en el mundo. El cuerpo, entonces, es utilizado como un espacio simbólico. Su
individualidad choca contra la humanidad, lo que provoca una implosión que
rompe todo su interior.
En Las aventuras de la China Iron ocurre todo lo contrario. En vez de
pintar en el cuerpo maltratos y abusos, se transmite una imagen del cuerpo
libre y deseoso. Aparece un elemento descubridor en cuanto a la sexualidad
de la protagonista que realiza un proceso a través del cual va aprendiendo
más sobre su cuerpo, va abriéndose a nuevas perspectivas del sexo, y disfruta
libremente del placer. Esto le permite experimentar cómo es “volverse chico”
y sentirse completamente cómoda con ello, por lo que podemos inferir que
descubre su identidad como género uido. Incluso, también podemos notar
que, al acercarse de forma íntima a Liz, descubre por primera vez su gusto por
las mujeres, amplía la concepción que tiene sobre sí misma como persona, y
se convierte en alguien más feliz y segura de sí misma. La China expresa esto
de la siguiente manera: “me sorprendió, no entendí, no sabía que se podía y
se me había revelado como una naturaleza, ¿por qué no iba a poderse? No
se hacía, nomás, allá en el caserío, las mujeres no se besaban entre ellas”
(Cabezón Cámara, 2017, p. 39).
La China no es el único personaje que realiza un redescubrimiento
sobre sí misma. El icónico personaje de la cultura argentina, Martín Fierro
–representación del “macho”–, también realiza este proceso al conocer a
Cruz y darse cuenta de los sentimientos que este despierta en él. Cuando la
China Iron se reencuentra con Fierro en los terrenos de Tierra Adentro, se
da cuenta de que no es el mismo que había conocido, puesto que la imagen
con la que se topa es la de un Fierro travestido. Además de la diferencia de
aspecto, este hombre que antes había asesinado al gaucho del que ella estaba
enamorada, le pide perdón públicamente, se muestra muy arrepentido de sus
actos y actitudes y, a la vez, se dedica amorosamente a la crianza de sus hijos.
Este nuevo Fierro es una muestra de un hombre deconstruido.
Otra diferencia que hay con La vegetariana, es que, en la obra de
Cabezón Cámara, la comunidad de pueblos originarios a la que se suman
los protagonistas termina transmitiendo otra visión acerca de las relaciones
interpersonales. Mientras que, en la novela anterior, las relaciones estaban
repletas de opresión –como si fueran cadenas– , en esta obra se muestran
vínculos sin ninguna pizca de subyugación y repletos de libertad, ya sea en el
amor, en el sexo o en la familia.
Transformación de las protagonistas
Florencia Falcón 139