EDITORIAL

Andrés D. Izeta*

*Director, Revista del Museo de Antropología, IDACOR-CONICET - Museo de Antropología, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba. E-mail: aizeta@ffyh.unc.edu.ar

 

En esta oportunidad presentamos diecinueve nuevo ítems que se suman al acervo de la Revista. Ocho de ellos corresponden a la Sección Arqueología; uno a la Sección Museología; siete a un Dossier de Bioarqueología correspondiente al área de la Antropología Biológica; y tres a Antropología Social. De este total, diecisiete corresponden a artículos originales, en tanto que se suman una introducción a Dossier y una traducción.

Comienza este número el trabajo de Luis M. del Papa y Leda Moro quienes presentan los resultados del análisis de restos de suri (ñandú, ñandú petiso) consumidos por parte de poblaciones prehispánicas que habitaron el actual territorio de la provincia de Santiago del Estero. Cristian M. Favier Dubois, Agustina Massigoge y Pablo G. Messineo, en el segundo trabajo de la sección, evalúan la correspondencia entre la depositación sedimentaria en áreas fluviales de la región pampeana a lo largo de un rango temporal amplio y la presencia de registro arqueológico. Vanesa Beatriz Juárez presenta información obtenida de estudios estilísticos sobre cerámicas procedentes de contextos de inhumación de la microrregión de Antofagasta de la Sierra (Puna Argentina). Mario Gabriel Maldonado, Sergio Fabián Cano y María Marta Sampietro Vattuone presentan un análisis de grano fino sobre los procesos de formación de sitio en un área con características ambientales particulares como son los ámbitos selváticos. Natalia Mazzia, Celeste Weitzel, Nora Flegenheimer, Pablo Domínguez y Alejandro Mansilla presentan los lineamientos generales y el estado de avance de un proyecto documental en el marco de la comunicación pública de la ciencia. Gustavo Politis, Laura Bastourre, Violeta Di Prado, Mariano Bonomo, Germán Moreira y Alejandra Matarrese presentan los resultados del análisis de la colección del Túmulo II del Brazo Largo (Delta Inferior del Paraná). Emilio Alejandro Villafañez presenta un caso sobre cuencas visuales teóricas en el Valle de Balcosna, provincia de Catamarca. Un espacio que constantemente re-creado, con sitios dispuestos siguiendo “una lógica donde la visibilidad e inter-visibilidad fueron factores relevantes y hasta necesarios en la constante interacción social de las personas que habitaron la zona”. Por último, Adriana Albino, da a conocer una acumulación de restos de lagartijas recuperados en el sitio arqueológico Orejas de Burro 1, ubicado en el campo volcánico Pali Aike, sur de la provincia de Santa Cruz.

En la Sección de Museología, Ana Carolina Arias “se concentra en las prácticas científicas vinculadas a la formación de colecciones, considerando su articulación con distintas prácticas comerciales, la recolección de los objetos en el “campo” y el papel de diferentes individuos que intervienen en la obtención y recopilación de los objetos”.

La Sección de Antropología Biológica se halla representada en este número a través de un Dossier editado por las Dras. Bárbara Mazza y Mariana Fabra. El tema de mismo gira alrededor de “los “marcadores de estrés músculo-esqueletal”, o bien los “marcadores óseos de actividad”, abarcan una serie de rasgos óseos utilizados frecuentemente para inferir el estilo de vida de poblaciones humanas pasadas. Entre ellos, los cambios entésicos (modificaciones óseas que ocurren en las zonas de inserción de músculos, tendones o ligamentos), así como la osteoartrosis o enfermedad degenerativa articular (cambios degenerativos que acontecen en las articulaciones) son los indicadores más utilizados por varios investigadores a nivel mundial.” El detalle de cada trabajo presentado en el Dossier se encuentra en la introducción al mismo.

Cerrando este número presentamos los trabajos incluidos en la Sección Antropología Social. El primero es una traducción del texto “Défaites cuisantes et victoires éblouissantes L’imaginaire national au Brésil au prisme des Coupes du monde”, publicado en Fabien Archambault, Stéphane Beaud y William Gasparini (Dir.), Le football des nations. Des terrains de jeu aux communautés imaginées. París, Publications de la Sorbonne, 2016, pp. 183-198. Los autores del articulo “Derrotas lacerantes y victorias deslumbrantes. El imaginario nacional en Brasil a través de las Copas Mundiales” son José Sérgio Leite Lopes y Afranio Garcia Jr. La traducción del francés fue realizada por María Virginia García y la revisión de la traducción por Ana Heredia. Por otro lado, Nemesia Hijós propone a partir de “los estudios sobre fanatismos [fan studies], (….) una articulación y una aproximación en perspectiva comparativa con el campo de la socio-antropología del deporte a partir de su trabajo de campo con hinchas de fútbol y corredores amateurs”. Cerrando la Sección y el número Mariana Espinosa presenta una visión histórica y etnográfica sobre la expansión de misiones evangélicas de origen británico y norteamericano entre los guaraníes, evidenciando tres momentos de los emprendimientos misioneros y su relación con el Estado y los establecimientos agro-industriales, entre 1890 y 1980.

Como siempre los invitamos a leer esta producción y nos despedimos hasta el próximo número.

Córdoba, 22 de Diciembre de 2017

 

A quince años de la inauguración de la nueva sede del Museo de Antropología

Mariela E.. Zabala* y Mirta Bonnin*

*Editoras de la Sección Museología, Revista del Museo de Antropología, IDACOR-CONICET - Museo de Antropología, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba. E-mail: marielaeleonora@gmail.com; mirtabonnin@gmail.com

 

¡Qué grande en este día, donde se cumple el viejo sueño de un material disperso que ahora todos podemos admirar” Antonio Legeren
Ojala este museo de puertas abiertas a la comunidad sea un instrumento que comunique cultura, belleza y compromiso. ¡Felicitaciones por tanto esfuerzo! Andrea

Un 13 de septiembre de hace 15 años reabrió sus puertas el Museo de Antropología en su nueva “casa” con una exhibición permanente. La reapertura fue la primera acción pública luego de un largo proceso de recuperación, reordenamiento, conservación preventiva y documentación de las colecciones arqueológicas, etnográficas, bioantropológicas y folklóricas que se venían conformando desde 1941. Como dice Antonio, un “viejo sueño” que se cumplía.

La exhibición daba cuenta de las propias prácticas de investigación en clave histórica, y de los distintos contenidos culturales de los pueblos indígenas, especialmente de nuestra región. La formulación de este nuevo guion museológico y museográfico se realizó desde el paradigma de la Nueva Museología, ya que ponía el foco en el visitante más que en la exposición, privilegiaba las exposiciones interactivas y el vínculo del museo con su comunidad cercana. Este tipo de museología fue muy innovadora en su tiempo y ocasionó un impactó en la sociedad cordobesa así como en el resto de los museos, ya que además contaba con una sala de laboratorio, una sala de niños para jugar y una biblioteca especializada en museología. Eso se sintió desde su apertura, ya que como dijo Andrea “este museo de puertas abiertas a la comunidad”.

En paralelo se fue construyendo el archivo conformado por documentos en papel, fotografías, mapas, diapositivas, entre otros, así como implementando un plan de gestión integral de las colecciones no exhibidas desde el enfoque de la conservación preventiva. Todo esto se llevó, y se continúa llevando a cabo, en lo que hoy conocemos como la Reserva Patrimonial ubicada en la cara sur del Pabellón Argentina, en la Ciudad Universitaria.

Vale nuestro reconocimiento a los creadores y desarrolladores de esta propuesta: Mirta Bonnin, Andrés Laguens, José Hierling, Sofia Juez, Susana Assandri, Mariana Caro, Mario Simpson, entre otros compañeros y compañeras docentes, no docentes y estudiantes que desde mediados de los 90s imaginaron que un museo que visibilizara la temática indígena local era posible en una Córdoba signada por una identidad hispanófila. Hoy, 15 años después, el Museo de Antropología ha incorporado otras miradas, otras temáticas, otras antropologías, e incluso otras museologías, lo cual es síntoma de que es un lugar que escucha y es receptivo a los problemas de su entorno social, es un museo vivo.