Artículo de Divulgación



Confluencias: Arte y Psicoanálisis

 

Confluências: Arte e Psicanálise

 

Confluences: Art and Psychoanalysis

 

 

Teresa Morandi1.

 

1-   Psicóloga Especialista en Psicología Clínica-Psicoanalista. Co-directora del Estudio “Trauma y Transmisión”. Fundació Congrés Català de Salut Mental (web FCCSM) Barcelona, España. Correo de contacto: tmorandig@gmail.com

 

Resumen:

Este artículo, de enfoque psicoanalítico, surge animado por el propósito de abrir espacios de debate con otras disciplinas científicas y artísticas, para compartir interrogantes sobre los posibles caminos creativos, sublimatorios para el/la sujeto actual, interpelada/o por la fuerza y vocación de dominio del denominado “pensamiento único” que intenta negar cualquier pregunta diversa sobre el malestar, la subjetividad y las consecuencias singulares y colectivas.

 

Palabras Claves: subjetividad; creatividad; arte; ciencia; psicoanálisis; diálogo; conflicto; sublimación.

 

 

 

Resumo:   

Este artigo, de abordagem psicanalítica, surge motivado pelo propósito de abrir espaços de debate com outras disciplinas científicas e artísticas, para compartilhar questões sobre os possíveis caminhos criativos e sublimatórios para o tema atual, desafiado pela força e vocação de domínio do o chamado “pensamento único” que tenta negar qualquer questão diversa sobre desconforto, subjetividade e consequências singulares e coletivas.

 

Palabras chave: subjetividade; criatividade; arte; ciência; psicanálise; diálogo; conflito; sublimação.

 

 

 

Abstract:

This article, written from a psychoanalytic approach, arises motivated by the purpose of opening spaces for debate with other scientific and artistic disciplines, to share questions about the possible creative, sublimatory paths for the current subject, challenged by the strength and vocation of domination of the so-called “single thought” that tries to deny any diverse question about discomfort, subjectivity and singular and collective consequences.

 

Keywords: subjectivity; creativity; art; science; psychoanalysis; dialogue; conflict; sublimation.

 

                            

 

“Enfermo estaba y eso fue de la creación el motivo. Creando convalecí y en ese esfuerzo sané” (Heine, 1914 citado por S. Freud, 2007a)

 

 

Introducción[1]

 

 

El/la sujeto es de una complejidad tal que intentar acceder a su comprensión desde un pensamiento “único”, con pretensión de absoluto, no es posible ya que cierra los interrogantes sobre lo humano, sobre el malestar, sobre lo creativo.  Tener en cuenta dicha complejidad mueve a buscar respuestas en consonancia y a establecer relaciones con otras disciplinas.  Lazos plurales y polifónicos, de ida y vuelta con la investigación científica, con la filosofía, sociología, el arte y otras disciplinas que han buceado en las profundidades desde siempre.

Freud (2007b) mismo aboga por una formación de psicoanalistas no exclusivamente Biológica, sino recurriendo a otros saberes como los que aportan la historia de la cultura, mitología, psicología de la religión, ciencia… conocimientos que brindan herramientas para descubrir las claves y enigmas de la subjetividad humana con sus características propias- no siempre determinadas por lo social-  lo que no significa desconocer la incidencia de lo colectivo en la singularidad y viceversa.

Se hace crucial acercarse a pensar caminos posibles de la creatividad en épocas de cierta corrosión de los lazos sociales, producto de un capitalismo tecnodigital que considera de escaso interés aquello que tiene que ver con las humanidades. Expuestas éstas, a sufrir alguna extirpación, o a desaparecer, dejando al sujeto desprovisto de narrativa, des-humanizándolo.  Colabora a ello la gran producción de objetos de consumo, -que acaban consumiendo al sujeto mismo-, logrando una cosificación-estigmatización que enmascara la particularidad, adormece el deseo, e instaura un discurso profundamente descreído del sujeto, de la subjetividad, del lazo social.

En esta “sociedad líquida” (Bauman y Dessal, 2014) se ignoran las aportaciones teóricas y clínicas de conceptos como el inconsciente, el valor y eficacia de la memoria, la historia y la palabra como herramienta de cura. Aportaciones que abrieron una nueva concepción de lo humano, subvirtiendo el pensamiento en todos los ámbitos de la cultura.

Desde el descubrimiento freudiano, el mundo creativo de los artistas se vio enriquecido por la asociación libre, el inconsciente y el lenguaje de los sueños. Y, en el campo “psi”, y de la enfermedad mental, no han de buscarse causas en una alteración orgánica funcional, sin considerar los avatares de la tragedia y de la existencia humana. Ciertamente la vida “duele” -por la fragilidad del cuerpo, la presencia de la muerte; por las relaciones con los otros, con las instituciones y consigo mismos- y, los sujetos, para soportarla, encuentran diferentes salidas tales como el síntoma, las adicciones, la enfermedad; pero también otros caminos: religión, ciencia, arte, lo creativo con otros.

M. Viñar (2002), señala claramente esta división subjetiva cuando escribe: “el alma humana se enfrenta a una encrucijada en la que convergen, en dolorosa y paradójica coincidencia, lo mórbido y lo creativo de cada quien, no como alternativas de esencias opuestas, sino como núcleos de experiencias privilegiadas.” De manera paradojal, el malestar puede dar lugar a la insatisfacción y al sufrimiento, o a la creación-sublimación como vía para hacer algo diferente con ello.

Ciencia y Arte son algunas de las maneras que les[2] humanos encuentran para bordear lo real imposible, lo insoportable, la discordancia. Suele sugerirse que el psicoanálisis está más cerca del arte que de la ciencia, pero no hay psicoanálisis sin ciencia, ni sin arte. Inquietan, sin duda, los desafíos actuales, la reformulación constante de la experiencia freudiana, los cambios en la subjetividad actual y su vinculación con la cultura que obliga a repensar las nuevas subjetividades y l*s nuevo*s sujetos. Y por supuesto, la posición y resistencias de algunos profesionales, ante ello.

 

Sobre Arte y Psicoanálisis:

 

En esta relación hay confusión cuando se toma la psicobiografía de un autor para deducir de ella supuestos fantasmas inconscientes. Es evidente que en cualquier obra habrá manifestaciones de lo inconsciente del realizador, pero no es el camino a transitar:

 

Interpretar el arte es lo que Freud siempre ha descartado…Lo que se llama psicoanálisis del arte, es algo que debe ser aún más descartado que la famosa psicología del arte…. Del arte tenemos que tomar la inspiración… para otra cosa; es algo que se apoya en la ciencia, por un lado, y que se inspira en el arte, por otro lado…”

(Lacan, 1973-1974).

 

Diferente es que esa creación hable, metaforice, conmueva, y se acuda al arte para nutrirse, para aprender sobre los misterios y complejidades de lo humano.

 

 La obra artística traza un hiato entre la represión pura de lo siniestro y su presentación sensible y real. En ello cifra su ambivalencia: sugiere sin mostrar, revela sin dejar de esconder o escamotear algo, muestra como real algo que se revelará ficción…

(Trías, 2001).

 

Una obra de arte no tendría la fuerza, ni despertaría el interés, la emoción, si lo siniestro (Freud, 2007c) no estuviese sugerido, metaforizado, velado a través de un tejido que elabora y transforma, sin ocultarlo del todo. El arte muta y desfigura los deseos secretos, prohibidos y temidos, les da una forma. Al no mostrar descarnadamente lo siniestro, consigue metaforizarlo mediante un velo.

Tras ese velo, ¿que hay?: el vacío, la nada. El deseo inquieto, inagotable, que no se contenta con respuestas exactas y que empuja a seguir creando. Dicho de otra manera, la función del arte es mostrar lo que no podría verse, hace ver, permite bordear el malestar. Porque la creación artística tiene algo de placentero, pero también se asocia a la angustia, a lo vertiginoso, producido por haberse asomado al abismo y descubrir lo extraño, lo no familiar, lo trágico, o bien lo fantástico o el horror.

Cuando W. Benjamin (1989) critica la reproductibilidad técnica o clonación de la obra de arte, apunta a que si se pierde el aura, lo bello no tiene lugar. Por ello subraya: “ellas demandan ser tratadas de una en una, en singular y no como producción homogénea.” Este señalamiento sobre la singularidad de la obra de arte nos sitúa en el presente en que predomina la masificación, incluso de les sujetos, en diferentes ámbitos: sanitarios, educativos, sociales, etc.

 

Psicoanálisis, su praxis:

 

Ante la escena psicoanalista -analizante, un interlocutor interesado por el método, pregunta: ¿Qué hacen?:dialogan, es la respuesta. No es un diálogo común, sino la cura por la palabra. Diálogo cuya ausencia es hoy notoria en la relación entre personas; incluso de un/a profesional con pacientes. Conversar - deriva de la palabra latina Vertere: girar, hacer girar, dar vuelta, derribar, cambiar, convertir: fracturar la literalidad para que puedan filtrarse sentidos metafóricos en la intertextualidad (Harari, 1998). Se interroga sobre qué evoca esa palabra, o aquella otra, material con que se forjan las interpretaciones. También con el equívoco… Contrariamente a ideas pre-juiciosas, en el trabajo analítico no se busca una “verdad oculta” -en un supuesto interior-, esperando allí para actuar. El inconsciente advendrá, hará acto y ello implica un trabajo, con relatos o narraciones de cada paciente, de historias que cuestan decirse, posibilitando a cada quien posibles efectos de verdad, transformaciones subjetivas… tal como le sucede al rey Sahrigar en el cuento de Las mil y una noches.

Lo inscrito en el psiquismo se deja leer a través de las “formaciones del inconsciente”: síntoma, sueños, lapsus, chistes; o bien se torna ilegible y reaparece insistentemente como repetición, no encuentra dónde inscribirse (Morandi, 2012b). Narrar es ponerle palabras a la repetición. Ello sucede en un dispositivo en el que se habla y se es escuchado/a, donde circula el odio y el amor. En esta hainamoration[3] transferencial en que recordar, repetir, elaborar abre la posibilidad de una subjetivación singular. La palabra, envuelta en angustia, a veces en humor va despertando al asombro de lo nuevo, de lo inesperado, de lo imprevisible. Es tarea del analista prestarle oídos y detectar las diferentes músicas, tonalidades, a la vez que puntúa, escande[4], subraya, cita, intentando no “llenar” al analizante con nuevos signos, -bastantes tiene éste sin digerir por estar inmerso en un mundo globalizado-, sino de confrontarlo con la dimensión del vacío, del sinsentido, de la pérdida, y la posibilidad del duelo.

No para que se pierda- el vacío angustia y en nuestra cultura se asocia a negatividad, tendiendo a llenarlo de cualquier manera, con fármacos incluso- sino para cuestionar certezas, para inventar, encontrar su particular modo de satisfacción, crear según su deseo, abrir un espacio nuevo en la vida de cada quien y su entorno. Hay algo de invención y de creación en ello, y aunque no siempre se produzca ese efecto, basta que suceda alguna vez! Planteo muy diferente y, con otras consecuencias, de la idea de un sujeto como un conjunto de conductas a tratar, o una identidad –diagnosticada por algún trastorno encuadrado en el DSM[5], tan en boga en Salud Mental.

 

Psicoanálisis/Arte: confluencias

 

La praxis psicoanalítica se despliega en un ámbito muy diferente al de las artes, pero no excluye ciertas confluencias interesantes de señalar.

Tanto la experiencia analítica como la creación artística suponen el desafío de un pasaje por laberintos, el arriesgarse a superar pruebas, atravesando los infiernos de cada cual, soportando que lo logrado no coincida con lo esperado. El conflicto también impulsa a crear (Freud, 2007d).  Conflicto que no es otro que la insatisfacción estructural, propia de lo humano (Korman, 2010). “En el poema enigmático resuena la voz del conflicto no resuelto”, dirá Jaume Cabré (2011).

El trabajo de sublimación es común al artista como al analista; bordean y circunscriben el vacío. Ambas prácticas, psicoanálisis y arte, rechazan certezas, o verdades absolutas. El deseo inconsciente es el motor y deseo remite a falta. Se busca ir más allá de lo evidente y aparecen maneras originales de re- crear subjetivamente lo real; descubren, hacen surgir aspectos a veces desapercibidos: lo oculto, lo invisible de El Principito de Saint-Exupéry en la literatura: “lo esencial es invisible a los ojos”; o Paul Klee en la pintura: “el arte no reproduce lo visible, se hace visible”.

Se de-construye lo dado para que crezcan composiciones nuevas, formas y vías de acceso a las verdades propias, al medio decir la verdad, elementos fundamentales de la ética psicoanalítica para cierta transformación subjetiva.  No es crear obra de arte, sino producir actos creativos, en algunos o en muchos aspectos de la vida, aportando a lo común: crear con otros.

Ahora bien, a un artista para crear, como a un psicoanalista para analizar, no sólo le basta la inspiración, sino la formación, el trabajo arduo, la experiencia, el método, el saber hacer. Es útil recordarlo, ya que actualmente lo que abunda es el lema de la Bolsa: ¡ganancias rápidas sin ningún esfuerzo! Se ha de profundizar y reflexionar sobre la paradoja a que nos enfrenta el mundo actual: entre la ley del mercado que demanda homogeneización; adecuación de lo singular a la norma estadística; conformación de la realidad psíquica a la demanda social; y la ley del deseo, que sitúa a la verdad como causa propia de cada sujeto, y como camino para responder al malestar.

Cada análisis labora en la dirección de una asunción no igual a otra; y en el campo artístico se plantea algo similar. Pero como el psicoanalista y el artista viven inmersos en el mercado, hay que estar advertidos que las dificultades-seducciones -son importantes. Se trata entonces de oponer diferentes formas de resistencia a la masificación, a lo mortífero que prolifera en la educación, en la salud, en las artes, intentos todos de silenciar la singularidad y con ello de anular el fundamento psíquico de la creatividad humana.

Reducir al sujeto a lo biotecnológico conductual o patológico, implica borrar la subjetividad, el registro del deseo y de la responsabilidad que corresponden a la dimensión humana. Y esto no es sin consecuencias, tanto clínicas, como económicas o éticas.

Otra cuestión a considerar también es la negación del tiempo; tiempo en que “todo” es inmediato y efímero, en que predomina la cultura de lo desechable, no sólo de objetos sino también de seres humanos, de encuentros y palabras. Puede que el arte y “la escucha del psicoanalista, la disposición a escuchar, sea un foco de resistencia a este perfil de civilización actual” (Viñar, 2002).

El papel del Arte y del Psicoanálisis no es responder a las preguntas, sino pro(e)vocarlas. Por ello esa disposición a escuchar, que se comparte con colegas de otras disciplinas (Tormo Cuenca, 2023), es una resistencia que implicará actuar desde la ética, crítica y creativamente, en oposición al desmantelamiento simbólico, a la medicalización de la experiencia de vida, al arrasamiento subjetivo y a la destrucción de los lazos (Morandi, 2019).                                    

 

 

Bibliografía

 

 

 

Bauman, Z. y Dessal, G. (2014). El retorno del péndulo. Sobre Psicoanálisis y el futuro del mundo líquido. Ed. efe. Bs.As.

Benjamin, W. (1989). La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, discursos interrumpidos. En: W. Benjamin. Discursos Interrumpidos I. Ed. Taurus. (Trabajo original publicado 1936).

Cabré, J. (2011). Yo confieso. Áncora y Delfín.

Freud, S. (2007a). Introducción al Narcisismo. En: Sigmud Freud. Obras completas. Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico. Trabajos sobre metapsicología, y otras obras (1914-1916) (2 ed., 7º reimp. Vol. N° XIV). Amorrortu editores. (Trabajo original publicado en 1916).

Freud, S. (2007b). ¿Pueden los  legos ejercer el psicoanálisis?. En: Sigmud Freud. Obras completas. Presentación autobiográfica. Inhibición, síntoma y angustia. ¿Pueden los legos ejercer el psicoanálisis? y otras obras, (1925-1926). (2 ed., 7º reimp. Vol. N° XX).  Amorrortu editores. (Trabajo original publicado en 1926).

Freud, S. (2007c). Lo ominoso. En: Sigmud Freud. Obras completas. De la historia de una neurosis infantil» (caso del «hombre de los lobos, y otras obras (1719-1919). Obras completas. (2 ed., 7º reimp. Vol. N° XVII). Amorrortu editores. (Trabajo original publicado en 1919).

Freud, S. (2007d). Sigmud Freud. Obras completas. El porvenir de una ilusión, El malestar en la cultura, y otras obras (1927-1931). Obras completas. (2 ed., 7º reimp. Vol. N° XXI). Amorrortu editores. (Trabajo original publicado en 1931).

Harari, R. (1998). Polifonías. Del arte en psicoanálisis. Ediciones del Serbal. Barcelona.

Korman, V. (2010) Capítulo Arte y Psicoanálisis En: Trencadís: gaudianas psicoanalíticas.  Colección Triburgo.

Lacan, J. (1973-1974). Seminario 21 de Lacan: “Los nombres del padre” o “le non dupes errent” (inédito).

Lacan J. (1987). El Seminario. Libro 11. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis: 1964. Texto establecido por J-A. Miller. Ed Paidós. (Trabajo original de 1964).

Morandi, T. (2012a). Confluencias: Arte, Psicoanálisis. Intercambios, Papeles de psicoanàlisis (28), 43-47. https://raco.cat/index.php/Intercanvis/article/view/354036.  

Morandi, T. (2012b). Violencia, Trauma y Duelo. En: A. Miñarro, T. Morandi (comp.) Trauma y Transmisión: Efectos de la guerra del 36, la posguerra, la dictadura y la transición en la subjetividad de los ciudadanos. Ed. Xoroi, Barcelona.

Morandi, T. (2019). Psicoanálisis: ¿apolítico <> políticamente (in)-correcto?. Revista Intercambios, Papeles De psicoanálisis. (42), 31-39. https://raco.cat/index.php/Intercanvis/article/view/367789.

Tormo Cuenca, R. (2023). IP31. La Fuerza del Recuerdo es la capacidad de estimar. Ed. Scomunicativa. Llíria, Valencia.

Trías, E. (2001). Lo bello y lo siniestro. Editorial Ariel.

Viñar, M. (2002). Psicoanalizar hoy. Ediciones Trilce.

 

 

[1] Este artículo es una actualización y reformulación de una ponencia presentada en la Mesa Redonda: “Arte y Psicoanálisis” en el tema “Psicoanálisis, ciencias y artes: confluencias sobre la complejidad del sujeto”. II Jornadas de la PLATAFORMA PSICOANÁLISIS SIGLO XXI, Casa del Mar, Barcelona, España, 16 de octubre de 2010. Fue publicado en Morandi, 2012a.

[2]N del E: se mantiene el lenguaje inclusivo cuando la autora así lo consigna en el texto

[3] Hainamoration: (odioamoramiento), neologismo acuñado por Lacan 1973-1974 Seminario XX, señalando que no hay amor sin odio.

[4] Escande, de escandir, latín scandere, descomponer un verbo en sus elementos constitutivos

[5] Es el Manual Diagnóstico y Estadístico, DSM por sus siglas en inglés, guía ampliamente utilizada en Estados Unidos, (y España entre muchos otros) para el diagnóstico de los trastornos de salud mental, en adultos, adolescentes, niños. Varios y diferentes autores cuestionan esta forma diagnóstica-estadística, que no considera a les sujetos singulares ni su contexto.


Originalidad:

Este artículo es una actualización y reformulación de una ponencia presentada en la Mesa Redonda: “Arte y Psicoanálisis” en el tema “Psicoanálisis, ciencias y artes: confluencias sobre la complejidad del sujeto”. II Jornadas de la PLATAFORMA PSICOANÁLISIS SIGLO XXI, Casa del Mar, Barcelona, España, 16 de octubre de 2010. Fue publicado en 2012.

Limitaciones de responsabilidad:

La responsabilidad de este trabajo es exclusivamente de su autora.

Conflicto de interés:

Ninguno

Fuentes de apoyo:

El presente trabajo no contó con fuentes de financiación.

Cesión de derechos:

La autora de este trabajo cede el derecho de autor a la revista Pinelatinoamericana.

Contribución de los autores:

La autora ha elaborado y participado en cada una de las etapas del manuscrito, se hace públicamente responsable de su contenido y aprueba esta versión final.


Fecha de Recepción: 2024-02-14 Aceptado: 2024-02-29              

 CreativeCommons Atribución-NoComercial 4.0

© 2024 Pinelatinoamericana