Deconstruyendo el género: una aproximación teórica a Orlando
de Virginia Woolf
Sofía Salto1
Estudiante de Lengua y Literatura,
Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Humanas
Universidad Nacional de Villa María, Argentina
soasalto98@outlook.com
Recibido 10 de octubre de 2023, aprobado 20 de noviembre de 2023
Resumen: el tema a desarrollar en el presente artículo es la denuncia a los
estereotipos de género y cómo estos condicionan nuestra forma de pensar y
actuar. El corpus del trabajo está compuesto por Orlando (1928) de Virginia
Woolf, que será tratado como texto crítico-reexivo para ahondar en la
uidez del género y el discurso feminista de la época. La autora imagina las
posibilidades que existen más allá del conservadurismo victoriano y crea une
protagonista que trasciende los límites del binarismo de género. A través
de esta novela, Woolf expone un retrato tanto introspectivo como externo
de su pensamiento, realiza una denuncia de la posición femenina no solo
en el mundo académico, sino en lo social, de forma sutil pero directa para
examinar las múltiples dicultades de las mujeres. En este artículo se ponen
en relieve las ideas implícitas particularmente en relación con la mujer
durante el siglo XX en la obra de Woolf y las cuestiones de género que en
ella se abordan, mediante un análisis hermenéutico, entendido como el arte
de la interpretación en el que conuyen autor, texto y lector. Asimismo, se
consideran los conceptos de género de Judith Butler (2005), Monique Wittig
(1992) y Marta Lamas (1986).
Palabras clave: estereotipos de género, narrativa realista, teoría feminista,
Virginia Woolf.
Deconstructing Gender: a Theoretical Approach to Orlando by Virginia
Woolf
Abstract: The topic to be developed in this article is the denunciation of
gender stereotypes and how they condition our way of thinking and acting.
The corpus worked with in this analysis is composed by Orlando (1928),
written by Virginia Woolf, which will be treated as a critical-reexive text
to delve into gender uidity and the feminist discourse of the time. The
author imagines the existing possibilities beyond Victorian conservatism and
creates a protagonist who transcends the limits of gender binary. By means
of this novel, Woolf exposes both an introspective and external portrait of her
thinking, she reports the feminine status, not only within the academic world
but also in the social sphere, in a subtle but direct way, aiming to examine
1 Con aval de la Mgtr. Gabriela Luján Giammarini, Universidad Nacional de Villa María, Argentina.
Nota al margen
Facultad de Filosofía y Humanidades
Universidad Nacional de Córdoba
Vol. I Nº 2 | julio-diciembre 2023
Preferiría no hacerlo
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the multiple difculties of women. This article highlights the implicit ideas,
particularly in relation to women during the 20th century, in the work of
Woolf and the gender issues that it addresses, through a hermeneutic
analysis, understood as the art of interpretation in which author, text and
reader converge. In addition, the concepts of gender by Judith Butler (2005),
Monique Wittig (1992) and Marta Lamas (1986) are considered.
Keywords: gender stereotypes, realistic narrative, feminist theory, Virginia
Woolf.
Introducción
Orlando, de la escritora inglesa Virginia Woolf, fue publicado en 1928 y más
tarde traducido al español por Jorge Luis Borges en 1937. Se nos presenta
como una novela que combina elementos de cción histórica y fantasía, en
la que seguimos la vida de un joven aristócrata inglés que vive durante varias
décadas del siglo XVI y XVII.
Pese a no ser concebido como uno de sus proyectos más serios, puesto
que la misma escritora armó que escribir esta novela fue como tomarse
unas vacaciones, resultó ser uno de sus mayores éxitos literarios dado que,
mediante una narrativa ágil y poética, se nos presenta la posibilidad de
indagar acerca de cuestiones como la identidad de género, la sexualidad y la
naturaleza humana (Frye Córdoba y Gutiérrez, 2017).
El objetivo de este trabajo es tomar dicha novela como texto crítico-
reexivo frente a cuestiones como la identidad y el género que en ese
momento no eran cuestionadas y, en consecuencia, indagar en los recursos
literarios que utiliza Virginia Woolf para narrar los roles de género y la crítica
que hace de ellos, y cómo propone una deconstrucción de estos a través de
los cambios que le protagonista atraviesa a lo largo de toda la obra.
En la obra, le protagonista vivencia diferentes siglos y momentos
históricos en posiciones sociales diversas. Todos los cambios que atraviesa
Orlando provocan una suerte de revisión interior, el cambio de sexo trae
consigo los problemas de identidad que esos cambios conllevan: “la estructura
de nuestra sociedad y nuestra vida cotidiana han incorporado la concepción
patriarcal de la diferencia sexual” (Paterman, 1995, p. 16).
Para Carole Paterman (1995), hay un pacto anterior al social que es el
pacto sexual, a través del cual se reorganizó la estructura social patriarcal
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de la modernidad. El pacto social fue moral, a la vez que no solo quedaron
excluidas las mujeres, sino muchos otrxs sujetxs. El patriarcado estructura el
poder jerárquicamente, esta estructura actúa como una maquinaria simbólica
en la cual las mujeres están por debajo de los hombres.
El presente trabajo se inscribe en una línea de investigación a partir de
los estudios de género. Históricamente, bajo los sistemas que solo aceptan
los binarismos de hombre/mujer o masculino/femenino, el concepto de
género se ha vinculado con el sexo biológico. Los estudios de género en
los que se basa esta aproximación, principalmente las propuestas de Judith
Butler (2005, 2006 y 2007) y Carole Paterman (1995), sugieren algo distinto:
critican el esencialismo biológico y arman que el género no es consecuencia
de la genitalidad con la que se nace, es decir, intentan dislocar la idea de que a
cada cuerpo sexuado le corresponde un género especíco, jo y en ocasiones
opuesto al otro género (Zárate Sánchez, 2015).
Así, siguiendo con estos lineamientos, podemos armar que cada
género ha sido ligado tradicionalmente a roles que condicionan la imagen
de la persona a la que alude, puesto que funcionan como elemento limitador,
tal como lo establece Paterman (1995): “la diferencia sexual es una diferencia
política, es la diferencia entre libertad y sujeción” (p. 15). Orlando se desliza
por distintas identidades sexuales literarias e históricas, destruyendo límites
y clasicaciones socialmente instauradas de forma rígida. Woolf se propone
deconstruir las prescripciones diferenciales entre los sexos.
Los orígenes de Orlando
Uno de los temas más recurrentes en la obra es el sometimiento del sexo
masculino a una categoría desaante y subversiva en la Inglaterra del siglo
XX: la mujer. Son dos las épocas que toma Virginia Woolf para adentrarnos
en el contexto inglés: la era isabelina (1558-1603) y la era victoriana (1837-
1901), si bien se puede remarcar diferencias a nivel económico y político que
caracterizaron a ambos momentos históricos y condicionaron la forma de
vida, hay algo que se compartía y era la indudable: la subordinación de las
mujeres frente a los hombres, siendo estos quienes controlaban lo que ellas
podían hacer, usar e incluso lo que tenían permitido decir o pensar (Rabaté,
2007).
Se puede ver, en más de una ocasión en la obra, que las opciones de
vida para las mujeres eran limitadas y todas debían cumplir con un último
n: contraer matrimonio. Esta separación en cuestión de género también
venía marcada por una separación de clases, esto quiere decir que una
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mujer noble y de clase alta contaba con otras opciones —como el acceso a
la educación—, mientras que aquella de bajos recursos no contaba con dicha
posibilidad (Oakley, 1972). Pero, aun así, ambas tenían la misma nalidad desde
la perspectiva patriarcal: casarse y tener hijxs.
La era victoriana se caracterizó por ser una época de expansión y
prosperidad, se trató de una expansión económica que condicionó el concepto
de una sociedad puritana donde existía una doble moral que permitía la
desigualdad entre hombres y mujeres, y limitaba las cuestiones de clase. La
clase social hegemónica era la burguesía y quedaban bien diferenciados los
roles de género.
La mujer constituía un género inferior en la época, lo que limitaba
sus actos a mantenerse dentro del ideal femenino de delicadeza y fragilidad.
Algo característico de ambas épocas que Woolf toma para el desarrollo
de su novela es la vestimenta. El corsé era un elemento fundamental en
la vestimenta de ellas no solo en cuestión de apariencia, sino que daba un
estatus social determinado (Chung Huamán, 2022). En esta prenda convergen
tres aspectos: la clase social, el ideal femenino y la pureza, rasgos esenciales
que las mujeres debían cumplir entonces.
Virginia Woolf no elige los años veinte, momento que escribe la
novela, para ambientar dicho texto literario, sino que opta por dos épocas
que en profundidad son distintas a la suya para, de alguna manera, poner en
evidencia la diferencia en los roles de género. Precisamente, hace uso de la
era victoriana para ambientar el momento en el que Orlando es mujer, porque
es la que ella vivió y le sirve como herramienta para marcar las diferencias
sexuales de la época.
Orlando y su relación con los feminismos
Me parece pertinente, antes de centrarnos en la técnica narrativa y las
cuestiones de género, hacer referencia aquí a los conceptos de feminismo
que la autora toma para el desarrollo de su novela. Considerada una de las
madres del feminismo contemporáneo, puesto que se ha encargado de militar
y criticar las normas patriarcales, Woolf utiliza su tiempo para exponer cómo
la mujer era plenamente subordinada al deseo del hombre. Al respecto, Scott
(2012) arma:
En la era de las revoluciones democráticas ‘las mujeres’ nacieron como
excluidas políticamente producto del discurso de la diferencia sexual.
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El feminismo surgió entonces, como protesta contra esa exclusión, y
su objetivo era eliminar la diferencia sexual de la política. (Scott, p. 20)
Frente a esta diferencia instalada desde tiempos anteriores, surge
el feminismo como una forma de crítica hacia el comportamiento y los
principios patriarcales, y hacia la discriminación impuesta de forma social,
política, económica y sexual que condicionan nuestras formas de vivir:
La historia del feminismo puede entenderse como la interacción de un
patrón de exclusión repetitivo y una cambiante articulación de sujetos.
Los términos de exclusión producen repetidamente la diferencia sexual
como una frontera natural y ja entre los políticos y lo doméstico.
(Scott, 2012, p. 32)
Con toda esta explotación y diferenciación bien marcadas, el feminismo
surge entonces como “un discurso político que se basa en la justicia” (Varela,
2013, p. 20), puesto que se dene como el momento en el que las mujeres
toman conciencia de la realidad en la que viven y del tratamiento al que
son sometidas. Hablamos de un momento histórico en el que el orden
preestablecido en la sociedad solo beneciaba a una parte: los hombres,
quedando excluidxs las mujeres y demás identidades que hasta el momento
no eran tomadas en cuenta.
Lo anteriormente expuesto sugiere que Woolf, en Orlando, intentó
representar el sentir femenino desde su perspectiva y conocimiento social,
denunciando su propia marginalización como mujer, para reinventar una
forma de escribir diferente a la de los discursos del momento. Su obra puede
contribuir al feminismo identitario, ya que su narración es la que mejor retrata
la experiencia de la mujer desde una perspectiva femenina (Black, 2004).
Ahmed, en su libro Vivir una vida feminista (2018), trabaja en esta línea
y arma que el feminismo causa malestar porque es a partir de estas nuevas
concepciones en torno a la liberación de la mujer que el foco de interés cambia,
puesto que se centra la atención en otras discusiones que toman mayor
relevancia. “Sabemos de la causa feminista por el malestar que el feminismo
provoca, porque, en la gura pública, el feminismo aparece como espacio de
perturbación” (p. 41). El feminismo, entonces, comienza como una reacción
a las injusticias del mundo que puede constatarse desde nuestra experiencia
con una incomodidad: “comienza con un cuerpo en contacto con un mundo,
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un cuerpo que no se siente a gusto con el mundo(Ahmed, 2018, p. 42), esto
puede verse fácilmente reejado en la obra, ya que es exactamente lo que le
ocurre a Orlando al despertarse un día y descubrirse mujer: “solo entonces,
decimos, comprendió sobresaltada las responsabilidades y privilegios de
su condición. Pero ese sobresalto no era el que hubiéramos podido prever”
(Woolf, 2009, p. 135).
Podemos observar, a lo largo de toda la novela, cómo aquellos conceptos
que Orlando poseía sobre las mujeres y la sociedad en la que vivía se vieron
afectados por su transformación. En ese momento es capaz de ver y reexionar
sobre los roles y la relaciones de poder que ejercen los géneros. Orlando,
tras subir a un barco rumbo a Inglaterra, habla con un Marinero y reexiona
sobre su nueva posición al escucharlo: “¿tendré entonces que respetar la
opinión del sexo contrario, por monstruosa que me parezca?” (Woolf, 2009,
p. 137). Entonce, recorla posición que tenía cuando era hombre y lo que
él mismo esperaba de las mujeres: “exigía que las mujeres fueran obedientes
y castas, que parecieran perfumadas y exquisitamente ataviadas” (Woolf,
2009, p. 138), y en ese momento fue consciente de lo equivocado que estaba.
Añade, porque las mujeres, a juzgar por mi corta experiencia, no somos
naturalmente obedientes y castas, ni nacemos perfumadas y exquisitamente
ataviadas” (Woolf, 2009, p. 138). Orlando se vuelve entonces consciente de
aquello que le era impuesto por el hombre, algo que le resultaba imposible
de ver antes, debido a lo naturalizado que tenía algunas cuestiones desde su
mirada masculina.
La uidez del género
El punto más destacable de la novela y que al mismo tiempo supone un gran
cambio es cuando Orlando atraviesa una transformación que deriva en un
cambio de sexo. Si bien, Orlando un día es varón y al día siguiente mujer , su
identidad de género no está demarcada de manera tan tajante. Se trata de un
suceso que repercute en el personaje principal y que arroja luz sobre un debate
en torno a la identidad sexual. Esto quiere decir que, si bien se experimenta
un cambio biológico en su cuerpo, este no es acompañado por una variación
en su mentalidad, es decir, interiormente Orlando sigue siendo la misma
persona, mantiene sus gustos y valores. Sin embargo, con el desarrollo de la
historia podemos observar cómo se cuestiona su propia visión del mundo:
“Orlando se había transformado en una mujer, inútil negarlo. Pero, en todo lo
demás, Orlando era el mismo. El cambio de sexo modica su porvenir, no su
identidad” (Woolf, 2009, p. 121).
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Siguiendo esta línea, la escritora feminista Lamas en su obra La
antropología feminista y la categoría género (1986) señala que:
Se concebía a la masculinidad y a la feminidad como estatus instituidos
que se vuelven identidades psicológicas para cada persona. La mayor
parte del tiempo, las personas están de acuerdo con el estatus asignado,
pero ocurre que a veces alguna persona no lo está. (Lamas, 1986, p. 176)
Quizás, lo más curioso que observamos en Orlando es que, si bien
su personaje principal sufre un cambio de sexo de la noche a la mañana, su
problema no reside en que ahora es mujer, es decir, no se plantea en ningún
momento un prejuicio o problema personal frente a su cambio de sexo,
sino que estos empiezan a aparecer a medida que se enfrenta a un mundo
heteropatriarcal y da cuenta de lo que signica el ser mujer en su época.
Cuando el narrador dice el cambio de sexo modica su porvenir, no su
identidad” (Woolf, 2009, p. 121) se reere a su propio destino, ya que sabe
que no podrá enfrentarlo con las comodidades que poseía siendo hombre
biológicamente.
Todos los acontecimientos y sucesos que Orlando atraviesa provocan
en él una constante crítica y reexión sobre lo social y culturalmente
aceptado. Así, se da cuenta de que la manera de vestir dependerá de los
roles de género y del papel que desempeña cada persona en la sociedad:
el hombre tiene la mano libre para empuñar la espada; la mujer tiene que
utilizarla para que el satén no se le escurra de los hombros” (Woolf, 2009, p.
143) y continúa “si los dos hubieran vestido la misma ropa, es posible que su
manera de pensar hubiera sido también la misma” (Woolf, 2009, p. 143). Todas
estas reexiones llevan a cuestionar la idea de que el género es algo estático,
y que la diferencias que existen entre uno y otro género no responden a un
condicionante biológico, es decir, se interpretan culturalmente como una
diferencia sustantiva que marca el destino de las personas (Lamas, 1986).
El narrador de la historia señala que no hay ser humano que no oscile de
un sexo a otro, y a menudo solo los trajes siguen siendo de varones o mujeres,
mientras que el sexo oculto es lo contrario del que está a la vista” (Woolf,
2009, p. 171). Esta valoración indica que la división binaria entre hombres y
mujeres no se da naturalmente, sino que es parte de una construcción social.
Otro ejemplo que se puede señalar con respecto a los cambios en
su pensamiento ocurre cuando Orlando regresa a Inglaterra como mujer y
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entabla relaciones con artistas y literatos de la época, actividad que realizaba
anteriormente como hombre, pero esta vez desde otra perspectiva. En ese
momento de la social, las mujeres no eran incluidas en espacios intelectuales
ya que no se consideraban aptas para dicha actividad. Cuando era hombre,
Orlando pasaba la mayor parte de su tiempo escribiendo, en tanto la sociedad
aceptaba que él se avocara a esa tarea, en cambio, cuando es mujer, la sociedad
no tolera que se dedique a la escritura:
Seguramente, ya que es una mujer, una mujer hermosa, una mujer en
su plenitud, pronto abandonará este simulacro de escribir y pensar, y
pensará en un guardabosque, aunque sea —y mientras piense en un
hombre, a nadie le parece mal que una mujer piense—. (Woolf, 2009,
p. 218)
A lo largo de toda la novela podemos observar cómo Virginia Woolf
hace uso de la sátira para realizar una crítica con respecto a los estereotipos
y una denuncia social como trasfondo su novela:
Pero el amor —según lo denen los novelistas de género masculino— ¿y
quién, después de todo, tiene mayor autoridad? nada tiene que ver con
la bondad, la delidad, la generosidad o la poesía. El amor es quitarse
las enaguas y ... pero todos sabemos lo que es amor. (Woolf, 2009, p.
218)
El punto culminante de la historia y el que podría traducirse como el
que mejor demuestra los roles de género y la diferencia sexual ocurre cuando
Orlando siente la presión de cumplir con lo que se espera de una mujer:
casarse, formar una familia y tener tantxs hijxs como pueda. Era un deseo
que jamás había tenido ni se lo había planteado: “semejantes ideas no se le
habían pasado por la cabeza. Ahora lo aplastan sin miedo no era Orlando
la que hablaba, sino el espíritu de la época [énfasis agregado]” (Woolf, 2009,
p. 223). Woolf denuncia el único destino que podía tener la mujer, así como
las exigencias que se le pedían, haciendo uso de la metáfora. Podemos ver
explícitamente cómo se reere a que todo esto es propio de la sociedad:
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Se vio obligada a considerar el más desesperado de los remedios, que
era entregarse con absoluta sumisión al espíritu de la época y buscar
marido … tan indomable es el espíritu de la época, que derriba a quien
trata de oponérsele, con más violencia que a los que comparten su
rumbo. Orlando había propendido, naturalmente, al espíritu isabelino,
al espíritu de la Restauración, al espíritu del siglo XVIII, y, por
consiguiente, apenas había notado el cambio de una época a otra. Pero
el espíritu del siglo XIX le era muy antipático, y por eso la tomó y la
quebró y ella se sintió derrotada como nunca se había sentido. (Woolf,
2009, p. 223)
El destino de Orlando no fue otro que ese, como toda mujer de la época,
acabó siendo madre y esposa, cumpliendo el rol que la sociedad exigía.
Sobre la técnica narrativa de Virginia Woolf
Virginia Woolf es considerada una escritora vanguardista muy inuyente
durante el siglo XX: incorporó el análisis de la conciencia como forma de
reejar una realidad más completa y lo hizo posible mediante diferentes
técnicas narrativas (Huydobro, 2015). Mientras que las obras contemporáneas
a Orlando se apegaban a una escritura que se regía con las normas del
realismo, la autora busca exaltar el yo mediante la inclusión de la cción en
sus obras. Estamos ante un momento histórico en el que se constituye el
periodo que enfrentó al Realismo y objetivismo, es decir, vemos una reforma
al estilo tradicionalista de la literatura del momento.
Decir que Woolf renovó el canon literario implica que la autora logró
ajustar su creatividad y escritura a las bases de su mundo interno y externo.
De esta forma, ella protesta en contra de las sólidas guras de la época
victoriana:
Si tratamos de formular nuestro sentir en una palabra única, diremos
que estos tres escritores son materialistas. A causa de que se interesan
por el cuerpo y no por el espíritu, nos han decepcionado, dejándonos
con la sensación de que cuanto les dé la espalda la narrativa inglesa ...
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mejor para su alma. (Woolf, 2009, p. 7)
La autora procura una nueva forma de contar, nos presenta una
cción que tiene su origen en hechos históricos y sociales y que, por lo
tanto, es posible contextualizarla en un espacio preciso. Woolf les otorga a
sus personajes emoción, una capacidad de expresarse y, mediante el uso de
técnicas como la metáfora, profundiza en una reexión interna sobre estos
frente a los obstáculos que deben atravesar en la historia.
Se trata de una nueva forma de escribir novelas para la época: la
acción y la intriga quedaron en segundo plano para dar relevancia a las
reexiones, sentimientos y recuerdos de los personajes. Orlando destaca
por la sensibilidad de sus personajes, por su estilo poético y por el uso del
monólogo interior, una de las características claves de la literatura del siglo
XX, pero también porque el objetivo de su técnica narrativa es desaar el
género como categoría binaria establecida, que contrapone al hombre y a la
mujer.
Mediante esta forma narrativa, en la que la expresión inmediata del
ujo mental de cada personaje es más importante que el extremo Realismo
masculino (Orozco, 2015), Woolf ha considerado esencial promover la
incorporación de una forma narrativa propia de las mujeres, intentando
describir cómo se sienten, cuáles son sus expectativas y de qué forma están
discriminadas en una sociedad dominada por los hombres. En Orlando, la
autora advierte el carácter poético del personaje, anunciando al mismo
tiempo el suyo propio: “la naturaleza y las letras parecen tenerse una natural
antipatía, basta juntarlas para que se hagan pedazos” (Woolf, 2009, p. 4).
De una forma más o menos poética, Woolf no solo propone otro tipo
de lectura del discurso feminista —más fática—, sino que también, mediante
su prosa, deroga la histórica generalización del género masculino: Virginia
Woolf, cuyo estilo uido, difuso y sensual, opone resistencia al tipo de mundo
metafísico masculino(Eagleton, 1998, p. 115). En Orlando, su resistencia al
mundo metafísico masculino se cuece entre las constantes intervenciones
femeninas, en la relación conciencia-cuerpo de le protagonista.
Comentarios nales
Las aristas analizadas a lo largo del artículo sirven como eje o punto de
partida para profundizar en la temática que, como una constante, se puede
evidenciar en todas las obras de Woolf: la denuncia feminista a los estereotipos
de género. Virginia Woolf muestra agudeza al hablar del espíritu de la época
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reriéndose a cómo la sociedad condiciona nuestros deseos y personalidad.
La autora nos propone una crítica a las limitaciones de la mujer y la sociedad
patriarcal, sirviéndose de la literatura como acto de rebeldía.
A través de Orlando, Woolf realiza un profundo análisis sobre la biología
y el género, y sobre cómo estos deberían ser considerados por separado:
cuando Orlando despierta con el sexo cambiado, él sigue siendo el mismo ya
que su identidad no se ha visto afectada, sino solo su forma de vida, por lo
que se demuestra cómo el género es utilizado para controlar a las personas
mediante una serie de codicaciones y roles sociales. En consecuencia, ningún
género es superior a otro ni tiene más capacidades para realizar trabajos
intelectuales o de cualquier otro tipo. La conclusión de toda la historia es que
los roles y estereotipos funcionan como meros disfraces.
Orlando como protagonista experimenta un cambio que bien podría
llamarse una metamorfosis y permanece en una condición ambigua donde
coexisten distintos géneros, lo que podemos observar en sus diferentes
comportamientos. Lo que propone la autora es una visión acerca de la
identidad sexual, mediante el uso de la sátira con un tono de denuncia y crítica,
consideramos que le protagonista realiza un acto performativo (Butler, 2007)
que pone en tensión el binarismo de género y se aleja de los extremos para
permanecer en una constante movilidad.
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Sofía Salto
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Lamas, Marta (1986). La antropología feminista y la categoría género. Nueva
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Pateman, Carole (1995). El Contrato Sexual. Anthopos.
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Wittig, Monique (1992). El pensamiento heterosexual y otros ensayos. Egales.
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