Consumo de cebolla: relación entre ingesta y concentraciones séricas de quercetina y biomarcadores de disfunción endotelial en sujetos hipertensos

Resumen

Se estima que el consumo de quercetina, el polifenol de mayor presencia en la cebolla, posee propiedades beneficiosas antioxidantes y antiinflamatorias en la disfunción endotelial (DE) en personas con hipertensión arterial (HTA).

El objetivo del trabajo fue analizar la correlación entre la ingesta de cebolla, las concentraciones séricas de quercetina, y los factores de riesgo cardiometabólicos a través de marcadores antropométricos, bioquímicos y de la presión arterial en sujetos con HTA.

Estudio descriptivo, correlacional-de corte transversal. Participaron 21 personas voluntarias, de ambos sexos, de 35 a 70 años de edad, que asistieron al Servicio de Cardiología del Hospital Nacional de Clínicas de Córdoba, con la firma previa del consentimiento informado. Mediante encuestas validadas, se evaluó la ingesta de alimentos fuente de quercetina, la actividad física y el consumo de tabaco. Posteriormente, se tomaron medidas antropométricas, bioquímicas y la presión arterial. Se analizaron las concentraciones de quercetina sérica mediante cromatografía líquida de alta performance (HPLC). Con el programa Interfood v1.3, se estimó el consumo de nutrientes y fitoquímicos. Finalmente, los datos fueron analizados con los programas Infostat, Stata v.11 y OriginPro8, aplicando test Wilcoxon, de Fisher y Spearman. 

De las 21 personas estudiadas, el 95,3% presentó exceso de peso, el 90% obesidad central, el 76% presión arterial sistólica elevada y el 47,6% presión arterial diastólica (PAD) elevada, el 60% hipercolesterolemia, el 47,3% hipertrigliceridemia, el 55% LDL colesterol y glucemias alteradas, y el 94,7% valores de riesgo de proteína C reactiva ultrasensible (PCRus). La ingesta media de cebolla fue de 37,86 g/día ±33,75 y la de quercetina fue de 8,65 mg/día ±7,94. Las concentraciones séricas de quercetina no presentaron correlación con la ingesta de alimentos fuente. Se observó una asociación directa estadísticamente significativa entre la variable PAD con la ingesta de cebolla y quercetina (r=0,54; p=0,01). 

Si bien no se encontró correlación entre el consumo de cebolla, las concentraciones de quercetina y los niveles de PCRus, la población presenta factores de riesgo de enfermedades cardiometabólicas vinculados a la inflamación