Reseña bibliográfica: De Garay Arellano, G. y Aceves Lozano, J. E. (Coords.) (2017). Entrevistar ¿para qué?: múltiples escuchas diversos cuadrantes . Ciudad de México: Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. 446 pp.
Palabras clave : Historia Oral – Entrevista – Testimonio – Historia Reciente
Keywords : Oral History – Interview – Testimony – Recent History
El espectador, tentativa y precavidamente, en muchas ocasiones no da crédito a los patrones y formas multicolores que se proyectan ante él cuando mira a través de un caleidoscopio. La impresión que los colores, la manera en que se agrupan las siluetas y los diseños dejan en quien lo ve, pueden llevarlo a cuestionarse sobre cómo es que se produjo tal fenómeno, pero quizá en contadas ocasiones podrá atestiguar los componentes desplegados ante sus ojos o cómo es que manufactura tal mecanismo.
A la manera de un caleidoscopio puesto en nuestras manos, Entrevistar ¿para qué? Múltiples escuchas desde diversos cuadrantes exhibe las coloridas, complejas y diversas formas, pero también ofrece al lector la contraparte que pocas veces puede conocerse, es decir, el acercamiento a la composición, el proceso de manufactura e inclusive las herramientas con que fueron construido el mecanismo y con que es posible emular un trabajo de esta índole.
De Garay y Aceves, coordinadores de la obra, fueron los responsables de alinear los mosaicos que componen el volumen y otorgar coherencia y orden a los quince trabajos ahí presentados. El resultado de su ensamblado son tres bloques, cada uno dedicado a indagar teórica, pragmática y empíricamente la función y utilidad de la Historia Oral para la práctica histórica. Es por esa misma pluralidad y riqueza que el libro se ajusta a lo que se promete en la introducción del mismo: se trata de una obra tanto provocativa como novedosa, ya que conduce al lector a contemplar visiones menos exploradas de eventos, movimientos o actores de la historia reciente de México y de América Latina, al mismo tiempo que le propone mirar desde una nueva perspectiva las posibilidades que existen para elaborar investigaciones de y a través de la Historia Oral.
El primer bloque del volumen se titula Aproximaciones teórico-metodológicas, el cual reúne las discusiones más recientes en torno a la definición, utilidad y campo de acción de la Historia Oral. El trabajo que abre el bloque es “La historia oral y las formas discursivas” de Perla Chinchilla Pawling, en el que se propone desentrañar la identidad de la Historia Oral. Sin embargo, el punto focal de este trabajo no son los autores, sino que se confiere al lector la atención, estableciendo así la categoría de “forma-discursiva” del receptor como aquella que permitirá definir la identidad de esta disciplina.
Por su parte, Jorge Aceves, en “La historia oral y su praxis actual: recursos metodológicos, estrategia analítica y toma de decisiones”, puntualiza que todo aquel que se propone iniciar una investigación parte por derroteros nuevos, pero debe transitar por caminos ya recorridos, mismos que debe valorar, comprender y criticar. De la misma manera, la Historia Oral cuenta con profundas raíces en variados campos del conocimiento, mismas que no deberían ignorarse cuando se emprende una investigación propia. Enlazado a este trabajo, Graciela de Garay en “De la palabra a la escucha. Una reflexión sobre la legitimidad del testimonio de historia oral”, es enfática al señalar un aspecto que se da por descontado, pero que no debiera serlo, al momento de tratar con testimonios: la escucha atenta es fundamental para quien entrevista, pues solamente así será posible acercarse a las experiencias y puntos de vista de los entrevistados.
El último trabajo del bloque corre a cargo de Sara Makowski, quien titula a su propuesta “Por una escucha de lo inaudible social. Arqueologías y tácticas”, y en donde establece que una forma de otorgar cuerpo e identidad a aquellos que han sido arrojados a los márgenes de la sociedad, haciendo inaudible su voz, es precisamente escucharlos y otorgarle espacio a sus palabras en los recovecos de la Historia.
El segundo bloque del libro, Sobre la memoria y la escritura de la historia, versa sobre la relación, nunca ausente de conflictos, entre la Memoria y la práctica histórica. De los trabajos que componen este bloque, es posible resaltar tres ideas provocadoras que abonan a la discusión sobre relación entre Memoria e Historia. La primera de estas ideas se encuentra en el trabajo de Marta Philp, “La fuerza de lo diverso: fuentes escritas, orales y audiovisuales para la investigación de los procesos de legitimación política”, la cual urge a comprender que la escritura de la Historia –en este caso en los procesos de legitimación política- debe atender la existencia de matices sutiles, así como recurrir al uso de nuevas fuentes, entre ellas la Historia Oral.
Por su parte, en “Memoria de los Movimientos Sociales: una propuesta de análisis”, co-autoría de Mario Camarena y Rocío Martínez, se indaga sobre la idea de que, si bien es usual pensar que miembros de determinadas colectividades tendrán visiones del mundo similares, al momento de prestar atención individual a sus miembros, se podrán hallar importantes divergencias, mismas que no desaparecen al integrarse al grupo. Por el contrario, se puntualiza que la multiplicidad de voces al interior de un movimiento consiguen integrarse alrededor de una misma propuesta y, más tarde, cada una de estas pasará a formar parte de la memoria colectiva del grupo.
En “Crónica de una infidelidad. Cavilaciones y decisiones desde el taller del historiador”, Claudia Canales Ucha pone a discusión una idea tan provocadora como el título del trabajo: en el papel nunca se podrá plasmar la totalidad de lo que se habló, natural y orgánicamente, en la narración hablada. Así, la autora anota que inevitablemente el investigador deberá serle infiel a la palabra del narrador, ello con el único propósito de hacer inteligible y accesible su voz a futuros lectores.
A lo largo del último bloque, Experiencias empíricas, es posible acceder al corazón de la obra compilada por De Garay y Aceves, pues es en esta sección donde se agrupan las distintas investigaciones donde la Historia Oral cobra un papel primario, ya sea como disciplina, como herramienta o como médula de los trabajos. La primera investigación es de Rodrigo Laguarda, quien en “La Virgen de Guadalupe. Apropiación gay de la madre amorosa” indaga sobre la forma en que algunos mexicanos, identificados a sí mismos como homosexuales, asumen la imagen de la Virgen de Guadalupe como un eslabón que une su identidad sexual, religiosa y nacional.
Enlazado en el tópico de la identidad, se encuentra “La lucha de un sindicalista: Una Historia Oral” de Patricia Pensado Leglise. La investigadora se vale de la narración de un trabajador representativo del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear para acercarse al entorno político de dicha organización, al mismo tiempo que dilucida cuáles fueron los factores de la relación del Estado y los sindicatos que permearon en la experiencia de este trabajador.
Por su parte, Juan Carlos Domínguez y Jimena Chávez hacen uso de la Historia Oral como herramienta en “Megaproyectos e historia oral: algunas lecciones del proyecto hidroeléctrico Zimapán”. El punto focal se encuentra en el contraste que los autores hacen del discurso del desarrollo nacional en México con los impactos que los habitantes de la comunidad observaron que el proyecto tuvo en su comunidad, siendo especialmente importante la recolección de entrevistas a los habitantes, ya que los autores puntualizan que la información que se obtuvo de estas no podría haber sido aprehendida de otra manera que no fuese la narración.
En “Tú eres recordar: La historia oral y el estudio del proceso migratorio contemporáneo”, de Leticia Calderón Chelius, se enfatiza en la trascendencia que tiene la Historia Oral para acceder a comprender fenómenos globales, tales como la movilidad humana internacional. La autora señala que recurrir y conservar el relato personal de aquellos que migran es importante, ya que sus palabras constituyen un fragmento de la historia social global, pues las experiencias concretas y personales permiten entender complejos procesos transnacionales.
La investigación de María Concepción Martínez, “Imágenes, voces y experiencias de y con la discapacidad en México”, fija su atención en un sector sobre el que la Historia pocas veces repara, es decir, las personas con capacidades diferentes. En el texto, la autora llama a poner en disputa las imágenes públicas sobre la discapacidad que los discursos oficiales elaboran y difunden, sugiriendo que sean precisamente las personas con capacidades diferentes las que reelaboren estas concepciones, basados en sus experiencias de vida.
Valiéndose de fragmentos testimoniales del embajador mexicano Gustavo Iruegas, el trabajo de Mónica Toussaint, “Testimonios de los años de la guerra: un diplomático mexicano en Nicaragua y El Salvador, 1978-1981”, entrelaza la historia centroamericana con la experiencia de un personaje que fungió como representante del Estado. De esa manera, al mismo tiempo que se resalta el papel de un funcionario progresista que apoyaba movimientos revolucionarios regionales, habla del marco político que el Estado que lo eligió como funcionario estableció respecto a dichos movimientos.
Para concluir el bloque y el volumen, se insertan dos investigaciones que competen al Cono Sur. El primer trabajo es de Araceli Leal Castillo, el cual se titula “Los caminos de la jurisdicción Universal: La extradición del represor argentino Ricardo Miguel Cavallo”. Aquí, la Historia Oral auxilia a la reconstrucción de la memoria que se tiene sobre la extradición de México a España del torturador argentino Ricardo Miguel Cavallo, enfatizando en las múltiples acciones que los exiliados argentinos en México, en España y en otras partes del mundo realizaron para que esto ocurriese. El libro concluye con “Fuentes Orales y represión política: antes y después de la ciencia”, investigación a cargo de Silvia Dutrénit y César Tcach, donde los autores analizan la actual coyuntura que existe respecto de las pruebas científicas como herramienta y metodología en el derecho a la verdad. De acuerdo con los autores, actualmente algunas prácticas forenses o de índole genético han permitido auxiliar a conocer qué aconteció, cómo aconteció y quienes estuvieron involucrados en lo que aconteció, expandiendo las posibilidades de ejercer el derecho a la verdad y el derecho a la identidad.
Así pues, el prisma de colores proyectados por el caleidoscopio construido por De Garay y Aceves consigue posicionar a la Historia Oral como metodología, disciplina o auxiliar, pero sobre todo como un conducto que permite acercarse al conocimiento de lo social desde ópticas tan diversas como los colores que se pueden proyectar. Las ideas provocativas de la obra llaman a la discusión y las investigaciones invitan a conocer los procesos de entrevista, las experiencias de cada investigador, e inclusive saber algunos de los pormenores sobre la interacción entre entrevistador y entrevistados. Aunado a ello, es vital subrayar que el libro despliega diversas e interesantes herramientas teóricas y prácticas que, particular pero no específicamente para los estudiantes de Historia, permitirán el nacimiento de más investigaciones de este tipo, ya que la rigurosidad epistémica y metodológica, así como las dimensiones ética y política , no se pierden en este volumen de lenguaje fluido y accesible. La obra, que sin duda es rica y diversa, está lejos de quedarse como una mera proyección multicolor, ya que las investigaciones aquí presentadas proveen de un marco de referencia, una lista de herramientas y un manual de proceder, casi a la manera de un instructivo que permitirá, en nuevos y venturosos senderos futuros, construir nuestro propio caleidoscopio.
Bianca Ramírez Rivera
Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora
bpramirezr@gmail.com
Para citar esta reseña:
Ramírez Rivera, B. (2019): “De Garay Arellano, G. y Aceves Lozano, J. E. (Coords.) (2017). Entrevistar ¿para qué?: múltiples escuchas diversos cuadrantes. Ciudad de México: Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. 446 pp.” Anuario de la Escuela de Historia Virtual 15, 101-104.