstico realizado por el MinCyT aparece una sola vez mencionada la cuestión de la violencia y del cuidado (MinCyT, 2021: 14) como las dos problemáticas nodales que afectan a las mujeres pero en términos sociales generales sin considerar la situación de las mujeres en la ciencia.[‡‡] Trataremos en lo sucesivo de pensar la compleja imbricación entre las tareas de cuidado, las mujeres en la ciencia y el impacto de la pandemia. De acuerdo con la “Encuesta sobre Trabajo No Remunerado y Uso del Tiempo”, realizada por el INDEC en el año 2013, las mujeres dedican casi el doble de su tiempo a las tareas domésticas y de cuidado en comparación con los varones: 6,4 sobre 3,4 horas respectivamente. Este trabajo aumenta en el caso de los hogares monoparentales que en nuestro país en el 84% de los casos están a cargo de mujeres, según la “Encuesta Nacional sobre la Estructura Social” (ENES) del año 2015. En el “Estudio sobre el impacto de la COVID-19 en los hogares del Gran Buenos Aires” realizado por INDEC (2020) entre agosto y octubre del 2020, se puede apreciar la profundización de la desigualdad en las tareas domésticas y de cuidado, puesto que los datos arrojan que durante la pandemia las mujeres se ocupaban en un 74% de las tareas escolares (frente al 16% de los varones), en un 70,3% de las tareas domésticas (ante un 21% por parte de los varones) y en un 64,1% del cuidado de los hijos y las hijas (respecto del 20,1% de los varones).

En ocasión del 8 de marzo del año 2021, el portal de la Universidad Nacional del Litoral publica la nota “Género e igualdad en tiempos de pandemia” retomando el trabajo del Programa de Género de esa casa de estudios sobre la actual profundización de la brecha de género. En este contexto, resulta manifiesto que en las investigadoras con menores y personas a cargo, recaen también en mayor proporción las tareas relativas al cuidado y a la casa, poniéndolas en desventaja frente a sus pares varones. En el ámbito de difusión del conocimiento científico en nuestro país encontramos tematizaciones y abordajes sobre la cuestión de las mujeres en la ciencia en el contexto de pandemia.[§§] El 12 de mayo del 2020, en relación específicamente con la pandemia, Nadia Luna aborda la cuestión en el portal de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM): “Científicas en cuarentena: Más desigualdad y menos productividad”. Allí se recogen diversos testimonios a la vez que se destacan las implicancias físicas, psíquicas y emocionales del confinamiento y del teletrabajo en relación con la reducción de las horas de sueño, los problemas de concentración y la imposibilidad de limitar los requerimientos a horas laborables fijas. En la misma dirección, un portal de noticias publicó el 20 de octubre del 2020 una nota de Julia Van Gool: “Mujeres en la ciencia: edición pandemia”. Además de analizar la situación crítica, el trabajo se detiene en la relevancia de la labor clave de investigadoras durante la pandemia, para argumentar a partir de allí la necesidad de ampliar el protagonismo de las mujeres en la ciencia –principalmente en las áreas de Ciencias Exactas y Tecnología, en donde su participación es considerablemente menor.

Podemos decir que en los medios de divulgación científica se problematizaron y visibilizaron de esta manera las inequidades que la pandemia trajo consigo respecto del papel de las mujeres y de las identidades feminizadas. A pesar del avance de la marea verde con su consecuente discusión sobre cuestiones de género que precedentemente no lograban ingresar en la agenda pública, la pandemia parece haber puesto de relieve que respecto de ciertos reclamos feministas de larga data, como es el caso de la feminización y desproporción de las tareas de cuidado en relación con los varones, o bien no se ha avanzado tanto como pensábamos o bien el confinamiento y la pandemia han arrasado con gran parte de eso. Tal como informa Adriana Molina, directora del Programa de Género de la Universidad Nacional del Litoral (2021), la CEPAL estima que en política laboral la pandemia supone al menos un retraso de una década en la situación de las mujeres y algo similar podría afirmarse respecto de los trabajos domésticos no remunerados y del cuidado y su impacto en la producción de conocimiento por parte de las mujeres.

Los viejos estereotipos y desigualdades respecto del trabajo no remunerado que suponen las tareas domésticas y de cuidado no sólo se encuentran presenten en los ámbitos universitarios y científicos[***] sino que incluso parecen haberse revitalizado y exacerbado en esta “nueva normalidad”. Ante esto, se vuelve urgente modificar y revisar los sistemas de evaluación y promoción científica, que focalizados en el ritmo y la cantidad de publicaciones, parecen ignorar el impacto de la feminización del cuidado y de la crianza así como la incidencia del acoso y de la violencia por motivos de género en los ámbitos laborales[†††] en relación con la denominada “productividad” de las mujeres.[‡‡‡] Sin embargo, antes de detenernos en esta dimensión crítica, revisemos algunos de los avances que se han producido respecto de la denominada brecha de género en las universidades y en el sistema científico nacional.

Entre las cosas que cambiaron, en particular en nuestro país, según el relevamiento  “Mujeres en el sistema universitario argentino 2018-2019” del Ministerio de Educación (2020) y de la Secretaría de Políticas Universitarias, cabe destacar que el 50,05% de los docentes universitarios son mujeres. Este número se encuentra en consonancia con lo que sucede en Brasil, Paraguay, Uruguay, Panamá y Cuba[§§§], destacándose respecto de otros países de la región que tienen entre 30% y 40% de investigadoras mujeres –tal es el caso de Chile, Bolivia, Perú, Colombia, México, Honduras y Ecuador, entre otros (UNESCO, 2020b). En la escala de cargos docentes las mujeres son mayoría (56,4% de ayudantes, 58,7% de JTP, 55,2% de Adjunto, 51,5% de Asociado), tendencia que se revierte en el cargo de mayor jerarquía, donde entre los profesores titulares, las mujeres representan el 44,5% del total. Asimismo, y como destaca el informe “Mujeres en la educación superior” de la UNESCO (2021), el denominado “techo de cristal” (Maguregui, 2021) persiste en los altos cargos directivos de la educación superior. Esto se evidencia en el caso de las autoridades de educación superior en nuestro país en donde las mujeres representan un 41,42% frente al 58,58% de varones. Asimismo, a medida que se asciende en la jerarquía del cargo baja el porcentaje de mujeres, por ejemplo, en el caso de los puestos de Rector sólo un 13% son mujeres frente al 87% de varones, a nivel de vicerrector, secretaría de universidad y decano los números para las mujeres son de 31%, 35% y 34% respectivamente, mientras que en el caso de vicedecano asciende a 47% (Ministerio de Educación, 2020). Estos números se encuentran en consonancia con la situación en la región, respecto a la cual la UNESCO destacó a comienzos de 2020 que sólo el 18% de los puestos de rector eran ocupados por mujeres en América Latina (UNESCO-IESALC, 2020).

En relación con el CONICET encontramos una situación equiparable.[****] Mientras que en el año 2007 las investigadoras alcanzaban el 48%, en el 2020 las mujeres representan el 53% del personal de investigación. Sin embargo, a medida que ascendemos en la jerarquía de los puestos de investigación la presencia femenina decrece considerablemente. Así entre quienes detentan becas el 60% son mujeres, mientras que las investigadoras asistentes constituyen el 61%, las adjuntas el 56%, las independientes el 49%, las principales el 42% y las superiores tan sólo el 25%. En la composición del directorio del CONICET vemos replicada la misma desigualdad del escalafón más elevado de la carrera de investigador, siendo 6 miembros varones (75%) y 2 mujeres (25%). Actualmente y desde diciembre de 2019, la presidencia del CONICET corresponde a una mujer, ocupando el cargo, como ya mencionamos, la doctora Ana Franchi.

Otro dato a destacar es que a nivel mundial existe una brecha de género en las publicaciones que se intensifica en las revistas internacionales mejor posicionadas (UNESCO, 2021). Así resulta que los varones en promedio publican más artículos que las mujeres, y según datos de la UNESCO (2021) en el período 2014-2018 los artículos publicados por varones alcanzaron el 62% frente al 38% de mujeres investigadoras. El caso de Argentina es resaltado en el documento de la UNESCO entre los “resultados notables por países”, puesto que “es el que más se acercó a la paridad de género entre los autores en general”  (2021: 28), en oposición a Japón que tiene la proporción más baja de publicaciones de mujeres (18%).

Luego de este panorama, nos interesa volver sobre el impacto de la pandemia y sus consecuencias en el corto y mediano plazo, para analizar aquellas cosas que no cambiaron tanto. La profundización de las desigualdades fue tematizada en los medios de divulgación científica, y en los diversos documentos analizados, y en el próximo apartado nos interesa abrir una reflexión conjunta sobre las respuestas institucionales ante la situación analizando dos casos específicos.

 

Respuestas institucionales: análisis de dos casos

 

En el ámbito educativo y de investigación, el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) supuso el cese de las actividades presenciales y el cierre de las instituciones universitarias y de investigación. En consecuencia se produjo una reorganización de aquellas tareas que podían realizarse de manera virtual. Los trabajos de campo, en laboratorios, con archivos, entre otros, se vieron interrumpidos, reorientándose en la medida de lo posible hacia la investigación teórica o el análisis del material disponible hasta ese momento. Sin embargo, no sólo estas condiciones por denominarlas “internas” a la investigación científica sino también otras consideradas “externas” resultaron nodales para la continuidad de la producción científica. La realización de las tareas de investigación en el hogar supuso una serie de desafíos difícilmente conciliables especialmente para las investigadoras con menores a cargo. A continuación proponemos analizar someramente dos casos de respuestas institucionales, una referida al sistema científico nacional y la otra al ámbito universitario, en particular a la Universidad Nacional de La Plata.

En el marco de la pandemia, el CONICET dispuso de un sistema de licencias por cuidado de menores en edad escolar (3 a 12 años) durante el confinamiento estricto y ante el cierre de los jardines de infantes y de las escuelas, Este mecanismo se revela como una forma de afrontar las dificultades que trajo consigo la pandemia y el confinamiento. Sin embargo, quisiéramos señalar algunos puntos débiles e insuficiencias de este mecanismo institucional tal y como fue implementado. En primer lugar, la delimitación etaria de la licencia por cuidados no cubría a quienes tenían menores de 3 años. Esto seguramente se debe a que la licencia fue pensada para quienes debían hacerse cargo de la escolaridad de sus hijos e hijas. Sin embargo, aun cuando los y las menores de 3 años no requieran tareas de escolarización suelen demandar más atención y cuidados que las niñas y los niños en edad escolar, por lo que las madres y padres que trabajan suelen enviarlos a jardines maternales que aun no siendo de escolaridad obligatoria, representan la única forma de poder afrontar las responsabilidades laborales.

En este punto, no está de más señalar que el CONICET no cuenta con ningún sistema de cuidados maternales para los hijos y las hijas de sus empleadas y empleados, es decir, no dispone de un sistema de jardines maternales propios y sólo en algunos distritos ofrece el servicio a través de convenios con un alcance nacional muy limitado. En el resto de los casos, la institución otorga un subsidio que oficia de ayuda económica para quienes tienen menores de tres años a cargo y que representa aproximadamente un tercio del valor de ochos horas diarias de jardín maternal.

En segundo lugar, las licencias se extienden hasta menores de doce años como si las y los adolescentes no requirieran acompañamiento no sólo para la realización de tareas sino también emocional y psicológico –siendo un grupo particularmente afectado por el confinamiento. En tercer lugar, la licencia por cuidado no dio lugar a ningún beneficio explícito y directo en relación, por ejemplo, con la presentación de informes y las evaluaciones de los mismos.

En pleno confinamiento estricto, el 8 de mayo de 2020, el CONICET informó el cronograma para la presentación de informes anuales y bianuales. El comunicado del CONICET, enviado por mail y por el sistema de notificación de intranet, señalaba en relación con la situación de la pandemia que quien no pudiere presentar el informe en la fecha estipulada podría solicitar vía correo electrónico una ampliación del plazo fundamentando debidamente las razones ligadas a la pandemia COVID-19. Aquí puede apreciarse que la licencia no dio lugar a ninguna prórroga directa sino que en caso de que alguien la necesitara debía proceder por vía excepcional. Quisiera destacar que para el acceso a la licencia era necesario enviar las partidas de nacimiento de los y las menores y una conformidad del lugar de trabajo. Para el CONICET evidentemente tener hijos e hijas a cargo en un momento de confinamiento y suspensión de la escolaridad presencial, no era razón suficiente para ameritar una prórroga automática en la fecha de entrega de los informes.

La  manifiesta falta de perspectiva de género, obligó a quienes se encontraban a cargo de menores durante la pandemia a cumplir con el informe a pesar de las circunstancias, quedando como alternativa cuando esto no resultaba posible, recurrir a la solicitud de una prórroga por vía excepcional e individual. De este modo, debía tramitarse la excepción por razones personales, cuando se podría haber contemplado, en el caso de los informes, un plazo adicional diferenciado para quienes habían obtenido licencia por cuidado de personas a cargo durante el confinamiento. Asimismo, dado que no se contemplaba la licencia para la extensión del plazo de presentación del informe, parece todavía menos plausible que fuese tenida en consideración al momento de la evaluación del informe. En cualquier caso, no había un posicionamiento institucional al momento de la presentación de los informes respecto de la aceptabilidad de los mismos[††††].

Cabe señalar que la presidenta del CONICET, Ana Franchi, consultada por el tema de los informes durante el año 2020, señaló en su momento que “se tomará en consideración todo lo que está pasando ya que no sabemos todavía cuándo se va a poder volver a los laboratorios. Esto también se va a tener en cuenta para los informes que se solicitan de los años 2018-2019 y el plan no va a ser tan ajustado” (cit. en Luna, 2020: http). Efectivamente los informes presentados en 2020 no fueron evaluados pero esta política fue general para todos los investigadores por lo que no permite subsanar las diferencias y brechas de género existentes y profundizadas por la pandemia. El punto crucial será, por ejemplo, las evaluaciones de las promociones y si se establece un mecanismo institucional para las mujeres que hayan tenidos niños, niñas y personas a cargo durante la pandemia. 

La licencia por cuidados en el marco de la pandemia en CONICET constituyó una herramienta para visibilizar la problemática del cuidado, lo que por supuesto resulta de suma relevancia, aunque no contempló ni extensión de plazos ni diferencia alguna en la aceptabilidad de los informes. No obstante, el punto más problemático como ya se ha indicado seguramente sea que difícilmente las licencias por cuidado de familiares a cargo durante la pandemia sean contempladas al momento de las solicitudes de promoción. Si esto no sucede, tendrá implicancias en la carrera futura de las investigadoras, contribuyendo a la profundización de la brecha de  género en los escalafones más elevados de la Carrera de Investigador Científico. Quisiera destacar, a pesar de todo, la importancia de la licencia puesto que las becarias doctorales no tenían acceso a este derecho básico, lo que muestra el nivel de precarización de las y los investigadores más jóvenes. Quienes además se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad tanto respecto de los ingresos como en relación con la continuidad de los mismos y de su inserción laboral.

Las medidas implementadas en el CONICET se fortalecerían en efectividad en torno de la cuestión de género contemplando efectos concretos de las licencias por cuidados –y lo mismo sucede con las licencias por maternidad– así como también efectos a mediano y largo plazo considerando el decrecimiento de la “productividad” de las investigadoras mujeres durante la pandemia. Una política institucional concreta es necesaria y urgente para evitar que la brecha de género existente en los escalafones más elevados de la carrera de investigación se profundice en los próximos años y contemos con todavía menos mujeres científicas en los cargos superiores de gestión y de investigación.

En la entrevista ya referida, en relación con la desigualdad de género en el sistema científico y la exigencia de productividad a la hora de las evaluaciones, Ana Franchi expresó: “Si bien tenemos que ir pensando en otras formas de evaluar desde el sistema científico, la base del problema está en el patriarcado y lo que hay que cambiar es el sistema cultural, donde es la mujer la que se tiene que encargar de la mayor parte de las tareas de cuidado” (cit. en Luna, 2020: http). Acordamos en que el problema del fondo es el sistema cisheteropatriarcal pero también es necesario advertir que la pandemia nos ha mostrado como sus estructuras son proclives a fortalecerse y perpetuarse. Por eso, se vuelve imperioso el diseño y la implementación de políticas institucionales para afrontar la brecha de género fuertemente agravada por el confinamiento con sus repercusiones futuras en el sistema científico. Ante una situación de desigualdad que hunde sus raíces en estructuras sociales y culturales, quienes se encuentran en cargos de gestión institucional, tienen la obligación y la responsabilidad de pensar y delinear políticas institucionales para paliar y revertir las injusticias estructurales en relación con las mujeres en el sistema científico en nuestro país.

Por último, nos interesa analizar el Relevamiento sobre proyectos de investigación FaHCE en pandemia realizado por la Secretaría de Investigación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP-FaHCE, 2021). Durante el primer cuatrimestre del 2021, la Secretaría de Investigación realizó una encuesta a directores, directoras, codirectores y codirectoras de los proyectos radicados en la Facultad con el objeto de conocer las dificultades encontradas y el estado general de realización de las actividades proyectadas originalmente. La encuesta fue respondida por direcciones y codirecciones de 118 proyectos habiendo en total 155 proyectos radicados en la FaHCE, es decir, un 72% por lo que tiene una amplia representatividad. Este relevamiento constituye una herramienta necesaria e indispensable para analizar las dificultades afrontadas para llevar a cabo las investigaciones en el contexto de la pandemia y también avizorar las perspectivas futuras.

La primera pregunta de la encuesta indagaba en qué medida se vieron afectadas las actividades de investigación del equipo. El 74.2% respondió que se vieron afectadas parcialmente, el 15% mínimamente y el 10,8% completamente. Esa pregunta permitía una ampliación de las dificultades encontradas, apareciendo allí problemas técnicos, de conectividad, necesidades de cuidado familiar, sobrecarga docente y de evaluación y limitaciones para el trabajo colaborativo, entre otras.

La segunda pregunta indagaba sobre las actividades del proyecto que se vieron más comprometidas, encontrándose entre las mismas en orden porcentual: la ejecución del subsidio, la participación en reuniones científicas,  el trabajo de campo, el trabajo de archivo, las reuniones de equipo, la elaboración de publicaciones, la formación de recursos humanos y en último lugar la presentación de informes. La tercera pregunta refería a las dificultades encontradas para el desarrollo de los planes de trabajo de becarias, becarios y tesistas del proyecto. En este punto, se constató “la mayor gravedad de las circunstancias desfavorables para la investigación en el caso de lxs investigadorxs en formación, en base a variables diversas” (UNLP-FaHCE, 2021: 3).

Los relevamientos nos parecen el primer paso necesario y fundamental para el desarrollo de políticas institucionales que puedan afrontar las dificultades que la pandemia trajo consigo. Quisiéramos señalar que en el relevamiento realizado no se consigna información sobre género relativa a la dirección de proyectos por lo que no hay forma de sopesar el impacto desigual del confinamiento en las tareas de investigación de mujeres y varones. Esta información hubiese permitido dar visibilidad a la problemática de género, por lo que resulta preciso destacar la importancia de diseñar estos relevamientos en articulación con las áreas de trabajo y los centros de investigación sobre cuestiones de género. Como hemos visto, la pandemia incrementa la desigualdad de género para llevar a cabo la investigación y la publicación, entre otras, por lo que sería importante incorporar esta dimensión de análisis a los relevamientos, incluyendo la distinción entre mujeres, varones y disidencias como variable de análisis para poder evaluar el impacto desigual de la pandemia y brindar herramientas para diseñar políticas tendientes a contrarrestar sus consecuencias. No obstante, cabe destacar la importancia de esta política de relevamiento así como destacar que el faltante de datos sobre disidencias en el ámbito universitario y científico es una tarea pendiente que resulta preciso incorporar para poder responder con la debida complejidad a los desafíos de nuestro tiempo.

 

Conclusiones

 

La pandemia trajo consigo profundas modificaciones en nuestra cotidianeidad y forma de vida a la vez que una reestructuración de las prácticas laborales y de los funcionamientos institucionales. En relación con la producción de conocimiento en las instituciones científicas y académicas observamos que la brecha existente entre varones y mujeres se ha profundizado considerablemente en lo que respecta a la cantidad de publicaciones y de citaciones. La razón principal reside en que las tareas domésticas así como de cuidado de menores y personas a cargo recae en una proporción considerablemente mayor en las mujeres e identidades feminizadas. En nuestro país, hemos visto, según la encuesta del INDEC del año 2013, las  mujeres dedican casi el doble de tiempos a tareas domésticas y de cuidado con respecto a los varones. Esta tendencia se vio acentuada con la pandemia, en donde según una encuesta del INDEC sobre el impacto del COVID en los hogares del Gran Buenos Aires, las mujeres se encargan en más del 70% de las tareas domésticas y de las tareas escolares y más del 60% de cuidado.

Resulta manifiesto que la desproporción en la distribución de las tareas domésticas y de cuidado es un fenómeno social y cultural extendido que arraiga en el sistema cis-heteropatriarcal imperante, impactando notoriamente en el desempeño de las investigadoras y científicas. Sus consecuencias se agravan bajo las condiciones de producción de conocimiento en pandemia y los cambios en las modalidades de trabajo parecen indicar que seguirá siendo una problemática nodal en los próximos años. Los fenómenos denominados “muro maternal” y “techo de cristal” afectan considerablemente las carreras de las científicas y académicas, y su impacto seguramente se profundizarán en la post pandemia si no se afronta la problemática con políticas institucionales específicas para disminuir la brecha de género existente en el ámbito de la docencia universitaria y de la investigación. La disminución de la proporción de mujeres en las categorías más altas de la Carrera de Investigación Científica y en los cargos docentes y de gestión superiores en el ámbito universitario es una tendencia que puede radicalizarse en el futuro próximo por las consecuencias de la pandemia.

En este contexto, las instituciones científicas y universitarias han tomado medidas tendientes a dar cuenta de la compleja situación que suponía desarrollar las tareas laborales en el ámbito doméstico y con responsabilidades relativas al cuidado de menores y personas a cargo. El sistema de licencias ofrecido por el CONICET respondió a estas necesidades aunque con limitaciones y aspectos que deberían ser contemplados en otras oportunidades y en general respecto de las licencias por maternidad. El relevamiento realizado por la Secretaría de Investigación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP permitió efectuar una aproximación a la situación del desarrollo de los proyectos de investigación durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio en esa institución. A lo largo del trabajo hemos puesto de manifiesto el carácter delicado de la situación y avizoramos la necesidad de delinear políticas con perspectiva de género ante la presentación de informes, las promociones, las postulaciones de proyectos y los concursos docentes, para hacer frente a las consecuencias particulares de la situación generada por la pandemia en la carrera de científicas e investigadoras.

 

Recibido: 27 de abril de 2022

Aceptado: 30 de junio de 2022


 

Referencias Bibliográficas 

Bango, Julio (2020). Cuidados en América Latina y el Caribe en tiempos de COVID-19. Hacia sistemas integrales para fortalecer la respuesta y la recuperación. ONU Mujeres y CEPAL.

            https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45916/190829_es.pdf

Barcena, Alicia y Pinheiro, Vinícius (2020, 21 de mayo). El trabajo en tiempos de pandemia: desafíos frente a la enfermedad por coronavirus (COVID-19). Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe Nº 22. Comisión Económica para América Latina y el Caribe/Organización Internacional del Trabajo. https://www.cepal.org/sites/default/files/presentation/files/ppt_version_final_oit-cepal-_covid-19_-_21-05-20.pdf

Bidaseca, Karina; Costa, Michelly Aragão Guimarães; Brighenti, Maura y Ruggero, Santiago (2020). Diagnóstico de la situación de las mujeres rurales y urbanas, y disidencias en el contexto de COVID-19. Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, Argentina. https://www.clacso.org/diagnostico-de-la-situacion-de-las-mujeres-rurales-y-urbanas-y-disidencias-en-el-contexto-de-covid-19/

Brock, Jon (2020, 17 de marzo). Women rival men in scientific research publications and citations. But short careers set them back. Nature. https://www.natureindex.com/news-blog/women-rival-men-in-scientific-publications-citations

CONICET (2020a, 6 de mayo). Investigadores argentinos logran desarrollar el primer test serológico del país para el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. https://www.conicet.gov.ar/investigadores-argentinos-logran-desarrollar-el-primer-test-serologico-del-pais-para-el-nuevo-coronavirus-sars-cov-2/

CONICET (2020b). Conicet en cifras. Personas: ¿quiénes y cuántos somos? https://cifras.conicet.gov.ar/publica/categoria/14/show

CONICET (2022). Informes CIC Bienales 2022. https://convocatorias.conicet.gov.ar/informes-cic-bienales-2022/

CONICET-CADIC (2021). La Mujer en la Ciencia Argentina. https://cadic.conicet.gov.ar/la-mujer-en-la-ciencia-argentina/

Cui, Ruomeng; Ding, Hao y Zhu, Feng (2020, 9 de junio). Gender Inequality in Research Productivity during the COVID-19 Pandemic. Manufacturing & Service Operations Management. https://ssrn.com/abstract=3623492 

Díaz, Ángel (2020, 8 de junio). Las mujeres han publicado menos estudios sobre la pandemia. El mundo. https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ciencia/2020/06/08/5eda7777fdddff2e368b461d.html

Edelsztein, Valeria (2012). Científicas. Cocinan, limpian y ganan el premio Nobel (y nadie se entera). Siglo XXI.

Hitchener, Caroline (2020, 24 de abril). Women academics seem to be submitting fewer papres during coronavirus. The Lily. https://www.thelily.com/women-academics-seem-to-be-submitting-fewer-papers-during-coronavirus-never-seen-anything-like-it-says-one-editor/

INDEC (2020). Estudio sobre el impacto de la COVID-19 en los hogares del Gran Buenos Aires. Agosto-octubre.

            https://www.indec.gob.ar/ftp/cuadros/sociedad/EICOVID_primer_informe.pdf

INDEC (2013). Encuesta sobre trabajo no remunerado y uso del tiempo. https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-4-31-117

Kessler, Gabriel (coord.) (2020). Relevamiento del impacto social de las medidas del Aislamiento dispuestas por el PEN. CONICET, Comisión de Ciencias Sociales de la Unidad Coronavirus COVID-19. https://www.conicet.gov.ar/wp-content/uploads/Informe_Final_Covid-Cs.Sociales-1.pdf

Kibbe, Melina R. (2020). Consequences of the COVID-19 Pandemic on Manuscript Submissions by Women. JAMA Surgery, 155 (9).

https://jamanetwork.com/journals/jamasurgery/fullarticle/2769186

King, Molly M. y Frederickson, Megan E. (2021) The Pandemic Penalty: The Gendered Effects of COVID-19 on Scientific Productivity. Socius: Sociological Research for a Dynamic World, Vol. 7.

            https://journals.sagepub.com/doi/full/10.1177/23780231211006977

Lamarre, Philippe Vincent, Sugimoto, Cassidy R. y Larivière, Vincent. (2020, 19 de mayo). “The decline of women's research production during the coronavirus pandemic”. Nature. https://www.natureindex.com/news-blog/decline-women-scientist-research-publishing-production-coronavirus-pandemic

Luna, Nadia (2020, 12 de mayo). Científicas en cuarentena: Más desigualdad y menos productividad. UNSAM. https://www.unsam.edu.ar/tss/cientificas-en-cuarentena-mas-desigualdad-y-menos-productividad/

Magallón, Carmen (2021, 20 de mayo). Paz, cuidados y mejor ciencia, un legado de mujeres para la post-pandemia. [Video] YouTube. https://www.lacasaencendida.es/encuentros/paz-cuidados-mejor-ciencia-legado-mujeres-post-pandemia-12564

Maguregui, Cristina (2021, 8 de febrero). Mujeres y ciencia. Una historia a medias. Educ.ar Portal. https://www.educ.ar/recursos/155547/mujeres-y-ciencia-una-historia-a-medias

Minello, Alessandra (2020, 17 de abril). The pandemic and the female academic. Nature. https://www.nature.com/articles/d41586-020-01135-9

MinCyT (2021, febrero).  Diagnóstico sobre la situación de las mujeres en Ciencia y Tecnología. Documento de trabajo Nro. 8. Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Argentina. https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/documento_n8_-_diagnostico_situacion_de_las_mujeres_en_cyt_-_febrero_2021.pdf

MinCyT (2020a, abril). Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva 2030. Documento preliminar. Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Argentina.  https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/plan_cti_2030_-_documento_preliminar_septiembre_2020.pdf

MinCyT (2020b, octubre). Informe temático de capacidades CyT en violencia de género. Documento de trabajo Número 5. Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Argentina. https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/informe_de_capacidades_tematicas_en_id-_violencia_de_genero.pdf

 

Ministerio de Educación y Secretaría de  Políticas Universitarias (2020). Mujeres en el sistema universitario argentino 2018-2019. Argentina. https://www.argentina.gob.ar/noticias/la-participacion-de-las-mujeres-en-el-sistema-universitario

Ministerio de Obras Públicas (2021). Infraestructura del cuidado. Aportes para la toma de decisiones. Obras públicas, Género y Niñez. Argentina.  https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/serie_de_documentos_de_trabajo_n_1_infraestructura_de_cuidados_25-01-2021.pdf

ONU (2020a). Policy Brief: The Impact of COVID-19 on Women.   https://www.unwomen.org/en/digitallibrary/publications/2020/04/policy-brief-the-impact-of-covid-19-on-women

ONU (2020b). La Pandemia en la sombra: violencia contra las mujeres durante el confinamiento. https://www.unwomen.org/es/news/in-focus/in-focus-gender-equality-in-covid-19-response/violence-against-women-during-covid-19

Programa de Género de la Universidad Nacional del Litoral (2021, 8 de marzo). Género e igualdad en tiempos de pandemia. https://www.unl.edu.ar/noticias/news/view/8m_g%C3%A9nero_e_igualdad_en_tiempos_de_pandemia#.YLgzR6hKg2w

RAGCyT (2011). Red Argentina de Género, Ciencia y Tecnología. Institucional. http://www.RAGCyT.org.ar/institucional

Rodríguez Navia, Alizon; Romero Granados, Luis; Moreno Caballero, Lucía; Gonzales del Carpio, Adriana Thalia y Paredes Neyra, Erika Rubí (2020). En tiempos de pandemia: aportes de las mujeres a la ciencia y la tecnología. Red Peruana de Ciencia, Tecnología y Género. https://www.researchgate.net/publication/350740379_En_tiempos_de_pandemia_Aportes_de_las_mujeres_a_la_ciencia_y_la_tecnologia

Staniscuaski, Fernanda; Reichert, Fernanda; Werneck, Fernanda P.; Oliveira, Letícia de; Mello-Carpes, Pâmela B.; Soletti, Rossana C.; Almeida, Camila Infanger; Zandona, Eugenia; Ricachenevsky, Felipe Klein; Neumann, Adriana; Schwartz, Ida Vanessa D.; Sayuri, Alessandra; Tamajusuku, Kikuchi; Seixas, Adriana; Kmetzsch, Livia y Parent in Science Movement (2020). Impact of COVID-19 on Academic Mothers. Science, 368 (6492). https://www.science.org/doi/full/10.1126/science.abc2740

UNESCO (2021, 8 de marzo). Mujeres en la educación superior: ¿la ventaja femenina ha puesto fin a las desigualdades de género? https://www.iesalc.unesco.org/wp-content/uploads/2021/03/Las-mujeres-en-la-educacio%CC%81n-superior_12-03-21.pdf

UNESCO (2020a). Global Education Monitoring Report 2020: Gender Report, A New Generation: 25 Years of Efforts for Gender Equality in Education. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000375470

UNESCO (2020b). Women in Science. Fact Sheet No. 60. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000375033?posInSet=6&queryId=1228

 

UNESCO (2017). Women are Missing from the Ranks of Higher Education and Research. http://uis.unesco.org/en/news/women-are-missing-ranks-higher-education-and-research

UNESCO-IESALC. (2020). Where are the Women University Rectors in Latin America? http://www.iesalc.unesco.org/en/2020/03/07/where-are-the-women-universityrectors-in-latin-america-unesco-iesalc-data-reveals-that-only-18-of-the-regionsuniversities-have-women-as-rectors/

UNLP-FaHCE (2021). Relevamiento sobre proyectos de investigación FaHCE en pandemia. http://www.fahce.unlp.edu.ar/investigacion/noticias/informe-2021-relevamiento-sobre-situacion-de-proyectos-de-investigacion-fahce-en-pandemia

Van Gool, Julia (2020, 20 de octubre). Mujeres en la ciencia: Edición pandemia. Bacap. https://bacap.com.ar/2020/10/20/mujeres-en-la-ciencia-edicion-pandemia/

Vega Figueroa, Enver (2021, 15 de marzo). Intereses investigativos y producción científica de mujeres: la pandemia desde las ciencias sociales. Un análisis a partir de la base de datos Scopus 2020-2021. Pensar la pandemia. Observatorio Social del Coronavirus, CLACSO. https://www.clacso.org/intereses-investigativos-y-produccion-cientifica-de-mujeres-la-pandemia-desde-las-ciencias-sociales/

Villafañe, Soledad y Bustos, Juan Martín (2020). Cuidados y Mujeres en tiempos de COVID-19. La experiencia en la Argentina. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina (contraparte). https://www.cepal.org/es/publicaciones/46453-cuidados-mujeres-tiempos-covid-19-la-experiencia-la-argentina

 


 

 



* Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FaHCE). Departamento de Filosofía. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Centro de Investigaciones en Filosofía. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad Nacional de La Plata. Integrante de la Colectiva de Filósofas Feministas de la Universidad Nacional de La Plata y de la Red Argentina de Colectivas Feministas de Filosofía. Instituciones financiadoras: CONICET. UNLP-FaHCE.

[*] Al respecto véase también la nota en la revista Science “Impact of COVID-19 on Academic Mothers” (Staniscuaski et al., 2020).

[†] También encontramos el temprano Relevamiento del impacto social de las medidas del Aislamiento dispuestas por el PEN” realizado por la Comisión de Ciencias Sociales de la Unidad Coronavirus COVID-19 del CONICET bajo la coordinación de Gabriel Kessler (2020). Aunque hay mujeres entre quienes informan y encontramos comentarios al respecto, no se desarrolla especialmente la cuestión de la situación de las mujeres como eje de análisis.

[‡] En relación con la centralidad del cuidado remitimos al documento de la ONU Mujeres y de la CEPAL “Cuidados en América Latina y el Caribe en tiempos de COVID-19. Hacia sistemas integrales para fortalecer la respuesta y la recuperación” (Bango, 2020). Desde España, encontramos al respecto la intervención de Carmen Magallón (2021) “Paz, cuidados y mejor ciencia, un legado de mujeres para la post-pandemia”.

[§] Remitimos a la caracterización de la Red en su página web: “Los objetivos de la RAGCyT son generar un espacio de intercambio entre científicas e investigadoras interesadas por la situación de las mujeres en el sector científico y tecnológico, trazar un diagnóstico de la situación de las mujeres en ciencia y tecnología y su evolución en los últimos años, elaborar estrategias de registro, promoción y valoración de la contribución de las mujeres en ciencia y tecnología, además de fortalecer la conciencia de género el sector” (RAGCyT, 2011).

[**] Por su parte, la Red Peruana de Ciencia, Tecnología y Género, conformada poco antes del comienzo de la pandemia, elaboró el documento “En tiempos de pandemia: aportes de las mujeres a la ciencia y la tecnología” (Rodríguez Navia, Romero Granados, Moreno Caballero, Gonzales del Carpio, y Paredes Neyra, 2020).

[††] En el diagnóstico del Ministerio leemos: “El Plan ‘Argentina Innovadora 2020 – Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Lineamientos estratégicos 2012-2015’, el último plan publicado a la fecha en materia de política científica y tecnológica, hace referencias marginales a la temática de género, ciencia y tecnología; particularmente en el crecimiento de la representación de mujeres en la carrera de investigación. Sin embargo, en los documentos preliminares del diseño y desarrollo del próximo Plan ‘Argentina Innovadora 2030’, la igualdad de género es uno de los principios rectores del mismo así como se encuentra también incluido en sus ejes transversales” (MinCyT, 2021: 3).

[‡‡] En este caso se remite respecto de las tareas de cuidado y la cuestión de género, al documento del Ministerio de Obras Públicas: “Infraestructura del cuidado. Aportes para la toma de decisiones. Obras públicas, Género y Niñez” (2021), y en relación con la violencia por motivos de género al “Informe temático de capacidades CyT en violencia de género” (MinCyT, 2020b). Este último analiza la producción académica y científica sobre violencia de género sin abordar este fenómeno al interior de las instituciones científicas y universitarias, y sin considerar tampoco las consecuencias que la pandemia puede acarrear al respecto.

[§§] En el ámbito regional iberoamericano, Enver Vega Figueroa (2021) realiza un estudio sobre publicaciones en español en la base de datos Scopus de investigadoras de ciencias sociales sobre cuestiones relativas al COVID-19 durante el año 2020 y hasta el 26 de febrero de 2021. El resultado es que sólo el 18 % de los artículos publicados corresponden a autoras mujeres, esto es, 37 sobre un total de 205 trabajos. A nivel internacional ya había estudios precedentes sobre la desigualdad en la producción de conocimiento sobre el coronavirus entre mujeres y varones (Díaz, 2020). En nuestro país, cabe destacar que la científica argentina Andrea Gamarnik lideró el desarrollo en tiempo record del test serológico COVIDAR IgG de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 (CONICET, 2020a).

[***] Resulta especialmente emblemática la “anécdota” que da título al libro de Valeria Edelsztein (2012), doctora en Química y divulgadora científica argentina: Científicas. Cocinan, limpian y ganan el premio Nobel (y nadie se entera), retomando la caracterización de la revista Estadounidense Family Health cuando Rosalyn Yalow ganó el premio de Medicina en 1977, cuyo titular en junio del año siguiente fue: “She cooks, she cleans, she wins the Nobel”. Después de más de cuarenta años, aunque la presencia de las mujeres en la ciencia se ha incrementado, la feminización del cuidado sigue siendo una problemática que atraviesa la producción de conocimiento.

[†††] Llamativamente los estudios relativos a la productividad de las mujeres en la ciencia en contexto de confinamiento no han explorado debidamente la cuestión del acoso y de la violencia que se expandieron y adoptaron nuevas modalidades en la virtualidad. El incremento de la violencia contra las mujeres durante el confinamiento ha recibido notable atención (ONU, 2020b).

[‡‡‡] Véase al respecto el apartado “El impacto de la pandemia de COVID-19 sobre la participación de las mujeres en la educación superior” (UNESCO, 2021: 45-48). 

[§§§] Por su parte, Venezuela tiene 61,4% de mujeres investigadoras (UNESCO, 2020b: 2).

[****] Los datos siguientes han sido calculados en base a las cifras provistas por el CONICET (2020b) correspondientes al año 2020. Al respecto véase también “La Mujer en la Ciencia Argentina” (CONICET-CADIC, 2021).

[††††]Esta cuestión fue subsanada en la convocatoria a informes presentados en el año 2022, correspondientes al año 2021 (anuales) y a los años 2020 y 2021 (bienales). En esta oportunidad, el CONICET informaba en la convocatoria que “en virtud de la emergencia señalada, los informes que se presenten tendrán el carácter de «aceptable»” (CONICET, 2022: http).