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Bosia, Ulises, El segundo kirchnerismo (2008-2015). Una interpretación de los conflictos entre el gobierno y el poder económico, Buenos Aires, Editorial Prometeo, 2023.
Nicolás Edgar Berg*
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Cuadernos de Historia. Serie economía y sociedad, N°34, 2024, pp. 231 a 236.
RECIBIDO: 03/06/2024. EVALUADO: 10/06/2024. ACEPTADO: 20/06/2024.
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La publicación del libro El segundo kirchnerismo (2008-2015). Una interpretación de los conflictos entre el gobierno y el poder económico está atravesada por la cartografía personal de Ulises Bosia, su autor. Además de ser docente en Filosofía por la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) y tener cierta presencia en los medios de comunicación, el autor del libro, se autopercibe como un “militante nacional y popular”. Desde allí parte su modo de narración, su lugar de enunciación: desde la sociología económica y la militancia político-social. En las páginas que recorren su libro, nos plantea preguntas y reflexiones que comparte con su compañero de formación académica y praxis política: Itai Hagman. En el mismo “Prólogo”, es Juan Grabois quién nos invita a la lectura del texto. Bosia es compañero de ambos referentes sociales dentro del Frente Patria Grande, un espacio político comprometido con los derechos de los trabajadores excluidos, en tiempos que definen como cada vez más marcados por la crisis de la sociedad organizada a través del empleo formal asalariado y el Estado benefactor. La metodología de investigación se sustenta con un trabajo empírico que combina fuentes periodísticas y una extensa bibliografía consultada, completando un relevamiento de las acciones y declaraciones de los principales referentes políticos, sociales, gremiales y empresariales del país.
En cuanto a la hipótesis de trabajo, en la “Introducción” Ulises Bosia manifiesta que a partir de los acontecimientos político-sociales de finales del 2001 y la crisis orgánica del hasta entonces hegemónico proyecto neoliberal, se abrirán las ventanas de oportunidad política para dos espacios antagónicos: 1) por un lado, una alianza de matriz nacional, popular y democrática; 2) y, por otro lado, una alianza neoliberal, conservadora y autopercibida como “republicana”. De este modo, la rama del Partido Justicialista (PJ) kirchnerista y la Propuesta Republicana (PRO), ambos espacios políticos emergentes de aquella crisis inédita, han venido constituyendo los núcleos centrales de los dos proyectos antagónicos de modelos de país que se disputan el poder en las últimas dos décadas. Según Ulises Bosia, este antagonismo político, la llamada “grieta”, se hará visible y encontrará mayores canales de expresión y modos de construir sentido común, durante el conflicto agrario por la resolución 125.
El “Capítulo 1” resulta un aporte imprescindible para la comprensión de la estructura de la cúpula empresarial en la Argentina. En este capítulo, el autor reflexiona sobre la consolidación de la cúpula empresarial en la década de los noventa, un proceso caracterizado por la extranjerización y la concentración del 80% de las exportaciones, hacia el año 2005, en unas pocas firmas transnacionales, poco ancladas en el mercado interno y poco empáticas con las políticas de redistribución del ingreso. De esta manera, un 90 % de la cúpula empresarial estaría inserta en sectores agroalimentarios y otras producciones primarias, teniendo injerencia directa en la formación de precios y la fuga de capitales.[1] Así, se comprenden los conflictos suscitados entre el gobierno nacional conducido por Cristina Fernández de Kirchner en tensión con la asociación de intereses de la élite económica, considerando que en sus mandatos presidenciales se revirtió la tendencia a la extranjerización de la cúpula empresarial, con la re-estatización de empresas estratégicas, como el caso de YPF que se aborda en el “Capítulo 7”. Asimismo, resulta llamativo dimensionar que el conglomerado Macri dejó de formar parte durante este período de la cúpula de las 200 empresas más importantes del país.[2]
A lo largo de su trabajo, analiza de manera pormenorizada algunos de los enfrentamientos más importantes acontecidos entre el gobierno nacional y la élite económica, durante los años 2008 y 2015. Entre ellos, el conflicto agrario por la resolución 125 (“Capítulo 3”), la estatización del sistema previsional (“Capítulo 4”), la “ley de medios” (“Capítulo 5”), la elección de directores estatales en grandes empresas (“Capítulo 6”), la expropiación de la mayoría accionaria de YPF a la empresa transnacional “Repsol” de origen español (“Capítulo 7”) y el enfrentamiento con los “fondos buitre” (“Capítulo 8” y “Capítulo 9”). En resumidas cuentas, destacamos algunas reflexiones compartidas por el autor del libro para problematizar la historia reciente y de un aporte significativo para la comunidad académica.
En el Capítulo “3”, Bosia reflexiona con una perspectiva histórica el proceso que dio lugar a la valorización del capital financiero, iniciado por la Última Dictadura Cívico Militar y consolidado por las presidencias democráticas del candidato peronista Carlos Saúl Menem. Nos resultó interesante, específicamente, la reflexión acerca de que en la actualidad el poder económico no necesariamente está compuesto por los “dueños de la tierra”, siendo la tenencia o no de tierras un eje vertebrador a lo largo de toda nuestra historia nacional. Ahora ese lugar, según él, estaría ocupado por aquellos capitalistas que tienen la capacidad de capitalizar la coordinación de las actividades económicas. En el “Capítulo 3”, también se consideran los cambios culturales acontecidos bajo el signo neoliberal, el “aburguesamiento” de los chacareros, la adopción de las pautas de consumo por parte de las clases medias de los pueblos del interior y la disolución de las dinámicas tradicionales de producción familiar-campesina.[3] La tesis fundamental de este capítulo clave que atraviesa todo el libro sostiene que el conflicto agrario por la resolución 125 daría origen a una segunda etapa del período kirchnerista, marcado por el “fin del consenso neo-desarrollista” y el surgimiento de un “Segundo Kirchnerismo”, más combativo con los intereses de la élite económica, como representante de las bases populares que sustentaban su proyecto político. En el mismo sentido, el autor sostiene que durante el conflicto emergen como actores articuladores de la oposición política la categoría abstracta de “campo” y el Grupo Clarín.
En el “Capítulo 5”, el autor del libro se detiene particularmente en la historia del Grupo Clarín: en el exponencial crecimiento económico que tuvo bajo la Última Dictadura de 1976-1983; en el informe de Cristina Fernández de Kirchner “Papel Prensa S.A: La Verdad”; en los roles de Héctor Magnetto, Goldman Sachs y David Martinez; en la asociación del Grupo Clarín con La Nación en la “ExpoAgro”; en los conflictos enmarcados por las políticas democratizadoras como la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (2009) y “Fútbol Para Todos” (2014). El Grupo Clarín es considerado por Ulises Bosia como el principal “representante político de los intereses del empresariado concentrado del país” y como “portavoz de las demandas”.[4]
En Conclusiones, para continuar con el debate abierto, resaltamos una de las preguntas que Ulises Bosia se plantea acerca de la ruptura explícita entre la élite económica y el gobierno nacional durante estos años de investigación. Para el autor, la problemática estructural irresuelta en la Argentina se fundamenta en la escasa obtención de divisas por parte del Estado-nacional para poder sostener políticas públicas-sociales: “¿cómo es posible sostener objetivos políticos de redistribución de ingreso, de inclusión social y de soberanía nacional, cuando los grupos económicos más influyentes en el país tienen cada vez menores motivaciones para interesarse en ellos?”.[5] Invitamos a los lectores a encontrar las claves y posibles respuestas a esta pregunta en el libro de Ulises Bosia, aunque creemos que dimensionando algunas de las características que el autor plantea sobre el “Segundo Kirchnerismo”, ya podríamos avizorar algunos indicios. Según Bosia, se trataría de un “Segundo Kirchnerismo”, con más “coraje”, que interpeló a la organización comunitaria y solidaria, desde la osadía, la rebeldía y el desorden, acompañando y retroalimentandose de la movilización popular, sin retroceder para atrás.