EL SENTIDO DEL OÍDO EN LA CONFIGURACIÓN DE LA DISCAPACIDAD

Resumen

A través del siguiente trabajo se analizará la discapacidad, principalmente la que afecta al oído, como emergente de un entramado de faltas y excesos de sentidos. Es fundamental reflexionar sobre la necesidad de oír al otro, entendiendo que la escucha no se limita a un componente biológico y que existen diversas formas de escuchar. Cuando el sentido del oído se toca se generan efectos de gritos individuales y colectivos, de quien padece y de quien no padece dificultades en la audición, también se provocan silencios extremos. Si se encuadran estos emergentes bajo los ideales postmodernos, se observa que la salud se ofrece como producto de consumo y los abordajes de la misma son técnicos, operativos y eficaces. Intentar oír al otro se torna dificultoso para una sociedad ocupada en la velocidad de los resultados. Los trastornos autistas manifiestan una sordera selectiva que da cuenta de que la audición no puede reducirse a un componente biológico. Además, la escucha no es sólo a través de los oídos. Se observan funcionamientos institucionales donde se manifiesta exceso y falta de la misma. Por ejemplo, el valor atribuido al diagnóstico precoz y el combo de tratamientos al que queda sujeta una persona cuando presenta una discapacidad. Un niño diagnosticado puede perder su condición de tal. El rótulo desplaza, o se interpone, en el despliegue de su vida afectiva. Se observa una pérdida progresiva de las posibilidades de escucha de una persona a medida que “la técnica” se convierte en el nuevo modo de comunicación. Esto evidencia una ruptura en el lazo social y a la técnica como su alternativa. Los métodos para el tratamiento de la sordera están compuestos de técnicas que no “oyen”. Intentar oír es intentar introducirnos a las leyes del oído del otro.