… aves de mal agüero, / mil veces mal os haya, / y que os sean como espinas
/ las ores de mi amada” (Navarrete, 1991, p. 40).
En este poema, se vuelve a hacer la referencia al ave persiguiendo una
or, aunque propiamente ya no se representa como chupa rosa. Los óleos de
El amor del colibrí (1869) y La or muerta (1869) de Manuel Ocaranza podrían
funcionar como écfrasis de este poema. Es preciso mencionar que, entrando
el siglo XIX, existe una ausencia de cautiverio y, en consecuencia, una ausencia
de muerte. En los poemas de este periodo la jaula ya no tiene protagonismo
y el cambio de ave también implica una falta de canto.
Consideraciones nales
Aunque la libertad se hace presente en los poemas analizados, no todos
recaen en la idea del paralelismo con la muerte. Por otra parte, sí se observa
que el cautiverio se vincula con otro tipo de n espiritual. Si bien en el poema
A un pajarillo de Luis de Sandoval Zapata no se encuentra un elemento de
restricción de la libertad, está presente la consecuencia de su libre actuar.
Por otra parte, en el resto de autores analizados, hay también una
clara evidencia de consecuencias negativas al hacer uso de su libre albedrío:
se observa en los poemas de Fray Manuel Navarrete y su alegoría de aves-
hombres —en su actuar con las ores-mujeres— (rechazo o desprecio que
no se aclara en ninguna de las estrofas). Aquí, el hecho de no mantener al ave
enjaulada minimiza la búsqueda de independencia o liberación.
Otro aspecto destacable es que, ya iniciado el siglo XIX, la idea de muerte
se rompe: ya no se encuentra la presencia de un cazador ni de una prisión y
solo se hace referencia a la libertad —de hacer—. Se concluye que el emblema
de la época no tuvo tanta presencia en la mayoría de los poemas. Si se toma
el ejemplo de “Ningún descanso en el mundo”, de Sebastián de Covarrubias,
no se halla una idea de fortuna en algún poema especíco que abarque todo
el sentido del emblema. El de Giovanni Ferro es el de mayor fuerza, con los
versos de Sandoval Zapata, especícamente A un pajarillo, y Rafael Landívar
con El gorrión y el cenzontle. Estos autores logran mantener la idea del ave
presa cantora. Destaca también el hecho de que Matías Bocanegra es el único
autor que, en su poema Canción a la vista de un desengaño, presenta a la voz
poética reexionando sobre los riesgos de la libertad y el cautiverio, y lo lleva
como analogía a una situación humana, que bien hace este guiño a una época
llena de cambios, adaptaciones e injusticias.
Finalmente, el emblema de Jacob Cats atinó a darle un signicado a los
poemas del siglo XIX, aunque este perteneciera al siglo XVII. Es evidente que
Cynthia Marlene Gómez Castillón
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