EL GIRO AFECTIVO COMO POTENCIA POLÍTICA.
EXPERIENCIA DE MILITANCIA FEMINISTA EN UNA AGRUPACIÓN DE ESTUDIANTES SECUNDARIXS
THE AFFECTIVE TURN AS A POLITICAL POWER.
AN EXPERIENCE OF FEMINIST MILITANCY IN A MIDDLE-SCHOOL GROUP
Mariela Ibarra*
Resumen
Este trabajo se propone mostrar la experiencia de militancia feminista de una agrupación de estudiantes secundarios en una escuela preuniversitaria quienes supieron transformar una política violenta y asimétrica a partir de la construcción de una politicidad sostenida en redes afectivas. La hipótesis que guía esta investigación es que las generaciones de jóvenes feministas expresan una nueva militancia construida desde los cuerpos/territorios como espacio de lucha y resistencia, pero a partir del despliegue de una forma de vinculación sexo-afectiva sostenida en redes discursivas y prácticas políticas no violentas arraigadas en la afectividad como potencia transformadora.
Palabras clave: jóvenes- feministas - redes - afectividad
Abstract
This paper intends to show the experience of the feminist militancy in a group in middle school, who knew how to transform violent and asymmetrical politics from the construction of a politicity sustained in affective bonds. The hypothesis that guides this paper is that the generations of young feminists express a new militancy; it is built from the bodies/territories as a space of struggle and resistance, but from the deployment of a form of sex-affective bonding sustained in discursive networks and non-violent political practices rooted in affectivity as a transforming power.
Keywords: Youth – Feminisms - Network s- Affectivity
Definiendo los feminismos con voz propia[*]
Este trabajo se propone dar cuenta de algunas definiciones que tienen lxs pibxs[†][‡]que militan en una organización política estudiantil, Hierba Mala (HM) de un colegio preuniversitario de la ciudad de Buenos Aires sobre sus militancias feministas. Esta recuperación la hacemos como parte de una estrategia metodológica desde las voces de lxs mismxs protagonistas. Creemos necesario mostrar la forma en la que sienten su participación a partir de prácticas que parten desde sus cuerpos-territorios y que les permiten el despliegue y la construcción de nuevas formas de vinculación. En ese sentido nos interesa dejar en claro que ellxs no se reconocen como continuidad de una forma específica de feminismo, si bien se sienten parte del movimiento, consideran que sus definiciones se encuentran en construcción.
De las teorías feministas y de géneros tomamos las definiciones de sujeto encarnado y localización de Rosi Braidotti (2005), para pensar y abordar las trayectorias políticas-físicas-emocionales de lxs pibxs de HM. La política de la localización hace referencia a una manera de dar sentido a la diversidad existente entre las mujeres en el seno de la categoría de la “diferencia sexual", entendida como el opuesto binario del sujeto falogocéntrico. Al interior de los feminismos, estas ideas son inseparables de la noción de responsabilidad epistemológica y política, pensada como aquella práctica que consiste en desvelar las localizaciones de poder que inevitablemente se habitan en tanto sitio de la propia identidad.
Pensar las trayectorias de lxs pibxs de HM desde sus localizaciones nos permite dar cuenta del proceso reflexivo que implica esa ¨localización¨, y registrar como fue construida colectivamente. Pensar los cuerpos como ¨superficie de intensidades¨ (Braidotti, 2005) implica visibilizar la trama de poder, y desde esa perspectiva trazar un mapa de las diferentes prácticas que emergen desde los cuerpos/territorios de lxs estudiantes, rastreando el impacto de los feminismos en las mismas. Consideramos que los cuerpos/territorios no son identidades fijas e inamovibles, sino que pueden expresar una diversidad de intereses, esto es, ¨como una entidad construida por una diversidad de discursos entre los cuales no tiene que haber necesariamente relación, sino un movimiento constante de sobredeterminación y desplazamiento¨ (Mouffe 2011:110). Esta mirada es importante, para entender las luchas feministas:
su característica central es que un conjunto de posiciones de sujeto vinculadas por medio de su inscripción en las relaciones sociales, hasta ahora consideradas apolíticas, se ha convertido en sitio de conflicto y antagonismo y ha dado lugar a la movilización política (Mouffe 2011: 111).
Ergo, pensar lo político como un espacio agonístico nos permite analizar los feminismos jóvenes en tensión y disputa por la construcción de sentidos y formas de militancias plurales y democráticas.
Sostenemos que uno de los aportes fundamentales de esta generación ha sido la reapropiación de los cuerpos como territorios desde donde construir las luchas contra un modelo extractivista que segrega, rompe lazos y pone en circulación una forma de politicidad sostenida en valores individualistas y meritocráticos, contraponiendo una construcción horizontal, sostenida en la afectividad, en formas amorosas de vinculación. Este giro afectivo les permitió construir vínculos desmarcándolos de las formas violentas, ancladas en la materialidad de sus contextos y, por ello, con capacidad de sumarse a otras cadenas de demandas contra distintas formas de opresión dentro y fuera del colegio. Estas redes afectivas tuvieron la potencia para transformar las formas del hacer y del sentir y producir efectos en las relaciones personales de lxs jóvenes, quienes incorporaron en su práctica política otro gesto que consideramos característico de su generación: la alegría y el disfrute.
Lxs pibxs desde sus militancias recuperaron las voces de las feministas que a principios del siglo XX denunciaban la exclusión política en el seno las democracias electorales, pero con nuevos matices y significados al incorporar el cuerpo y la sexualidad como una dimensión del poder y del debate público y al pelear la batalla por el aborto legal desde una construcción sostenida en la afectividad como herramienta de transformación política. Para ello fue necesario en principio la reapropiación de los cuerpos como territorios desde donde se propusieron encarnar las luchas y plantear resistencias situadas para revertir las lógicas de desposesión[§] (Harvey, 2005) que reproduce el capitalismo en su forma neoliberal tardía.
Importa tomar estas genealogías del sur debido a que lxs pibxs de Hierba no se reconocen en los feminismos eurocéntricos, no por negar esas luchas, sino por no sentirlas como propias; y en los feminismos históricos de la región encuentran registros y concesiones de los cuales no se sienten parte y asumen que esos registros son parte de las sumisiones que estos movimientos han aceptado como parte de una normalidad.
Se consideran parte de una generación que rompió con una forma violenta y asimétrica de pensar la política; en ese sentido sostienen que radicalizaron las formas de expresión, provocando una ruptura en la praxis, es decir, en las formas del hacer. Consideran que la irrupción del Movimiento Ni Una Menos (NUM) transformó el comportamiento de sus entornos cercanos; aunque la mayoría eran niñxs cuando irrumpió, reconocen que el movimiento provocó transformaciones que impactaron en la vida cotidiana de todxs, pero ese impacto, sostienen, no lo han vivenciado de manera directa; así y todo, pudieron sentir los efectos a partir de la interacción con sus entornos afectivos.
El Ni Una Menos, es un fenómeno social que tuvo su origen en el 2015, año que marcó el fin de los gobiernos presidenciales en Argentina de Néstor y Cristina Kirchner y abrió paso al gobierno presidencial de Mauricio Macri. El movimiento surgió como reclamo contra la violencia machista frente a la ola de femicidios que venían ocurriendo en el país desde hacía un año. Recordemos que en Argentina la figura del femicidio se incorporó en el año 2012 con la Ley N° 26.791 y recién se elaboró un registro de víctimas por esta causa en el año 2014. De acuerdo con el registro elaborado por el Poder Judicial de la Nación, en el año 2014 hubo en Argentina 225 víctimas por femicidio (Datos Estadísticos del Poder Judicial sobre Femicidios, 2014). En este contexto, en marzo del 2015 un grupo de escritorxs, periodistxs, artistas e intelectuales se convocaron en el Museo del Libro en la Ciudad de Buenos Aires y realizaron una maratón de lecturas contra los femicidios, utilizando por primera vez la consigna ¨Ni Una Menos¨. Convocaron a la lectura a partir de la red social Facebook y entre la lista de oradorxs estuvieron: María Moreno, Selva Almada, Gabriela Cabezón Cámara, Agustina Paz Frontera, Hinde Pomeraniec y María Pía López, entre otras (Tentoni, 2015). Esta sucesión de hechos y el tratamiento mediático fueron construyendo un clima de denuncias en redes sociales, espacio en el que se multiplicaron los testimonios de abusos y, como señala Trebisacce, muchas personas ¨en un improvisado ritual de exorcismo colectivo narraban experiencias dolientes de abuso sufridas a lo largo de sus vidas¨ (Trebisacce, 2018: 186).
En el mismo año un nuevo caso conmovió al país: el 11 de mayo fue hallada asesinada, en Santa Fe, Chiara Páez, adolescente de 14 años. A partir de este hecho la periodista Marcela Ojeda lanzó la convocatoria en la red social Twitter instando a realizar alguna acción colectiva el día 3 de junio. La iniciativa se viralizó por redes sociales y convocó a movilizarse a mujeres y disidencias en todo el país llegando a juntar en esa primera manifestación cerca de 250.000 personas en el Congreso de Buenos Aires. En esa primera convocatoria del NUM se congregaron militantes feministas, mujeres que nunca habían participado de movilizaciones y que no se reconocían como feministas, pero las convocaba el sentimiento compartido de distintas experiencias de violencias, padecimientos y subordinaciones sobre los cuerpos.
Al politizar las crueldades cometidas sobre los cuerpos/territorios de las mujeres y disidencias, NUM produjo un punto de inflexión y generó un desplazamiento en la construcción del sentido común, cambiando el aire de época (Ciriza, 2020). En parte podemos pensar que esto fue posible entre otras cuestiones porque entre sus fundadoras se encontraban periodistas y escritoras, habituadas a utilizar las redes como forma de expresión. En ese primer encuentro los reclamos se concentraron en pedidos de protección contra la violencia y los femicidios, y en el reclamo de castigo para las personas responsables.
Si lo pienso en cuestiones más, como decirlo, como invisibilizadas, siento que sí influyó en un montón de distintos aspectos de la sociedad; empezaron a replantear y modificar un montón de cosas que claramente cambió nuestra generación. Como, digo, en ese movimiento participaron quizá otras generaciones, pero eran generaciones con las que nosotras también teníamos contacto, ¿no? Como por ejemplo pienso en mis profesoras de las primarias, yo pienso que las afectó, o no sé si las afectó, pero las hizo replantearse ciertas cosas que las llevaron después a modificar el contenido que nos daban a nosotras. Por ejemplo, una profesora en particular que era mi profesora de Ciencias Naturales, María, también, que era bastante feminista, yo veo que, a partir de estos años, yo veo que modificó la manera de dirigirse a sus alumnxs, en el sentido de lo que reproducía y el contenido que les daba; y mismo en profesores varones, no sé si empezar a dar contenidos sobre feminismos, pero si, detenerse ante ciertos comentarios, como privarse de ciertas cosas… ceder ante ciertas otras. Lo mismo con padres o primos, tíos, como que se pusieron sobre la mesa un montón de cosas que capaz que yo como piba de diez años en ese momento no lo vi, pero que en mi entorno estaban cambiando y mi entorno influyó sobre mi ideología, sobre como avancé estos años. (F., 15 años, entrevista personal, agosto del 2020).
Ese entorno constituyó el clima de época que posibilitó la emergencia en el 2018 de la agrupación estudiantil a partir de recuperar el cuerpo como espacio atravesado de politicidad para, desde esa territorialidad, sumarse a otras luchas contra todas las expresiones y materialidades que limitaban su expansión y su posibilidad de expresión. Luchas contra las políticas neoliberales del estado, contra la iglesia y su pretensión de moralizar sus vínculos y contra todo lo que lxs pretenda fijar e inmovilizar en sus desplazamientos hacia otras formas políticas solidarias, comunitarias, afectivas, e inclusivas.
Nos hemos propuesto en los siguientes apartados a partir de las entrevistas con lxs pibxs de HM ir armando los significados que para ellxs tienen los feminismos, sin pretender en modo alguno cerrar las definiciones, ya que representan posiciones en permanente reflexión/tensión y por eso mismo transformación.
Para comenzar todxs coincidieron en que la principal característica que tienen para ellxs los feminismos es la transversalidad, la capacidad de colarse por todos lados: en sus familias, en las actividades cotidianas o en las prácticas deportivas como el fútbol.
Hay ramas del feminismo muy estrictas, muy duras, como puede ser el feminismo radical, también el feminismo liberal, pero la bandera que yo llevo, así como yo milito mi feminismo, yo pienso el feminismo y cuando pienso en eso es en el interseccional y el popular. (Y., 16 años, entrevista personal, agosto del 2020).
Reconocen en los feminismos la capacidad de hacer visible y articular los antagonismos, así como también la habilidad de construir alternativas políticas para transformarlos.
Y yo creo que me considero feminista, o sea… no se tal vez por una cuestión un poco ilusa a lo mejor, de pensar que se puede algo mejor, como ese sentimiento de decir cómo evidenciar que hay un sistema que evidentemente pone a ciertas personas como por arriba de otras, y bueno como empezar a tomar cartas sobre el asunto. O sea, me denomino feminista como me denomino de Izquierda Popular, o socialista ponele, pero al mismo tiempo es como una cuestión muy transversal la cuestión del género porque es como contradicción de que muchas veces, mismo en la militancia y en qué se yo, o en la historia de los países o de los procesos revolucionarios falta como una vuelta de tuerca desde la perspectiva de género; entonces, nada me gusta encararlo como algo muy transversal. (V., 15 años, entrevista personal, agosto del 2020).
Para V. y para lxs compañerxs, los feminismos remiten a una forma de desobediencia a mandatos tradicionales, que irrumpe en el 2015 con el NUM masificando la agenda de género en clave de derechos sobre todo en torno a la sexualidad y la autonomía de los cuerpos, pero también como expresión de lucha contra un modelo de explotación de esos cuerpos dentro del sistema capitalista en su faceta neoliberal. En ese sentido lxs pibxs que militan en Hierba Mala – que no son todxs las juventudes de estudiantes secundarixs- no cierran las definiciones, van incorporando otras posiciones subordinadas en sus demandas políticas y se van nutriendo de diferentes gramáticas como parte de esa circulación de saberes, en un proceso que va provocando efectos y cambios en sus formas de vincularse y de gestionar lo político.
En los relatos dan cuenta de ese proceso, de algo que se fue construyendo y que permitió que en el 2018 se volvieran protagonistas en la lucha por la legalización del aborto. Nos preguntamos ¿Qué saberes y prácticas de los feminismos históricos y de los movimientos de mujeres se recuperan y cobran masividad a partir de la incorporación de lxs pibxs en esa marea verde? ¿Qué aportan ellxs como marca generacional? Algunas de estas cuestiones aparecen mencionadas en los trabajos de Silvia Elizalde (2018), quien por ejemplo señala que las jóvenes recuperan temas históricos de los feminismos como las peleas contra las violencias, la autonomía sobre los cuerpos, y a la vez ¨las jóvenes imprimen un sello temático, estético-expresivo y generacional específico a los activismos de género que protagonizan[…] incluyen tópicos propios de su experiencia vital, como el acoso sexual y callejero, los “micromachismos” y el “lenguaje inclusivo¨ (Elizalde, 2018: 90). Sin embargo, la autora también reconoce que la ¨activa participación en la escena política asociada a derechos está marcada tanto por el diálogo y la complicidad intergeneracional con las mayores, como con cierta variabilidad de posicionamientos frente a los feminismos organizados¨ (Elizalde, 2018: 90). ¿En qué se reconocen entonces y dónde, y de qué se sienten alejadxs con respecto a lo que denominan el feminismo de lxs adultxs?
Bueno, yo creo que el feminismo fue ocupando distintos lugares, ahora por ejemplo mi generación, yo creo que está teniendo, como ya dije es trascendental a todo, pero si, está haciendo un cambio en lo que es vínculos muy fuertes, así como sexoafectivos y también lo que es género. O sea, te lo digo así, pero lo tengo que terminar de pensar mejor, pero las dos cosas más importantes de mi generación que cambió el feminismo son esas. Pero ponele, me pasa con mi viejo que de repente para él, el feminismo ocupa otro lugar en su vida, o sea, yo le hablo de géneros y no entiende nada entendés, no lo hace de malo. Y como que siento por ahí más en su generación, él tiene 50-54 ehh! el feminismo ocupó más el lugar de la defensa de la mujer, digamos, como del estereotipo de mujer ¿me entendés? … Hizo un cambio en ese estereotipo, que bueno, obviamente esto es también totalmente válido, pero ya en mi generación quizás no se cuestiona tanto ¨che la mujer no tiene que lavar los platos siempre¨, como que vos decís eso y no es tan revolucionario en mi generación, en la de mi papá todavía sigue siendo como una cosa ir a lavar los platos. (Y., 16 años, entrevista personal, agosto del 2020).
Sin dudas podemos reconocer en la reivindicación de sus cuerpos como territorios desde donde comienza sus batallas, una recuperación de los saberes y prácticas de las mujeres anarquistas de comienzo de siglo, pero lxs pibxs le imprimen su marca generacional al incorporar el aborto y la maternidad como elección, no se reconocen en los feminismos que identifican como liberales, podríamos decir que sus prácticas se inscriben en los feminismos del sur, que como afirma Fabiana Parra (2018), ¨señalan las relaciones de poder y subalternidad entre mujeres a partir de una geopolítica que separa países centrales de países periféricos. Esto ha configurado una distinción también entre mujeres del norte y mujeres del sur” (Parra, 2018: 89). Pero, además, los feminismos del sur realizan una crítica a la mirada totalizante que se construye sobre la categoría mujer, imposibilitando la inclusión de las diferencias y fijando e inmovilizando esa posición. En ese sentido lxs pibxs expresan la necesidad de ampliar las definiciones, de no fijarlas a las identidades sin que esto implique negar la localización, el espacio situado desde donde encarnan las luchas; por el contrario, es desde la reflexividad de su posición que está en permanente revisión desde donde articulan y piensan lo vincular y lo político.
Responsabilidad afectiva: el 2018 y los comienzos de HM
Hierba Mala (HM) es una agrupación de estudiantes secundarios de un colegio pre-universitario de la ciudad de Buenos Aires que surgió en el año 2018 al calor de denuncias de acoso al entonces presidente del Centro de Estudiantes. En ese momento, en medio de las tomas de los colegios y de las denuncias por acoso en redes conocidas como ¨escraches¨, se produjo la renuncia del presidente del Centro de Estudiantes acusado de abuso en las redes y se creó la agrupación ¨Mujeres Empoderadas¨[**](ME). La vicepresidenta del Centro asumió la conducción provisoria hasta las elecciones de 2018, donde apareció por primera vez la agrupación Hierba Mala. La agrupación se caracteriza por la horizontalidad y la democratización directa a la hora de tomar decisiones y está integrada por una mayoría de jóvenes que entraron al colegio en el año 2018 y que con 13 años se sumaron activamente a la campaña por la legalización del aborto. Entre sus métodos de acción se encuentran las movilizaciones callejeras como herramienta política más eficaz y las reuniones asamblearias en donde discuten sus políticas, temas de actualidad y traman líneas de acción para llevar adelante. Para ellxs Internet, las redes sociales, el arte, la música y la poesía son formas de acercamiento e identificación que utilizan para lograr visibilizarse. A través de las historias de Instagram denuncian acosos, convocan a marchas y movilizaciones, generando nuevas formas de hacer y pensar políticas de cuidados en épocas de globalización neoliberal.
Lxs pibxs que entraron al colegio en el 2018 pertenecen a una generación socializada con marcos institucionales que evidenciaban cambios en materia de derechos, crecieron bajo la fuerte influencia de las narrativas feministas que circulaban en la sociedad y que daban cuenta de un cambio epocal. Entre las leyes que transformaron los marcos institucionales, sin dudas la ley de Educación Sexual Integral (26150/06) en las escuelas primarias y secundarias del país y la Ley de Identidad de Género (26743/12), generaron procesos que provocaron cambios en los vínculos y abrieron la puerta a la denuncia de situaciones violentas que dejaron de ser vistas como naturales y comenzaron a formar parte de una lista de reclamos y demandas llevados adelante por distintos movimientos sociales.
Lo que en este trabajo consideramos el punto de inflexión, provocado por la pelea para conseguir la legalización del aborto durante ese año y la incorporación masiva de la generación de lxs pibxs en los feminismos, es bautizado por ellxs como el estallo feminista.
Nosotras nos criamos al calor del feminismo, si bien cuando yo era chica no había estallado, lo que te dije el estallo de la Revolución Feminista, se venía hablando, eran cosas que se venían charlando, siento que lo que aportamos es una visión más, dicho por los viejos fachos ¨extremista¨. (F., 15 años, entrevista personal, agosto del 2020).
Resulta claro que el primer desplazamiento y el más necesario para construir resistencias o contrahegemonía fue el de lxs cuerpos de lxs pibxs a un lugar de visibilización que fue producto de la potencia o capacidad de acción que traían y que supieron ponerla en juego en discusión política previo al armado de HM. Sin dudas, ese primer desplazamiento se logró en forma contundente al sumarse activamente en la campaña por la legalización del aborto. Esta pelea política les permitió cobrar protagonismo, hacerse visibles, sentirse ¨parte de una comunidad¨ como señala V. (15 años): ¨el 2018 fue como, ¡de repente nos estaban sacando fotos a nosotras! y decían las juventudes y no sé qué…¨ (V., entrevista personal, agosto del 2020).
De repente se sintieron reconocidxs, miradxs y escuchadxs como parte de una generación que tenía reclamos propios que formaban parte de su edad y que no encontraban representación en la escena política tradicional, pero tampoco en los espacios feministas históricos. En ese sentido, reivindican la figura de Ofelia,[††] y si bien plantean diferencias en muchas posiciones políticas partidarias que ella sostiene, la sienten parte de su generación, es decir, como unx de ellxs que logró ocupar un espacio político partidario y que está representándolxs.
La pelea por el aborto también les permitió organizarse, en el caso de lxs pibxs esta organización ya se había empezado a construir adentro del colegio a partir de las denuncias de las situaciones de violencias, pero lograron potenciarla al sumar el reclamo por la autonomía de lxs cuerpos, en alianzas con otros movimientos de mujeres y disidencias, que se sumaron a la Campaña por el aborto. Esos espacios de asambleas y reuniones se volvieron momentos en donde compartían pedagogías, donde se transmitían y construían argumentos en torno a los derechos sexuales de mujeres y disidencias, en donde también se recuperaron muchas de las narrativas de los feminismos históricos y se reivindicaron los derechos y conquistas logrados por ellos.
Podemos decir en esa dirección que la transversalidad de la politización feminista permitió que muchos temas comenzaran a circular por la sociedad, esa ¨dinámica potente de producción de saberes¨ que constituyen los feminismos como los define Vargas (2006) posibilitó que dentro del colegio lxs pibxs pusieran en discusión -en los debates de la agrupación- el deseo, la maternidad, las formas y arreglos de los vínculos entre las parejas y en las relaciones políticas al interior del colegio; pero también incorporaron a las discusiones la situación económica del país, el acceso diferencial a la práctica del aborto por parte de las clases medias y se reconocieron como integrantes de este espacio de privilegios. Sin embargo, por su edad se sentían invisibilizadxs, dando cuenta de una posición que es necesario incorporar al análisis para pensarla interseccionalmente con su posición social. Esto nos permite registrar la importancia que cobró para ellxs el pasaje hasta convertirse en lxs protagonistas de la marea verde, ya que esto lxs hizo sentir por primera vez como constructorxs de un hecho político.
Otro punto en donde podemos rastrear la influencia de los feminismos históricos es en la práctica reflexiva, entendiendo la reflexividad como una tecnología, una herramienta para desarrollar en las asambleas y espacios de reunión. Leonor Calvera, (1990) se refiere a ese proceso como concienciencización, aludiendo a un método utilizado por las mujeres de la Unión Feminista Argentina (UFA) que consistía en tres etapas: proponer un tema, luego brindar testimonios personales sobre el mismo a través de una puesta en común desde una óptica feminista, es decir intentando desentrañar los esquemas de opresión que se encuentran internalizados en cada unx producto del sistema patriarcal, y por último proponer cambios ¨e incorporarlos a cada uno de los estratos individuales: emocional, psicológico, etcétera¨ (Calvera, 1990: 37).
En el caso de HM esta práctica reflexiva se desarrollaba al interior de los espacios de Femineidades y Masculinidades. Dos espacios que crearon al comienzo de la agrupación para abordar los temas pertenecientes a los géneros y que, como ellxs mismxs reconocen, se fue transformando ya que consideran que se encontraban dentro de una lógica binaria que les hacía tener que diferenciar hombres y mujeres y sienten que como parte del proceso de reflexión compartida esa categorización ya no está presente en la agrupación.
Dentro de ambos espacios (Masculinidades y Feminidades), funcionaba un esquema similar al que aplicaban las feministas de UFA, se juntaban para discutir sobre un tema, algo que lxs incomodaba, en general relacionado a la forma de vincularse entre ellxs y que sentían que era necesario hablar de manera colectiva para poder trasformar después esa relación. Una de lxs integrantes de la agrupación, C. (15 años), nos cuenta al respecto del espacio ¨es muy de catarsis, lo usamos bastante para eso, juntarnos en una casa y mientras comíamos bizcochitos hablábamos de los varones de la agrupación y como nos sentíamos con tal¨ (entrevista personal, septiembre del 2020), señala sobre todo lo que significó en términos afectivos ese espacio para ella: ¨fue un espacio, sobre todo en 2018 y 2019, fueron muy de compañerismo, literalmente sentirme abrazada, fue ir a llorar porque me hacían sentir mal¨. En el mismo sentido otra integrante nos relata:
Tenemos como un frente de mujeres de la agrupación que nos sirvió para varias situaciones, particularmente 2018 - 2019; cuando éramos una agrupación bastante nueva, gente que no se conocía mucho, había muchos pibes más grandes de Quinto y muchas pibas muy chicas, entonces capaz surgían como esas cuestiones, no sé de los pibes imponiéndose o incomodando y como fue necesario crear ese frente como para que sea un amparo para hablar de otras cosas. (F., 15 años, entrevista personal, agosto del 2020).
Una mirada con respecto a la reflexividad que producen los feminismos jóvenes es la que nos compartió T. de 15 años, integrante del espacio de Masculinidades de HM con quien charlamos sobre el impacto que tuvieron los feminismos para ellxs en sus maneras de vincularse y, al respecto, nos decía que a él en particular lo hicieron pensar en la responsabilidad afectiva que implican los vínculos.
El feminismo capaz me interpela en cierto punto a que no solamente es el malestar que viven otras personas, sino que, además, es que todo esto… que mi ambiente vire para el feminismo logró que yo me sienta culpable y que yo diga, che está mal lo que estoy haciendo, en el sentido en el que nunca antes. O sea, hace dos o tres años nunca antes me hubiese sentido culpable por no tener responsabilidad afectiva, por acaparar en un grupo de amigues, por hacer sentir mal a alguien con los chistes que contás. Porque va mucho más allá de no abusar personas y demás, porque eso me parece que ya en mi entorno era algo ya bastante preestablecido y que no es que hace tres años estaba en un entorno extremadamente machista, gracias a mi familia y demás; sino que con el tiempo las cosas que tuve que ir acoplando fueron más estas pequeñas cosas en las relaciones, como che las relaciones tóxicas, ¿cómo manejarnos con las personas? […] Y son tipo che como hago para manejar mi personalidad en estos ambientes sin inhibir al resto, como hago para funcionar sin hacer que el resto no funcione ¿se entiende? Para no ocupar el lugar de las otras personas. Siento que eso es lo que más me interpela y más me hace decir, ¨bueno che claramente me queda kilómetros¨, pero si hay algo que noto más y digo che es ahí, lo que más me hace reflexionar y menos claro tengo hoy, como lo más difícil (T., entrevista personal, septiembre del 2020).
T. pone en palabras el impacto que significó el virar hacia el feminismo, señalando un corrimiento en los lugares de poder, vivido efectivamente en sus propios cuerpos. Un viraje que lxs obliga a poner en cuestión una forma de vincularse y también de hacer política dentro del colegio incorporando la noción del cuidado y la responsabilidad afectiva.
Encontramos en los testimonios de lxs pibxs otra forma de reflexividad que se arraiga en una mirada descolonizada del saber, rompiendo la lógica binaria racionalista universal e introduciendo los sentimientos, la afectividad como otra forma de conocer/saber, como otro espacio desde donde producir verdad que generan efectos en los cuerpos. Podemos señalar que lxs pibxs operan un desplazamiento en su manera de utilizar la reflexividad, visibilizando otras historias de opresión múltiples. En ese sentido el principio básico que parece haberlas convocado y a partir del cual pudieron enfrentar el principio individualista del neoliberalismo fue sin dudas la afectividad, a partir de ese giro afectivo pudieron desarmar las lógicas violentas que sostenían las viejas formas de organización política, contra las cuales se convocaron para actuar.
Organización: frescura y actualización, el Rancheo
Entonces empezamos a formar con una amiga y otro amigo, o sea con varios amigos queríamos hacer esta agrupación HIERBA que tenga como característica ser una agrupación constituida desde un principio como feminista. Porque lo que pasaba es que las agrupaciones que existían antes de ME, se decían feministas, pero no había una crítica realmente adentro. Y de todas esas agrupaciones la mayoría murió, porque empezaron a surgir muchos escraches, muchas divisiones, pero no era un pilar tan central el feminismo. No había una crítica real de cuántas mujeres hablábamos ahí adentro. O sea, como que siento que una de las cosas que me movió más con esa agrupación fue que desde el día uno las pibas tuvieron un lugar, que esto sea amplio para todo, que creo que bueno eso es lo que tanto a mí me emociona […]. Todos esos pibes chiquitos que tienen un lugar hoy que yo no lo tuve cuando era chiquita porque primero tenías que crecer para poder hablar en esos lugares y si eras mujer todavía era más complicado (J., entrevista personal, agosto del 2020).
El gesto que inauguraron con la construcción de HM fue producto de un desplazamiento que les permitió recuperar el espacio político para ellxs. Un espacio que como ya lo ha señalado Carole Pateman (2018 [1990]) fue expropiado para las mujeres a partir de la construcción ficcional del contrato social como mito original de creación del orden político, tal como señala la autora: las mujeres fueron incorporadas en forma subordinada al nuevo orden. Es así como uno de los señalamientos clásicos de los feminismos al contractualismo ha sido la construcción de la diferencia sexual al separar las esferas pública y privada, relegando al espacio de la domesticidad los asuntos de la reproducción, confinando aquí a las mujeres y posicionando en la esfera pública de la producción a los hombres. Esta separación ficticia del orden social encubre que en ese universal humano hombre quedan ocultas también las historias de las humanidades subordinadas, el lado oscuro de lo humano,[‡‡] estas historias son las que aparecen encarnadas en diferentes formas de resistencias.
En el caso de lxs pibxs es la recuperación que encarnan a través de la ocupación de diferentes espacios dentro del colegio, en principio en la participación activa dentro del Centro de Estudiantes, en donde llevan para ser debatidas las demandas que construyen colectivamente en las asambleas y en los otros espacios de participación de HM. Las asambleas constituyen sin duda un espacio situado de configuración política potente, desde donde a partir de la circulación de la palabra discuten y traman estrategias políticas para desplegar dentro y fuera del colegio. En ese sentido, el espacio asambleario produce discursos y produce escucha como lo han señalado en todas las entrevistas lxs pibxs y circula una forma de conocimiento construido colectivamente.
Un giro interesante que producen como generación, como ya señalamos, es la recuperación de los espacios políticos desde el disfrute, reivindicando la capacidad y el derecho al goce, llaman a esos espacios hacer rancho, ranchear. Hacer rancho sería la habilidad para construir espacios políticos (festivales, jornadas, torneos, debates, campamentos) en donde pasarla bien y disfrutar formen parte del hacer de la política. El rancho constituye entonces otro sitio de circulación de la palabra, en donde está presente la construcción política como espacio de conflictividad, pero corrida del eje dramático que representó la irrupción del Ni Una Menos (NUM). Esto no implica desconocer esa lucha, por el contrario, se inscriben en esas batallas contra las violencias, pero desde otro lugar de construcción política en donde el goce y el disfrute se convierte en una decisión y reivindicación de la praxis política feminista.
Otra situación que da cuenta del cambio que llevaron adelante lxs pibxs a través de la agrupación lo proporciona J. (19 años) quien nos relata las transformaciones en la forma de construir el vínculo con la institución que se operaron a partir de la entrada de ellxs en el 2018. J. nos cuenta que entre los reclamos que venían haciendo como Centro de Estudiantes a las autoridades de la Universidad de Buenos Aires se encontraba el pedido de un protocolo contra situaciones de abuso y violencia de género; ellxs desde el centro de estudiantes habían armado un proyecto siguiendo los lineamientos más burocráticos de la universidad, para realizarlo habían pedido asesoramiento a abogados y habían estado trabajándolo durante casi dos años. Finalmente, cuando lo pudieron presentar ante las autoridades, éstas se los rechazaron porque había un artículo que no estaba correctamente redactado. Esta lógica de negociación con las autoridades a través de los canales institucionales de representación como los Consejos de Convivencia,[§§] sin promover previamente la discusión con todxs lxs estudiantes se rompió con la entrada de lxs pibxs ese año.
Todo el armado de ese protocolo fue muy de un armado de una comisión chiquita, o sea… no fue un debate muy amplio, eh…, que creo que nos permitió a nosotros entender que con lo institucional en algún momento había que cortar, porque no entraba por ahí. Y creo que lo que nos propusimos con Hierba era ir al hueso del Centro, porque la UBA tiene una estructura muy machista, muy arcaica, muy poca contenedora. Entonces yo creo que la diferencia entre lo que viví yo que era todo entrar por canales institucionales, y los Consejos de Convivencia, el cambio que se da entre el 2017 y 2018 es como bueno ¡a la mierda!, tenemos que darnos las discusiones primero nosotros de cómo vamos a convivir, de cómo nos vamos a manejar. Y creo que con Hierba empezamos a generar ese piso, que ahora nos permite que esas cosas institucionales tengan un sostén más nuestro […] ahora tiene un sostén con el debate que nos dimos nosotros. (J., entrevista personal, agosto del 2020).
En efecto lo que nos señala J. es el cambio en las formas de articular la política, la circulación de la palabra entre todxs, las decisiones construidas y debatidas en forma horizontal.
Nosotres nos creamos en octubre del 2018, algo que nos llegó es la horizontalidad; es decir que no se maneje todo entre pocas personas, que sean decisiones que interpelen a la mayoría, que las mayorías puedan participar activamente, no solamente en definir a sus representantes, sino en la construcción de proyectos y de acciones, bajar el nivel de idolatría que hay hacia los representantes y hacia los cargos. Inventar, algo que sucedía antes del 2018 es que las personas de primero, segundo, y tercer año no militaban, lo más que podías encontrar era una persona de tercer año con algún cargo. (T., 15 años, entrevista personal, septiembre del 2020).
Inventar, agrega T. en la entrevista, recuperar la posibilidad expropiada de inventar y crear en todos los espacios por donde circulan poderes, en este caso dentro del colegio y en el Centro de Estudiantes. Y esto es lo que hicieron y hacen desde el comienzo de la agrupación HM, desde donde construyeron colectivamente una subjetividad potente partiendo de sus cuerpos/territorios, con capacidad de transformación y con la rebeldía y la radicalidad que lxs atraviesa generacionalmente. En efecto en el colegio la apuesta de HM fue tratar de llevar las prácticas horizontales de los feminismos a la forma de organización del Centro de Estudiantes y para eso consideraron que entre las tecnologías necesarias para que esto ocurriera era necesario formarse.
Dos o tres se ponen con un tema específico que les copa, se ponen a buscar bibliografía en un drive o links, no muy larga y ponen un par de links que son obligatorios para leer para ir, bah, obligatorios, que está muy bueno que los leas y otros para explayarse. Entonces cada une los lee, son capacitaciones abiertas, entonces puede venirte el peroncho más peroncho y el trosko más trosko, y después como de una reunión lo debatimos y lo ponemos en común y nada. O sea, estamos como en una etapa como de redefinición que básicamente es como que estamos, como que dijimos; che, de repente tenemos un montón de conceptos que tenemos de 2017 con gente que ya se egresó y nosotres no somos protagonistas. Entonces estamos como en un momento de decir: bueno, es momento tal vez de que si no nos copa tanto lo que se definió hace tres años, cuatro años, cuando nosotres no estábamos, que se cambie. Y nada, la manera de cómo lo estamos abordando es con formaciones, debates, como que nada es muy estático, eso está bueno. (V.,15 años, entrevista personal en agosto del 2020).
Cuando V. nos habla del tema, señala primero que la palabra misma puede ¨sonar milica¨, pero se trata de producciones también construidas desde una mirada horizontal, en donde cada unx tiene la posibilidad de encontrar su lugar y su palabra, su interpretación de los textos que trabajan y de temas nuevos que quieren y pueden aportar. Por otra parte, estas hermenéuticas no se producen para fijar de manera inamovible las definiciones, por el contrario, seleccionan en este sentido distintas procedencias (Foucault, 1979) teóricas, y por ello debaten para remover lo que se consideraba inmóvil dentro de los textos, buscando las impurezas, un trabajo en permanente revisión dentro de la agrupación. La formación en géneros, por ejemplo. En una de las primeras que hicieron para discutir sobre los cuerpos y las diferencias sexuales, al respecto nos decía V. (15 años):
tuvimos una formación sobre géneros que estuvo muy buena, … respecto a cómo nos veíamos respecto a nuestro género, a ser cis, ser trans, o sea como nos imponen el género. Eso tal vez era como un poco más cómo repensarse y debatir tal vez como se leen a los cuerpos en las sociedades (entrevista personal, agosto del 2020).
En esa misma dirección, Y., (16 años) cuenta que tuvieron una formación sobre feminismos antes de hacerse cargo como conducción del Centro de Estudiantes con HM y relata cómo la preocupación fue en ese momento dirigida a tratar de ampliar las prácticas feministas a todo el entro desde sus percepciones de lo que significaba ser feministas.
Lo que hizo HIERBA, por lo menos para adentro de la agrupación fue como llevarlo un paso más allá y es decir bueno no pará, no solo con las mujeres, es una cuestión de violencia machista que tenemos instalada para con todos nuestros vínculos. Entonces, por ejemplo, si yo, por ejemplo, mujer cis, hetero; lo que sea, trato mal a otra mujer cis, no es como que… o sea… ahí también hay violencia machista. Pero tratar mal, en el sentido de que te puteás mucho, te vas a agarrar a trompadas ponele, no me pasó ponele, pero, empezar a reconocer la violencia machista también ahí. Y me parece que, como agrupación, dimos mucho ese paso, y lo que significó para el afuera Hierba Mala, fue como una ruptura, de la militancia agrupacional, de la política violenta. (Y., entrevista personal, agosto del 2020).
Si bien es cierto que el contexto epocal como señala Elizalde (2018) pone a las diferencias sexuales y a los géneros en el centro de la escena deliberativa y esto estalla para lxs pibxs en el 2018. Esto resultó ser el punto desde donde irrumpen, pero le fueron sumando eslabones a esas cadenas de demandas para situar la pelea por las libertades sexuales entre otras que interpelaban al modelo neoliberal que gobernaba el país en el 2018, por ejemplo, poniendo en discusión el proyecto de escuela secundaria que el gobierno de la Ciudad promovía fuertemente.[***]
En el marco de esas reformas, durante el año 2017 surgieron conflictos debido a que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires promovió un proyecto con nuevos cambios curriculares denominado Escuela Secundaria del Futuro a través del cual buscaba ¨reorganizar la cantidad de materias, agrupar contenidos, establecer trayectos por créditos y la realización obligatoria de pasantías en empresas durante la mitad del último año de cursada¨ (Núñez, 2019: 167). Frente a esta situación lxs estudiantes se movilizaron y tomaron las escuelas reclamando participación en los diseños curriculares de las materias, planteando su oposición a las pasantías obligatorias en el último año, denunciando que el gobierno neoliberal de la ciudad promovía el trabajo gratis de lxs jóvenes encubierto en la forma de pasantías para las empresas y sumaron entre sus reclamos la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral en todos los colegios de la ciudad.
En este contexto, lxs estudiantes de los colegios pre- universitarios de la Universidad de Buenos Aires (UBA) se sumaron a las protestas y acompañaron los reclamos de los Centros de Estudiantes de la ciudad realizando tomas[†††] en los establecimientos y marchas acompañando la protesta. Durante el año 2017, alrededor de treinta establecimientos fueron tomados y esta modalidad continuó durante el 2018 profundizada por la pelea para la legalización del aborto. Uno de los principales reclamos fue la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI). Tanto docentes cuanto estudiantes solicitaban que el Estado garantizara espacios institucionales, formación, capacitación y materiales para que la educación de todxs lxs pibxs dejara de depender de la voluntad de lxs docentes y se convirtiera en una política pública. Por otra parte, el debate nacional por la legalización del derecho al aborto permitió visibilizar los cuestionamientos que venían formulándose en torno a las políticas de educación sexual integral en los distintos distritos del país y en particular en la ciudad.
Para llevar adelante esas peleas lxs pibxs se prepararon y pusieron en discusión textos sobre marxismo, peronismo, trotskismo dentro de sus formaciones. En ese sentido, al recuperar el cuerpo como lugar de politicidad, pudieron poner en discusión otras formas de exclusión. Por ejemplo, la exclusión en el lenguaje, y en ese sentido propusieron otras formas de nombrarse y de nombrar a las demás personas a partir del uso del lenguaje inclusivo, batalla que dieron y dan fuertemente en todos los espacios por donde transitan.
F. (15 años) nos agrega con respecto a este tema: ¨muches de nosotres creemos que es muy importante empezar a deconstruirlo, porque es un elemento cultural más que nos predispone inconscientemente de cierta manera a ciertas cosas, nos setea[‡‡‡] de una forma desigual¨ (entrevista personal, agosto del 2020).
Estas batallas que partieron desde sus cuerpos/territorios y se fueron desplazando para ocupar otros lugares de poder, provocaron movimientos y posicionamientos que las situaron contra el neoliberalismo entendiéndolo como una forma de expropiación y saqueo y en ese sentido le dieron pelea al gobierno neoliberal de Mauricio Macri en Argentina,[§§§] Jair Bolsonaro en Brasil,[****] quienes se convirtieron en ejes de muchas de sus publicaciones y acciones políticas. Si bien señalan que no forman parte de ninguna estructura político-partidaria, definen a HM como una agrupación de izquierda popular.
En este sentido los temas que conversan lxs pibxs en las asambleas y en las formaciones dan cuenta del posicionamiento de HM en relación a una forma de capitalismo neoliberal, patriarcal y racista contra el cual dirigen su militancia. Para dar cuenta de esta mirada en particular vamos a reproducir un posteo que realizaron sobre la red social Instagram para comunicar lo que habían conversado en una asamblea realizada ese mismo día sobre el triunfo del derechista Jair Bolsonaro en las elecciones de Brasil.
El domingo mientras se llevaba a cabo nuestro plenario, en Brasil ganaba las elecciones Jair Bolsonaro: un candidato presidencial por el partido de ultraderecha ¨Partido Social Liberal¨, quien mantiene un discurso de eliminación de las minorías. Debatimos sobre la situación actual del continente y concluimos lo siguiente:
Nuestramérica se encuentra en una situación crítica: la derecha y sus políticas represivas y de ajuste están arrasando en el continente y pretenden llevarse todo por delante; quieren pasarnos por encima con el fin de representar y satisfacer sus propios intereses. La ilegítima condena a Lula, el triunfo de Bolsonaro en Brasil y el pacto con el FMI que quiere llevar a cabo nuestro actual presidente Mauricio Macri son claros ejemplos de la evolución del neoliberalismo.
Ante este panorama y teniendo en cuenta que, con sus políticas individualistas, lo que quiere la derecha es separarnos, es nuestro deber como juventud fomentar la unidad del movimiento secundario y luchar todes juntes contra este avance neoliberal. Tenemos por delante un 2019 complicado y no podemos permitir que vuelva a triunfar la derecha. Ahora más que nunca es el momento de dejar nuestras pequeñas diferencias de lado, identificar al real enemigo y entender que todes luchamos por lo mismo: una América libre y del pueblo. (Posteo de Hierba Mala en Instagram, el 1 de noviembre de 2018).
Nos parece importante mostrar la publicación completa, porque da cuenta de una posición política expresada y construida colectivamente durante una de sus asambleas al poco tiempo de haber ganado las elecciones del Centro de Estudiantes con HM. Esta declaración nos permite visibilizar como a partir de un desplazamiento desde el cuerpo, para enfrentar situaciones de violencias y de abuso sexual, se pusieron en circulación prácticas y saberes de los feminismos históricos a los que se sumaron la radicalidad y el componente afectivo como principio de organización de parte de lxs pibxs que su vez provocaron otras alianzas y les permitieron sumarse a otras cadenas de demandas.
De esta manera ubicaron sus luchas con aquellas que se expresaban contra las formas de expropiación y saqueo capitalista. Como queda claro en su posteo, lxs pibxs tomaron posición decididamente contra el neoliberalismo y se situaron en el mismo movimiento en Nuestramérica,[††††] para posicionarse de igual modo contra el racismo.
Las redes y la respon- habilidad feminista
Como tecnología para visibilizar las declaraciones políticas, para convocar a las asambleas y reuniones de la agrupación, utilizan la red social Instagram. Las redes sociales como señala Manuel Castells (2014), han ayudado a consolidar
un nuevo paisaje de cambio social y político, a través de un proceso de desintermediación de los controles gubernamentales y corporativos sobre las comunicaciones. Este es el poder de la red, por el que los actores sociales construyen sus propias redes según sus propios proyectos, valores e intereses. (Castells, 2014: 143).
En efecto lxs pibxs hicieron uso de las redes cuando no fueron escuchadxs para visibilizar sus reclamos a partir de los escraches y una vez que pudieron transformar los espacios que habitaban a partir de ser reconocidas y escuchadas usaron las redes para comunicar, compartir y mostrar lo que estaban creando en el colegio. Sin embargo, dejan claro que su militancia se ancla en la territorialidad física, y en ese sentido las redes son herramientas útiles para difundir sus posicionamientos y acciones políticas.
Desde los inicios, este Estallo Feminista[‡‡‡‡] fue una herramienta muy útil a nivel de difusión, ya sea difusión de información, difusión de escraches, difusión de actividades que organizaba el centro. Siento que tuvo un papel central, justamente porque nada, estas últimas generaciones estamos como muy atravesadas por la tecnología, y es muy útil en el sentido de que vos estás tirada en el sillón y te llega una difusión de que hay una Asamblea para tratar el tema de Feminismo o que te llega un comunicado del Centro denunciando la actitud de tal profesor, o así, mismo, no solo a nivel centro de estudiantes. Hay un montón de páginas feministas que comparten información de todo tipo, por ejemplo, anticoncepción o consentimiento, información que es súper útil y que sin las redes sería muchísimo más difícil de conseguir, como esa llegada. Obviamente sigue siendo un privilegio tener acceso a la tecnología y a internet, pero creo que actualmente es muchísima más la gente que puede acceder a esto que antes y por eso creo que hay una democratización muy grande de un montón de información (F., 15 años, entrevista personal, agosto del 2020).
En ese sentido la red social parece ajustarse a las necesidades de lxs jóvenes de HM de horizontalizar los mensajes. Si bien como menciona Castells (2014) no son las redes las que provocan los cambios sociales ni las resistencias a las formas concentradas del poder, tienen sin embargo un potencial liberador; en el sentido de permitir construir en espacios creados por otros como Facebook o Instagram o Twitter, espacios propios para difundir los significados y valores construidos en este caso por la agrupación de lxs pibxs y esto que Castells denomina comunicación socializada tiene el potencial de llegar masivamente a la sociedad.
Es ahí donde Y. (16 años) considera que ¨tiene que haber mucha responsabilidad en el uso de las redes sociales¨, sostiene que nadie sabe verdaderamente el alcance que tiene, por eso piensa con relación a lo que muestran de sus vidas por redes lxs jóvenes que ¨después cuando seamos grandes, nada, nos vamos a querer matar¨ (entrevista personal, agosto del 2020). Sin embargo, con relación a la agrupación y a lo que les posibilita a los feminismos plantea una visión más optimista.
Y el feminismo, yo creo que sí, o sea, al ser un movimiento que no está tan institucionalizado, que depende mucho de la movilización, eh, yo creo que también depende de las redes sociales. O sea, gran parte de la difusión que tenemos es por redes sociales, de hecho, muchos medios, pero esto ya más a nivel, no sólo ya del colegio, eh, uno de los medios más importantes que tenemos son las redes sociales. O sea, para que lleguen a los medios, para que llegue a la televisión, a los medios hegemónicos, para que llegue a los diarios, primero muchas veces se tiene que difundir por redes sociales, y recién cuando la gente, tipo cuando los editores, no sé, quienes se encargan de esto dicen, che esto está repercutiendo mucho, recién ahí lo muestran. … sube una publicación, vos reposteás esa publicación y listo entendés, ya estás cumpliendo y como que contribuyendo a la causa ponele. Muchas veces lo que pasa es que no se, leés una noticia y no te dan ganas de hacer una historia resumiendo esa noticia, o no te dan ganas de hacer una publicación para difundir eso, pero si alguien más lo hizo, lo difundís. Y además muchas veces pasa que vos ves una historia, que se yo, cierta publicación y no entrás a la publicación. Pero ya cuando ves cuatro historias seguidas de la misma publicación decís, ¨che, algo está pasando¨, y solés entrar ahí, me entendés. Eso es también como una cosa que no lo podés hacer solo. (Y., 16 años, entrevista personal, agosto de 2020).
No lo podés hacer solx, sostienen lxs pibxs, es una trama colaborativa que se va haciendo y se va publicando con otrxs, pensar colectivamente y hacer colectivamente, Donna Haraway (2019) construyó la noción de respons-habilidad para dar cuenta de esto y es lo que intentan hacer desde sus redes.
De esa forma construyen los posteos y espacios en los que comunican sus acciones como agrupación. Se puede encontrar entre sus historias registros de la campaña realizada para las elecciones del CE en el 2018, del cual resultaron ganadorxs como también una sección que denominan “Personajes Históricos”. Allí, a partir de seleccionar a alguien que consideran una personalidad, la presentan en la red a partir de una pequeña biografía y de materiales que acompañan la trayectoria. Entre sus personajes figuran referentes feministas como Marielle Franco, militante feminista asesinada en Brasil en 2018, Berta Cáceres, militante originaria hondureña asesinada en 2016, escritores latinoamericanos como Eduardo Galeano y líderes políticos como Salvador Allende, Fidel Castro o Eva Perón. Sin dudas dan muestra de sus posiciones como una agrupación feminista de izquierda popular, antiimperialista y antiliberal.
Hay también un espacio para la militancia por el aborto legal que denominan Marea, donde reúnen sus encuentros previos a las marchas, las canciones y los festejos que acompañaban las movilizaciones y registran también el impacto que significó la sanción negativa del Senado en agosto del 2018.
Aparece también, como efecto negativo de las redes, la cuestión de los cuerpos, la exigencia sobre cómo mostrarse, que mostrar y la importancia de la imagen que constituye una problemática que creemos que es necesario profundizar en estudios posteriores, ya que resulta evidente que constituye un tema de debate permanente entre ellxs.
El empoderamiento, ponele en redes sociales que a veces se refleja como la exposición y no solo la exposición sino como la autocosificación, ¿me entendés? Como que de repente subís una foto, tipo en ropa interior y decís no!! reempoderada!!, o sea te aceptaste, no sé qué, y muchas veces se toma así, cuando en realidad , yo por lo menos lo que siento es que hay una irresponsabilidad ahí de decir, che , o sea vos te das cuenta que alguien saca un screen o saca una captura de pantalla de eso, o se llega a difundir … O sea como que muchas veces no se dimensiona eso y se encubre en esto, bueno no, es empoderamiento porque se empezó a aceptar como es. (Y., entrevista personal, agosto del 2020).
El cuerpo aparece nuevamente como territorio expropiado y puesto bajo el control del mercado de la imagen, de las industrias de las modas y de distintas tecnologías para disciplinar, en particular a lxs mujeres y disidencias, y en el caso de lxs pibxs esto se vive muchas veces como una prueba de poder, mostrarse sin condicionamientos. Pareciera ser una manera de sentirse poderosa, aunque implique encajar en los patrones culturales hegemónicos.
Importa pensar que tienen para decir los feminismos en estas batallas sobre los cuerpos, contra esas tecnologías que debilitan en este caso que estamos presentando lxs cuerpos jóvenes y las hacen sentir desempoderadas. Ellxs mismxs construyen las respuestas desde sus prácticas asociativas con otrxs, en la escucha y el sostén compartido, recuperando las procedencias que se encuentran enraizadas en los cuerpos, de este modo va apareciendo la potencia y la capacidad de construir otras formas de habitar el mundo más equitativas y plurales.
Recibido; 1 de junio de 2022
Aceptado; 31 de agosto de 2022
Referencias Bibliográficas
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* Universidad Nacional de Avellaneda (Buenos Aires, Argentina), Departamento de Cultura, Arte y Comunicación, Tecnicatura Política, Gestión y Comunicación. Modalidad a distancia. Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Secretaría de Gestión Pública.
[*] Este trabajo se desprende de mi Tesis de Maestría Hierba Mala nunca muere: Brotes Feministas en la escuela secundaria, defendida en el marco del Programa Regional de Formación en Géneros y Políticas Públicas (PRIGEPP) de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en diciembre del 2021.
[†] Utilizamos en este trabajo el lenguaje inclusivo para dar cuenta de las identidades que no son visibilizadas por el lenguaje binario.
[‡] Nos referimos a lxs pibxs para hablar de la generación de estudiantes de escuelas secundarias que irrumpieron en la vida política a partir de sumarse activamente en la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito durante el año 2018 en Argentina y en particular en la ciudad de Buenos Aires.
[§] Nos referimos a los mecanismos mediante los cuales la política ha quedado sometida al terreno económico y esto ha devenido en Estados cada vez más fragilizados ante la lógica del capitalismo. Estos mecanismos se vinculan con la construcción de arquitecturas legales que posibilitan la extracción de recursos naturales, la fuga de capitales entre otras formas depredatorias y constituyen una de las patas de lo que David Harvey (2005) denominó “acumulación por desposesión''. Es posible agregar que los mencionados mecanismos incluyen la mercantilización y privatización de la tierra y la expulsión forzada de las poblaciones campesinas; la conversión de diversas formas de derechos de propiedad – común, colectiva.
[**] Mujeres Empoderadas es una organización estudiantil que se crea a partir de las redes en el Colegio Nacional Buenos Aires en el año 2018 y que sostiene los escraches como política de la agrupación en un contexto de falta de escucha por parte de las autoridades del colegio. La agrupación desaparece al crearse Hierba Mala, ya que muchxs de sus integrantes conformaron la nueva agrupación política que se hizo cargo del Centro de Estudiantes.
[††] Ofelia Fernández fue electa diputada por la Ciudad de Buenos Aires, como parte de la lista del Frente de Todos, que llevó como candidato al finalmente electo presidente Alberto Fernández y como vicepresidenta a Cristina Fernández de Kirchner en octubre del año 2019. Su elección se produjo un año después de su presentación en el Congreso cuando, como representante de lxs estudiantes secundarixs, se presentó en los debates que organizaba el Congreso de la Nación Argentina a favor de la sanción de la ley por el aborto legal, seguro y gratuito. Cursaba en ese momento sexto año en la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, colegio pre-universitario perteneciente a la Universidad de Buenos Aires.
[‡‡] Para desarrollar estas ideas me he basado en la webconferencia de cierre del Seminario “Género(s) y Políticas Interculturales en las Américas Latinas” a cargo de PJ Di Pietro, emitida el 16 de agosto de 2019 en el marco del Programa Regional de Formación en Género y Políticas Públicas (PRIGEPP).
[§§]El Consejo de Convivencia es un órgano administrativo creado en los colegios preuniversitarios de la Universidad de Buenos Aires para ocuparse de la relación entre los diferentes integrantes de los establecimientos, a partir de consultas y encuestas que le permita también evaluar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Depende del Vicerrector y está conformado por el Regente, 3 consejeros docentes y sus suplentes, 3 consejeros estudiantiles y sus suplentes, y dos integrantes de la DOE (Departamento de Orientación Educativa). En el caso de este colegio cuenta con 18 consejeros docentes y 18 consejeros estudiantiles. Lxs consejeros estudiantiles no tienen voto resolutivo, esto es algo por lo que vienen peleando desde los Centros de Estudiantes y que no han logrado modificar.
[***] Hacemos referencia a las reformas educativas que se realizaron en la Ciudad de Buenos Aires desde el año 2010 y que impactaron e impactan en los reclamos de lxs pibxs en los colegios secundarios. Vale decir que se trata de reformas que motivaron las marchas y tomas de los colegios durante los años 2017 y 2018. Ahora bien, para comenzar es preciso decir que, como parte del programa de reformas del Estado iniciados en los años 90, se llevó a cabo una importante reforma estructural del sistema educativo que habilitó el traspaso de la gestión educativa que hasta ese momento se hallaba unificado en el Estado, a manos de las jurisdicciones provinciales, descentralizando de este modo la educación y quitando presupuesto en el mismo movimiento. La Ley N° 24.049/92 fue el punto inicial de este proceso que inició la transferencia a partir de convenios específicos con cada región; de esta forma las jurisdicciones quedaron a cargo de una gran parte de la administración educativa con capacidades diferenciales para llevar adelante esta tarea, en un contexto nacional de crisis económica y empobrecimiento generalizado. Un año después se sancionó la Ley Federal de Educación N° 24.195/93, la cual reglamentó este traspaso y modificó la relación entre el Estado y las provincias en términos de prestaciones educativas (Ruiz, 2009).
[†††] Ocupación de los colegios por parte de lxs estudiantes como forma de protesta.
[‡‡‡] Utiliza este término que viene de la informática para dar cuenta de una preparación, de una formación desigual.
[§§§] Mauricio Macri fue presidente de Argentina durante el período 2015-2019 por la alianza de centro derecha CAMBIEMOS y expresó una forma de gobierno denominada neoliberalismo tardío. La definición da cuenta de los gobiernos que en la región retoman la inserción alineada y subordinada con los países desarrollados del norte, particularmente con los Estados Unidos como eje de su política internacional y geopolítica, subordinando las lógicas de integración regional estratégicas de bloque tipo el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) a la lógica de los Tratados de Libre Comercio (TLC), como la Alianza del Pacífico. En este sentido, García Delgado y Gradin señalan lo paradójico que resultó la idea de ¨reinserción en el mundo ¨a través del libre comercio, ¨justo en el momento en que éste se cierra para el comercio internacional (García Delgado y Gradin, 2017: 21). Por eso la denominación de tardío.
[****] Jair Bolsonaro es el actual presidente de Brasil donde gobierna desde el 1 de enero de 2019. Ex militar, de ultraderecha, expresa los intereses del neoliberalismo en su forma más acabada, con contenidos racistas y clasistas en sus discursos públicos, contando con el apoyo de grupos religiosos ultraconservadores de ese país.
[††††] Nuestramérica, es un concepto que refiere al ensayo de José Martí Nuestra América, publicado en la Revista Ilustrada de Nueva York, el 1º de enero de 1891 y el 30 del mismo mes en el diario mexicano El Partido Liberal, en donde plantea desde el mismo título la necesidad de reivindicar la identidad latinoamericana y reapropiarse del nombre América, que los Estados Unidos tendieron a apropiarse para sí. Lxs pibxs lo utilizan como parte de su posicionamiento como militantes del sur global.
[‡‡‡‡] Denominan así al punto de inflexión que se dio en el año 2018, cuando como colectivo estudiantil feminista se sumaron activamente a la campaña por el aborto legal, seguro y gratuito en Argentina.