El comportamiento de la fecundidad en el Noroeste argentino entre 2015 y 2020

The Fertility Behavior in Northwestern Argentina between 2015 and 2020

Víctor Francisco Loyola

https://orcid.org/0009-0000-7274-3290

Centro de Investigación e Innovación Tecnológica,

Universidad Nacional de La Rioja

victorfranciscoloyola33@gmail.com

Marcos Javier Andrada

https://orcid.org/0000-0002-4067-1496

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas

Centro de Investigación e Innovación Tecnológica,

Universidad Nacional de La Rioja

marcosandrada80@gmail.com

Carola Leticia Bertone

https://orcid.org/0000-0001-9022-0688

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas

Centro de Investigación e Innovación Tecnológica,

Universidad Nacional de La Rioja

carolabertone@gmail.com

Fecha de envío: 15 de mayo de 2023. Fecha de dictamen: 25 de octubre de 2023. Fecha de aceptación: 21 de noviembre de 2023.

Resumen

En busca de comprender los cambios en la fecundidad en el Noroeste argentino, este estudio tiene por objetivo analizar su comportamiento entre 2015 y 2020. La investigación se justifica por la relevancia de examinar cómo ha evolucionado en los últimos años en la región. Mediante un análisis cuantitativo y descriptivo, a partir de los datos obtenidos del Departamento de Estadísticas e Información de la Salud (DEIS), se calcularon Tasas Específicas de Fecundidad (TEF) y Tasas Globales de Fecundidad (TGF). Las TGF fueron categorizadas entre aquellas que se situaron por debajo de 2.1 (nivel de reemplazo), 1.6 (nivel de baja fecundidad) y 1.3 (nivel de muy baja fecundidad) hijos en promedio por mujer. Se aplicaron los modelos de baja fecundidad que la ONU propuso en 1963 para analizar las TEF, identificando tres regímenes de fecundidad: temprano, dilatado y tardío. Se observó el cambio en las TEF de 15 a 19 años y su relación con el resto de los grupos etarios. Los resultados revelan que, durante el periodo 2015-2020, la fecundidad en el promedio regional y en las provincias del NOA experimentó un pronunciado descenso; que las TGF se situaron por debajo del umbral mínimo de reemplazo, e incluso en algunos casos alcanzaron niveles de baja y muy baja fecundidad, oscilando entre 1.6 y 1.3 hijos en promedio por mujer; y que se produjo una concentración de los nacimientos en el grupo de mujeres de 25 a 29 años.

Abstract

In an effort to comprehend the changes in fertility in northwestern Argentina, this study aims to analyze fertility patterns between 2015 and 2020. The rationale for this research lies in the significance of examining how fertility has evolved in recent years in the region. Through a quantitative and descriptive analysis, using data obtained from the Department of Health Statistics and Information (DEIS), Specific Fertility Rates (SFR) and Total Fertility Rates (TFR) were calculated. TFRs were categorized into those falling below 2.1 (replacement level), 1.6 (low fertility level), and 1.3 (very low fertility level) children on average per woman. The low fertility models proposed by the UN in 1963 were applied to analyze SFRs, identifying three fertility regimes: early, extended, and late. The change in SFRs for ages 15 to 19 was observed, along with its relationship with the rest of the age groups. The results reveal that, during the period 2015-2020, fertility in the regional average and in the provinces of the northwest of Argentina decreased significantly. TFRs fell below the minimum replacement threshold and, in some cases, even reached levels of low and very low fertility, ranging from 1.6 to 1.3 children on average per woman. Additionally, there was a concentration of births among women in the 25 to 29-year-old age group.

Palabras clave: fecundidad; noroeste argentino.

Keywords: fertility; northwestern argentin.

Introducción

Durante la mayor parte de su historia, Argentina se mostró como un país ampliamente diverso y heterogéneo. En algunas de sus regiones, se observó un pasaje demográfico similar al de los países más avanzados en la transición demográfica, caracterizados por un alto desarrollo socioeconómico y demográfico. En cambio, en otras regiones, se ha apreciado un atrasado proceso de transición, caracterizado por elevados y persistentes niveles de mortalidad infantil y fecundidad adolescente, junto a una alta proporción de hogares con pobreza estructural. Este es el caso del Noroeste argentino (NOA), una región que, al menos hasta finales del siglo XX, fue categorizada en el marco de una transición demográfica inconclusa (Bolsi, 2004).

Desde inicios del siglo XXI, esta situación en el NOA se vio profundamente modificada por una radical caída de los nacimientos ocurridos en las edades adolescentes. Concretamente, durante el transcurso de la primera década de este siglo, el fenómeno continuó registrando una constante caída de sus indicadores, con tasas globales de fecundidad (TGF, en adelante) que, en algunos casos, incluso se acercaron a los niveles de fecundidad que se observaban en algunas de las jurisdicciones más desarrolladas del país en términos sociodemográficos. Aun así, al igual que el resto del país, el NOA se ha presentado en la literatura como una región ampliamente diversa, constituida por poblaciones que han experimentado radicales caídas en sus TGF y que se han situado a cercanías del nivel mínimo de reemplazo, junto con otras que han presentado elevados y persistentes niveles de fecundidad.

En este contexto, entre 2001 y 2014, la fecundidad de Argentina no ha plasmado cambios relevantes, con apenas reducciones en sus TGF e incrementos en sus tasas específicas de fecundidad (TEF, en adelante) adolescente. Posteriormente, desde 2015 hasta finales de la segunda década del siglo XXI, el promedio nacional nuevamente adoptó una trayectoria descendente, situándose por debajo del nivel mínimo de reemplazo entre 2017 y 2018 y con una considerable reducción en el número de nacimientos de madres adolescentes, consecuentemente con un incremento en el nivel educativo de las mujeres (Nathan, 2015; Peláez, Lema Cuesta, Pastorino, Trincheri y Vigano, 2022).

Tal como se mencionó, y en el marco de la heterogeneidad de la dinámica demográfica del país, cabe preguntarse cómo ha evolucionado la fecundidad de las provincias del NOA entre 2015 y 2020.

Antecedentes

La evolución de la fecundidad en América Latina y Argentina. Las primeras poblaciones humanas que presentaron una radical caída de sus defunciones y nacimientos fueron aquellas que adoptaron los patrones reproductivos y modernos de Occidente, junto con los cambios que trajeron consigo los crecientes procesos de industrialización, como los avances en la medicina (curativa y preventiva), la nutrición y las posibilidades de subsistencia. Según Pantelides (1992), los primeros países en descender su tasa bruta de natalidad (TBN) por debajo de los 30 nacimientos cada mil habitantes fueron Francia e Irlanda, durante el transcurso del siglo XIX. Luego, entre finales de siglo e inicios del siglo XX, lo hicieron Suecia, Dinamarca, Inglaterra, Canadá, Estados Unidos, Italia y Portugal (Pantelides, 1992).

En este panorama, América Latina, durante la primera mitad del siglo XX, se presentó como una región diversa y heterogénea, profundamente atrasada en el proceso de transición demográfica, caracterizada, históricamente, por presentar una elevada y persistente cantidad de muertes infantiles y nacimientos ocurridos en la adolescencia, los cuales, incluso en algunas regiones, durante la segunda década del siglo XXI, continuaban manteniéndose elevados y con leves reducciones (Chackiel, 2004; CEPAL, 2018; Binstock y Cabella, 2021). Específicamente, entre 1950 y 1955, la TGF en América Latina fue de 5.9 hijos en promedio por mujer, lo cual en parte estuvo sostenido por las elevadas TEF adolescentes (Schkolnik y Chackiel, 2004). Además, se observó una baja proporción de mujeres con educación formal, así como un prematuro desarrollo de las primeras uniones y relaciones sexuales, un reducido intervalo intergenésico entre nacimientos y un extenso periodo de ocurrencia entre el primer y el último hijo, denotando una alta intensidad del fenómeno y un adelantado calendario reproductivo de las mujeres (Rothman, 1973; Insfran y Guzmán, 1992; Chackiel, 2004).

Durante la segunda mitad del siglo XX, la región experimentó una radical baja de su fecundidad, apreciada en una TGF de 2.8 hijos en promedio por mujer. Este descenso estuvo asociado a un incremento en la educación formal, la participación en el mercado del trabajo de las mujeres, junto a la implementación de los anticonceptivos y el retraso de las primeras uniones y relaciones sexuales de las mujeres (Chackiel, 2004; Cabella y Pardo, 2014). Como resultado de esto, se observó una baja en la intensidad del fenómeno, principalmente derivada de la ampliación del ejercicio de los derechos reproductivos de las mujeres y la disminución del tiempo de ocurrencia entre el primer y el último hijo (Cabella y Pardo, 2016).

Sin embargo, aun con los considerables avances ocurridos en la región, se continuó presentando una profunda heterogeneidad y una elevada cantidad de nacimientos ocurridos en edades tempranas, así como una significativa cantidad de muertes infantiles y maternas (Frenkel, 2019; Fanta y Tumas, 2020). Si bien se ha observado una disminución en el número de hijos de alto orden, debido al aumento del acceso a métodos anticonceptivos, el retraso en la edad de inicio de las relaciones sexuales ha sido limitado en las mujeres con niveles educativos bajos, lo que ha resultado en un insuficiente aplazamiento del calendario reproductivo en la región (Cabella y Pardo, 2014). Esta situación contrasta con la tendencia característica de los países de Europa Occidental, donde se ha evidenciado un mayor retraso en dicho calendario. No obstante, la literatura ha sugerido que al menos desde inicios del siglo XXI la caída de los nacimientos adolescentes en América Latina ha estado asociada con el aumento de los niveles educativos de las mujeres (Rodríguez Vignoli y Cavenaghi, 2014).

Aun así, hubo dos países que desde inicios del siglo XX registraron una TBN por debajo de los 30 nacimientos cada mil habitantes. Concretamente, Uruguay durante la segunda década del siglo XX y Argentina, durante la tercera. Algunos de los determinantes históricos que incentivaron la prematura transición del segundo país fueron el temprano desarrollo del capitalismo, la llegada de las inmigraciones internacionales, su distribución en el interior del país y el traslado de la población rural a las ciudades (Pantelides y Rofman, 1983; Pantelides, 1992; Torrado, 1993 y 2007). En base a ello, el país se nutrió de una considerable fuerza laboral y productiva, modificando sus patrones reproductivos tradicionales a partir de un ideal de la familia más reducido (Accinelli y Müller, 1978).

En este contexto, Torrado (2007) sugiere que la primera baja de los nacimientos (caracterizada por un régimen de la fecundidad natural) ocurrió entre 1870 y 1940, registrando su descenso más significativo desde 1914 en adelante. En la siguiente instancia, Torrado asegura que el segundo descenso (caracterizado por una fecundidad controlada) se dio desde 1940 en adelante. Durante la segunda mitad del siglo XX, en Argentina se apreció un incremento de la fecundidad durante la década de 1970. Govea Basch (2010) señala que este aumento se fundamentó en la reducción del número de mujeres que llegaban a sus últimos años del período fértil sin hijos y en el incremento de la cantidad de hijos de orden intermedio (tercer y cuarto nacido vivo) en las provincias más pobladas. A partir de ello, la TGF, que anteriormente se había posicionado en 2.9 durante 1965, ascendió a 3.3 hijos en promedio por mujer durante 1980. Posteriormente, el indicador descendió a 2.7 en la década de 1990. Más tarde, durante los inicios del siglo XXI, la TGF experimentó una baja que la situó en 2.4 hijos por mujer (Indec, 2010).

Se reconoce que uno de los factores que incentivó la baja de la fecundidad en el país, desde 1960 hasta al menos los inicios del siglo XXI, fue el continuo incremento de las mujeres que asumieron el rol de jefas de hogares (Simpson, 2018), pues el aumento de los hogares sostenidos económicamente por mujeres como perceptoras de ingresos sugiere una mayor acumulación de capital humano desarrollado por las mujeres, derivado del aumento de sus niveles de instrucción formal y su participación en el mercado laboral (Cavenaghi y Diniz Alves, 2013; CEPAL, 2019). En esta línea, la literatura señala que el retraso del primer nacido vivo se encuentra fuertemente influenciado por las condiciones socioeconómicas de la población (Torrado, 1993; Gogna, Binstock, Fernández, Ibarlucía y Zamberlin, 2008; Cavenaghi, 2009; Peláez et al., 2022).

Posteriormente, durante los primeros 14 años del presente siglo, se observó que el promedio nacional registró un casi nulo descenso de fecundidad con incrementos en las TEF adolescentes (Renaper, 2021). Específicamente, Peláez et al. (2022), partiendo el estudio de las TGF desde inicios del siglo XXI hasta 2014, indicaron que la fecundidad en Argentina adoptó la forma de una meseta sin aparentes variaciones y que parte de su desarrollo fue influenciado por el incremento de los nacimientos adolescentes (durante algunos años), derivado de las poblaciones que mostraron un reducido incremento de sus niveles de instrucción. Aun así, desde 2015 hasta 2019 se advierte un notable cambio en la tendencia que había asumido el país desde 2001. Específicamente, entre 2017 y 2018 se observa una notable caída en las TGF que situaron a la fecundidad del país por debajo del nivel mínimo de reemplazo por primera vez en su historia. Asimismo, desde 2015 las TEF adolescentes registraron profundos cambios que impactaron en el promedio de las tasas específicas y que sugieren que en el país se experimentó un retraso del calendario reproductivo, sobre todo en aquellas poblaciones más desarrolladas socioeconómicamente.

A partir de lo comentado, se hipotetiza que el país, a partir de 2015, comenzó a atravesar un proceso de segunda transición demográfica, fundamentado en las modificaciones de algunos de los patrones tradicionales de la conformación de las familias y las nupcias en el país (Lesthaeghe y Van de Kaa 1986; Van de Kaa, 1987). Esto se refleja en la caída de las TGF por debajo de 2.1, la ampliación y el uso de los anticonceptivos, el aumento en la tasa de divorcio y en la edad media de la fecundidad (Sana, 2001). Concretamente, la mayoría de los países que se han acoplado a estos cambios han registrado TGF por debajo de 1.6 (baja fecundidad), e incluso por debajo de los 1.3 hijos en promedio por mujer (Cabella y Nathan, 2018). Además de ello, contemporáneamente, muchas de estas poblaciones han tendido a concentrar su máxima acumulación de nacimientos en edades más tardías, evidenciando un posible retraso en el calendario reproductivo (Cabella y Nathan, 2018).

Sin embargo, la literatura también sugiere que la convergencia demográfica que experimentaron los países de América Latina desde finales del siglo XX no necesariamente se ha desarrollado de la misma manera para todas las poblaciones humanas. Específicamente, hay grupos que durante el transcurso de la primera y la segunda década del siglo XXI aún registran reducidos niveles de educación formal, los cuales están asociados a niveles más altos de fecundidad y nacimientos ocurridos en edades más tempranas (Miranda Ribeiro y García, 2013).

La evolución de la fecundidad en el Norte Grande argentino y el Noroeste argentino. Al igual que en América Latina, la transición de la fecundidad en Argentina se caracterizó por presentar una alta y persistente proporción de nacimientos en la adolescencia, y una marcada heterogeneidad regional con variaciones demográficas significativas, sobre todo en aquellas jurisdicciones que históricamente presentaron un limitado desarrollo socioeconómico y un atrasado pasaje sociodemográfico. En este marco, a través de la evidencia empírica, se ha llegado al consenso de que las poblaciones con un desarrollo socioeconómico más limitado experimentan un mayor retraso en su transición demográfica (Castro Martín y Juárez, 1996; González, 2009).

En consecuencia, la región argentina más vulnerable históricamente en términos sociodemográficos ha sido la Norte (Fantín, Longhi y Ortiz de D’Arterio, 2007 y 2009). Hasta finales del siglo XX, la región presentó un patrón de fecundidad pre-transicional, constituido por TGF que, en algunos casos, llegaron a aproximarse o situarse por encima de los cinco hijos en promedio por mujer (Indec, 2010). Además, se registró una elevada cantidad de nacimientos en la adolescencia y defunciones ocurridas en las primeras edades, junto a un temprano inicio de las primeras relaciones sexuales de las progenitoras, un corto intervalo intergenésico entre los hijos y un amplio intervalo de tiempo de ocurrencia entre el primero y el último nacido vivo (Pantelides y Binstock, 2007; Andrada, 2014).

El Norte argentino se ha caracterizado por presentar elevados niveles de pobreza estructural y bajos niveles de instrucción durante la mayor parte de su historia. Fantín et al. (2007 y 2009) aseguran que los departamentos que presentaron una mayor proporción de hogares con déficit estructural durante finales del siglo XX e inicios del siglo XXI fueron aquellos en donde se observan los niveles más elevados de mortalidad y fecundidad, sobre todo durante las primeras edades (Meichtry y Fantín, 2008). Asimismo, Salazar Acosta y Ribotta (2017) señalaron que en el NOA las mujeres que contaban con una menor instrucción eran aquellas que mostraban niveles de fecundidad más altos, pues, en la mayoría de los casos, las mujeres que provienen de poblaciones más vulnerables y cuentan con una reducida acumulación de capital humano adelantan su maternidad (Wainerman, 1979; Velázquez, 2015; Frenkel, 2019). Por el contrario, las mujeres que proceden de poblaciones más desarrolladas en términos socioeconómicos y demográficos tienden a aplazar su calendario reproductivo con el objetivo de cumplir sus metas y aspiraciones personales y profesionales (Becker y Lewis, 1973; Castro Martín y Juárez, 1996; Rodríguez, 2011; Velázquez, 2015; Salazar Acosta y Ribotta, 2017; Peláez et al., 2022).

No obstante, entre finales del siglo XX e inicios del siglo XXI, la fecundidad en el norte argentino presentó una considerable caída, observada en las TGF y sobre todo en las TEF adolescentes, mayormente entre las edades de 15 a 19 años, ya que la fecundidad adolescente temprana registró cambios poco significativos (Pantelides y Binstock, 2007; Pantelides, Fernández y Marconi, 2015). Luego, desde 2001 hasta 2010, se apreció que la evolución del fenómeno continuó asumiendo una trayectoria descendente; algunas provincias presentaron caídas de su fecundidad más significativas que otras. En provincias como La Rioja, la TGF se situó en 2.2 hijos en promedio por mujer, mientras que, en provincias del Noreste argentino (NEA) como Misiones, el indicador fue de 2.8. Aun así, esto último sugiere que, durante la primera década del siglo XXI, algunas provincias en la región comenzaron a evolucionar bajo el curso de una convergente transición demográfica respecto al resto de las provincias del país (Indec, 2010; Villarraga, 2018).

En relación con esto, tanto el NOA como el NEA, durante la mayor parte de su historia, registraron una evolución muy similar. Sin embargo, durante la primera década del siglo XXI se apreció que ambas regiones mostraron una evolución diferente de su fecundidad. Particularmente, la mayoría de las provincias del NOA presentaron TGF por debajo de los 2.6 hijos en promedio por mujer, con excepción de Salta (Indec, 2010). Mientras que todas las provincias del NEA registraron TGF por encima de los 2.6 hijos en promedio por mujer. Asimismo, la mayoría de las TEF del NOA, entre 2001 y 2010, fueron bastante más reducidas que las del NEA (Indec, 2001 y 2010). Esto último muestra que el NOA, durante este último periodo de estudio, ha evidenciado una profunda modificación en su dinámica demográfica contraponiéndose a la categoría de transición demográfica inconclusa en la que Bolsi (2004) incluyó a la región durante el transcurso de la segunda mitad del siglo XX. Concretamente, algunas de las causas que incentivaron el descenso de la fecundidad fueron la reducción de los hogares deficitarios, el incremento de los niveles de instrucción y del acceso a la cobertura de salud, junto con el descenso de los hijos de alto orden y el retraso del calendario reproductivo de las mujeres (Pantelides y Binstock, 2007; Indec, 2001 y 2010; Andrada, 2014).

En términos generales, se han realizado más investigaciones sobre la situación en el NOA que sobre la trayectoria del NEA. Sin embargo, la investigación sobre la fecundidad de la región durante el período 2015-2020 ha sido escasa y poco sistematizada en la literatura. Se sabe relativamente poco acerca de la evolución de las TGF y la distribución de sus TEF, aparte de la información proporcionada por los informes de la Dirección de Estadísticas e Información de la Salud (DEIS). Por esta razón, este estudio tiene como objetivo principal sistematizar y analizar las TGF de las provincias del NOA y su promedio regional, junto con sus TEF y la concentración máxima de nacimientos, tomando como referencia los modelos de baja fecundidad propuestos por la ONU en 1963 (Welti, 1997).

Metodología y datos

La presente investigación se desarrolló a partir de un enfoque cuantitativo, en el marco de un estudio descriptivo, con el objetivo de analizar el comportamiento de la fecundidad de las provincias del NOA entre 2015 y 2020. Los insumos que se utilizaron para calcular las TEF entre grupos quinquenales por edad de la madre y las TGF fueron extraídos de los anuarios de las estadísticas vitales del DEIS del Ministerio de Salud de Argentina.

En un primer momento, se consideraron los nacimientos agrupados en quinquenios según la edad de la madre, abarcando desde los 15-19 años y hasta los 45-49 años. Adicionalmente, se incorporaron los nacimientos de madres menores de 14 años al grupo de 15-19 años y los nacimientos de madres mayores de 50 años al grupo de 45-49 años. Los nacimientos sin especificar se distribuyeron de manera proporcional entre los grupos de edades según su magnitud.

Las TEF se calcularon a través del cociente entre el número de nacidos vivos entre grupos quinquenales por edad de la madre y el número de mujeres en edad fértil agrupados entre grupos quinquenales. Por otro lado, las TGF se calcularon a partir de la suma de las TEF ponderada por cinco.

Para estudiar la evolución del comportamiento del NOA, se presentaron en una tabla de contingencia las TGF de las provincias que conforman la región, el promedio regional y el promedio nacional durante el periodo 2015-2020. Además, en una columna adicional se presentaron las variaciones porcentuales que hubo entre las TGF del mismo periodo. En base a ello, se categorizó como fecundidad por debajo del nivel de reemplazo a aquellas TGF que se situaron por debajo de 2.1, baja fecundidad a las TGF que estuvieron por debajo de 1.6 y muy baja fecundidad a las tasas que se posicionaron por debajo de 1.3 hijos en promedio por mujer. En este contexto, se refiere al nivel de reemplazo como la mínima cantidad de nacidos vivos que en promedio deberían registrar cada una de las mujeres para que en una población cerrada no se experimente un crecimiento vegetativo negativo, siendo este mínimo valor 2.1 hijos en promedio por mujer (Delgado, López y Barrios, 2006). Específicamente, se consideran dos hijos para que la mujer pueda reemplazarse a sí misma y a su pareja, junto a un decimal (0.1) que contempla a aquella descendencia que no llegaría a reproducirse en el tiempo.

Posteriormente, partiendo de los modelos de baja fecundidad propuestos por la ONU en 1963, se examinaron las TEF considerando el grupo etario en el que se agruparon el número máximo de nacidos vivos por edad de la madre (Welti, 1997; Cabella y Nathan, 2018). Los modelos que se utilizaron para examinar a cada una de las estructuras de las TGF se diferenciaron en tres categorías (cúspides etarias de la fecundidad). En primera instancia, se categorizó como poblaciones con fecundidad temprana a aquellas que concentraron la mayoría de sus nacimientos en el grupo de edades quinquenales de 20-24 años. En segundo lugar, se definió como poblaciones con fecundidad dilatada a las que concentraron al conjunto de sus nacimientos entre las edades 20-24 y 25-29 años, evidenciando una cúspide de la fecundidad que se encuentra en medio de un pasaje transicional, desde una cúspide temprana a una tardía. Y, por último, se categorizó como poblaciones con cúspide de fecundidad tardía a aquellas que aglutinaron a la mayoría de sus nacimientos en el grupo de edad de 25-29 años. Concretamente, se categorizaron a las estructuras de las TEF durante 2015, 2019 y 2020.

Además de analizar los picos máximos e intermedios de las TEF, también se examinó la evolución de las TEF en el rango de edades de 15-19 años, presentada en los gráficos. En términos generales, a medida que las tasas de fecundidad en adolescentes disminuyen con el tiempo, las poblaciones tienden a mostrar TGF más bajas y estructuras más cercanas a las de una cúspide tardía de su fecundidad, donde la máxima acumulación de nacimientos ocurre en edades de 25-29 años. Esto implica que los nacimientos se desplazan hacia edades más avanzadas, donde la probabilidad biológica de gestación es menor. En base a ello, se plantea la hipótesis de que las mujeres postergan su maternidad debido a la disminución de los nacimientos en edades tempranas.

En este sentido, es importante destacar que la literatura señala que las cúspides pueden estar presentes en poblaciones con diferentes niveles de fecundidad, tanto bajos como altos (Guzmán, Hakkert, Contreras y Falconier, 2001; Delgado et al., 2006). Por lo que, en este estudio, se plantea un análisis del comportamiento del fenómeno en el NOA identificando algunas asociaciones entre los patrones reproductivos a nivel regional y provincial, sin llegar a determinar relaciones directas entre las cúspides, las variaciones de las TGF y los procesos de transición demográfica.

Resultados

Las tasas globales de fecundidad de Argentina no presentaron variaciones relevantes durante los primeros 14 años del siglo XXI y posteriormente, entre 2015 y 2019, el fenómeno manifestó un marcado descenso, tal como lo expusieran Peláez et al. (2022).

Tabla 1. Tasas globales de fecundidad. Argentina, NOA y provincias de la región, 2015-2020

Lugar

2015

2016

2017

2018

2019

2020

Δ *

Argentina

2.32

2.18

2.10

2.03

1.85

1.57

-32%

La Rioja

2.00

1.95

1.84

1.76

1.64

1.40

-30%

Catamarca

2.17

2.12

2.02

2.10

1.80

1.55

-28%

Jujuy

2.24

2.08

1.97

1.96

1.71

1.51

-32%

Salta

2.62

2.40

2.44

2.26

2.04

1.60

-39%

Santiago del Estero

2.53

2.30

2.30

2.32

2.17

1.75

-31%

Tucumán

2.34

2.18

2.08

2.11

1.90

1.62

-31%

NOA

2.39

2.22

2.17

2.14

1.93

1.60

-33%

Fuente: Elaboración propia a partir de las estadísticas vitales del Departamento de Estadísticas e Información de la Salud, Argentina.

Δ* Refiere a variación porcentual entre 2015 y 2020.

En relación con lo ocurrido al interior del país, el NOA ha experimentado un descenso semejante al mostrado por el promedio nacional y ha registrado una TGF de 1.60 hijos por mujer en 2020. En este sentido, resulta de interés resaltar que Argentina alcanzó el nivel de reemplazo en 2018, mientras que el NOA lo hizo solo un año más tarde. Cabe recordar la importancia que tiene el hecho de que la TGF sea menor al nivel de reemplazo y su repercusión en el crecimiento vegetativo de una población.

Si bien todas las provincias plasman esa tendencia, cada una de ellas expone ciertas particularidades. Al respecto, La Rioja ya presentaba una tasa por debajo del nivel de reemplazo en 2015, incluso antes que la región o la tasa nacional. Por su parte, el resto de las provincias del NOA presentaron niveles de fecundidad por debajo o igual a 2.1 hijos por mujer en los años posteriores: Jujuy en 2016, Tucumán y Catamarca entre 2017 y 2018, Salta en 2019 y, finalmente, Santiago del Estero en 2020.

La primera provincia que se situó cercana al nivel de baja fecundidad (1.6) fue La Rioja durante 2019, con una TGF de 1.64 hijos por mujer. A su vez, durante 2020, se acercó a un nivel de muy baja fecundidad con una TGF de 1.39. El resto de las provincias y el promedio regional se situaron en el contexto de una baja fecundidad en 2020, alcanzando al menos cifras cercanas a 1.60, como se observó en el caso de Tucumán y Salta. Sin embargo, hubo excepciones, como Santiago del Estero, que, pese a mostrar un notable descenso entre 2019 y 2020, presentó la TGF más elevada de toda la región, 1.76 hijos en promedio por mujer.

Algunas de las provincias que presentaron leves incrementos o descensos durante los años estudiados en sus TGF fueron Salta, en 2017, y Catamarca junto a Santiago del Estero, en 2018. Por otro lado, jurisdicciones como Jujuy experimentaron caídas poco significativas entre 2017 y 2018.

En relación al cambio ocurrido en todo el periodo, las caídas de las TGF entre 2015 y 2020 estuvieron entre el -28% y -39%. La jurisdicción que presentó la mayor reducción fue Salta, pese al leve incremento que mostró durante 2017. Comparativamente, Jujuy evidenció una baja de -32% y el resto de las provincias mostraron reducciones entre -28% y -31%.

Como se muestra en la Figura 1, la mayoría de las poblaciones experimentaron importantes descensos entre 2015 y 2016. Además, se registraron descensos notables entre 2018 y 2020, periodo en el que la mayoría de las poblaciones se encontraron por debajo o cerca de 1.6 hijos en promedio por mujer. Notablemente, La Rioja y Santiago del Estero experimentaron sus reducciones más significativas entre 2018 y 2020. Por otro lado, algunos casos destacables que registraron un ascenso en sus TGF durante los años estudiados incluyen a Santiago del Estero y Salta en 2017 y 2019, así como a Catamarca y Tucumán en 2018 y 2020.

Figura 1. Tasas globales de fecundidad. Argentina, NOA y provincias de la región, 2015-2020

Fuente: Elaboración propia a partir de las estadísticas vitales del Departamento de Estadísticas e Información de la Salud, Argentina.

Concretamente, se puede señalar que provincias como La Rioja, Catamarca y Jujuy durante 2020 presentaron TGF cercanas a las registradas por algunas de las provincias del país más adelantadas en el proceso de transición demográfica, mientras que otras como Santiago del Estero muestran niveles de fecundidad más elevados.

Se destaca el caso de La Rioja, que, pese a haber mostrado elevados niveles de fecundidad hasta finales del siglo XX, hacia 2020 se situó en los 1.40 hijos en promedio por mujer. En contraparte, históricamente Santiago del Estero ha sido una de las jurisdicciones que ha presentado uno de los niveles más elevados de fecundidad, sin embargo su TGF se encontró por debajo de los 2.1 hijos en promedio mujer hacia 2020. Otro caso particular fue el de Salta, que comenzó mostrando la TGF más alta entre las poblaciones estudiadas, pero, con los descensos que tuvo posterior a su incremento entre 2016 y 2017, logró posicionar su promedio de hijos por mujer por debajo de Santiago del Estero y Tucumán durante 2020.

Tasas específicas de fecundidad

La ONU, en 1963, propuso una serie de modelos de fecundidad para examinar los patrones reproductivos que predominaban en los países del mundo. En base a ello, en los modelos de baja fecundidad se definieron tres categorías: (1) las poblaciones que tendían a concentrar la mayoría de sus nacimientos en el grupo de 20-24 años (cúspide temprana); (2) las poblaciones que tendían a concentrar la mayoría de sus nacimientos entre el grupo de 20-24 y 25-29 años (cúspide dilatada); (3) las poblaciones que tendían a concentrar la mayoría de los nacimientos en el grupo de 25-29 años (cúspide tardía).

En ese marco, se puede mencionar que, durante 2015, se observó que las provincias del NOA concentraban la mayoría de los nacimientos en las mujeres de 20-24 años. En base a ello, se sugiere que casi todos los grupos estudiados contaron con cúspides de fecundidad temprana, las cuales registraron en muchos de los casos elevados niveles de fecundidad adolescente (ver Figura 2).


Figura 2. Tasas específicas de fecundidad cada mil mujeres en edades fértiles

distribuidas entre grupos quinquenales. Argentina, NOA y provincias de la región, 2015

Fuente: Elaboración propia a partir de las estadísticas vitales del Departamento de Estadísticas e Información de la Salud, Argentina.

Concretamente, La Rioja fue la provincia de la región con la fecundidad más baja. A su vez, contó con la tasa de fecundidad adolescente más reducida en la región y con la primera TGF en descender por debajo del nivel de reemplazo en la región. Asimismo, el máximo número de nacimientos ocurridos en la provincia se concentró en las mujeres de 20-24 años de edad, correspondiéndose con una estructura de corte temprana.

En cambio, en otras provincias se observó un comportamiento diferente con una distribución de los nacimientos que se acumulaban en edades más tardías, aun registrando una elevada cantidad de nacidos vivos en edades adolescentes y TGF por encima de los 2.1 hijos por mujer. En el caso de Catamarca, se aprecia que, pese a mostrar una TGF más elevada que La Rioja, la provincia aglutina la mayoría de sus nacimientos en la cohorte de mujeres de 25-29 años. Asimismo, en otros casos, como el de Santiago del Estero, se observa que, aun mostrando una de las TGF más altas de la región, se registra una cúspide dilatada de su fecundidad.

Figura 3. Tasas específicas de fecundidad cada mil mujeres en edades fértiles distribuidas

entre grupos quinquenales. Argentina, NOA y provincias de la la región, 2019

Fuente: Elaboración propia a partir de las estadísticas vitales del Departamento de Estadísticas e Información de la Salud, Argentina.

La Figura 3 expone las TEF de 2019. Si se compara con el año anteriormente expuesto, se pueden mencionar una serie de diferencias vinculadas, sobre todo con el volumen y la distribución de las estructuras de las tasas. Inicialmente, se observó que durante 2015 el pico máximo de los nacimientos se alcanzó en el grupo de 20-24 de la provincia de Salta, con una TEF de 126.65 nacidos vivos cada mil mujeres entre 20-24 años, y una tasa de fecundidad adolescente mínima de 61.94 nacidos vivos entre 15-19 años, registrada en La Rioja. Por otro lado, durante 2019 la máxima se alcanzó en el grupo de 25-29 años, en Santiago del Estero, con una TEF de 102.73 nacidos vivos cada mil mujeres entre 25-29 años y una tasa adolescente mínima de 36.27 nacidos vivos cada mil mujeres de entre 15-19 años de edad, registrada en La Rioja. A partir de ello, se apreció un marcado descenso de la intensidad del fenómeno que, a su vez, se correspondió con una distribución más tardía de las TEF: a diferencia de 2015, donde se observó que el máximo de los nacimientos se concentraba en el grupo 20-24 años, en 2019 los nacidos vivos se aglutinaron entre los 25-29 años.

En esta línea, en 2019 la mayoría de las poblaciones de estudio mostraron una cúspide dilata de su fecundidad o por lo menos estuvieron en vísperas de hacerlo y presentaron TGF por debajo del nivel mínimo de reemplazo. El único caso que registró la mayoría de sus nacimientos en el grupo de 25-29 años, y que contó con una TGF por encima del nivel de reemplazo, fue Santiago del Estero, provincia en la que ya podía visualizarse, incluso desde 2015, una distribución por edades de la fecundidad que se encontraba en medio de un pasaje transicional (cúspide dilatada), y una TGF que se situaba muy lejos del nivel de reemplazo, posicionándose como la más elevada del NOA durante 2019. En contraparte, La Rioja y Jujuy presentaron una situación contraria a la de Santiago del Estero, con las TGF más reducidas de la región, y la mayoría de sus nacimientos entre los 20-24 años.

El resto de las jurisdicciones lograron apegarse a una cúspide tardía, con TGF que descendieron por debajo de 2.1, aunque en algunos casos con estructuras que se corresponden con modelos de fecundidad dilatada. En esta línea, Catamarca presentó una de las TGF más reducidas de la región aglomerando la mayoría de sus nacimientos en el grupo de 25-29 años. Por otro lado, Salta y Tucumán acumularon la mayoría de sus nacimientos en el grupo de 25-29 años y presentaron TGF que se situaron por debajo de los 2.1 hijos en promedio por mujer durante los últimos años.

Entre 2015 y 2019, se observó un descenso en el porcentaje de las TEF de entre 15-19 y 20-24 años respecto del resto de los grupos. Asimismo, este declive se corresponde con un incremento en el peso proporcional del resto de los grupos etarios, especialmente en aquellas poblaciones que presentaron los niveles más bajos en sus TEF adolescentes. Específicamente, durante 2015, la mayoría de las TEF provenientes del grupo de 15-19 años registraron un peso proporcional de entre el 15% y 16%. Mientras que, en 2019, el porcentaje de los nacidos ocurridos en edades adolescentes osciló entre el 11% y 14%.

Figura 4. Tasas específicas de fecundidad cada mil mujeres en edades fértiles

distribuidas entre grupos quinquenales. Argentina, NOA y provincias de la la región, 2020

Fuente: Elaboración propia a partir de las estadísticas vitales del Departamento de Estadísticas e Información de la Salud, Argentina.

Si se pone el foco en la evolución de las curvas que delinean las TEF desde 2015 se puede aseverar, en términos generales, que el comportamiento de la fecundidad en la región se ha homogenizado hacia 2020. Es decir, en el marco de un descenso general, las tasas presentan valores similares.

Los cambios más notorios en la estructura de la fecundidad entre las provincias se evidenciaron en la máxima y la mínima que adoptaron las TEF. Concretamente, se aprecia que la tasa de fecundidad adolescente más alta fue de 41.38 nacidos vivos cada mil mujeres y en el grupo de 25-29 años en Santiago del Estero, con 86.76 nacimientos cada mil mujeres. Las tasas mínimas se observaron en La Rioja, con TEF de 26.96 cada mil mujeres de 15-19 años de edad y de 71.77 cada mil mujeres de 25-29.

Además, otro aspecto destacable se encuentra en la concentración de los nacimientos. Pues, aunque durante 2019 ya había jurisdicciones que pasaron de presentar una cúspide temprana a una tardía, algunos grupos lo habían hecho muy recientemente y otros todavía presentaban una cúspide dilatada, como fue el caso de Jujuy y La Rioja. No obstante, en 2020, ambas provincias pasaron a aglomerar la mayoría de sus nacimientos en el grupo de 25-29 años, además de registrar dos de las TGF más reducidas en la región.

Durante 2020, sin establecer relaciones directas entre el nivel de las TGF y las cúspides de las TEF, Catamarca y Jujuy se presentaron como provincias con baja fecundidad que aglutinaron la mayoría de sus nacimientos en el grupo de 25-29 años, junto a una significativa cantidad de estos en el grupo de 30-34 años. En base a ello, es posible considerar a estas dos provincias como poblaciones que, en los próximos años, podrían presentar algunas de las TGF más reducidas de la región e incluso aglomerar la mayoría de sus nacimientos en el grupo de 30-34 años.

En esta línea, entre 2019 y 2020, nuevamente se apreció un descenso en el peso proporcional de los nacimientos ocurridos entre los 15-19 y 20-24 años, junto a un incremento en el porcentaje de los nacimientos ocurridos en el resto de los grupos etarios, sobre todo en aquellos casos de estudio que presentaron las TEF adolescentes más reducidas. Concretamente, en 2020, el peso proporcional de las TEF de entre 15-19 años osciló entre el 9% y 11% respecto de la suma del total de los grupos.

Por último, se observa que durante 2019 las TEF más altas fueron notablemente las de Santiago del Estero y Salta. Sin embargo, durante 2020, Salta no solo registró una TGF cercana al nivel de baja fecundidad, sino que también experimentó una concentración de sus nacidos vivos en el grupo de edades de 25-29 años, pese a contar con una TEF adolescente que se sitúa levemente por debajo de los 40 nacimientos cada mil mujeres entre 15-19 años.

Discusión

Durante el periodo 2001-2014, Argentina registró una TGF con reducidos descensos, junto a un leve incremento de las TEF adolescentes (Cabella y Pardo, 2014; Peláez et al., 2022). Luego de ello, desde 2015, el fenómeno comenzó a descender nuevamente a un ritmo acelerado, señalando el fin de la meseta que se extendió durante 14 años, con jurisdicciones que en los siguientes años redujeron sus TGF por debajo de 2.1 —posicionándose por debajo del nivel mínimo de reemplazo (CM1) (UdW2)— y de 1.6 —nivel de una población con baja fecundidad—, y que incluso en algunos casos llegaron a situarse en las cercanías de los 1.3 hijos por mujer —nivel de una población con muy baja fecundidad.

Como país, la República Argentina, sin llegar a presentar la misma evolución que tuvieron algunas de las provincias con los niveles más bajos de fecundidad, se situó por debajo del nivel de reemplazo en 2018 y se posicionó en el nivel de baja fecundidad en 2020, con una TGF de 1.57 hijos en promedio por mujer. Concretamente, desde 2015, su fecundidad nuevamente se insertó en el pasaje de convergencia demográfica junto al resto de los países de la región, presentando una conjunta caída de sus TGF y TEF adolescentes (Villarraga, 2018; Simpson, 2018; Peláez et al., 2022). Sin embargo, Peláez et al. (2022) señalan que incluso en este proceso de confluencia, en el interior del país aún persisten diferenciados procesos de desarrollo sociodemográfico. Esto se evidencia en poblaciones que contemporáneamente presentan una elevada proporción de nacimientos adolescentes y defunciones infantiles, junto a una reducida cantidad de mujeres instruidas y con participación en el mercado de trabajo, las cuales aglomeran la mayoría de sus nacidos vivos en edades tempranas (Salazar Acosta y Ribotta, 2017; CEPAL, 2019; Frenkel, 2019; Fanta y Tumas, 2020).

Paralelamente, a diferencia del promedio nacional, el interior del NOA durante la primera década del siglo XXI continúo registrando un descenso de su fecundidad general y adolescente, y posteriormente, desde 2011 hasta 2014, la mayoría de las jurisdicciones pasaron a registrar una evolución sin demasiados cambios. Entre 2015 y 2020, la región mostró una radical caída de su fecundidad, especialmente en las edades más tempranas, lo que derivó en una confluente evolución de las provincias de la región. Esta situación se corresponde con el curso que ha experimentado el promedio nacional en estos años, lo que también sugiere una convergencia entre el NOA y el país, junto a una posible aproximación a una segunda etapa de la transición demográfica, evidenciada en la coincidente baja de las TGF por debajo del nivel de reemplazo y el incremento de la cantidad de mujeres instruidas y con participación en el mercado laboral (Sana, 2001; ViIlarraga, 2018). Sin embargo, es interesante considerar que las TGF de las provincias se situaron por debajo del nivel de reemplazo en diferentes años, lo que también muestra cierta homogeneidad en el desarrollo regional, pese a la convergente evolución que registraron las poblaciones en este periodo. Pues, en algunos casos como en el de La Rioja, la TGF se situó por debajo del nivel de reemplazo en 2015, mientras que en otras provincias, como en Santiago del Estero, el indicador descendió debajo de 2.1 en 2020.

En este contexto, la notable caída del fenómeno en el NOA representa un caso de interés debido a que históricamente fue una de las regiones más vulnerables y atrasadas en términos sociodemográficos, siendo categorizada por Bolsi (2004) en el marco de una transición demográfica inconclusa. Concretamente, durante la mayor parte de su historia, la región contó con una elevada proporción de defunciones infantiles, nacimientos adolescentes, hogares con viviendas deficitarias e individuos con bajos niveles de instrucción, al menos hasta finales del siglo XX (Fantín et al., 2007; Salazar Acosta y Ribotta, 2017). Posteriormente, desde inicios del siglo XXI, el desarrollo de la región estuvo atravesado por un marcado descenso de la mortalidad y de la fecundidad, que también se vio reflejado en la evolución de algunos de sus indicadores indirectos, como la instrucción y la pobreza estructural (Indec, 2010, Fantín et al., 2007; Velázquez, 2015; Salazar Acosta y Ribotta, 2017). Aun así, el comportamiento del fenómeno en el NOA ha sido periféricamente analizado entre 2010 y 2020, es por ello que se espera que esta investigación pueda contribuir al estudio de la región durante la segunda década del siglo XXI.

Retomando el curso del fenómeno en el periodo estudiado, se apreció que en casi todos los casos las provincias que registraron los niveles de fecundidad adolescente más reducidos también aglomeraron la mayoría de sus nacimientos en edades más avanzadas (Nathan, 2015). Sin embargo, como mencionan Guzmán et al. (2001) y Delgado et al. (2006), las cúspides de la fecundidad tienen cierta autonomía respecto del comportamiento de las TGF y los procesos de transición demográfica. Esto se observó en el caso de La Rioja durante 2015, que pese a contar con los niveles de fecundidad más bajos en el NOA aún aglomeraba la mayoría de sus nacimientos en el grupo de mujeres de entre 20-24 años, presentando una cúspide temprana. Mientras que, en otros casos, como en Santiago del Estero, la provincia acumulaba una significativa cantidad de sus nacimientos en el grupo de mujeres de entre 25-29 años, aun registrando una elevada cantidad de hijos en promedio por mujer. Es por ello que en este estudio no se establecieron relaciones directas entre las cúspides y el curso de los indicadores transversales, sino que se identificaron asociaciones entre los patrones reproductivos observados en la máxima acumulación de nacidos vivos y en los niveles de fecundidad de algunos de los indicadores, pues los tres tipos de cúspides pueden encontrarse presentes en el interior de una misma población con diferentes niveles de desarrollo, como lo muestran Peláez et al. (2022), al momento de examinar las TGF del promedio nacional diferenciadas por nivel educativo (Guzmán et al., 2001).

En esta línea, los resultados también revelaron que a medida que las poblaciones reducían sus niveles de fecundidad en los grupos etarios más tempranos, también tendían a presentar un mayor descenso en el peso proporcional de las TEF de entre 15-19 y 20-24 años, junto a un incremento del porcentaje de los nacimientos ocurridos en las edades más avanzadas. Esta relación también ha sido evaluada por Salazar Acosta y Tisnés (2015), quienes, al examinar el peso proporcional de las TEF en Argentina, el NOA y Salta en 2013, señalaron que aquellas poblaciones que contaban con un porcentaje más reducido en sus TEF de entre 15-19 años registraban un peso proporcional más bajo en el grupo de 20-24 años y más elevado en las TEF de entre 25-29 y 45-49 años.  

En este marco, se conjetura que la fecundidad en el NOA durante los próximos años continuará asumiendo un curso descendente, sobre todo considerando los efectos que la pandemia del Covid-19 pudo haber tenido en aquellas poblaciones que contemporáneamente contaron con reducidos niveles de fecundidad. En base a ello, Aassve, Le Moglie y Mencarini (2021) sugieren que la pronunciada caída del fenómeno en la pandemia estaría asociada con el aumento de la incertidumbre y la falta de previsibilidad, lo que motivaría a las poblaciones a retrasar su fecundidad hacia periodos dotados de mayor confianza social (Carballo y Corina, 2020).

En relación con lo examinado hasta este punto, el NOA se presenta como una región que desde inicios del siglo XXI ha registrado un continuo descenso de su fecundidad, y que desde 2015 hasta 2020 ha mostrado una confluente caída de sus nacimientos (particularmente en las edades adolescentes), situando a las TGF de todas sus provincias bastante por debajo del nivel de reemplazo. En base a ello, se estima que, además de un proceso de convergencia, la región podría encontrarse en medio de una segunda etapa de su transición demográfica. Sin embargo, el fenómeno durante la segunda década del siglo XXI ha sido estudiado periféricamente, sobre todo desde el abordaje de los determinantes próximos e indirectos de la fecundidad, por lo que se considera necesario que el estudio de la fecundidad en la región sea complementado con otras dimensiones de análisis que permitan estudiar más exhaustivamente el comportamiento del fenómeno durante los últimos años y concedan la oportunidad de construir conjeturas más elaboradas acerca de su evolución en el futuro.

Referencias bibliográficas

ACCINELLI, M. Martha y MÜLLER, María S. (1978). “Un hecho inquietante: la evolución reciente de la mortalidad en la Argentina”. Notas de Población, 17, 9-18. Disponible en: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/12605/NP17-01_es.pdf?sequence=1 [consulta: junio de 2023].

ANDRADA, Marcos Javier. (2014). “Niveles de mortalidad y vulnerabilidad social en el Noroeste argentino 2001-2010”. Revista de Salud Pública, 2, 42-53. Disponible en: https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/103122/CONICET_Digital_Nro.f6b55589-cf77-493f-9ed4-02ae095c23ed_A.pdf?sequence=2&isAllowed=y [consulta: junio de 2023].

ASSVE, Arnstein; LE MOGLIE, Marco; y MERCARINI, Leticia. (2021). “Trust and fertility in uncertain times”. Population Studies, 75, 16-36. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32520651/ [consulta: setiembre de 2023].

BECKER, Gary. S. y LEWIS, H. Gregg. (1973). “On the interaction between the quantity and quality of children. Journal of Political Economy, 2, 278-288. Disponible en: https://www.jstor.org/stable/1840425?read-now=1&seq=3#page_scan_tab_contents [consulta: junio de 2023].

BINSTOCK, Georgina y CABELLA, Wanda. (2021). “Las mujeres que terminan su vida reproductiva sin hijos: evolución reciente en América Latina y el Caribe”. Población & Sociedad, 28, 32-52. Disponible en: DOI: http://dx.doi.org/https://doi.org/10.19137/pys-2021-280103 [consulta: junio de 2023].

BOLSI, Alfredo S. (2004). “Población y territorio del noroeste argentino durante el siglo XX”. Revista Geográfica, 135, 137-161. Disponible en: https://www.jstor.org/stable/40996683?read-now=1#page_scan_tab_contents [consulta: junio de 2023].

CABELLA, Wanda y NATHAN, Mathías. (2018). Los desafíos de la baja fecundidad en América Latina y el Caribe. New York: UNFPA. Disponible en: https://lac.unfpa.org/es/publications/los-desaf%C3%ADos-de-la-baja-fecundidad-en-am%C3%A9rica-latina-y-el-caribe [consulta: junio de 2023].

CABELLA, Wanda y PARDO, Ignacio. (2014). Hacia un régimen de baja fecundidad en América Latina y el Caribe, 1990-2015. En Susana Cavenaghi y Wanda Cabella (orgs.), Comportamiento reproductivo y fecundidad en América Latina: una agenda inconclusa, pp. 13-31. Rio de Janeiro: ALAP. Disponible en: https://www.alapop.org/2021/12/serie-e-investigaciones-n-3-comportamiento-reproductivo-y-fecundidad-en-america-latina-una-agenda-inconclusa/ [consulta: junio de 2023].

CABELLA, Wanda y PARDO, Ignacio. (2016). “¿Es hora de usar indicadores refinados para estudiar la fecundidad en América Latina?”. Revista Brasileira de Estudos de População, 3, 475-493. Disponible en: https://doi.org/10.20947/S0102-30982016c0002 [consulta: junio de 2023].

CARBALLO, Alfonso y CORINA, Margherita. (2020). The Covid-19 Pandemic and Fertility Trends. SSRN Preprints with The Lancet, october 12. Disponible en: https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3707431 [consulta: noviembre de 2023].

CASTRO MARTÍN, Teresa y JUÁREZ, Fátima. (1996). “La influencia de la educación de la mujer sobre la fecundidad en América Latina: en busca de explicaciones”. Perspectivas Internacionales en Planificación Familiar, número especial, 4-10.

CAVENAGHI, Suzana. (2009). Demographic transformations and inequalities in Latin America: historical trends and recent patterns. Rio de Janeiro: ALAP. Disponible en: https://www.alapop.org/2021/12/demographic-transformations-and-inequalities-in-latin-america-historical-trends-and-recent-patterns/ [consulta: junio de 2023].

CAVENAGHI, Suzana y DINIZ ALVES, José Eustáquio. (2013). “Childlessness in Brazil: socioeconomic and regional diversity”. Ponencia presentada en la XXVII IUSSP International Population Conference. Busan, Corea del Sur, 26 al 31 de agosto. Disponible en: https://iussp.org/sites/default/files/event_call_for_papers/ChildlessNessBrazil_Final.pdf [consulta: junio de 2023].

CEPAL. (2018). Primer informe regional sobre la implementación del Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo. Santiago de Chile: Autor. Disponible en: https://repositorio.cepal.org/handle/11362/44457 [consulta: junio de 2023].

CEPAL. (2019). Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe: evolución y perspectivas de la participación laboral femenina en América Latina. Santiago de Chile: Autor.

CHACKIEL, Juan. (2004). “La transición de la fecundidad en América Latina 1950-2000”. Papeles de Población, 10, 9-58. Disponible en: https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-74252004000300002 [consulta: junio de 2023].

DELGADO, Margarita; LÓPEZ, Francisco; y BARRIOS; Laura. (2006). “Déficit de fecundidad en España: factores demográficos que operan sobre una tasa muy inferior al nivel de reemplazo”. Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 115, 197-222. Disponible en: http://hdl.handle.net/10261/308470 [consulta: junio de 2023].

FANTA, Javiera y TUMAS, Natalia. (2020). “Sincronicidades entre la transición sanitaria y la segunda transición demográfica en Argentina durante la primera década del siglo XXI”. Revista Latinoamericana de Población, 27, 257-295. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/342874401_Sincronicidades_entre_la_transicion_sanitaria_y_la_segunda_transicion_demografica_en_Argentina_durante_la_primera_decada_del_siglo_XXI [consulta: junio de 2023].

FANTÍN, María Alejandra; LONGHI, H. Fernando; y ORTIZ de D’ARTERIO, Patricia. (2007). “Niveles de pobreza e índices vitales en el Norte Grande argentino (1992-2005)”. Ponencia presentada en las IX Jornadas Argentinas de Estudios de Población. Huerta Grande, Córdoba, 31 de octubre al 2 de noviembre. Disponible en: https://www.redaepa.org.ar/jornadas/ixjornadas/resumenes/Se03--Poblacion-Pobreza-y-Territorio_Bolsi/LonghiOrtizFantin.pdf [consulta: junio de 2023].

FANTÍN, María Alejandra, LONGHI, H. Fernando; y ORTIZ de D’ARTERIO, Patricia. (2009). Natalidad y mortalidad según los niveles de pobreza en el Norte Grande argentino. En Alfredo. S. Bolsi y Pablo C. Paolasso (comps.), Geografía de la pobreza en el Norte Grande argentino, pp. 197-208. Corrientes y Resistencia: Universidad Nacional del Nordeste. Disponible en: https://ri.conicet.gov.ar/handle/11336/147590 [consulta: junio de 2023].

FRENKEL, Julia. (2019). El embarazo adolescente en la Argentina y las respuestas implementadas por el Estado en los últimos años: el Plan ENIA. Buenos Aires: CECE. Disponible en: http://fcece.org.ar/wp-content/uploads/informes/embarazo-adolescente-argentina.pdf [consulta: junio de 2023].

GOGNA, Mónica; BINSTOCK, Georgina; FERNÁNDEZ, Silvia; IBARLUCÍA, Inés; y ZAMBERLIN, Nina. (2008). “Adolescent pregnancy in Argentina: evidence-based recommendations for public policies”. Reproductive Health Matters, 16-31, 192-201. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/346201839_Adolescent_Pregnancy_in_Argentina_Evidence-Based_Recommendations_for_Public_Policies [consulta: junio de 2023].

GONZÁLEZ, Leandro M. (2009). “Vulnerabilidad social y dinámica demográfica en Argentina, 2001-07”. Cuadernos Geográficos, 45, 209-229. Disponible en: https://www.ugr.es/~cuadgeo/docs/articulos/045/045-009.pdf [consulta: junio de 2023].

GOVEA BASCH, Julián Esteban. (2010). El estancamiento del descenso de la fecundidad en países de fecundidad intermedia: evidencias del caso argentino. Tesis de Doctorado en Estudios de Población, El Colegio de México. Disponible en: https://www.proquest.com/openview/10ff9629f53644323810d43cd4815652/1?pq-origsite=gscholar&cbl=18750&diss=y [consulta: junio de 2023].

GUZMÁN, José Miguel; HAKKERT, Miguel; CONTRERAS, Juan Manuel; y FALCONIER, Martha. (2001). Diagnóstico sobre salud sexual y reproductiva de adolescentes en América Latina y el Caribe. México: UNFPA. Disponible en: https://pesquisa.bvsalud.org/portal/resource/pt/biblio-1076362 [consulta: noviembre de 2023].

INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos). (2001). Censo nacional de población, hogares y viviendas 2001. Buenos Aires: Autor. Disponible en: https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-2-41-158 [consulta: junio de 2023].

INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos). (2010). Censo nacional de población, hogares y viviendas 2010. Buenos Aires: Autor. Disponible en: https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-2-41-158 [consulta: junio de 2023].

INSFRAN, Elizabeth y GUZMÁN, José Miguel. (1992). Análisis de los determinantes próximos de la fecundidad. El caso de Paraguay, 1990. Santiago de Chile: CELADE. Disponible en: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/21217/D-17163.13_es.pdf [consulta: junio de 2023].

LESTHAEGHE, Ron y VAN DE KAA, Dirk. (1986). Twee demografische transities? En R. Lesthaeghe y D. van de Kaa, Bevolking: groei en krimp, pp. 9-24. Deventer: van Loghum Slaterus. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/348836476_Scan_20210128_R_Lesthaeghe_en_DJ_van_de_Kaa_Twee_demografische_transities_original_published_as_lead_article_in_Mens_en_Maatschappij_book_volume_Bevolking_Groei_en_Krimp_Van_Loghum_Slaterus_Deventer_N [consulta: junio de 2023].

MEICHTRY, Norma y FANTÍN, María Alejandra. (2008). Discusiones operacionales acerca del IPMV en la medición de la pobreza en el Norte Grande argentino. En Eramis Bueno Sánchez y José Eustáquio Diniz Alvez (orgs.), Pobreza y vulnerabilidad social. Enfoques y perspectivas. Córdoba: ALAP, pp. 21-40. Disponible en: https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/114802/CONICET_Digital_Nro.7b358dc1-6eb5-41c0-8099-59bc2f530c55_Z.pdf.pdf?sequence=8&isAllowed=y [consulta: junio de 2023].

MIRANDA RIBEIRO, Adriana y GARCÍA, Ricardo Alexandrino. (2013). “Transition or transitions? Analyzing the fertility decline in Brasil in the light of educational levels”. Revista Latinoamericana de Población, 13, 91-106. Disponible en: https://www.redalyc.org/journal/3238/323830085004/movil/ [consulta: junio de 2023].

NATHAN, Mathías. (2015). “La lenta transición hacia un régimen de fecundidad tardía en Uruguay: los cambios en la edad al primer hijo entre 1978 y 2011”. Revista Latinoamericana de Población, 17, 37-60. Disponible en: http://revistarelap.org/index.php/relap/article/view/68 [consulta: junio de 2023].

PANTELIDES, Edith Alejandra. (1992). “Más de un siglo de fecundidad en Argentina: su evolución desde 1869”. Notas de Población, 56. Disponible en: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/12951/NP56-04_es.pdf?sequence=1 [consulta: junio de 2023].

PANTELIDES, Edith Alejandra y BINSTOCK, Georgina. (2007). “La fecundidad adolescente en la Argentina al comienzo del siglo XXI”. Revista Argentina de Sociología, 5, 24-43. Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/269/26950903.pdf [consulta: junio de 2023].

PANTELIDES, Edith Alejandra y ROFMAN, Adriana. (1983). “La transición demográfica argentina: un modelo no ortodoxo”. Desarrollo Económico, 88, 511-534. Disponible en: https://www.jstor.org/stable/3466332 [consulta: junio de 2023].

PANTELIDES, Edith Alejandra; FERNÁNDEZ, María de las Mercedes; y MARCONI, Élida. (2015). “Maternidad temprana en la Argentina: las madres menores de 15 años”. Ponencia presentada en las XIII Jornadas Argentinas de Estudios de Población. Salta, 16 al 18 de setiembre. Disponible en: https://www.aacademica.org/xiiijornadasaepa/65.pdf [consulta: junio de 2023].

PELÁEZ, Enrique; LEMA CUESTA, Caroll Dahyana; PASTORINO, Leandro Agustín; TRINCHERI, Tania Melisa; y VIGANO, Ana. (2022). “La fecundidad en Argentina a inicios del siglo XXI: ¿El fin de la meseta? El papel de la educación en los cambios”. Rebep, 39, 1-22. Disponible en: http://dx.doi.org/10.20947/S0102-3098a0224 [consulta: junio de 2023].

RENAPER. (2021). La natalidad y la fecundidad en Argentina entre 1980 y 2019. Buenos Aires: Dirección Nacional de Población. Disponible en: https://www.argentina.gob.ar/interior/renaper/observatorio-poblacion/estudios-diagnosticos-y-reportes/natalidad-fecundidad-1980-201 [consulta: junio de 2023].

RODRÍGUEZ, Jorge. (2011). High adolescent fertility in the context of declining fertility in Latin America. New York: United Nations, Department of Economic and Social Affairs. Disponible en: https://www.semanticscholar.org/paper/HIGH-ADOLESCENT-FERTILITY-IN-THE-CONTEXT-OF-IN-Rodr%C3%ADguez/9689770f4f93e707db14a5884d5d2a7a64f8d4c4 [consulta: junio de 2023].

RODRÍGUEZ VIGNOLI, Jorge y CAVENAGHI, Suzana. (2014). “Adolescent and youth fertility and social inequality in Latin America and the Caribbean: what role has education played?”. Genus, 701, 1-25. Disponible en: https://www.jstor.org/stable/genus.70.1.1 [consulta: noviembre de 2023].

ROTHMAN, Ana María. (1973). “La fecundidad en la Argentina entre 1869 y 1970”. Desarrollo Económico, 12, 827-847. Disponible en: https://www.jstor.org/stable/3466307 [consulta: junio de 2023].

SALAZAR ACOSTA, Luisa María y RIBOTTA, Bruno Sebastián. (2017). “Evolución de la fecundidad en la Argentina: una comparativa de la incidencia de la escolarización entre el país y las provincias del Noroeste, con especial referencia a Salta”. Revista de Demografía Histórica - Journal of Iberoamerican Population Studies, 2, 165-189. Disponible en: https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/54664/CONICET_Digital_Nro.6e24d6d7-6e98-4d98-9c7b-cd66b7a116b1_A.pdf?sequence=2&isAllowed=y [consulta: junio de 2023].

SALAZAR ACOSTA, Luisa María y TISNÉS, Adela. (2015). “Fecundidad adolescente y salud reproductiva en la Argentina y la región del Noroeste argentino y su relación con la educación a inicios del siglo XXI”. Ponencia presentada en las XIII Jornadas Argentinas de Estudios de Población. Salta, 16 al 18 de setiembre. Disponible en: https://www.aacademica.org/xiiijornadasaepa/66 [consulta: noviembre de 2023].

SANA, Mariano. (2001). La segunda transición demográfica y el caso argentino. En Asociación de Estudios de Población de la Argentina (AEPA), V Jornadas Argentinas de Estudios de Población, pp. 65-79. Buenos Aires: Autor. Disponible en: https://www.academia.edu/1256222/La_segunda_transici%C3%B3n_demogr%C3%A1fica_y_el_caso_argentino [consulta: junio de 2023].

SCHKOLNIK, Susana y CHACKIEL, Juan. (2004). “Los sectores rezagados en la transición de la fecundidad en América Latina”. Revista de la CEPAL, 83, 13-31. Disponible en: https://repository.eclac.org/handle/11362/10961 [consulta: junio de 2023].

SIMPSON, Ludi. (2018). Variación subnacional de la jefatura en América Latina: 1960-2010 y el futuro. En Ludi Simpson y Leandro M. González (comps.), ¿Convergencia demográfica? Análisis comparativos de las tendencias demográficas subnacionales en América Latina y el Caribe, pp. 135-166. Río de Janeiro: Asociación Latinoamericana de Población. Disponible en: https://files.alapop.org/alap/Serie-E-Investigaciones/N5/e_investigaciones_5_cap5_76_92.pdf [consulta: junio de 2023].

TORRADO, Susana. (1993). La procreación en Argentina. Buenos Aires: Ediciones de la Flor.

TORRADO, Susana. (2007). Transición de la fecundidad. Los hijos: ¿cuántos? ¿cuándo? En Susana Torrado (comp.), Población y bienestar en la Argentina del primero al segundo centenario. Una historia social del siglo XX, tomo 1, pp. 439-474. Buenos Aires: Edhasa.

VAN DE KAA, Dirk. (1987). “Europe’s second demographic transition”. Popul Bull, 1, 1-59. Disponible en: https://estvitalesydemografia.files.wordpress.com/2013/04/europec2b4s-second-demographic-transition.pdf [consulta: junio de 2023].

VELÁZQUEZ, Cecilia. (2015). El impacto de la Ley Federal de Educación argentina sobre la fecundidad adolescente. La Plata, Buenos Aires: Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales. Disponible en: http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/51202/Documento_completo__.pdf?sequence=1&isAllowed=y [consulta: junio de 2023].

VILLARRAGA, Hernán G. (2018). Convergencia de la fecundidad en los países de América Latina a partir de sus divisiones administrativas mayores (DAM). En Ludi Simpson y Leandro M. González (comps.), ¿Convergencia demográfica? Análisis comparativos de las tendencias demográficas subnacionales en América Latina, pp. 209-239. Río de Janeiro: ALAP. Disponible en: https://files.alapop.org/alap/Serie-E-Investigaciones/N5/e_investigaciones_5_cap7_115_130.pdf [consulta: junio de 2023].

WAINERMAN, Catalina H. (1979). “Educación, familia y participación económica femenina en la Argentina”. Desarrollo Económico, 72, 511-537. Disponible en: https://www.jstor.org/stable/3466583?origin=crossref [consulta: junio de 2023].

WELTI, Carlos. (1997). Demografía I. México: Programa Latinoamericano de Actividades en Población.