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INTEGRACIÓN Y CONOCIMIENTO

Año 2015

ISSN 2347-2658

 

 

 

INTERNACIONALIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN

MARY STIASNY1

La educación se ha convertido en arena y moneda global. Puede ocurrir en una sala de aula integral donde los alumnos y los profesores ya no están confinados a sus propios contextos nacionales o regionales, porque son actores internacionales que trascienden fronteras y diferencias culturales.

Los estudiantes y académicos siempre han viajado a otros países. El erudito medieval era aquel que, a lo largo de los siglos, viajó muy lejos para buscar el conocimiento de grupos de académicos reconocidos en sus campos. La mayoría de las veces no se trataba de conocimiento religioso y teológico, ya que la música, las artes y las ciencias tenían sus redes internacionales de investigadores que viajaban. Las guerras y las divisiones internacionales obstaculizaron cada vez más la libre circulación y los viajes con propósitos de estudio, y en el último siglo el sistema de becas estuvo con frecuencia limitado a contextos culturales individuales y específicos.

A partir de la posguerra, las universidades desarrollaron disciplinas para el estudio comparado en educación y en algunos casos, como en el Reino Unido, empezaron a ver la forma de avanzar en relación con los

1 Institute of Education University of London. Contacto: mary.stiasny@london.ac.uk

estudiantes extranjeros que fueron financiados para llegar allí, bajo esquemas de asistencia técnica amplios (Stiasny, 2008). El foco en otros tipos de instituciones educativas estuvo basado en actividades internacionales que incluyeron la integración de lenguas extranjeras dentro de un curso o de un programa y/o a través de toda la facultad.

Otra alternativa fue el modo en que los propios docentes fueron motivados para utilizar su diversa experiencia internacional para enriquecer la enseñanza, o para contribuir a las enseñanzas de otros. De manera similar, los profesores y las facultades han utilizado la diversa experiencia internacional de sus estudiantes para enriquecer el currículo y desarrollar formas de aprendizaje intercultural. El enfoque más audaz fue el de los programas y estancias de intercambio de estudiantes y de staff a fin de que estos apoyaran el desarrollo de la internacionalización.

En muchas facultades dichos programas se han institucionalizado y ampliado a través del establecimiento formal de la cooperación institucional con el propósito de desarrollar conciencia de la interculturalidad y sensibilidad global. Estas propuestas a menudo han sido apoyados por alguna ONG o, en algunos países, por los gobiernos. En el Reino Unido, el British Council ha sido la fuerza motriz fundamental en el manejo de tales programas y proyectos; en muchas instituciones estos fueron expandidos a través del desarrollo profesional del staff (personal administrativo) y también del diseño curricular.

Inicialmente el mayor, y en muchas ocasiones, el único empuje de la internacionalización ha sido para las universidades el reclutamiento de alumnos

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extranjeros. Esos estudiantes trajeron consigo sus propias culturas y concepciones, pero frecuentemente estas no fueron atendidas e incluso reconocidas. Muy a menudo se esperaba que los estudiantes se adaptaran, integraran y asimilaran la cultura del país anfitrión además de incluir la cultura intelectual del anfitrión.

Lo que importaba era que frecuentemente pagaban cuotas (Tuition fees) muy altas y desarrollaban una afinidad y un entendimiento de la Universidad anfitriona y del país anfitrión, lo que daba lugar a una diplomacia suave. Eran vistos muy a menudo como viajeros exploradores y buscadores necesitados de educación, en vez de ser

reconocidos como embajadores y representantes de sus propias culturas ricas y dinámicas; viajantes y exploradores intrépidos que enriquecían no solo sus propias culturas de origen con el conocimiento y experiencias con los cuales regresaban, sino también hacían una importante contribución a la apertura del sistema educativo y a la cultura que temporalmente visitaban, como invitados en vez de como “recipientes vacíos” necesitados de llenado intelectual.

Sin embargo, esta visión y actitud afortunadamente ha comenzado a modificarse con el cambio de siglo y en años recientes esto ha cambiado. Hemos visto el desarrollo de una fuerte agenda de internacionalización en muchos países y un creciente interés en cómo podría mejorarse. Por mucho tiempo ha habido una aceptación de que la internacionalización en sí misma es algo bueno, pero mucho de esto se asumió y no se examinó. La forma que la internacionalización podría tomar tampoco se examina con frecuencia y el impacto que puede

y tiene ha sido explorado solo moderadamente. Sin embargo, en años recientes esto ha cambiado con una mayor sofisticación en los análisis y los entendimientos aplicados a todo el fenómeno.

De Wit (2011) señala que ya en 2002 había identificado cuatro categorías de razones

para la internacionalización: políticas, económicas, sociales y culturales y académicas. El autor sugiere que actualmente la razón que prevalece es la económica, pero esto, nos recuerda, cambia con el paso del tiempo según el contexto y la ubicación.

En 2006 realicé una investigación para el British Council que demostraba cómo cada vez más las organizaciones educativas y ciertamente los gobiernos habían, en los últimos años, tomado conciencia internacional y desarrollado estrategias internacionales. En el sudeste asiático había evidencia de que la mayoría de los países estaban muy interesados en establecer una agenda y una estrategia internacional, y esto se replicaba en los países alrededor de la costa del Pacífico.

Tradicionalmente el Reino Unido, los EEUU y en forma creciente los europeos, fueron los países que daban la bienvenida a los estudiantes internacionales a sus tierras y a sus universidades; luego vimos que hubo un cambio hacia toda una gama de países del sudeste asiático que operaban de esta manera. La internacionalización se estaba viendo no solo como una manera de dar la bienvenida a los alumnos extranjeros al sistema de educación anfitrión, sino que la idea de internacionalización se definía con mayor frecuencia como un concepto multifacético y diverso, con una variedad de interpretaciones e implementaciones.

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En 2004 el Banco Mundial había estudiado las formas en que la Educación Superior estaba favoreciendo a países individuales en su contribución a la economía mundial basada, cada vez más, en el conocimiento. En 2007 el Banco Mundial y la

OCDE reconocieron que “la

internacionalización está ciertamente conduciendo a los países a revisar el espíritu de sus políticas educativas a nivel superior”. Esto, argumentaron, tuvo implicaciones en la manera en que las agendas de asistencia para el desarrollo se redactaron, en la manera en que las economías en transición fueron apoyadas y también en la manera en que los países vieron sus propios sistemas de Educación Superior y las implicaciones emergentes para un futuro desarrollo.

En 2008 retomé la investigación que había realizado en 2006 y, descubrí que entre los países que analicé había temas comunes

en las políticas nacionales sobre internacionalización. Trabajé con una pequeña muestra de países del sudeste asiático y de la costa del Pacífico, y encontré que había determinadas cosas en común, tendencias e intereses comunes, y los patrones que emergieron siguieron la dirección señalada por el Banco Mundial en 2004. Lo que quedó claro es que los gobiernos ya no estaban mirando a la Educación Superior simplemente como un subsector de la educación sino como un motor, una guía para el desarrollo económico y la cohesión social. Identifiqué once temas comunes:

1)La experiencia internacional en la Universidad y en investigación: ya que, con mayor frecuencia, profesores e investigadores

son empleados a través de las fronteras y colaboran más allá de las diferencias internacionales.

2)Mayor participación: todos los países encuestados se pronunciaron públicamente sobre su compromiso para tornar la Educación Superior más accesible.

3)Intercambio y cooperación internacional: las instituciones de nivel superior demostraron, típicamente, voluntad para comprometerse en intercambios y cooperación internacional.

4)Competencia internacional: del mismo modo, todos desean participar en la competencia internacional.

5)Modernización y reforma institucional: Hay una clara convicción que los procesos y los compromisos de la internacionalización traen consigo procesos de modernización en las instituciones involucradas.

6)Mejoramiento de las capacidades: Se estableció como un compromiso prioritario para que el alumnado tenga la oportunidad de mejorar sus capacidades.

7)Protocolos para la experiencia del alumno: todos los países querían desarrollar protocolos para la experiencia de los alumnos que están emergiendo en países individuales y a través de fronteras.

8)La economía del conocimiento: todas las declaraciones públicas de los países fijaron el compromiso de desarrollar sus propias economías del conocimiento y ser parte de la economía del conocimiento internacional.

9)Desarrollo del capital humano: todos los países afirmaron su compromiso para desarrollar su capital humano.

10)Cooperación regional: un paso interesante fue que ahora hay una clara

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evidencia de un interés en desarrollo y el compromiso con la cooperación regional.

11)La división pública/privada: y finalmente, había una expresión cada vez mayor de una economía mixta pública/privada de prestación de Educación Superior.

Estos fueron signos interesantes e indicativos, tanto de un incremento en la internacionalización como de la emergencia de otros patrones similares en la región. Sin duda otras regiones tienen patrones similares y sería una suposición razonable que estas sean características comunes del contexto de Educación Superior moderna, en todo el mundo.

Pero el impulso no proviene solo de los diseñadores de políticas. Sin duda las universidades también manejan esta agenda. El informe de John Fielden (2007) al CIHE (Council for industry and Higher Education) registró que un 73% de 526 instituciones de Educación Superior de 95 países clasificaron a la internacionalización como de alta prioridad.

Mientras la popularidad del discurso

alrededor de la internacionalización aumentaba, hubo un foco adicional en el concepto de globalización. Y en esta etapa la literatura se expandió, como así también una sofisticación del entendimiento y la definición. Inicialmente las definiciones eran simplistas: la internacionalización significaba cooperación, mientras que la globalización significaba competición (De Wit, 2013).Yo argumentaría que esta separación se ha difuminado y los términos se utilizan a menudo casi en forma intercambiable, ya que todo el escenario ha avanzado y formas de internacionalización se han convertido en algo más común.

En 2008 Jane Knight distinguió dos componentes: la internacionalización en casa (“internationalisation at home”) donde se prioriza empoderar a los estudiantes para enfrentarse a un mundo internacional y globalizado. Esto, por lo tanto, abarca actividades que capacitan al estudiante a ser culturalmente sensible, mientras que el segundo componente es la internacionalización en el extranjero (“internationalisation at abroad”). Bajo este componente podríamos incluir todas las formas de educación a través de las fronteras. Y, por supuesto, estos dos no son distintos y mutuamente exclusivos, cada uno puede mejorar el éxito del otro.

La internacionalización de la Educación Superior se hizo tradicionalmente sobre el mercado de captación de estudiantes. Este fue ciertamente el principal enfoque por varias décadas. Lo que está claro ahora mientras nos adentramos más en el siglo veintiuno es que el mercado está cambiando y convirtiendose en

un mercado globalizado, donde las preocupaciones son el aumento de la competencia para los actores tradicionales (los EEUU, el Reino Unido y Australia) a medida que nuevos competidores entran y se convierten en actores importantes. Los países europeos ahora enseñan en inglés. Los países asiáticos y de la costa del Pacífico quieren

convertirse en núcleos principales internacionales de Educación Superior, y China a medida que su prestación madura, va entrando en el campo como un actor

internacional importante. Otro factor significativo en este cambio de posicionamiento de mercado es la mayor prestación doméstica que está creciendo en mercados clave como China; y finalmente, un tercer factor es el

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patrón cambiante de demanda de los mismos estudiantes en la medida que cada vez piden más y buscan programas de movilidad y prestación de educación trasnacional que les permita permanecer un período estudiando en su país seguido de un período en el extranjero.

Está claro que en años recientes hubo un incremento de los campus extranjeros, de experiencia internacional construida dentro de programas de grado, de programas de movilidad (donde un alumno asiste a un campus en el extranjero por un año y luego se traslada para completar su grado al campus de origen por los dos años restantes), y una variedad de otras formas de lo que comúnmente se conoce como prestación trasnacional (TNE–TransNational Education). Varios gobiernos nacionales han desarrollado núcleos internacionales de educación en sus países, invitando a prestigiosos proveedores de Educación Superior para que establezcan campus internacionales en sus “núcleos”. La intención ha sido proveer Educación Superior extranjera de calidad para sus propios estudiantes nacionales sin que ellos tengan que dejar el país, y al mismo tiempo atraer estudiantes extranjeros para que vengan a estudiar internacionalmente en el país. En algunos casos esto ha sido visto como sucursales universitarias, y el éxito de éstas ha dependido en parte de la relación entre la Universidad, su sucursal, y el gobierno del país anfitrión. Pero, sobre todo la clave es el apoyo y el compromiso del campus de origen o del campus principal (Knight, 2014). Destacan además la importancia de la planificación y el apoyo, compromiso financiero y organizacional y la dedicación a la enseñanza de alta calidad y garantía de calidad. También señalan que lo

que importa es el conocimiento y la comprensión del mercado local y la disponibilidad de personal académico del campus de origen. Finalmente, está el elemento crucial de buen liderazgo para todo el emprendimiento sin el cual el proyecto se iría a la deriva y por último se diluiría. En 2013 el British Council redactó un informe clave sobre la educación transnacional y su impacto en el país receptor. Jane Knight y John MacNamara (2015) destacan el hecho de que todavía “pocos datos nacionales han sido recolectados por los países anfitriones, dejando así un vacío significativo en el acervo de conocimiento en esta área”.

La investigación de seguimiento comisionada por el British Council y el DAAD (Servicio de Intercambio Académico Alemán) con la participación de Educación Internacional Australiana, Campus Francia y el Instituto de Educación Internacional demostraron los siguientes resultados (Knight y McNamara ibíd):

*La educación trasnacional (TNE) conduce a un tipo diferente de alumno, que ve que la educación trasnacional mejora su perspectiva profesional y su empleabilidad, y a la vez le permite desarrollar una mirada más internacional y una competencia intercultural.

*El beneficio más positivo de la educación trasnacional (TNE) es la accesibilidad que representa para el alumno tener una educación internacional, y a menudo una educación altamente prestigiosa, a costos más asequibles, sin el costo de viajes y los gastos muy elevados de estadía en una ciudad importante en el extranjero. Esto, por supuesto,

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pierde atractivo una vez que el estudiante lo compara con el costo de un instituto local.

*El acceso a la Universidad es otra ventaja porque la inclusión de la educación trasnacional (TNE) a la prestación local agrega oportunidades para acceder a la Educación Superior en el mercado local. Un beneficio clave es la oportunidad que esta da a los participantes de tener una experiencia de estudio en el extranjero como parte de su programa. Pero lo que sorprendió a los investigadores fue la escasa concientización que hay sobre la educación transnacional en los países anfitriones y la confusión en la interpretación común de que ella mejora las cualificaciones. Lo que la investigación ha demostrado es que la educación trasnacional no provee necesariamente una mejora en el déficit de las competencias.

*Más importante aún, la educación trasnacional (TNE) fue vista por los encuestados como una complemento positivo a cualquier portfolio de estudios y un real beneficio para los alumnos que estudian de esta manera. Ellos adquieren competencias (a pesar de que este no es un beneficio tan grande como originalmente se pensó), adquieren una mirada internacional y su empleabilidad aumenta a la vista de futuros empleadores. Además, pueden estudiar internacionalmente a valores más accesibles.

*Un desarrollo muy interesante y más reciente en la internacionalización de la educación es el desarrollo de todo un catálogo de Cursos En línea Masivos y Abiertos (CEMA). Estos CEMA son en parte una respuesta a la creciente demanda por educación. La tecnología ha posibilitado el desarrollo de un abanico de programas muy cortos que los estudiantes

toman sin cargo vía internet. La Universidad de Londres tiene un catálogo de estos cursos que se ofrecen en colaboración con los colleges de la Universidad a través de Coursera Plataform

(https://www.coursera.org/london). Estos programas cortos recogieron 2.014.270 registros iniciales y un poco más de 121.000 visitantes (p. ej. estudiantes que se conectaron al sitio y/o se interesaron por las actividades del curso). Los alumnos en estos programas pueden luego pedir un Certificado de cumplimiento o Certificados de verificación por los cuales abonan una tarifa nominal y que luego pueden ser usados por el alumno para una cualificación mayor o como evidencia de un trabajo de desarrollo profesional aprobado.

Como son ofrecidos (y provistos) internacionalmente, esto es un punto de partida completamente nuevo para la agenda de internacionalización que todavía precisa evaluar su impacto. Actualmente, en su segundo año de existencia, será interesante tener datos sobre el impacto en y para el mundo de la educación internacionalizada.

Conclusión

Lo que está claro es que va a haber y de hecho ya existen claras consecuencias de la tendencia hacia la internacionalización.

Todavía estamos desarrollando un entendimiento de estas, pero no cabe duda que estamos comenzando a ver generaciones de alumnos globales cuyo aprendizaje y títulos provienen de muchas universidades y a través de muchas fronteras. Las implicaciones para el personal, particularmente para los profesores y los investigadores, son claras; ellos mismos van a ser vistos como profesores globales,

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cuyas carreras abrazarán experiencias de instituciones no atadas a un país o una región. Esta experiencia global se convertirá en una ventaja profesional en sí misma.

Sin duda hay un nuevo enfoque en el conocimiento a medida que desarrollamos más el conocimiento de la economía. En un mundo

de educación internacionalizada desarrollaremos una nueva comprensión del aprendizaje y de los planes de estudio de la Educación Superior. Una de las claves para esta transformación será la plataforma tecnológica que usemos; como la tecnología transforma la manera en la que trabajamos, así también transformará la forma y estructura del aprendizaje en sí mismo. La democratización del conocimiento emerge a medida que profesores y alumnos por igual tienen acceso a las mismas fuentes de conocimiento y los mismos medios de estudio. Esto tendrá un impacto real en las futuras formas y estructuras de las universidades y las relaciones entre ellas y los núcleos de conocimiento.

Pero sean cuales fuesen los desarrollos y los análisis, está muy claro que la internacionalización vino para quedarse. Los países que han estado en el ruedo por años están firmemente establecidos, los países que son nuevos en esto se pueden beneficiar y crecer con los errores y el progreso ya logrado. Pero claramente, donde el desarrollo dentro de agendas internacionalizadas está rezagado, hoy hay una presión y un empuje para ser internacionalmente activos, la que proviene de los alumnos y los profesores y es, en muchos sentidos, imparable por la forma en que la tecnología ha, simultáneamente, respaldado los desarrollos. La educación internacionalizada es nuestro futuro.

Referencias

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