Reseña bibliográfica de: Bleeker, R. A. (2022).Aspar and the Struggle for the Eastern Roman Empire, AD 421-71. New York: Bloomsbury Publishing, xiv + 234 pp.

Palabras clave:Imperio Romano de Oriente; Bárbaro; Herejía; Flavio Aspar; Alano

Keywords:Eastern Roman Empire; Barbarian; Heresy; Flavio Aspar; Alan

Roland A. Bleeker es un abogado estadounidense que se retiró de esa profesión en 2015 y que, a partir de su interés por los estudios clásicos, aprovechó los contactos con varios especialistas de ese departamento de la universidad de Georgetown y comenzó a escribir un libro situado en la Antigüedad Tardía. Entre las influencias que le ayudaron a hacer realidad su libro se encontraban los profesores Josiah Osgood y Zarch Herz, de cuyo seminario “Selling the Roman Empire” (dictado en la Universidad de Colorado, Georgetown) extrajo valiosos métodos de investigación y maneras de entender las fuentes históricas.

La preocupación de Bleeker por la Antigüedad Tardía tiene origen durante sus estudios en la escuela de leyes, donde se encontró con una colección de la English Historical Review. En esas lecturas se interesó por el Imperio Romano de Oriente durante el siglo V, lo cual lo impulsó a publicar en 1980 un pequeño artículo titulado “Aspar and Attila”. En este abordó la figura de Flavio Ardabur Aspar (400-471) y su desempeño inicial en el gobierno imperial. Recién en la última década, Bleeker pudo retomar esas investigaciones y se preguntó por los motivos políticos y militares por los cuales las provincias occidentales colapsaron, mientras que el Estado romano oriental continuó existiendo por casi mil años más; a pesar de que este último no se vio invadido masivamente por tribus germánicas, tampoco contaba con una estabilidad política lo suficientemente firme como para contribuir a estabilizar a su par occidental o evitar completamente el riesgo de una guerra civil. Para responder a ese interrogante, su pesquisa se enfocó en los oficiales militares de ascendencia bárbara que incursionaron en la política imperial durante el siglo V. Allí retomó la figura de Aspar, un miembro de la corte bizantina que desempeñó diversos cargos como general, cónsul, patricio y senador, y dominó la política del imperio oriental por muchas décadas.

El propósito del libro de Bleeker es reconstruir la carrera de Aspar, sus orígenes y ascenso hasta los puestos más altos del poder en el Imperio, las intrigas e influencias que creó para asegurar la elección de sus candidatos en las más altas magistraturas ‒incluyendo a los emperadores mismos‒, hasta su asesinato y el de su hijo durante el reinado de León I. Al mismo tiempo, el texto pretende aportar un punto de vista nuevo a la historiografía del siglo V. Al respecto, existe una gran cantidad de publicaciones enfocadas en las figuras militares claves del Imperio Romano de Occidente, categorizados con el adjetivo de “generalísimos” o “señores de la guerra”. Sin embargo, los conflictos políticos en el Imperio Oriental continúan recibiendo escasa atención. En lo que respecta a Flavio Aspar, si bien se han realizado estudios sobre eventos vinculados al ascenso al trono de Marciano y León I, no se ha investigado mucho sobre sus primeros años de carrera en el ejército y la política y su influencia en la burocracia imperial a lo largo de sus años de vida.

Este personaje de la Antigüedad Tardía tuvo un papel importante en dos elementos de relevancia durante los primeros siglos del Imperio Romano de Oriente: la sucesión electiva de los emperadores y el rol de quienes tenían orígenes bárbaros dentro de la burocracia imperial. Debido a ello, Bleeker consideró que la trayectoria de Aspar ayudaría a revelar el impacto que supuso la presencia de descendientes de bárbaros en la sucesión de los emperadores. A través de la comprensión de la vida y las circunstancias que experimentó Aspar, el autor procuró ofrecer nuevas miradas sobre las razones por las que el Imperio Romano de Oriente sobrevivió a la Antigüedad.

En su trabajo, Bleeker dedicó algunos párrafos para exponer las tensiones sociales entre cristianos ortodoxos y de otras corrientes heréticas, además de las relaciones interétnicas entre distintos pueblos dentro del imperio. Sin embargo, su análisis se desarrolló bajo una visión exclusivamente político-militar. El libro comienza presentándonos al personaje histórico y su relevancia en el contexto espacio-temporal de existencia, al tiempo que introduce los hechos de la vida del autor que posibilitaron la realización de su obra. Después, hace una explicación alrededor de determinados conceptos que serán claves para que el lector pueda entender la biografía de Flavio Aspar. Algunos de ellos son “bárbaro”, “romano”, “hereje” y “ortodoxo”, entre otros.

Como ocurre con muchas personalidades de la antigüedad que no nacieron dentro de familias de reyes o de aristócratas, no se conserva mucha información sobre los primeros años de vida de Flavio Aspar. Sin embargo, para contextualizar mejor la trayectoria del individuo investigado, el autor introduce al lector en el debate historiográfico sobre qué significaba ser un bárbaro dentro del imperio, y la tensa relación entre el cristianismo niceno y las herejías. De esta manera, Bleeker procede a explicar la vida de aquellos pueblos de origen extranjero (como los godos y alanos) que llevaban décadas de existencia dentro de las provincias imperiales, y que conservaban sus idiomas y religión (el cristianismo arriano) anteriores a su migración. Inmediatamente después, describe cómo estas características influyeron en su existencia y sus posibilidades de ejercer cargos de relevancia en el ejército o la burocracia.

Los capítulos iniciales que se concentran en la vida de Flavio Aspar narran la situación de su familia ‒particularmente de su padre Ardaburius‒ y sus primeras experiencias en el ejército durante las campañas en África, Persia e Italia y los enfrentamientos contra los hunos. Más tarde, se muestra su ascenso en la burocracia romana oriental de la mano de su aliada, la emperatriz Pulcheria. Los reinados de Marciano I y los primeros años de León abarcan el período de mayor poder de Aspar como actor político, ya que toma decisiones relevantes en el devenir del Estado romano oriental, influye en el ascenso de figuras militares y políticas de gran relevancia, y combate contra facciones de la corte que buscaban reemplazarlo. Cerca del final del libro se relatan las intrigas de León I que dieron como resultado los asesinatos de Aspar y su hijo.

En el desarrollo de la obra se encuentran los aspectos que vuelven a Flavio Aspar un personaje muy particular de la Antigüedad Tardía, ya que se trata de alguien que comenzó su carrera entre las tropas auxiliares bárbaras del ejército romano oriental y llegó a magister militum en la corte de Constantinopla. En esa carrera reunió un poder pocas veces logrado por otros “generalísimos”, como su par contemporáneo en Occidente, descendiente de una familia de origen vándalo, Ricimer. Al respecto, en los siglos anteriores a la desaparición del Imperio Romano de Occidente no fue inusual el ascenso de varios comandantes de origen bárbaro que lograron convertirse en magister militum y hasta regentes de los Estados romanos, cuando la minoría de edad de los emperadores se los permitió. Esos fueron los casos de Estilicón, Gainas, Ricimer o el propio Aspar. El acceso a posiciones de poder y a la familia imperial era posible para jefes militares bárbaros, pero se hallaban limitados debido a los pocos apoyos que podían conseguir en la corte de manera inmediata. Esto fue así debido al prejuicio social sobre los “no-romanos” y al hecho de que seguían una fe herética. Por ello, algunos como Estilicón buscaron adquirir mayor legitimidad al emparentarse con las dinastías reinantes, tratando de casar a uno de sus hijos con un descendiente de Teodosio I. Sin embargo, mientras más buscaban consolidar su poder, más se exponían a las intrigas en su contra, lo que llevó a que varios (como el mismo Estilicón) terminaran asesinados junto a sus familiares y aliados de la corte.

Bleeker explica el ascenso a las principales posiciones de poder por parte de Aspar y de sus antecesores, aunque no está bien clara cuál es su tesis con respecto a la existencia y desempeño de los magister militum de origen bárbaro en el siglo V, y si estos resultaron ser más perjudiciales para ambos Estados romanos. Se debe recordar que una de las inquietudes del autor al principio de su investigación era por qué el Estado romano oriental sobrevivió a las crisis y conflictos de los siglos IV y V, mientras que el Imperio de Occidente colapsó.

Como sostiene Bleeker, los comandantes militares de origen foráneo en la sociedad romana, que destacaban sirviendo al Estado, obtuvieron importantes ventajas y desventajas. Por un lado, contaban con el apoyo de sus poblaciones de procedencia, lo que les suministraba de guerreros, un punto de apoyo para presionar a los emperadores o a algún miembro de la corte cuando se presentaban peligros en medio de las intrigas palaciegas. Por otro lado, las sospechas sobre ambiciones desmedidas recayeron con mayor fuerza en estos individuos. Sus lealtades al imperio eran las primeras en ser cuestionadas y sus creencias en corrientes cristianas heréticas limitaban el apoyo y aumentaban el recelo que pudieran recibir de importantes instituciones, como el clero cristiano nacido del Concilio de Nicea. Sobre estos puntos, Bleeker plantea un análisis muy general y no indaga en las características más particulares de los pueblos bárbaros dentro de las fronteras romanas; falta poner mayor hincapié en los intereses u objetivos que llevaron a los bárbaros, o sus descendientes, a participar activamente en la burocracia imperial de forma individual o como pueblo. Alanos, godos e isaurios, entre otros, no compartían una misma historia y su status con relación al imperio variaba. El apego de alanos y godos a la religión cristiana arriana no solo procedía de la actividad de los misioneros de esta fe, sino de conflictos de intereses de diversa índole que no son considerados en el libro.

Anteriormente a la llegada de Aspar al palacio imperial en Constantinopla, el magister militum en la corte fue Gainas. Este individuo, de origen godo, acumuló un gran poder durante los reinados de Teodosio I y, principalmente, el hijo de este, Arcadio I, lo que le permitió reemplazar a generales y ministros rivales (como el eunuco Eutropio o el magistrado Rufino); incluso, forzó al emperador a aceptar el establecimiento de tribus godas que cruzaron el Danubio y se asentaron en Tracia. Su hegemonía finalizó con su deposición del poder y asesinato en el año 400, como resultado de una conspiración integrada por el emperador, tropas godas aliadas del imperio y jefes bárbaros cercanos a la frontera.

La experiencia de Gainas no pasó inadvertida para el joven Aspar, que realizaba su carrera militar entre las tropas auxiliares alanas y había sido formado en Constantinopla. Su ascenso a la corte del emperador llegó de la mano de la hermana del emperador Teodosio II, Pulcheria, a partir del año 414. Sin embargo, el autor no está seguro del momento o la forma en la que el alano se convirtió en magister militum,pero establece que estos hechos tuvieron lugar entre los años 420 y 440. En contraposición con Gainas, Aspar no es mencionado como benefactor de los alanos, sino que la relación con su pueblo natal se mantuvo por el hecho de que este lo apoyaba por ser uno de sus principales líderes. Es posible que hayan existido iniciativas a favor de los alanos por parte de Aspar, pero fueron frustradas por la invasión huna de las provincias del norte. Sin embargo, Bleeker no desarrolla en profundidad la relación con los alanos, sino que concentra su trabajo alrededor del magister militumy señala que el apoyo de la emperatriz fue la clave para su llegada y consolidación en el poder.

El autor destaca que la primera experiencia de relevancia para Aspar desde su ascenso comenzó en el año 447, al iniciarse la invasión de Atila contra el Imperio Romano de Oriente. Los romanos orientales sufrieron graves pérdidas en los enfrentamientos y no pudieron evitar el saqueo de varias provincias de los Balcanes. Solo el pago de tributos al jefe huno de parte del emperador Teodosio II impidió pérdidas mayores. Cuando Teodosio II falleció en el 450, Flavio Aspar consiguió que su candidato, Marciano, obtuviese el puesto de emperador de oriente. El apoyo de Pulcheria volvió a ser clave para el triunfo de esta maniobra política del magister alano. Por otro lado, la tensión con generales rivales liderados por Zenón “el isaurio” logró ser contenida y no se produjeron conflictos que pudieran desestabilizar el Estado. Sobre este asunto, el autor no se explaya sobre las implicancias de que un alano y un isaurio se disputaran sus influencias en la política imperial. El conflicto se ve resumido a los celos por el poder y a intrigas palaciegas. Nuevamente las relaciones de ambos con sus pueblos de origen o la existencia posible de una rivalidad entre alanos y godos no son consideradas.

Durante las páginas que narran el ascenso de Marciano al trono, Bleeker puso de manifiesto los elementos claves para la legitimación de un emperador en el Imperio de Oriente: el apoyo de miembros de la familia del antiguo ocupante (Pulcheria) y la candidatura de Aspar como principal figura militar dentro del gobierno imperial por ser oriundo del imperio y creyente del cristianismo ortodoxo y su capacidad para neutralizar facciones rivales y satisfacer las demandas particulares de esos apoyos. La descripción y el desarrollo de esos pilares fundamentales como la base del éxito de Aspar son el punto más fuerte del libro. La retirada de los emperadores occidentales y orientales del campo de batalla a los palacios dejó un vacío de poder que permitió el ascenso de figuras militares con prestigio en enfrentamientos contra invasores y rebeliones, pero que lideraban grupos de individuos con intereses comunes dentro de la corte y la burocracia imperial.

Tal como sostiene Bleeker, si bien Flavio Aspar logró mantenerse en el poder durante el reinado de Marciano, su posición nunca estuvo del todo asegurada, tal y como probaron los hechos durante el siguiente reinado de León I. Este otro candidato, también apoyado por Aspar, y que fue su aliado durante los primeros años de gobierno, se distanció de su antiguo protector. Al igual que ocurrió con Gainas, Flavio Aecio o Estilicón, Aspar trató de incluir a su familia entre quienes compartían lazos familiares con los emperadores, y aquello lo llevó a su trágico final. León aspiraba a consolidar a su familia en el dominio sobre el imperio y eso no podía suceder si su poder estaba condicionado por las intrigas de su magister militum . Finalmente, el fracaso de la expedición militar enviada a África contra los vándalos fue usada por León y sus aliados en la corte para desencadenar una dura persecución contra Flavio Aspar, su familia y aliados, que terminó con la gran mayoría capturados y ejecutados (especialmente los arrianos).

La obra de Roland Bleeker sobre la vida del alano Flavio Aspar y el Imperio Romano de Oriente durante el siglo V es destacable por la gran cantidad de datos que aporta acerca de los principales eventos de la época, tales como las intrigas por el trono y las guerras contra Atila, los godos y los vándalos, entre otros, dentro de las fronteras imperiales. Las luchas entre las facciones palaciegas y el recelo entre los herejes y los cristianos nicenos no serán difíciles de comprender para el lector, al igual que sus consecuencias. Si bien el análisis se limita a los puestos más altos del imperio, en el libro hay una buena descripción sobre cómo funcionaba el Estado de oriente al interior de sus fronteras y su forma de afrontar los desafíos exteriores, en un contexto en el cual la mitad occidental del antiguo imperio se hallaba en un proceso de desintegración. Los eventos que rodearon la vida de Aspar muestran la lucha por el poder dentro de la corte, donde las facciones se establecen de acuerdo a diversas características como intereses comunes, origen, religión y capacidad de influir en la elección de los emperadores.

Como punto negativo del libro, se puede mencionar que, muchas veces, el desarrollo de las intrigas y decisiones políticas de la Antigüedad Tardía es tan detallista que puede llevar a que se pierda el interés del lector, ya que suele ser muy abrumador el exceso de datos, hipótesis y posibles causas sobre diversos aspectos de la vida de Aspar y se diluye la relevancia del contexto histórico.

Sin lugar a dudas, el libro cumple con la función de dar una explicación clara sobre los desafíos internos e internacionales y la situación política del Imperio Romano de Oriente durante las décadas que atestiguan la caída del Imperio de Occidente. Es una obra muy recomendable para quienes deseen incursionar en la Antigüedad tardía desde el desarrollo de la lucha de facciones dentro del poder imperial y la influencia de los bárbaros en la política de los emperadores romanos de oriente.

Rodrigo Paczko

Universidad Nacional de Córdoba

paczkorodrigo@gmail.com