Córdoba, enero de 2025
Editorial. Presentación del dossier Nº 34:
Cronotopías de la intimidad: estudios sobre subjetividad y la redefinición de lo público y lo privado
Hace al menos dos años comenzamos a pensar un dossier en homenaje a la trayectoria intelectual de Leonor Arfuch (Buenos Aires, 1945-2021). En un primer momento, nos pareció acertado convocar trabajos que interrogaran su obra y recuperaran las aportaciones más significativas de textos como La interioridad pública (1992), La entrevista, una invención dialógica (1995), Pensar este tiempo. Espacios, afectos, pertenencias (2005), Memoria y autobiografía. Exploraciones en los límites (2013) o La vida narrada. Memoria, subjetividad y política (2019), entre otros, además del imprescindible El espacio biográfico. Dilemas de la subjetividad contemporánea (2002), tan visitado en tesis de posgrado, investigaciones y libros en toda Latinoamérica. Luego descartamos esa idea porque nos pareció que el homenaje más justo con su legado era el que hiciera con su producción no un monumento estático sino un diálogo abierto a nuevas indagaciones. El dialogismo, término que cuño bajtiniano que Arfuch adoptó como uno de los hilos conductores de su obra, es una de las características de este número, en el que se retoman los textos, temas y enfoques movilizados por ella. Pero los trabajos acá presentados no solo se detienen en algunos de los objetos que fueron parte vital de sus preocupaciones intelectuales (la memoria, la visualidad, las biografías, por nombrar solo tres), sino que también recuperan otros como la depresión, las masculinidades o el escenario de la vida cotidiana en la pandemia, que se integran al mismo espacio de interlocución que su producción contribuyó a problematizar: la pregunta por la subjetividad contemporánea. ¿Qué mejor homenaje entonces que continuar la conversación?
La subjetividad es, sin duda alguna, la zona de trabajo a la que, sin temor a fatigarse, Arfuch asedia a lo largo de una extensa e intensa producción crítica. Y si de algún modo puede definirse ese pensamiento profuso es, en efecto, como una crítica cultural que se interroga por la subjetividad en el campo de la discursividad social. Esa pesquisa (¿semiótica?, ¿sociológica?, ¿politológica?, ¿todo ello a la vez?) debe pensarse como deriva de una formación disciplinar que se enraíza en la lingüística y la semiología francesa (la escuela de Tel Quel, por caso), allí donde Arfuch adopta las primeras herramientas teóricas y metodológicas para el estudio del sentido.
Émile Benveniste primero y Roland Barthes, Jacques Derrida y Julia Kristeva después, abonan disquisiciones sobre esa noción que será fundamental en los derroteros del saber semiótico, pero que Arfuch se anima a disputar por las vías de la filosofía, la sociología y las teorías posestructuralistas, solo para decirnos que, si el lenguaje es nuestro registro significante privilegiado, los sentidos que allí anidan no pueden abordarse fuera de su complejidad histórica y social. Será una vieja teoría de los tiempos soviéticos aquella que le dará el sustento para integrar esa fuerza sociohistórica que el sujeto no puede eludir: nos referimos, claro está, a la filosofía de Mijaíl Bajtín, para quien el lenguaje será pura materialidad histórica. Con el descubrimiento de Bajtín, Arfuch (2002: 65) acaba aceptando que el sujeto, “no esencial, constitutivamente incompleto y, por tanto, abierto a identificaciones múltiples”, no es más que resultado de un diálogo con el otro, lo cual implica una dimensión ética, estética e incluso política, en tanto modos de convivencia y establecimiento de consensos en una sociedad.
El encuentro de estas teorías concibe, en el pensamiento arfuchiano, un entramado epistémico bajo el cual el único modo de interpretar acabadamente la subjetividad es, entonces, su “puesta en sentido” (Arfuch, 2007). Las narrativas de los medios, las tramas simbólicas del arte y la palabra en general aportan registros materiales en los cuales capturar las huellas de un sujeto siempre escurridizo e inasible por naturaleza —en “revuelta permanente”, dirá Kristeva (1998). Arfuch se sitúa nada menos que en esa urdimbre teórica que, bajo las pretensiones posestructurales que escarban en la lengua y el discurso, hoy llamamos giro subjetivo (Sarlo, 2005), aunque la búsqueda de la especialista argentina es más intrincada, en la medida que procura aprehender una subjetividad con un dinamismo nunca antes visto.
Y es que Arfuch estudia nada menos que el sujeto de la discursividad que aflora en la posmodernidad. Frente al agotamiento de los macrorrelatos, el creciente descentramiento de un sujeto sin promesas de futuro y sin lazos con el pasado, y ante el indómito afianzamiento del individualismo, Arfuch percibe la aparición de otras nuevas modulaciones de lo vivencial y de la mostración de lo íntimo (la afectividad, la experiencia, la interioridad) que aparecen en la escenografía cultural posmoderna, muchas de las cuales no cesan de exponer incontables acentos del yo. La biografía será, para Arfuch (2002), la columna axial de un inagotable sistema que reúne esa efervescencia de narrativas del yo: un “espacio biográfico” que pone de manifiesto una reconfiguración de la subjetividad contemporánea. Biografías, epístolas, autobiografías, memorias, diarios, cámaras ocultas, talk-shows, entrevistas, biopics, documentales, coming-of-age y el sinfín de estrategias enunciativas de esas redes sociales que hoy nos agobian son testimonios de un yo que reclama permanecer y exponerse, aunque sea efímeramente, en la materialidad del discurso. A una pregunta, “¿qué pasión desmesurada y dialógica impulsa a tal extremo el develamiento, la mostración y el consumo casi adictivo de la vida de los otros?”, Arfuch (2002: 51) habrá de dedicarle una vida entera, leyendo cada tonalidad de la subjetividad que la cultura posmoderna se atrevía a poner frente a sus ojos.
Su legado intelectual es infinito. No podemos no recurrir a su obra si queremos interrogar este presente, cuando se niega la existencia de un genocidio o el robo de bebés en dictadura y se olvidan las narrativas del duelo y la pérdida que atraviesan nuestra historia reciente, cuando se difunden imágenes de actos violentos sin interrogar su estatuto ético ni la pulsión escópica que lleva a verlas, o ante la proliferación de formas de mostración vía las redes sociales y la plataformización de la sociabilidad que están redefiniendo los umbrales de intimidad pública. En su obra hay un acervo de términos y reflexiones que nos puede asistir para analizar, desde las ciencias sociales, este complejo ciclo histórico. Y así y todo, aun con su legado, no podemos dejar de extrañar su palabra en tiempo presente, sus textos siempre en diálogo con la contemporaneidad, el carácter anticipatorio de muchas de sus intervenciones intelectuales (será por eso que El espacio biográfico resultó tan productivo para analizar las primeras dos décadas del presente siglo, publicado apenas este se había iniciado). Por ello, resultó un desafío organizar un dossier en su homenaje, porque implicaba dar cuenta de la presencia, vigencia y vitalidad de su reflexión a la vez que patentizar su ausencia, de la que aún hoy cuesta hablar o escribir. Pero también en este punto está su obra, y en Memoria y autobiografía nos dice:
“Lo que ha desaparecido, aun cuando no nos pertenezca, también se ha llevado consigo algo de nuestra biografía, del mismo modo que las casas que ya no habitamos se nos han vuelto extrañamente ajenas: otras luces y otras sombras, otros moradores, desconocedores de lo que guardan las paredes, esa intensidad de los cuerpos, gestos, emociones, que perduran quizás como campos de energía”. (Arfuch, 2013: 29)
*
Los trabajos reunidos en el presente dossier retoman mucho de esa tradición teórica, solo para demostrarnos su intenso potencial al afrontar distintas dinámicas de la subjetividad en tiempo pasado, pero también en derivas del presente. En el primer artículo, “Biografía y archivo. Una conferencia de Jorge Luis Borges escrita por un agente de inteligencia policial”, Patricia Funes estudia aquellas palabras pronunciadas por ese inigualable referente nacional en la creación literaria: en torno al problema de lo biográfico y lo autobiográfico, la autora retoma documentos de archivos de la obra borgeana para reflexionar sobre el acto creativo y estético de aquella gran autora.
“Intimidades públicas y narrativas biográficas de experiencias de depresión en YouTube (Argentina, 2018-2024)” es el artículo de Esteban Grippaldi y Eugenia Bianchi, quienes estudian, en el marco del creciente aumento y preponderancia de las redes sociales en la construcción de la subjetividad, las pasiones tristes, en particular aquellas que se describen como depresión. El artículo focaliza en narrativas biográficas en Argentina, tomando como material de estudio nada menos que producciones audiovisuales de YouTube, plataforma de enorme impacto en nuestra sociedad.
Por su parte, Rodrigo Bruera retoma algo de esa variable visual en “Cultura, imagen y poder: visualidades sin fin en la sociedad global”, escrito que recupera los aportes de Arfuch para teorizar sobre la producción de sentido internacional, allí donde la imagen parece tener más peso que nunca. La relación entre medios, poder y violencia, constitutiva del orden visual, pero también de la historia de Occidente, le permite al autor interrogar una serie de imágenes icónicas para pensar los modos de representación mediática del escenario internacional.
“Hijxs, narraciones y performance: un análisis de dos obras de teatro”, de Ayelén Colosimo, se ocupa de abordar las piezas teatrales de Félix Bruzzone y Mónica Zwaig y de Mariana Eva Pérez, interrogándose por las maneras en que el contexto de producción de ambas obras se cuela en los intersticios de las subjetividades representadas. La lectura contrastiva de las narrativas autoficcionales colabora con el diseño de algunas premisas sobre su recepción y sus estrategias de escritura.
Carolina Duek, en “El reordenamiento de la vida cotidiana en la pandemia: intimidad, afectos y cuidados”, se interroga por la reconfiguración de las subjetividades luego del cambio radical que, en principio, supuso un virus de alcance global como el Covid-19. A través del registro de voces de mujeres profesionales con niños y niñas a cargo, evalúa los efectos de la reclusión doméstica, la sobrecarga laboral y emocional y las mutaciones de la cotidianeidad.
En el artículo “Formas biográficas y narrativas. Aproximaciones teórico-epistemológicas y expresiones analíticas para el estudio de experiencias de mujeres que transitan cáncer de mama”, Leila Martina Passerino aborda el registro biográfico de mujeres de sectores populares y medios que atravesaron el cáncer de mama promediando la segunda década del siglo XXI: rescatando la configuración narrativa y biográfica en su práctica de investigación, analiza el proceso de la enfermedad como punto de inflexión en el trayecto biográfico de la población estudiada.
Por su parte, Nathan Bastos de Souza recupera una temática de intensa recurrencia en los estudios arfuchianos sobre la subjetividad: en “Derechos humanos, las Madres de Plaza de Mayo y Mercedes Sosa: refracciones históricas en documentales biográficos”, analiza los procedimientos de construcción enunciativa con los que se captura la militancia activa de la cantautora argentina frente a los crímenes de lesa humanidad.
A esa propuesta, le sigue “Melodrama y escándalo de madre. Relatos biográficos sobre celebridades en el periodismo de espectáculos y chimentos”, de Marina Sanchez de Bustamante, que se dedica a observar géneros de la cultura de masas en los cuales la maternidad es tensionada y detecta en revistas, programas televisivos y plataformas digitales una trama discursiva que, entre melodrama y escándalo, construye una forma biográfica.
“Detectives, prófugxs y testigos. Figuraciones del yo en dispositivos fotográficos editoriales con materiales de archivo” es el artículo de Agustina Triquell, que problematiza material de archivo fotográfico (obras de Lucía Penedo, Natacha Ebers y el Archivo de la Memoria Trans Argentina) para constatar distintas figuraciones que despliegan dimensiones biográficas con incidencias sobre la temporalidad, la frontera de lo íntimo y los afectos.
María Manuela Corral, en “Formas de narrar: el espacio biográfico entre la política y las poéticas en Patricio Pron y Josefina Giglio”, se ocupa seguidamente de las novelas El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia (2011) y Yo la quise (2019), obras en las que vuelve a pensar los diálogos entre memoria y literatura, dos de las inquietudes insistentes en el pensamiento de Arfuch: la pregunta sobre la experiencia y los modos de su puesta en discurso permite observar las esquirlas de sentido de la última dictadura en las construcción ficcional de la subjetividad.
Finalmente, el artículo de Santiago Canevaro y Victoria Castilla, titulado “Masculinidades en transformación y reconfiguración de las intimidades entre varones del AMBA”, delimita el eje problemático intimización de la vida pública y mercantilización de la intimidad para pensar el devenir varón en el quiebre de esas dos esferas constitutivas de la subjetividad, particularmente en el contexto de una urbe metropolitana.
Los artículos aquí reunidos mantienen, desde diferentes ángulos y posicionamiento, el interés crítico de observar la subjetividad como una zona problemática de nuestra cultura y su discursividad incesante, como si allí, en esa categoría, de algún modo pudiéramos explicar las causas y las consecuencias más acuciantes de una sociedad que no deja de mutar. Tal fue, después de todo, la búsqueda incansable de una maestra como Leonor Arfuch, a quien le debemos algunas de las ideas más originales para pensar las disputas infatigables de un sujeto que no cesa de realizarse y buscarse en el sentido de la palabra.
Rafael Blanco y Ariel Gómez Ponce
Referencias bibliográficas
ARFUCH, Leonor. (2002). El espacio biográfico. Dilemas contemporáneos de la subjetividad. México: Fondo de Cultura Económica.
ARFUCH, Leonor. (2007). Crítica cultural. Entre política y poética. México: Fondo de Cultura Económica.
ARFUCH, Leonor. (2013). Memoria y autobiografía. Exploraciones en los límites. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
KRISTEVA, Julia. (1998). El porvenir de la revuelta. México: Fondo de Cultura Económica.
SARLO, Beatriz. (2005). Tiempo pasado. Cultura de la memoria y giro subjetivo. Una discusión. Buenos Aires: Siglo XXI.