Estimados lectores

Bienvenidos al número cincuenta de la Revista Científica de la Escuela de Perfeccionamiento en Investigación Operativa (EPIO), publicación que ha tomado a su cargo la importante misión de contribuir a la difusión del conocimiento vinculado con métodos y modelos que facilitan la toma de decisiones.

Con satisfacción por este importante logro, resulta apropiado reflexionar sobre las implicancias de publicar cincuenta ejemplares diferentes, en un medio que produce dos números por año. Lo primero que surge es que se trata del fruto de un trabajo sostenido a lo largo de décadas, por un conjunto de profesores que mantuvieron siempre la convicción de que “la Revista”, es un órgano esencial para la comunidad académica vinculada con EPIO.

Si uno revisa esa historia, vuelve inevitablemente a los primeros ejemplares, que no siempre tenían una rigurosa periodicidad. Sin embargo, esos primeros números lograban reunir una importante variedad de trabajos y artículos, con un fuerte aporte de los asociados. Cabe recordar entre otras contribuciones, las atrapantes opiniones y convincentes sugerencias del Ing. Isidoro Marín, los avances en el conocimiento sobre métodos y modelos, que se encuadraban dentro del rubro “artículos científicos”, las experiencias caracterizadas como aplicaciones o los aportes a la mejora de la enseñanza.

Con gran esfuerzo, el material impreso se enviaba por correo a los asociados, quienes podían acceder por esa vía a una importante fuente de información. La contrariedad era que los trabajos publicados de ese modo obtenían un escaso crédito por parte del sistema académico.

En ese sentido, un paso fundamental se produjo al lograr el primer reconocimiento de Latindex, con la inclusión de la publicación en el catálogo de la mencionada entidad. Esto amplió el horizonte de un modo notable, al punto que la revista recibió importantes reconocimientos, como por ejemplo ser calificada en el sistema CNPQ de Brasil. Dicho de otro modo, a partir de ese momento, los investigadores brasileños que publicaban en la Revista EPIO, podían presentar sus artículos en el sistema científico del país hermano, con la consecuente asignación de créditos.

De todos modos, el sistema continuaba presentando debilidades, con un círculo de potenciales lectores que incluía casi con exclusividad, a los socios de EPIO. De ese modo, los aportes realizados no trascendían con facilidad al mundo académico.

Había una suerte de aislamiento, una especie de cerrojo, que impedía expandir el ámbito de difusión de los trabajos, más allá de los límites de la asociación. De ese modo, los aportes al conocimiento realizados por los autores corrían el riesgo de pasar inadvertidos.

Como ejemplo de esta situación, se puede recordar un hecho real, que resulta revelador de las limitaciones de ese momento. Durante el periodo 2003 – 2004, un socio de la Escuela elaboró dos artículos vinculados con el método AHP de Saaty; si bien eran artículos claramente diferentes, sus impactos resultan comparables en virtud de la temática compartida.

Ahora bien, el primero de estos documentos, se puso a disposición de los lectores en el sitio WEB de la Facultad donde enseñaba el autor, después de una apropiada revisión; el otro, en cambio, se publicó en la Revista EPIO. Lo llamativo es que estas producciones tuvieron repercusiones muy diferentes, el trabajo publicado en la propia Universidad, reunió más de ciento cincuenta citaciones en diferentes revistas (algunas de primer nivel). El segundo, en cambio, no logró ninguna.

Como se sabe, uno de los indicadores utilizados con frecuencia para valorar la calidad del aporte realizado por docentes e investigadores, es la cantidad de citaciones que reciben sus artículos. Ante esa realidad, era evidente la necesidad de ampliar las fronteras, a fin de lograr mayores reconocimientos.

Un paso clave en esa dirección, fue la incorporación de la versión digital de la revista al sistema de acceso abierto.  Esta modalidad permite a los trabajadores de la ciencia, estudiar las publicaciones sin pagar las elevadas tarifas que imponen las grandes editoriales.

Otro objetivo impostergable fue el ordenamiento del proceso de revisión de trabajos, de modo que la publicación pudiera realizarse en las fechas comprometidas en sus lineamientos, esto es, durante los meses de mayo y noviembre. El logro alcanzado en este aspecto permitió que los tiempos transcurridos entre la recepción y la publicación, se redujeran drásticamente. Esto agregó previsibilidad al proceso, condición importante porque los autores suelen enfrentar fuertes restricciones en ese aspecto.

Además, se decidió renovar el Comité Científico de la Revista, es decir, el grupo de expertos que se comprometen a efectuar un seguimiento de la publicación y que periódicamente recomiendan acciones orientadas a mejorarla. Concretamente, se invitó a científicos reconocidos a nivel internacional y se les explicó en detalle lo que se esperaba de ellos. Las respuestas fueron positivas, definitivamente positivas, lo que es motivo de orgullo para toda la comunidad de EPIO.

Adicionalmente, se desarrolló una estrategia orientada a que la publicación sea reconocida por diferentes redes científicas, particularmente las que integran el sistema de acceso abierto. Por supuesto, el primer paso fue la inclusión en el Portal de Revistas de la Universidad Nacional de Córdoba. También se obtuvo el reconocimiento de la Matriz de Información para el Análisis de Revistas (MIAR) y la incorporación al Google Académico. Esto último permitió ampliar notablemente las posibilidades de difusión. Otro reconocimiento importante fue la incorporación al repositorio de publicaciones de CONICET, denominado MALENA.

Palabras mayores deben destinarse a la aceptación de la versión digital en Latindex Catálogo 2.0, el logro más reciente. Con esta incorporación se abre nuevamente una puerta que, por un lado, contribuye a la jerarquización de los trabajos publicados y por el otro, compromete a sostener procesos de producción que verifiquen múltiples requisitos de Calidad.

Con la actual certificación de la Revista, los autores pueden acreditar sus producciones en diferentes instancias, como controles de gestión universitaria, carreras de Doctorado o de Maestría, además por supuesto, del propio CONICET. Es decir que se multiplican las posibilidades, por una parte, créditos, por la otra mayor difusión y trascendencia.

Dicho de otro modo, este medio no se ha quedado detenido en el tiempo, sino que, muy por el contrario, ha evolucionado conforme a los requisitos de cada época y a los recursos disponibles. En efecto, el número cincuenta se parece poco al número uno en muchas de sus características. Sin embargo, hay un denominador común, el compromiso de su gente con el crecimiento de la publicación.

Por supuesto, la historia no termina aquí, porque es evidente que todavía hay mucho camino por recorrer, mucho crecimiento por lograr. De hecho, ya se han planteado nuevos objetivos, por lo que se tiene confianza en que el número cien va a ser mucho mejor que el cincuenta.

Como se planteó en los párrafos anteriores, todo esto es posible por el trabajo sostenido de una importante cantidad de socios que, durante décadas, se brindaron y se brindan con empeño, para el sostenimiento de este proyecto.

Por eso, la Revista y la propia Escuela de Perfeccionamiento en Investigación Operativa, agradecen enfáticamente a todos quienes contribuyeron a forjar lo que hoy está disponible.

En ese aspecto, un reconocimiento especial para Fernanda Villarreal y Horacio Rojo, quienes formaron el equipo editorial de estos últimos años y, además, lograron una nueva inserción en el Catálogo de Latindex.

En el cierre de esta Editorial, se renueva la invitación a someter trabajos en este medio. Publicar trabajos científicos no es una obviedad. Por el contrario, se necesita mucho aprendizaje previo. Hoy por hoy, los socios y amigos de EPIO disponen de una publicación consolidada y reconocida, una revista que seguramente va a ser fundamental para favorecer los aprendizajes y para consolidar el trabajo académico.

No dejen de participar en el número cincuenta y uno. La Revista es de ustedes.

 

José Luis Zanazzi

Director Revista EPIO

jose.luis.zanazzi@unc.edu.ar