Introducción

Los medicamentos se diferencian, a partir de los riesgos que conlleva su uso, en medicamentos de venta bajo receta y medicamentos de venta libre (MVL)¹. En Argentina, la ley Nacional de Medicamentos Nº 16.463 y su Decreto Reglamentario 9763/1964 establecen que le corresponde la condición de venta libre a aquellos medicamentos destinados a aliviar dolencias que no exigen en la práctica una intervención médica y que, además, su uso en la forma, condiciones y dosis previstas, no entrañan por su amplio margen de seguridad, peligros para el usuario^2,3. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) es quien tiene a su cargo el registro de los MVL comercializados. Además, controla, fiscaliza y aprueba la venta de estos fármacos ⁴.

La publicidad ejerce una influencia muy importante sobre el público y, en el caso de los medicamentos de venta libre (MVL), puede generar riesgos en la salud de la población si no es adecuadamente fiscalizada^5,6. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que los anuncios dirigidos al público deben contribuir a que la población pueda tomar decisiones racionales sobre la utilización de los MVL^7-9.

La ANMAT creó en 1994 una Comisión Evaluadora de Publicidad y Propaganda, que se encarga de analizar los anuncios de productos de uso medicinal, odontológico y cosmético, así como de los suplementos dietarios y tecnología médica. Los criterios para aprobar o rechazar las pautas presentadas por las empresas se basan en las normas vigentes en la materia. La Ley Nº 16.463 ya establece la prohibición de inducir a la automedicación en los anuncios de los MVL y esta norma fue complementada con otras más específicas, como la Resolución 20/2005 Ministerio de Salud de la Nación, la Disposición 4980/2005 de la ANMAT y posteriores^10-12.

No obstante todas estas normativas, la realidad demuestra que el uso los medios masivos ha generado un exceso en la utilización de los productos farmacéuticos, favoreciendo la denominada “cultura de la píldora” ¹³. Estudios efectuados en Argentina con avisos publicitarios emitidos por canales de televisión abierta y en horario central, ya han alertado sobre la gravedad del problema^14,15. En este contexto, algunos autores coinciden en la necesidad de establecer estrategias para minimizar y contrarrestar estas situaciones que podrían tener efectos negativos para la salud por el uso inadecuado de los MVL ^16-18.

Si bien se han realizado muchos estudios sobre el efecto de la publicidad en los consumidores, no existen demasiados trabajos con respecto a su impacto en las farmacias comunitarias¹⁹. Algunos estudios han señalado que la publicidad de MVL atrae a los consumidores a adquirirlos sin importar el asesoramiento profesional, lo que compromete el papel del farmacéutico en la protección de los pacientes contra el uso inadecuado ¹⁸. Esta publicidad puede promover también el autodiagnóstico y la automedicación; en consecuencia, es de interés público que las autoridades sanitarias apoyen y permitan a los farmacéuticos mantener su capacidad de proteger a la población frente al uso inadecuado de los MVL ¹⁸.

Frente a la falta de estudios efectuados en el país para determinar la participación el profesional farmacéutico en esta problemática, se desarrolló el presente trabajo en el marco del curso on line “Gestión de Servicios Profesionales Farmacéuticos (SPF): indicación farmacéutica”, dictado por el Colegio de Farmacéuticos de Córdoba ²⁰. Este estudio tiene como objetivo analizar y divulgar acciones estratégicas viables surgidas de la discusión en un foro de debate de dicho curso, para fomentar el compromiso del farmacéutico ante la publicidad de MVL.

Métodos

Se realizó un análisis de contenido, agrupando por temas y categorías ^21-23, los aportes de los farmacéuticos comunitarios participantes en un foro de debate sobre publicidad de MVL, en el marco del curso on line “Gestión de Servicios Profesionales Farmacéuticos (SPF): indicación farmacéutica”²⁰.

Como elemento disparador del debate, se analizaron 2 piezas publicitarias audiovisuales^24,25 que fueron seleccionadas específicamente por el equipo docente y en las cuales se observan incumplimientos de la normativa específica (Disp. ANMAT 4985/2005) ya descriptos por otros autores¹⁴.

Las consignas del foro de debate se centraron:

a) en el papel del profesional farmacéutico (tema 1) en la publicidad y en el cumplimiento de requisitos normativos (tema 2).

b) en proponer estrategias (tema 3), tanto individuales como colectivas, para fomentar una adecuada intervención del farmacéutico en cuanto a la publicidad de los MVL.

La actividad tuvo una duración de 2 semanas (durante el mes de agosto de 2017) y, al finalizar, el docente responsable elaboró un resumen de los aportes. El texto elaborado fue enviado a través correo interno del curso a todos los participantes, con la intención de comunicar los resultados y permitir la incorporación de aportes desestimados o aclaraciones.

Resultados

Participaron 65 profesionales en 3 grupos de debate y se efectuaron 103 aportes.

Del análisis de contenido de las piezas publicitarias por temas, se destacan:

Tema 1: rol del profesional farmacéutico en la publicidad

· Figura del farmacéutico ausente o limitada a un “vendedor”.

· Desprestigio del rol profesional.

Tema 2: cumplimiento de los requisitos normativos establecidos por la ANMAT

· No se atiende a la singularidad del paciente frente a un trastorno menor.

· Falta de información sobre el medicamento: posología, duración del tratamiento, efectos adversos, contraindicaciones, etc.

· Falta de recomendación de medidas no farmacológicas, ni promoción de hábitos saludables.

A continuación, se describen las estrategias individuales y colectivas, como tema 3 y subdivididos en categorías, señaladas por los farmacéuticos participantes para fomentar una adecuada intervención del farmacéutico en la publicidad de MVL. Las estrategias conjuntas incluyen ambos tipos de estrategias, ya que es posible realizarlas desde una única farmacia comunitaria, en conjunto con otras en una misma área geográfica o institucionalmente agrupadas. Las estrategias colectivas se relacionan básicamente a acciones a desarrollar desde los colegios y asociaciones profesionales o instituciones sanitarias.

Tema 3: estrategias profesionales frente a la publicidad de MVL

· Categoría estrategias individuales

o Garantizar la atención por un farmacéutico ante consultas sobre problemas de salud o uso de un MVL.

o Desarrollar el SPF de indicación farmacéutica, con registro y documentación.

o Evitar el uso de cartelería, exhibidores y chaquetillas con publicidad de MVL.

o No incentivar el uso indiscriminado de MVL. No emplearlos como vuelto por falta de cambio.

· Categoría estrategias conjuntas (individuales y colectivas)

o Denunciar publicidades que no cumplan con las normativas vigentes. Solicitar mejor fiscalización y asumir una postura crítica. Unificar el formato y registrar denuncias y retroalimentaciones de ANMAT.

o Desarrollar campañas de concientización sobre el uso adecuado de MVL, con análisis crítico de la publicidad. Realizarlas en conjunto con otros colegios y asociaciones de profesionales sanitarios.

o Realizar talleres de educación sanitaria en la farmacia por categorías terapéuticas con pequeños grupos de pacientes. Organizar campañas y otras actividades educativas masivas desde los colegios profesionales, promoviendo la figura del farmacéutico como experto en medicamentos.

· Categoría estrategias colectivas

o Incluir a farmacéuticos en la Comisión Evaluadora de Publicidad de la ANMAT: representantes de colegios de farmacéuticos y universidades.

o Impulsar normativas desde los colegios profesionales: revalorizar el rol del farmacéutico y la farmacia frente a los trastornos menores. Evitar personajes mediáticos en las publicidades.

Discusión

La publicidad de MVL basada en criterios de transparencia puede tener un papel beneficioso a nivel de la atención sanitaria y sobre la autonomía del paciente. Sin embargo, en virtud de su alcance muy poderoso y su intención de comercialización subyacente, puede llevar a los consumidores a adquirir medicamentos sin importar el asesoramiento profesional, lo que compromete el rol del farmacéutico para promover el uso racional de los medicamentos ^17,26. Todo ello desvirtúa la figura del farmacéutico o la limita a la de “simple vendedor”, desprestigiando su rol profesional, tal como surge del análisis de las piezas publicitarias: en una mediante chistes entrega un medicamento y, en la otra, está ausente^24,25. En ambos casos se induce al uso indiscriminado del medicamento, lo que conlleva a una automedicación irracional e inadecuada, en contraposición a las recomendaciones de los organismos internacionales^7,14-16,27.

En otros estudios se ha reflejado la falta de poder de los farmacéuticos cuando se trata de pacientes expuestos a la publicidad, lo que no los hace susceptibles del consejo profesional.¹⁹ Los farmacéuticos comunitarios, como profesionales de la salud, son principalmente responsables del uso seguro y de calidad de los medicamentos, y tienen la responsabilidad ética de salvaguardar el bienestar de los consumidores ^17-19.

Del análisis de las piezas publicitarias se observó además que no se atiende a la singularidad del paciente frente a un trastorno menor y también la falta de información en las mismas sobre el medicamento (posología, duración del tratamiento, efectos adversos, contraindicaciones, etc). Tampoco se evidenciaron la recomendación de medidas no farmacológicas, ni la promoción de hábitos saludables ^8,17,18. Por ello se promueve como estrategia individual garantizar siempre la atención de un farmacéutico y el desarrollo del servicio profesional de indicación farmacéutica. Mediante esta prestación, el farmacéutico se responsabiliza de la elección de un MVL adecuado, con el objetivo de aliviar o resolver un problema de salud, si se trata de un trastorno menor, o la derivación del paciente al médico, cuando dicho problema necesite de su actuación^20,28,29. Por ello, es de interés público que las autoridades apoyen y permitan a los farmacéuticos mantener su capacidad para proteger a la población contra el uso irracional de medicamentos^7-19,26,27.

También se debe alentar a los farmacéuticos para que mejoren sus habilidades de comunicación y adquieran una comprensión sobre el equilibrio entre la autonomía del paciente y el juicio profesional en la práctica farmacéutica^17-19,30. Esto se puede lograr mediante programas de capacitación personalizados diseñados por organismos profesionales o académicos^17-19,26-30.

Como estrategias conjuntas, se señala la de conseguir una mejor fiscalización y asumir una postura crítica ante la publicidad, exigiendo a la ANMAT una vigilancia más estricta, tal como se planteó en otros estudios ^14-15. Ya los trabajos realizados en la región de las Américas señalaban que hay escasa información sobre vigilancia y que no se contempla el papel de los consumidores ni de otras entidades en el monitoreo de las actividades promocionales^14-15. Más concretamente, la Argentina mostró la tasa más baja de cumplimiento de las regulaciones, en particular con respecto a la mención de indicaciones no aprobadas¹⁵. A causa de ello se confirma la función crucial que cumple la vigilancia activa de publicidad de MVL, así como también la necesidad de fortalecer las actividades de control y monitoreo^14-16.

También como estrategias conjuntas se señalan el desarrollo de campañas de concientización sobre el uso adecuado de MVL, con análisis crítico de la publicidad en conjunto con otros profesionales sanitarios ^8,15-17,19. Se resalta aquí el principio de cooperación de farmacéuticos y médicos para optimizar el buen uso de los medicamentos^7,8. También se señalan como estrategias la de organizar campañas y otras actividades educativas masivas desde los colegios profesionales, para fomentar figura del farmacéutico como consultor en temas de farmacología y aproximar la farmacia comunitaria al sistema de salud en la práctica^7,29.

Con relación a estrategias colectivas se menciona la de incluir a farmacéuticos en la Comisión Evaluadora de Publicidad de la ANMAT, tanto representantes de colegios de farmacéuticos como de universidades. Este aspecto surge también de estudios anteriores, que resaltan la necesidad de fortalecer las actividades de control y monitoreo, lo que podría conseguirse por ejemplo mediante redes de apoyo de universidades, organizaciones no gubernamentales y otras entidades que trabajan en este campo^14-19.

Otra estrategia colectiva consiste en impulsar normativas desde los colegios profesionales que revaloricen el rol del farmacéutico y la farmacia comunitaria frente a los trastornos menores. Este aspecto también fue señalado en otras publicaciones que señalan que es de interés público que las autoridades apoyen y permitan a los farmacéuticos mantener su capacidad para proteger a la población contra el uso irracional de medicamentos^19,27,29,30. Sobre este punto reviste particular interés la contra-publicidad de organismos gubernamentales y profesionales para minimizar la influencia de la publicidad como causante de un uso irracional de los medicamentos y la falta de poder del farmacéutico, promoviendo la búsqueda del consejo del farmacéutico comunitario ante la necesidad de un MVL^15,19.

El análisis de la literatura permitió identificar otras estrategias que no fueron mencionadas por los farmacéuticos que participaron en el foro de discusión, tal como la necesidad de incluir en las regulaciones la rectificación pública cuando se comprueba que la información divulgada es engañosa o ambigua^15,19.

La contribución de los farmacéuticos participantes en el foro con sus aportes y opiniones permitió disponer de un documento de trabajo útil al momento de plantear estrategias.

Las estrategias individuales requieren de una actitud de compromiso profesional y de servicio a la comunidad por parte del farmacéutico. Las colectivas, además de surgir de la iniciativa personal, deben acompañarse con las instituciones o asociaciones profesionales y sanitarias para gestionar y coordinar las acciones pertinentes. Es necesario difundir las acciones estratégicas surgidas del foro de debate para lograr su concreción.

Limitaciones de responsabilidad: los autores declaran que los puntos de vista expresados en este manuscrito son de su responsabilidad y no de la institución en la que desempeñan sus actividades. No hubo financiación para el trabajo propiamente dicho.

Fuentes de apoyo: El Aula Virtual del Colegio de Farmacéuticos de Córdoba (https://colfacor.educativa.com/acceso.cgi?id_curso=) permitió desarrollar el curso y facilitó la discusión a través del foro de debate.

Agradecimiento: A todos los farmacéuticos comunitarios que participaron activamente en el foro de debate.

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Recibido: 2018-06-18 Aceptado: 2018-07-05

DOI: http://dx.doi.org/10.31053/1853.0605.v75.n4.20344