interés y de nuestras incertezas, de nuestro saber y de nuestro no saber,
junto a las conversaciones multiplicadas en distintos ámbitos, nos llevó a
denir a la novela Miles de ojos de Maximiliano Barrientos, publicada en 2022,
como objeto de nuestro análisis.
Al adentrarnos en este objeto de estudio, nuevos horizontes teóricos,
nuevos focos analíticos —no previstos anteriormente— se fueron encendiendo.
A medida que las lecturas de la novela se sucedían y se yuxtaponían a otras
lecturas que sirvieron de pábulo a nuestro sustento teórico, los encuentros
con quienes nos dirigieron, siempre desde la presencialidad, espesaron el
entramado de sentidos con los que trabajamos. Nuestro director, Marcelo Silva
Cantoni, y nuestro codirector, Belisario Zalazar, fueron un bastión clave para
concebir la idea de un equipo para nuestra tesis denominada “La emergencia
de cuerpos mutantes en la novela Miles de ojos de Maximiliano Barrientos”.
Una novela como Miles de ojos, que tiene diferentes líneas espaciotemporales
narradas por distintas voces, y que hibridiza las dimensiones del sueño y la
vigilia, la vida y la muerte, lo humano, lo maquínico y lo vegetal, precisó que
varios ojos fueran puestos en ella.
El weird ction como herramienta artefactual, el campo de la literatura
boliviana contemporánea y las narrativas del n, junto con el posthumanismo
crítico, se abrieron ante nosotras como espacios que indagamos apartándonos
de una metodología aplicacionista de conceptos desde los cuales leer la novela
para, en cambio, leer con la novela. Es decir, Miles de ojos fue para nosotras
un terreno especulativo que abonó a la producción crítica de conocimiento
y no solo un objeto literario a indagar. La noción central de nuestro trabajo,
cuerpo mutante, se erigió sobre el imaginario que la propia novela propone
bajo nuestra insistencia en no encorsetar a la novela en categorías foráneas
a esta.
Iniciamos la escritura a tientas, procurando una metodología que,
progresivamente, se fue consolidando en un ejercicio dinámico. La idea de
escribir de a dos como una actividad a realizarse in situ y en simultáneo fue el
primer impulso puesto en práctica, sobre todo en la instancia de escritura del
proyecto de TFL. Sin embargo, a raíz de la sugerencia de nuestros directores,
ensayamos otras modalidades de escritura que nos permitieron desarrollar
la mayor parte de nuestro trabajo nal. A modo de entramado, fuimos
entretejiendo la escritura de la una y de la otra, de un modo continuo y uido
que nos demostró que la redacción a cuatro manos aloja una potencia para
la investigación. Sin proponérnoslo, como un juego creativo, cada párrafo se
sumaba al anterior y, en un vaivén, auguraba el siguiente. Como un cadáver
exquisito, la escritura resultó una hibridación entre distintas partes.
Valentina Goldraij | Mariana Moretto Fraga 159