La Arquitectura desde un “Antropodecentrismo”

 

 

Discursos alternativos desde la contemporaneidad

 

Por Valeria Bernabei, Córdoba, Argentina, 2021

 

 

Resumen

Cada proyecto arquitectónico se articula con una idea generadora a través del proceso proyectual para llegar a su concreción. La arquitectura hoy, se encuentra con ciertas concepciones previas que pueden resultar poco alentadoras para desarrollar búsquedas creativas o dar soluciones al habitar del s. XXI. Esta investigación pretende aproximarnos a cómo abordar el objeto arquitectónico desde “la ontología orientada a los objetos (OOO)” enmarcada en el movimiento del realismo especulativo y formulada por el filósofo Graham Harman; con su respectiva aplicación al diseño desde el trabajo de arquitectos como Tom Wiscombe. Seguidamente consideramos la crítica que desarrolla Brassier hacia el uso del término ontología plana para sostener la visión de Harman y así proporcionar a la arquitectura un enfoque antropodecentrista, término que Bryant define como la situación del humano fuera del centro del ser, sino que se supone un estar entre seres. Se defiende la idea que podemos caracterizar al objeto arquitectónico desde la OOO para comprender la multiplicidad y equidad entre los seres y sus relaciones, a pesar que la arquitectura tiene entre otras nociones primordiales el habitar del ser humano. Se expondrán los efectos que esta interpretación descentrada representa conjuntamente con la posibilidad de encontrar nuevos horizontes para afrontar perspectivas colaborativas desde la arquitectura contemporánea que no se quedan solo en una visión formalista y que podrían resultar apropiadas para la aplicación en nuestro contexto latinoamericano.

Palabras clave: ontología plana – arquitectura -  diseño -  crisis ambiental

 

Each architectural project is articulated with a generating idea through the project process to reach its realization. Today architecture meets certain previous conceptions that may not be encouraging to develop creative searches or provide solutions to the habitat in the s. XXI. This research aims to approach how to consider the architectural object from “object-oriented ontology (OOO)” framed in the movement of speculative realism and formulated by the philosopher Graham Harman; with its respective application to design from the work of architects like Tom Wiscombe. Afterwards, we consider the criticism that Brassier develops towards the use of the term flat ontology to support Harman's vision and thus provide architecture with an anthropodecentric approach, a term that Bryant defines as the situation of the human outside the center of being, but rather a to be among beings. The idea that we can characterize the architectural object from the OOO is defended to understand the multiplicity and equity between beings and their relationships, despite the fact that architecture has among other fundamental notions the inhabiting of the human being.


The effects that this off-centered interpretation represents will be exposed together with the possibility of finding new horizons to face collaborative perspectives from architecture that do not remain only in a formalist vision and that could be appropriate for application in our Latin American context.

 keywords:  flat ontology -  architecture -  design -  enviromental crisis

 

 

Introducción

 

La arquitectura alejada de una noción antropocéntrica fue abordada, desde la teoría, por varios autores. El arquitecto Rudofsky planteó en su libro Arquitectura sin arquitectos (1964) que la historia de la arquitectura se ha referido a unas culturas previamente seleccionadas, una antología de edificios para, de, por y para los privilegiados. Mucho antes, que un hombre tratara de atar ramas para armar un techo, muchos animales ya se habían convertido en constructores: “(…) es improbable que a los castores se les haya ocurrido la idea de construir represas al observar a los humanos en la misma tarea. Posiblemente ocurrió a la inversa” (1964: 13). Resalta, que antes que los hombres caminaran por la tierra existió cierto tipo de arquitectura modelada, erosionada por el viento y el agua. Las cavernas fueron los primeros refugios de los hombres y podrían ser los últimos. En coincidencia con la postura de una arquitectura privilegiada, en esa época, otros arquitectos desarrollaron la crítica a un tipo de arquitectura totalizadora enfocada a un hombre universal. Por otra parte, en el presente y desde la actividad proyectual se evidencia de forma global una arquitectura modelada a partir de ordenadores y herramientas informáticas como los programas computacionales, impresoras 3d, animaciones, entre otros, los cuales poseen un papel fundamental al momento de diseñar el proyecto.

El realismo especulativo1 y la variable filosófica orientada a los objetos basan sus ideas a partir de una ontología plana. Abordan la idea que no existe un ente como el origen de todos los entes y no privilegian la relación sujeto-objeto por sobre las demás relaciones. Los objetos existen fuera de la relación con los humanos y nosotros somos un tipo de objetos entre otros objetos. Se caracterizan por alejarse de la visión correlacionista, es decir, que para conocer debemos tener un acceso cognitivo al mundo, por lo cual no podríamos tener conocimiento de la realidad ya que todo es relativo, todo depende del sujeto que observa esa realidad. Esta noción fue caracterizada por Meillassoux (2006) y forma parte del modelo por excelencia del pensamiento moderno.

Estas nuevas teorías anglosajonas, que se están abordando en diferentes escuelas de arquitectura como la de Taliesin, en la universidad de Yale, en el Texas A&M o en el SCI-Arch2, pueden resultar útiles en contextos latinoamericanos ya que la visión antropocéntrica se presenta como una construcción cultural heredada en relación con otros pensamientos alternativos que se originaron aquí, pero que todavía se mantienen al margen, especialmente la estrecha relación que se desarrolló entre los humanos y la naturaleza en nuestras culturas. Si desde un enfoque anglosajón estas ideas en arquitectura son acuñadas principalmente como búsquedas formales, desde nuestro contexto puede abrirse un abanico de posibilidades para encontrar otros usos, acordes a nuestra realidad económica, política y social. Esta visión posibilita generar nuevos horizontes para comprender los procesos de diseño referidos a los espacios y para considerar nuestros ecosistemas, no desde una conquista, sino, como pares para poder adaptarnos a un estar entre los seres, lejos de situaciones de privilegio, cuestionando algunas nociones que tenemos acerca de la arquitectura.


1-Esta corriente filosófica toma su nombre de una conferencia impartida en Goldsmtih University de Londres en abril de 2007. Conferencia moderada por Alberto Toscano y con la participación de Ray Brassier, Ian Hamilton Grant, Graham Harman y Quentin Mellassoux.

2  Graham Harman es profesor de filosofía en el Southern California Institute of Architecture (SCI-Arch) Escuela independiente de vanguardismo en arquitectura que pone a prueba los límites de dicha disciplina, en donde el arquitecto Tom Wiscombe es, también, profesor de la cátedra del programa de Pregrado.


En este sentido, los interrogantes que se plantean son ¿Cómo abordar el objeto arquitectónico desde una ontología orientada a los objetos? y por otra parte ¿Qué nuevos aportes teóricos pueden generarse en el campo de la arquitectura? En primer lugar, observamos como a través del tiempo, diversos arquitectos teóricos, han desarrollado una definición de arquitectura. Seguidamente reconstruimos ciertas nociones claves de una ontología orientada a los objetos (en adelante OOO) siguiendo las ideas de Graham Harman en su libro el objeto cuádruple, una metafísica de las cosas después de Heidegger para desarrollar una aproximación a nuestra disciplina desde una ontología plana. En una tercera instancia vemos la aplicación en arquitectura con el trabajo del arquitecto Tom Wiscombe en oposición a las ideas de Patrik Schumacher. Posteriormente se defiende la postura de Harman y se observan paralelamente los efectos que puede producir la visión antropodecentrada en arquitectura. A continuación, nos acercamos a una definición del objeto arquitectónico desde la OOO con posibles implicancias en el contexto latinoamericano, para terminar con las reflexiones en arquitectura desde esta perspectiva.3

 

  Preludios sobre arquitectura y una ontología orientada a los objetos

 

Para aproximarnos al objeto de estudio observamos cómo ciertos autores, en nuestra disciplina, han considerado la arquitectura a través del tiempo. Estas apreciaciones nos servirán como plataforma para exponer una nueva visión de la arquitectura desde la OOO. Etimológicamente la palabra arquitectura procede del griego. Proviene de la conjunción de dos palabras: arjé, principio, primero, principal y tektón que significa construir, edificar como explica Sola Morales (2000: 15). Vitruvio, arquitecto de origen romano (s. I a.C.), escribió el primer tratado conocido de arquitectura. Éste se asienta en tres principios básicos, venustas (belleza), firmitas (firmeza) y utilitas (utilidad), las tres variables se encuentran en armonía y la ausencia de una no permite que se conforme la arquitectura. La cabaña primitiva sería el referente originario de la arquitectura, por lo que la casa como lugar primordial del habitar, estaría en su origen (Solá Morales, 2000: 16) y no así la caverna como primer refugio. Le Corbusier (1923), por otra parte, desarrolla una noción de tinte platónico exponiendo que la arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz. Norberg Schulz, considera que: “(…) mediante la arquitectura se ha conquistado un equilibrio entre espacio y tiempo. La arquitectura traduce significados existenciales a formas espaciales. En arquitectura forma espacial significa lugar, recorrido, área, o sea la estructura concreta del ambiente humano” (2010: 220). En coincidencia, Roth interpreta a la arquitectura como: “la globalidad del entorno construido por el ser humano, incluyendo los edificios, espacios urbanos y paisajes” (1999: 2). Roth define a la arquitectura, como un arte4 inevitable, estamos en continuo contacto con ella, estamos en edificios y en torno a edificios o en paisajes y ambientes creados por la mano del hombre.


3   La relación que se establece en este trabajo entre corrientes filosóficas contemporáneas y arquitectura fue impulsado a través del Taller de Seminario Metodológico de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC.


Las nociones anteriormente referidas terminan demoliendo5 o sepultando al objeto (retomando conceptos de la OOO) pero, a medida que nos acercamos al presente, se plantean definiciones más abarcativas, desarrollándose una arquitectura más pluralista, coincidiendo con cierta postura fenomenológica de Norberg Schulz. Sin embargo, en diversas interpretaciones, subyace la idea del hombre como principal protagonista de la arquitectura. No negamos que la arquitectura esté hecha por y para el hombre, lo que cuestionamos es su rol decisivo y dominante en relación al objeto y al medioambiente.

Graham Harman defiende una ontología ligada a los objetos recuperando autores como Aristóteles, Leibniz, Husserl y Heidegger porque entiende que ellos han podido mantener una atención enfocada hacia los objetos. Para el filósofo existe una primacía en el objeto, y éste es: “todo aquello que posee una realidad unificada y es autónomo respecto a un contexto más amplio y hasta de sus propias partes” (2016: 110), mantiene una vida unificada por fuera de sus relaciones, accidentes, cualidades y momentos. Se encuentra en relación, pero este hecho no implica que se reduzca, ya que el mismo es autónomo. Para acceder a la realidad debemos hacerlo de modo indirecto para que sea eficiente. De esta forma, pueden ser objetos no solo las sillas, las mesas, los árboles, etc. sino también la Unión Europea, un tratado, los unicornios, un sueño, es decir, objetos fantásticos, colectividades, obras de arte, y muchos otros, por lo que no solo se encuentran en el mundo sino también en el pensamiento.

Se exponen cuatro variables para entender los objetos: primeramente, existen dos clases o modos de ser de los objetos, los objetos sensuales y los objetos reales. Los primeros permiten el acceso, las relaciones y dependen de nosotros, los segundos, existen independientemente del sujeto y se retiran, permanecen autónomos. Seguidamente tenemos sus cualidades reales y sensuales. Con respecto a las cualidades reales del objeto real, nos referimos a los accidentes. Podemos llegar a tener ideas abstractas del objeto real cuando este se rompe, considerando las ideas de Heiddegger, y es en esa ruptura cuando podríamos acceder al objeto real, así también cuando el objeto suspende sus cualidades sensuales. Las relaciones de los objetos que se dan a partir de su lado sensual son de modo no jerárquico y no son directas sino vicarias, es decir que, en la relación se sustituye alguna de las propiedades de los objetos sensuales. Sostiene que el modelo de la filosofía no sería la ciencia sino el arte, éste no se reduce al componente humano, pero necesitamos del hombre. El punto de partida y de comunicación son los objetos sensuales y cómo se traducen en relación con otros.

 


4  Coincidimos con la idea de que la arquitectura forma parte de las artes. No obstante, otros arquitectos han cuestionado está inclusión, como es el caso de Adolf Loos que a principios del s XX expresa la idea que la casa debe agradar a todos a diferencia de la obra de arte que no tiene por qué gustar a nadie, por lo tanto asevera que quizás la casa no tenga nada que ver con el arte y que la arquitectura no debiera contarse entre las artes. Solo el monumento funerario y el conmemorativo como arquitectura pueden corresponder al dominio del arte.

5  La demolición hace alusión a las posturas reduccionistas en donde el objeto es una configuración de partes, mientras que el sepultamiento subordina la realidad del objeto a una realidad superior, de la cual él sería una mera ejemplificación.


Para entender los conceptos previos, ejemplificaremos el hecho con un objeto particular simple como: la pintura de color blanco. Es un objeto real que posee ciertas cualidades reales como las características de ser acromático de claridad máxima y oscuridad nula, entre otros. Según esta perspectiva no podemos acceder al objeto real pintura blanca. Este objeto con sus cualidades reales no lo podemos ver en la envolvente del edificio porque se encuentra en relación con el gris del revoque de la pared, ni directamente en el envase de pintura porque se vincula con el color del fondo del recipiente o en relación con la luz del ambiente en donde se encuentra, o condicionado a la capacidad de la vista del componente humano, y así se suceden relaciones vicarias indefinidas, por lo que aparecería el objeto sensual relacionado, casi como de forma metafórica, para posibilitar un acceso al mismo, es decir, una idea aproximada de la pintura de color blanco real pero el objeto real en permanece autónomo.

Si ahora observamos el objeto arquitectónico podemos preguntarnos: ¿Es el edificio, el objeto real, en el día de su inauguración? o ¿es la idea previa, o es su interior, o es la estructura que la soporta, o la matemática y la proporción que subyace su composición? La realidad es que la arquitectura se compone de infinitos objetos que en una relación vicaria se colaboran; los ladrillos se unen con el mortero y se relacionan con el albañil para construir un mampuesto, así, el arquitecto también se relaciona con los bocetos, planos, muros, fundaciones, vanos, atmosferas, colores, entre incontables objetos y en la relación ya nada parece lo que es, sin embargo, el objeto real permanece autónomo. En la relación del edificio como objeto real y su cualidad real encontraríamos la esencia del objeto.

El objeto sensual arquitectónico se puede dar desde muchos aspectos, por ejemplo, según la posición o la perspectiva del observador varía su aspecto presencial. El edificio se muestra con la luz del sol a la mañana, al atardecer o al anochecer o en días de lluvia. También, se nos presentan las cualidades sensuales del color del exterior, sus dimensiones, la altura, las texturas, el aroma, entre otros, pero siempre en relación al objeto sensual. El edificio puede construirse para una función, pero puede asumir otra y dentro de estos edificios, también co-existen objetos autónomos individuales, no hay flujo ni algo continuo y constante. La realidad que plantea Harman es pluralista donde existen muchos seres e infinitas sustancias y explica que: “(…) nos enfrentamos a la posibilidad de una regresión infinita en el interior de los objetos” (2016: 105).


 Conductores interconectados vs terminales autónomos

 

El arquitecto Tom Wiscombe, por su parte, desarrolla sus proyectos siguiendo la línea del realismo especulativo y, en particular, a Harman (figura 1). El equipo trabaja con programas gráficos que ayudan al desarrollo del diseño6. Algunos conceptos que retoma son, que la arquitectura debe incentivar la imaginación pública, ser algo misterioso y ésta no debe ser un instrumento, ni un espejo de los sistemas sociales (SCI-Arc, 2016: 44.15 min). No se deja llevar por los tipos y argumenta que teorías totalizadoras como la ciudad para tres millones de habitantes de Le Corbusier o los meta proyectos contemporáneos generalizan demasiada información unificada para parecer más consistentes (SCI-Arc, 2016: 43 min). Wiscombe, toma partido por enfatizar la importancia de las partes autónomas y así considera a las propuestas de Le Corbusier tardías más acordes a su pensamiento. La iglesia de Firminy sería un ejemplo de este tipo de construcciones alejada de dogmas y que permiten generar ciertas realidades alternativas.

El arquitecto considera que debe existir una clara diferenciación entre el interior y el exterior que son definibles (figura 2), son entidades distintas, por lo que cuando se presenta una obra, no sabemos realmente qué hay en el interior. Considera que una ontología plana es apropiada desde las primeras etapas del diseño ya que todas las entidades tales como, el espacio interno, externo, las fronteras, el territorio, la morfología, los materiales, las funciones, entre otros, poseen la misma jerarquía, por lo cual, disponemos de un conjunto de herramientas que deben ser tratadas en igualdad de condiciones para establecer relaciones. Existen dos clases de arquitectos, los que son conductores y los que son terminales, aludiendo a los dispositivos tecnológicos (SCI-Arc: 44.23min). Él se considera terminal, trabaja con objetos limitados que poseen profundidad, formas cerradas que contienen, generan recintos, fronteras, interior y un acceso condicionado. Los opuestos, son los que conducen, que usan el movimiento, los flujos en el diseño, que reflejan una interconectividad y sugieren un acceso total al objeto. Sus conceptos parten teniendo en cuenta ciertas nociones de Derrida, Latour y Deleuze sobre la idea de proceso y de devenir continuo. La referencia nos traslada al estudio de Zaha Hadid arquitectos (figura 3) con su director Patrik Schumacher 7que expone, también, el concepto de una arquitectura paramétrica. Wiscombe explica que la arquitectura que realiza solo puede ser desarrollada por profesionales que tienen un manejo de ciertas concepciones previas referidas a los programas y al espacio, porque su idea, también, surge de “romper la herramienta” con la que se está trabajando, utilizándola de forma distinta. Su ontología plana apunta, principalmente, al carácter formal de la obra. Para Wiscombe un edificio es un objeto real misterioso que se manifiesta sensualmente y que mediante sus cualidades sensuales se relaciona con otros elementos de forma vicaria, como el componente humano, los muebles, materiales, insectos que se ocultan en los intersticios, espacios internos, inodoros, bañeras, ventanas, árboles, territorio y así indefinidamente, pero el objeto real permanece autónomo.

 

 


6 Desde la acción proyectual gráfica y tecnológica que asume el proceso de diseño en el campo de la arquitectura podemos observar como componentes no humanos participan del proceso creativo y poseen una participación esencial en el hacer arquitectura, así también, como en el proceso de construcción con la utilización de maquinaria apropiada para tal efecto, como las estaciones totales, las retroexcavadoras, las piloteras, hormigoneras, herramientas de mano, entre otros.

7 Patrik Schumacher es arquitecto, filósofo, profesor, teórico. Trabajó durante muchos años con la arquitecta Zaha Hadid, hasta su muerte en 2016, donde quedó a cargo del estudio que se compone de aproximadamente cuatrocientas personas.

 



 



 

 

 

 

 

Una Ontología antropodecentrada en el diseño arquitectónico

 

Harman da cuenta de la importancia de una ontología antropodecentrada: “El principio más importante es el de colocar las relaciones objeto-objeto en pie de igualdad con las relaciones sujeto-objeto” (2016: 137). Bryant siguiendo la ontología plana expone que:

Todos los entes son ontológicamente idénticos y que ningún ente —artificial o natural, simbólico o físico— posee mayor dignidad ontológica que el resto. Si bien es cierto que algunos objetos podrían influenciar más que otros a las colectividades en las que se insertan, esto no significa que dichos objetos sean más reales que el resto. La existencia, o el ser, es binaria en el sentido de que algo es o no es (2010: 245-246).

La crítica a la ontología plana postulada por Brassier considera, entre otras cuestiones, que la inmanencia debe ser estratificada y no plana. Al plantear estratos ya estaría dando cuenta sobre cierta jerarquía entre los objetos considerando, según sus observaciones, al componente humano en posición de privilegio y por lo tanto en contra de una democracia de los objetos. Harman (2016: 113) cuestiona sobre si la diferencia evidente entre los seres humanos y los seres no humanos amerita una falla ontológica fundamental. No se niega que se presenten diferencias entre las personas y los minerales, pero no podemos identificar divisiones ontológicas a partir de este tipo de entes. Todos somos reales y existimos en la realidad o en la mente de


algún ser. En cierta forma Harman reconoce que no es lo mismo un hombre que razona, piensa, reflexiona que un animal, pero nos permite sustituir la dicotomía sujeto-objeto por una comprensión más amplia y libre de los objetos y desarrollar una suerte de democracia entre todos los objetos del mundo ya sea que piensen o especulemos que lo harán. Se confronta con la idea de que todo es una construcción humana y nada escapa de esa determinación. El pensamiento no prima sobre la existencia, sino que esta última es la evidencia fundamental del pensamiento como expresa Gabriel, citado por Ramírez (2016).

Pensar la arquitectura desde esta visión antropodecentrada puede resultar, por otro lado, una ilusión, ya que la arquitectura fue ideada primordialmente para los humanos y por eso en ella hay consideraciones esenciales que responden a nosotros. En el proyecto se consideran nociones antropométricas como las escalas, proporciones y dimensiones. La medida y configuración de una puerta responde a ciertas consideraciones del cuerpo humano en la acción de atravesar, la altura de los escalones al movimiento que se realiza cuando levantamos el pie, los muebles se diseñan según características ergonómicas y así podríamos seguir mencionando la relación intrínseca que existe entre arquitectura y los humanos. También se tienen en cuenta los espacios, los materiales, las atmósferas a partir de aspectos psicológicos. ¿Cómo puede cambiar la arquitectura cuando comienza a cobrar protagonismo seres no humanos? Como explica Morton: “(…) de algún modo, es un proyecto ecológico relacionarte directamente con seres no humanos” (Laboratorio de Investigación en Arte y Tecnología, 2016: 9.57 min.) nos damos cuenta que vivimos rodeados de objetos y según el autor: “(…) al principio puede ser un poco desagradable desde el punto de vista de la sociedad patriarcal (…), pero en realidad no habría que apegarse a ese modo, porque estaríamos reproduciendo el patriarcado”(Laboratorio de Investigación en Arte y Tecnología, 2016: 11.05 min.). No existe, según esta mirada, un objeto superior que defina ni un objeto inferior al que pueda reducirse, pues, la presencia se da en todos o en ninguno, es o no es.

El objeto arquitectónico desde la OOO

 

Los enunciados anteriores nos permiten avanzar hacia una definición del objeto arquitectónico desde la OOO estableciendo a la arquitectura como la búsqueda artística de objetos reales que poseen profundidad y que existen de manera autónoma en el espacio con sus respectivas cualidades reales, en igualdad de condiciones, pero que a través del objeto sensual y sus cualidades sensuales se presentan generando relaciones vicarias entre los objetos, incluso aquellos que no pueden revelarse físicamente. Morton explica, citando a Ruskin, que el tiempo no se puede materializar fácilmente, pero se puede lograr la materialidad a través de la arquitectura y cómo el paso del mismo se presenta en los edificios a través de las manchas, la erosión, la ruina, etc, glorificando esta presencia, por lo que no sería un signo de debilidad sino de fortaleza. Subyace en estas nociones la antigua discusión entre materia y forma. En contraste con la teoría hilemórfica, ahora, el


acento residiría en la materia portadora de información y que algunos autores denominan materia informada.8 Se considera a la arquitectura como un dispositivo de búsqueda, una brújula, una vía, un camino, que a través de objetos sensuales y sus relaciones manifiestan la existencia de objetos reales y de una configuración real en el espacio de alcance cuasi-utópico. La arquitectura posibilitaría llegar al objeto real que no se muestra directamente, permanece en su interior, en el recinto, en la forma cerrada, pero es en esa posibilidad que nos incentiva a explorarlo. El impulso por encontrar el interior y relacionar diversos objetos sensuales ante la probabilidad que se “rompan” (por ello lo de cuasi-utópicos) producen la movilización. Consideramos que el camino que se recorre mediante el contacto y la presencia con los objetos sensuales en el espacio y la autonomía del objeto real en situación democrática, se vuelve más motivante que el mero descubrimiento del objeto real en sí. Quizás la arquitectura, desde esta perspectiva, nos abre una posibilidad para que volvamos a repensar de manera autónoma el interior y las múltiples relaciones vicarias que puedan generarse con el exterior y con otros objetos en ese trayecto. Generar la atención en las fronteras, los límites, bordes, las capas que se manifiestan a través de la envolvente, del componente matérico que como objeto mediador no segrega, sino que respeta la autonomía del objeto real y porta la información. Como principio de búsqueda podemos exponer que la importancia está en las partes (de modo no jerárquico) y no en el todo. Si en el mismo plano, observamos en este transitar, un existir de seres humanos, con el resto de los seres; se puede pensar el habitar humano en mutua colaboración con los demás para dar respuestas favorables y minimizar ciertos procesos nocivos que surgen desde la visión antropocéntrica como el excesivo consumo de los recursos, el calentamiento global, la extinción de especies, la destrucción de ecosistemas, entre otros.

Desde Latinoamérica este movimiento filosófico nos incentiva a repensar nuestra arquitectura y modos de proyectar. Profundizar el conocimiento de los objetos que nos circundan y los materiales disponibles, pero no con el único objetivo de deleitar la vista y así salvar un discurso estético y escenográfico, sino para entablar relaciones con otros objetos desde esa situación física, como objeto mediador que porta información en una posible arquitectura antropodecentrada. En América latina existe una tradición heredada asociada a una construcción que respeta tanto al hombre como al propio contexto y que está en proceso de resurgimiento. El medio no solo es soporte, es espacio, sino que también puede ser el referente y el proveedor de la materia que se utiliza como punto de partida. La condición matérica como mediadora presente entre los objetos sensuales, entre el exterior y el interior para enfrentar la crisis ambiental y para posibilitar la democracia en la relación con los objetos en un particular contexto. Desde Tenochtitlan hasta el presente con la mirada puesta en la bioconstrucción o en generar una arquitectura en consonancia con el paisaje, los latinoamericanos siempre hemos buscado alianzas recíprocas con otros, aparte del ser humano y que no solo se interesan en el ser, sino en los vínculos para y con el contexto priorizando la existencia. Pensar la arquitectura primando el existir de todos los objetos nos interpela para proyectar otro tipo de espacios alejados de una mirada exclusivamente humana y formal.


8 Para ampliar las nociones sobre materia informada en arquitectura ver el libro de Borrego I. (2019) Materia informada. Deformación, codificación, los tres procedimientos de almacenamiento de información en la materia. Fundación Arquia.


Reflexiones finales

 

Las nociones teóricas que aquí se presentan no solo pretenden ser productivas para desarrollar procesos de diseño desde una visión formalista, como en el caso de Wiscombe, sino, que, en el camino de búsqueda del objeto real en el espacio, en el avance hacia la cuasí-utopía, posibilita la construcción de un espacio para co- existir entre los diversos seres abriendo nuevas perspectivas para diseñar desde la materia y considerando la crisis ambiental que nos interpela. El arquitecto en su proceso creativo debe poder reflexionar sobre sus acciones a partir de entender los materiales que utiliza, la estructura que diseña, el espacio que produce, y la importancia de generar en este proceso los vínculos, las relaciones vicarias, la colaboración entre los humanos y no humanos estableciendo un sincretismo para mejorar el lugar donde existimos y vivimos. Nos encontramos rodeados de arquitectura y como arquitectos, debiéramos estar atentos a las posibles rupturas de lo cotidiano en nuestros entornos construidos para poder diseñar. Será que la arquitectura oscila entre el arjé y la tekné por eso el realismo especulativo resulta útil para desarrollar líneas de investigación y comprender al objeto arquitectónico. Observamos, como expresa, Ramírez (2016) que estas ideas tratan de desarrollar una filosofía unificada entre el pensamiento reflexivo del idealismo y las verdades del realismo, por lo que la arquitectura se presenta como un puente, a su vez, para conectar lo ideal proyectual con lo real proyectual. Desde otra perspectiva nos permite pensar nuevas alternativas espaciales en el habitar para el futuro, no solo en la superficie terrestre, sino en situaciones subterráneas, subacuáticas o a niveles aéreo- espaciales en o por fuera del planeta tierra, donde el humano dejaría, quizás, de ser el referente principal para encontrarnos con otros objetos existentes.

Bibliografía

Brassier, R. (2018). Desnivelación: contra las “ontologías planas” (Trad. L. Ralón y G. Flores Peña). Reflexiones marginales n° 58. https://revista.reflexionesmarginales.com/desnivelacion-contra-las-ontologias-planas/

Bryant, L. (2011). The democracy of objetcs, [La democracia de los objetos]. Open humanities press editorial.

Harman, G. (2016). El objeto cuádruple: Una metafísica de las cosas después de Heidegger. Anthropos.

   Morton,T.(3 de mayo de 2016). Entrevista con Timothy Morton. Laboratorio de Investigación en Arte y Tecnología. https://www.youtube.com/watch?v=2clhGVjfDXU

Norbeg-Schulz C. (2010). Arquitectura Occcidental. 1°ed. tirada. Gustavo Gili editorial.

   Ramírez M. T. (2016). Cambio de paradigma en filosofía. La revolución del nuevo realismo. Diánoia, revista de filosofía, 61(77). http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-24502016000200131

Roth, L. (1999). Entender la arquitectura, sus elementos, historia y significado. Gustavo Gili editorial.


   Rudofsky, B. (1964). Architecture without architects, [Arquitectura sin arquitectos] MOMA (Museum of Modern Art) ediciones. https://assets.moma.org/documents/moma_catalogue_3459_300062280.pdf?_ga=2.160626110.28770081 4.1604955579-390685372.1604955579

SCI-Arc    (13 de abril de 2016). Duel +duet: Patrik Schumacher & Tom Wiscombe. https://www.youtube.com/watch?v=IGpaix4LrII

   Solá Morales, I, Llorente M., Montaner J., Ramón A. y Oliveras J. (2000). Introducción a la arquitectura. Conceptos fundamentales. Ed. Rodríguez C.- UPC.