Ausencia
Incineradas desde adentro, mis voces se crispan
con cada llama de ausencia, y
el amor de charco que supo apagarlas
ahora solo es un ausente navegante.
Dejo que hablen solo los ojos,
dejo que griten el parto de una madre virgen.
Hay un espacio estrecho, los párpados se me levantan, y
aunque las cartas siempre se envíen
nunca espero una de vuelta.
Luca Salinas
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Variatinta
Nota al margen
Facultad de Filosofía y Humanidades
Universidad Nacional de Córdoba
Vol. I Nº 2 | julio-diciembre 2023