Variación geográfica de los discursos sobre alimentación en Twitter y su correlación con la tasa de obesidad en Argentina

Resumen

La obesidad representa un problema sanitario de gran relevancia debido a su creciente prevalencia y su impacto en la salud. Las redes sociales han demostrado ser una fuente válida de información para el estudio de fenómenos relacionados con la salud de las poblaciones. El objetivo de este trabajo fue evaluar la distribución espacial de indicadores alimentarios construidos a partir del contenido relacionado a alimentos publicado en la red social Twitter y compararla con la variación geográfica a nivel provincial de la prevalencia de obesidad en la población adulta argentina.

Se realizó un estudio ecológico, utilizando datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2018 (para calcular tasas de prevalencia de obesidad ponderadas) y 6023548 de tweets georreferenciados recolectados durante 2021-2022. A partir de los tweets se construyeron indicadores alimentarios (tasa de tweets con contenidos relacionados a alimentos, frecuencia de mención de alimentos y grupos de alimentos, e índice de densidad de nutrientes -IDN, a mayor valor, mejor calidad nutricional de los alimentos mencionados-) para cada provincia. Se elaboraron mapas y se estimó la correlación entre los indicadores alimentarios y la prevalencia de obesidad total, por sexo y grupo etario, a nivel provincial. Además, se calculó el Índice de autocorrelación de Moran, para detectar patrones espaciales de las variables estudiadas.

La distribución de la prevalencia de obesidad, la tasa de tweets alimentarios y el IDN, presentaron una distribución espacial no aleatoria (p<0,05). La frecuencia de mención de algunos alimentos considerados ‘saludables’ (pepino, pomelo, naranja, champiñón, alcaucil, atún, carne de vaca, frutilla) se correlacionó inversamente con la prevalencia de obesidad a nivel provincial, mientras que la mención de algunos alimentos considerados ‘poco saludables’ (molleja, queso semiduro, chocolate, morcilla, hamburguesas, golosinas) presentaron una correlación positiva. En algunos casos, estos resultados variaron según sexo y grupo etario. Por último, una mayor mención de alimentos en tweets, se asoció con mejor IDN promedio a nivel provincial (p=0,04).

Los discursos en Twitter, podrían servir como indicador proxy de hábitos alimentarios y su análisis sería de utilidad para el estudio de indicadores de salud desfavorables a nivel poblacional.