ARTÍCULOS
Estimación no destructiva del área foliar en plantas individuales de maíz (Zea mays L.) creciendo en canopeos
Razquin, C.J.; G.A. Maddonni y C.R.C Vega
C.J. Razquin y C.R.C Vega. Estación Experimental Agropecuaria INTA Manfredi, Ruta Nac. Nº 9 Km 636 (CP 5988) Manfredi, Córdoba, Argentina. G.A. Maddonni. Cátedra de Cerealicultura, Facultad de Agronomía, Universidad de Buenos Aires e Instituto de Fisiología y Ecología Vinculado a la Agricultura, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Av. San Martín 4453 (C1417DSE), Buenos Aires, Argentina. Correspondencia a: razquin.claudio@inta.gob.ar.
RESUMEN
En maíz (Zea mays L.), la competencia intraespecífica por recursos abióticos afecta atributos morfofisiológicos claves como el tamaño y duración del área foliar verde. En este estudio, se calibraron y validaron cuatro ecuaciones (Ec.1 a Ec.4) de estimación no destructiva del área foliar por planta en floración (AFp) en cuatro genotipos creciendo en canopeos con distinta disponibilidad de N (0 y 400 kg de N ha-1) y tres densidades de siembra (2, 9 y 16 pl m-2). El genotipo y la densidad produjeron las mayores variaciones del perfil vertical del área foliar. Las ecuaciones exhibieron distinta bondad de ajuste (Ec.4 > Ec.1=Ec.2 > Ec.3). La Ec.4, que utiliza un parámetro asociado con la senescencia foliar, superó al resto en su capacidad predictiva para estimar AFp en un amplio rango de crecimiento, particularmente en los individuos más suprimidos de la población. Dada la simplicidad de su aplicación por sus parámetros de fácil y rápida medición, la Ec.4 sería más apropiada para la estimación del AFp en estudios poblacionales que valoran la habilidad competitiva de individuos que crecen en canopeos con distinta presión de competencia por recursos.
Palabras clave: Área foliar por planta; Modelos; Competencia intraespecífica; Maíz.
Non-destructive leaf area estimation in individual plants of maize (Zea mays L.) growing en crop canopies.
SUMMARY
In maize (Zea mays L.), intraspecific competition for resources impacts on morpho-physiological traits such as size and persistence of green leaf area. In this study, four mathematical equations (Ec.1 to Ec.4) for non-destructive estimation of leaf area per plant at silking (AFp) were calibrated and validated in four genotypes growing in canopies under different levels of soil N (0 and 400 kg N ha-1) and three plant populations (2, 9 and 16 pl m-2). Genotype and plant density produced the most significant variations in the vertical leaf area profile. Equations differed in their goodness of ft (Ec.4 > Ec.1=Ec.2 > Ec.3). Ec.4, which includes a parameter associated with foliar senescence, showed the best predictive performance to estimate AFp in a wide range of plant growth, and particularly in the most suppressed individuals of the population. Owing to its simplicity of application based on the fact that its parameters are easy and fast to measure, Ec.4 would be the most suitable equation to model AFp in plant population studies dealing with competitive ability in plant canopies undergoing different levels of resource competition.
Key words: Leaf area per plant; Models; Intraspecific competition; Maize.
Fecha de recepción: 11/11/2016;
fecha de aceptación: 16/05/2017
INTRODUCCIÓN
En el cultivo de maíz, el número de plantas por
unidad de superficie (i.e., densidad de siembra),
el arreglo espacial de las plantas, el ángulo y el área foliar por planta (AFp) definen la eficiencia
en la intercepción (Maddonni & Otegui, 1996;
Maddonni et al., 2001) y uso de la radiación solar
fotosintéticamente activa para la producción de
biomasa y rendimiento (Monteith, 1965; Loomis et
al., 1968; Andrade et al., 2005). Asimismo, dichos
aspectos morfofisiológicos afectan las relaciones
competitivas entre plantas (i.e., competencia intra
o interespecífica) con consecuencias sobre la
habilidad de cada individuo de la población para
capturar recursos, crecer y fijar granos (Vega et al.,
2001a; Maddonni et al., 2002; Liu et al., 2009).
En maíz, y a diferencia de otros cultivos, el
AFp máximo se alcanza alrededor de la foración
femenina (estadio fenológico de R1; Ritchie & Handway, 1982), en coincidencia con el período más
crítico para la determinación del número de granos
(Maddonni & Otegui, 1996), principal componente
del rendimiento del cultivo de maíz (Andrade et al.,
1996). Puesto que el área foliar es una característica
clave, distintos métodos han sido desarrollados
para estimar su generación y persistencia a lo
largo del ciclo del cultivo. Los principales métodos
para cuantificar el AFp máximo (en R1) se pueden
clasificar en i) mediciones directas a partir del
muestreo destructivo de plantas y uso de instrumental
electrónico (e.g. medidor de área foliar de bancada)
y ii) no destructivas, a través de la combinación de
mediciones en plantas a campo y el uso de diversas
ecuaciones matemáticas. Entre las ecuaciones de
mayor aceptación, aquella propuesta por Dwyer & Stewart (1986) describe a la distribución del área foliar por hoja a lo largo del tallo de una planta como
una campana ligeramente sesgada (Ec.1). Esta
ecuación permite estimar el área foliar de cada una
de las hojas (AFn) dispuestas sobre el tallo de una
planta (xn) a través de la medición del área foliar
de la hoja de mayor tamaño (AF0) y su posición en
el tallo (x0), y el uso de parámetros que describen
la amplitud (b) y la asimetría de la campana (c),
cuyos valores están documentados en la literatura
del tema.
Yang & Alley (2005) proponen como alternativa a la ecuación de Dwyer & Stewart (1986) a una función de tipo gaussiana (Ec.2) debido a que los parámetros b y c de la Ec.1 varían de acuerdo al número total de hojas (Birch et al., 1998), limitando por ende, su uso predictivo (Elings, 2000). Al igual que la Ec.1, la Ec.2 estima el área foliar de cada hoja ubicada sobre el tallo a través de la medición del área foliar de la hoja más grande (AF0) y su posición sobre el tallo (x0) y del previo ajuste de un único parámetro (k).
En ambas ecuaciones, la estimación del AFp en
R1 resulta de la sumatoria de cada AFn contemplando únicamente las hojas verdes observadas en
dicho estadio. La mayor debilidad de estas ecuaciones es la variabilidad de sus parámetros debido
a genotipos y prácticas de manejo agronómicas.
Por ejemplo, Valentinuz & Tollenaar (2006) demuestran que el parámetro b y X0 de la Ec.1 varían de acuerdo a la disponibilidad de N, la densidad
y el genotipo; mientras que Boomsma et al. (2009)
no encuentran efectos de los tratamientos de N
ni variaciones genotípicas sobre los parámetros
mencionados. Además, el parámetro X0 de la Ec.1
(Elings, 2000) y k de la Ec.2 (Yang & Alley, 2005)
varían en función del número de hojas totales. Asimismo, variaciones de la temperatura y radiación
solar incidente durante estadios tempranos de crecimiento pueden impactar sobre b y X0 (Valentinuz & Tollenaar, 2006). En consecuencia, los parámetros de la Ec.1 y Ec.2 necesitan ser ajustados para
cada fuente de variación (i.e., tratamiento, fecha
de siembra, genotipo), aspecto que hace poco
práctico el uso de estas ecuaciones. No obstante, la estimación del AFp con valores fijos para sus
parámetros, nunca supera el 10% de error del AFp
observada (Valentinuz & Tollenaar, 2006; Yang & Alley, 2005). Por otro lado, los estudios mencionados han calibrado y validadao las ecuaciones Ec.1
y Ec.2 usando el concepto de la planta promedio.
No se conoce, por lo tanto, si dichas ecuaciones
pueden estimar el AFp de plantas individuales que,
aun creciendo en el mismo canopeo, difieren en
su tamaño debido a los procesos de competencia
que se establecen naturalmente en un cultivo de
maíz durante el período de expansión foliar (Vega et al., 2001a; Vega & Sadras, 2003; Maddonni & Otegui, 2004).
Recientemente, Boomsma et al. (2009) propusieron un método para estimar el AFp en R1 a nivel
de planta individual (Ec.3) que requiere mediciones
sencillas. En dicho método, se mide por un lado elárea foliar de la hoja más grande de cada planta
individual objetivo (ÀF0) y se determina destructivamente el AFp promedio en R1 (AFMD) y el área
foliar de la hoja más grande (AF0) en una muestra
de n plantas representativas del tratamiento.
Esta ecuación simplificada presenta dos
aspectos débiles. Por un lado, implica el
reconocimiento de la hoja más grande en el
perfil de la planta, aspecto que no es práctico de
resolver, especialmente en estudios a campo. Por
otro, la Ec.3 asume que las plantas individuales
poseen una cantidad de hojas verdes semejante
al de las plantas cosechadas destructivamente
para la construcción del modelo. Es decir, asume
indirectamente que la senescencia foliar es similar
en todas las plantas de una población. Sin embargo,
la variación del nitrógeno, tanto vertical (entre hojas
de la planta) como horizontalmente (a lo largo de la
hoja), depende de la estratificación de la cantidad y calidad de la luz (Drouet & Bonhomme, 1999), la
edad de la hoja y el crecimiento de la espiga, entre
otros factores (Drouet, 1998). Por ello, es esperable
que la senescencia foliar varíe entre plantas de la
población, particularmente cuando la competencia
intraespecífica aumenta por alta densidad de
plantas y baja disponibilidad de N.
Por consiguiente, el objetivo general de este
estudio fue calibrar y validar una nueva ecuación
de predicción no destructiva del AFp en R1 (Ec.4)
que considere i) la senescencia foliar, ii) pueda ser
aplicada en plantas individuales creciendo bajo
canopeos con distinto grado de competencia intraespecífica y iii) se base en determinaciones en la
hoja de la espiga. Este último aspecto, asimismo,
brinda mayor simplicidad y rapidez al relevamiento
a campo en comparación con otros modelos basados en la detección de la hoja más grande de cada
planta individual.
donde AFp es el área foliar estimada de cada
planta individual a partir de la medición de: i) dicha
planta individual: NHobs (cantidad de hojas verdes), AFespobs (área foliar de la hoja de la espiga) y ii)
de la población de referencia de cada tratamiento:NHmax (número de hojas verdes por planta máximo observado), AFespMD (área foliar de la hoja de
la espiga) y AFMD (AFp promedio obtenida en el
muestreo destructivo).
Para ello, se generó un amplio rango de crecimiento de plantas individuales variando la disponibilidad de N del suelo, la densidad de plantas y
el genotipo. Con dichas fuentes de variación, se
generó una distribución natural de distintos tamaños de planta en R1. Adicionalmente, se analizaron
los efectos de dichas prácticas de manejo sobre
los valores de los parámetros de las Ec.1 y Ec.2.
Finalmente, la capacidad predictiva de la ecuación
propuesta (Ec.4) se comparó con la de las ecuaciones previamente reportadas en la bibliografía
(Ec.1, Ec.2, Ec.3).
MATERIALES Y M ÉTODOS
Descripción de sitio, tratamientos y manejo cultural
Se realizaron dos experimentos a campo durante las campañas agrícolas 2009-2010 y 2010-2011 (Exp. 1 y Exp. 2, respectivamente) sobre un
suelo Haplustol típico, de textura franco limoso
(USDA Soil Taxonomy) en Manfredi, Córdoba, Argentina (31°49’ S, 63°48’ O). En cada experimento, se sembraron (en fecha de 15 de diciembre)
cuatro híbridos de maíz de similar longitud de ciclo
(AX877-CL-MG, AX820-CL-MG, AX892-MG y el
experimental Xpa56029-MG, en adelante AX877,
AX820, AX892 y Xpa56029, respectivamente).
Los tratamientos consistieron en la combinación
de dos niveles de N obtenidos a través del agregado de cero (i.e., sin fertilización; N0) y 400 kg
de N ha-1 (N400) aplicados en forma de urea en
dosis divididas en los estadios de seis (V6; Ritchie& Hanway, 1982) y nueve (V9) hojas expandidas y
tres densidades de siembra contrastantes 2, 9 y
16 pl m-2. La siembra y raleo a densidades objetivos se realizaron manualmente a fin de garantizar
uniformidad temporal y espacial de la emergencia.
El contenido del agua en el suelo fue mantenido
cercano a capacidad de campo mediante el uso
de un sistema de riego por goteo con cintas de polietileno dispuestas en cada surco individual. Los
cultivos se mantuvieron libres de plagas y malezas
a través de la aplicación de agroquímicos y desmalezado a mano.
En los dos experimentos, los tratamientos fueron
dispuestos en un arreglo factorial bajo un diseño
de parcelas sub subdivididas con dos repeticiones, donde los niveles de N fueron asignados a
la parcela principal, la densidad de plantas a la
subparcela y el genotipo a la sub subparcela (unidad experimental, UE). Cada UE comprendió seis
surcos de 10 m de longitud separados a una distancia entre hileras de 0,70 m.
Calibración de parámetros de ecuaciones para
la estimación no destructiva del área foliar por
planta
El ajuste de los parámetros de las Ec.1-4 fue
realizado con el conjunto de datos provenientes
del Exp. 2. Para ello, en el estadio fenológico de
V3 (i.e., estadio previo al momento cuando se registran las máximas diferencias entre jerarquías
de plantas en la población; Maddonni & Otegui,
2004), se seleccionaron e identificaron plantas individuales en los surcos centrales de cada UE, de
idéntico estadio fenológico y similar tamaño para el
seguimiento no destructivo del crecimiento (datos
no presentados). De dichas plantas, dos individuos
por UE fueron seleccionadas al azar (i.e., 96 plantas en total) para el ajuste de los parámetros de las
Ec.1-4. A lo largo del ciclo y cada quince días, el área foliar de cada hoja totalmente expandida (aurículas y lígulas visibles) de cada planta identificada fue cuantificada como el producto entre el largo
total x ancho máximo x 0,75 (Montgomery, 1911).
Para facilitar el registro de la posición de cada hoja
sobre el tallo y evitar confusiones debidas a desprendimiento de hojas por muerte o senescencia,
la punta de una cada tres hojas fue marcada con
pintura en aerosol. La posición de cada hoja sobre el tallo fue relativizada en función de la hoja
de la espiga (hoja cero), por lo cual la posición de
las hojas por debajo de la espiga tuvieron valores
negativos y las ubicadas por encima de la espiga,
valores positivos. El perfil del área foliar por hoja de
cada planta identificada fue construido con el área
foliar de cada hoja y la posición relativa a la hoja
de la espiga. Adicionalmente, se registró el número
de hojas verdes de cada planta identificada en R1.
La obtención de parámetros y el ajuste de las
Ec.1 y Ec.2 fue realizado para cada planta utilizando técnicas de optimización con el programa Table
Curve (Jandel, 2000). Para las Ec.3 y Ec.4, AFMD se
calculó como el promedio de la sumatoria del AF
de todas las hojas verdes en R1 de cada planta
y AFespMD como el promedio del área de la hoja
de la espiga cuantificada en las plantas seleccionadas de cada UE. Finalmente, AF0 fue calculado
como el promedio del AF de la hoja más grande
obtenida con las Ec.1 y Ec.2
Validación de métodos no destructivos para la
predicción del área foliar por planta
Para la validación de los métodos de predicción del AFp de cada planta individual, se utilizó el conjunto de datos del ensayo conducido en la
campaña 2009-2010, Exp. 1.
En el estadio de V14 (ca. 15 días previos a R1),
se identificaron plantas en los surcos centrales de
cada UE. Debido a que la variabilidad intrapoblacional aumenta con la densidad de plantas (Vega & Sadras, 2003), el número de plantas seleccionadas fue de 1, 4 y 6 de cada UE en las densidades
de 2, 9 y 16 pl m-2, respectivamente. En total, 176
plantas y ~45 plantas de cada genotipo fueron seleccionadas para representar la variabilidad natural de tamaño de plantas.
Al momento R1 de cada UE, se cosecharon
las plantas individuales identificadas para la validación de los métodos de predicción del AFp. En
estas plantas, se realizaron mediciones de la cantidad de hojas verdes (NHobs), el AF de la hoja de la
espiga (AFespobs) y la hoja de mayor tamaño (ÀF0).
El AF de estas hojas fue calculado como el producto entre la longitud y ancho máximo de cada lámina
y el factor 0,75 (Montgomery, 1911) y el AF verde
por planta fue obtenido a través del uso de un medidor electrónico del área foliar (Modelo LI-3000;
Li-Cor., Lincoln, NE). El registro de la cantidad de hojas verdes de cada planta fue realizado considerando una hoja verde cuando al menos el 50% de
su área exhibía una coloración verde.
Posteriormente, y utilizando las Ec.1 y Ec.2, se
estimó el AFn de las hojas verdes ubicadas en las
distintas posiciones (xn) a lo largo del tallo de cada
planta cosechada utilizando i) los parámetros obtenidos en Exp. 2 y ii) el AF de la hoja más grande de
cada planta individual (AF0). El AFp de cada planta
individual se estimó como la sumatoria de las AFn.
Para la estimación del AFp con la Ec.3 y Ec.4, se
utilizaron i) los valores constantes del AFMD, AF0,AFespMD y NHmax obtenidos en Exp. 2 (calibración), y ii) los observados de la hoja de la espiga
(AFespobs), la hoja de mayor tamaño (ÀF0) y el NHobsde cada planta individual en Exp. 1.
Análisis de datos
Los efectos del N, densidad de plantas, genotipo y sus interacciones sobre los parámetros X0, b,
c de la Ec.1 y el parámetro k y X0 de la Ec.2 fueron
analizados a través de análisis de la varianza utilizando el programa estadístico Infostat (Di Rienzo et al., 2015). La comparación entre medias fue realizada con el test LSD-Fischer utilizando un nivel de
significancia del 5%.
La capacidad predictiva del AFp de los cuatro
métodos de predicción fue evaluada a través de
tres tipos de análisis considerando todas las plantas medidas y las correspondientes a cada genotipo:
1) Análisis de regresión lineal entre los valores
de AFp estimada por cada método de predicción
y los valores de AFp observados. La bondad de
ajuste se analizó a través de los intervalos de confianza (p<0,05) de la pendiente (valor esperado 1)
y la ordenada al origen (valor esperado 0).
2) Determinación de la raíz cuadrada del error
medio (RSME) y de la raíz cuadrada del error medio normalizado (RSME%).
donde Ei y Oi son los valores de AFp estimados
y observados, respectivamente; n la cantidad de
plantas evaluadas y M el valor promedio del AFp
observada.
3) Clasificación de casos de AFp estimada según si el desvío de la predicción estuviera contenido en el rango de variación ± <5, entre ± 5 y <10%
y entre ± 10 y 40% del área foliar observada
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El ajuste del perfil del área foliar por hoja mediante las ecuaciones de predicción propuestas
por Dwyer & Stewart (1986) (Ec.1) y Yang & Alley
(2005) (Ec.2) fue alto con coeficientes de determinación ≥0,92 para todas las condiciones analizadas (datos no mostrados).
El N, la densidad de plantas, el genotipo y la
interacción NxD afectaron significativamente los
parámetros que defnen el perfl del área foliar por
hoja (Tabla 1 y Figura 1). Sin embargo, los tratamientos de mayor peso sobre la varianza total de
los datos registrados para cada parámetro de la
Ec.1 y Ec.2 fueron el genotipo (ca. rango de 23,6 a
54,4%) y la densidad de plantas (ca. rango de 6,7
a 32%) (Tabla 1). Un mayor efecto de la densidad
y el genotipo en comparación con la disponibilidad
de N también fue reportado en un estudio similar
realizado por Valentinuz & Tollenaar (2006).
Tabla 1: ANOVA de los parámetros de la función de campana (b, X0 y c; Ec.1) y gaussiana (X0 y k; Ec.2) que definen el perfil del área
foliar por hoja estimados bajo diferentes niveles de N (0 y 400 kg N ha-1), densidades de siembra (2, 9 y 16 pl m-2) y en cuatro genotipos
de maíz cultivados en Manfredi, Córdoba. Sólo se presentan los valores promedio de los parámetros para los efectos principales.
χ Letras distintas en una misma columna y dentro de cada factor de N, D y G representan diferencias mínimas significativas según test
a posteriori de LSD Fischer a p<0.05.
Los símbolos *, **, *** representan diferencias mínimas significativas a p<0,05, p<0,01 y p<0,001, respectivamente. NS, no significativo. ψ Los valores entre paréntesis indican el porcentaje de la varianza total explicado por cada factor principal o interacción.
Figura 1. Distribución del perfil del área foliar por hoja observada
(con su respectivo error estándar) para distintos niveles de N (N0,
sin aplicación y 400 kg N ha-1) (A), densidades de siembra (2,
9 y 16 pl m-2) (B), en cuatro genotipos modernos de maíz (C)
cultivados en Manfredi, Córdoba. La posición de cada hoja sobre
el tallo fue expresada en relación de la posición de la hoja de la
espiga (hoja cero).
El efecto positivo de la fertilización nitrogenada
sobre el AFp generalmente reportado (Uhart & Andrade, 1995; Boomsma et al., 2009) fue reflejado
en este estudio a través de un mayor tamaño de las
hojas -6 a +2 (~12%) en N400 vs N0 (Figura 1A),
sin cambios notorios sobre el perfil del área foliar
por hoja; i.e., variaciones en la disponibilidad de N
sólo generaron un leve incremento en la asimetría
y X0 de la Ec.1 (Tabla 1). Similares resultados han
sido reportados por Boomsma et al. (2009).
Incrementos de la densidad poblacional afectaron el perfil del área foliar por hoja, principalmente,
en el tamaño de las hojas cercanas y superiores a
la posición de la espiga (hojas -3 a +9; Figura 1B),
en coincidencia con estudios previos realizados en
otros genotipos (Maddonni et al., 2001). El parámetro X0 de la Ec.1 estuvo altamente correlacionado
con el X0 de la Ec.2 (y = 0,9x; R2 =0,97); y ambos
fueron afectados en forma similar por las distintas
fuentes de variación. La posición de la hoja más
grande (X0) se redujo con el aumento en la densidad de siembra (i.e., de ~ 0 en D2 a -1,39 en D16
para X0 de la Ec.1 y de 0.1 en D2 a -1.25 en D16
para X0 de la Ec.2, Tabla 1), probablemente, como
resultado de incrementos de la competencia entre
plantas por asimilados desde estadios tempranos
de crecimiento (Valentinuz & Tollenaar, 2006). Llamativamente, no se detectaron diferencias en los
parámetros b, c y k entre D2 vs. D16, pero sí entre
D9 vs. D16. Incrementos de 9 a 16 pl m-2 aumentaron el b en ~10%, provocaron un perfil del área
foliar por hoja con asimetría positiva y redujeron
el parámetro k de la Ec.2 en ~6% (Tabla 1). Valores de b bajos o cercanos a cero representan una
mayor amplitud de la campana (Keating & Wafula,
1992). Esto implica que las diferencias en tamaño
de las hojas alrededor de X0 son menores cuando
la campana es de mayor amplitud. Por otro lado,
valores negativos o positivos del parámetro c son
indicativos de una mayor asimetría hacia las hojas
ubicadas por debajo o por encima, respectivamente, de X0 (Keating & Wafula, 1992). En consecuencia, el estrés debido al incremento de la densidad
de 9 a 16 pl m-2 generó una mayor reducción del
tamaño de las hojas concentradas alrededor de la
espiga y las ubicadas próximas a la panoja.
Los genotipos evaluados en este estudio exhibieron marcadas diferencias en los parámetros del
perfil del área foliar por hoja de las Ec.1 y Ec.2.
La ubicación de la hoja de mayor tamaño (i.e., X0 de ambas ecuaciones) correspondió a la hoja donde se inserta la espiga apical en AX820 y AX877,
mientras que estuvo 1 a 2 hojas por debajo de la hoja de la espiga en Xpa56029 y AX892, respectivamente (Figura 1C). Se ha sugerido que cambios
en X0 pueden deberse a diferencias genotípicas
en el número total de hojas (Elings, 2000; Yang & Alley, 2005). Sin embargo, tal asociación no fue observada en este estudio ya que X0 varió considerablemente entre genotipos con igual cantidad de
hojas totales (i.e., 19 hojas para AX820 y Xpa56029
y 21 hojas para AX877 y AX892).
El parámetro b exhibió el ranking AX820 > Xpa56029 > AX877 > AX892. La mayor amplitud
del perfil del área foliar por hoja de AX892, comparado con los genotipos restantes, fue explicada por
el mayor tamaño de las hojas ubicadas por debajo
de la espiga. Este genotipo y Xpa56029 exhibieron
un mayor tamaño de hojas -6 a -2 que AX820 y
AX877 (Figura 1C). El parámetro c también difirió debido al genotipo. El genotipo AX820 fue el único
con asimetría negativa (Tabla 1), producto de un
menor tamaño de las hojas basales de la planta
(Figura 1C). El parámetro k de la Ec.2 varió de 3.78
a 4.43, rango similar al reportado por Yang & Alley
(2005) para genotipos con 19 a 21 hojas totales, y el ranking de los genotipos para k fue AX892 > AX877 > Xpa56029 > AX820, siendo un 6-15%
más bajo en AX820 comparado con los genotipos
restantes. Yang & Alley (2005) sugirieron que un
bajo valor de k estaría asociado con una alta partición de fotoasimilados hacia granos, parámetro
que por ende, puede ser un rasgo candidato para
la selección de genotipos. No obstante, no existen
estudios que validen estas hipótesis. En un estudio previo, Maddonni & Otegui (1996) demostraron
que genotipos con hojas de mayor tamaño ubicadas por debajo de la hoja de la espiga exhiben un
alto coeficiente de extinción lumínico que genotipos con hojas más pequeñas. En consecuencia,
es probable que un menor tamaño de las hojas
por debajo de la espiga en AX820 y AX877 y la
menor amplitud de la campana y asimetría negativa registrada en AX820 estén asociados con una
distribución de luz más uniforme a través del canopeo (i.e., bajos coeficientes de atenuación lumínico) favoreciendo una mayor tasa de crecimiento
del cultivo (Duncan, 1967). Puesto que el perfil delárea foliar por hoja de cada genotipo fue estable
a través de la disponibilidad de N y cambios en la
densidad (i.e., no se registraron interacciones dobles o triples en ambas ecuaciones; Tabla 1), es
esperable que las ventajas que confiere este tipo
de perfil sobre la atenuación de la luz en canopeos
con alto índice de área foliar (i.e., D9 y D16) contribuyan a una mayor tolerancia a la competencia
intraespecífica. Una mayor tolerancia al incremento de la densidad podría también explicar la posición de X0 en la hoja de la espiga de los genotipos
AX820 y AX877.
En este trabajo, no se reportan aspectos de la
tolerancia de los genotipos al incremento en la
densidad. Sin embargo, en estudios previos, se
encontró que el genotipo AX820 (de menor k y
asimetría negativa en este estudio) presentó rasgos asociados con una mejor performance en alta
densidad en comparación a otros genotipos. Por
ejemplo, Razquin et al. (2010) encontraron que
AX820 exhibió la menor variabilidad planta-planta
en la biomasa reproductiva en postfloración; mientras que Pagano & Maddonni (2007) y Rossini et al.
(2011) demostraron su alta partición reproductiva
en alta densidad. En consecuencia, y en línea con
la hipótesis de Yang & Alley (2005), una menor amplitud y asimetría negativa del perfil del área foliar
por hoja y un bajo valor del parámetro k podrían
ser caracteres morfológicos asociados con buena
tolerancia a la alta competencia intraespecífica.
Nuevos estudios enfocados en la variación genotípica de los parámetros k, b y c permitirían establecer relaciones funcionales más robustas entre
estos caracteres morfofsiológicos y la capacidad
de fijación de granos ante estrés abiótico.
Validación de métodos para la estimación del área foliar en plantas individuales creciendo en canopeos de cultivos con distinta competencia intraespecífica
Los métodos de estimación no destructiva del
AFp propuestos por Dwyer & Stewart (1986), Yang & Alley (2005), Boomsma et al. (2009) y el método desarrollado en este estudio (Ec.4) fueron evaluados comparativamente para determinar su robustez en la estimación del AFp en R1 de plantas
individuales creciendo bajo canopeos con distinto
grado de intensidad en la competencia por recursos edáficos o lumínicos.
Los cuatro métodos evaluados tuvieron diferente grado de error en la predicción del AFp en
R1. El mejor método de estimación que contempla
todo el conjunto de datos (ver resultado Global
en Tabla 2) fue la Ec.4, con RSME de 566 cm2 y RSME% del 11%. La predicción de la Ec.3 fue
la de mayor error (RSME ca. 1025 cm2 y RSME%
de 20,4%; Tabla 2). La estimación del AFp con
la Ec.1 fue similar a la estimación realizada con
la Ec.2 y ambos métodos produjeron un error intermedio al de las Ec.3 y Ec.4. La relación entre
el AFp estimada y el AFp observada para todo el
conjunto de datos (Figura 2) resultó en interceptos distintos al valor origen (a ≠ 0; p<0,05; Tabla
2) en los cuatro métodos. La pendiente no difirió
estadísticamente de 1 (b = 1; p>0,05) sólo para el caso de las estimaciones con Ec.4 (Tabla 2 y
Figura 2). Las pendientes menores a 1 (p<0,05) y
la magnitud de los interceptos explicaron los valores más elevados del RSME y RSME% registrados
con el uso de las Ec.1, Ec.2 y Ec.3 (Tabla 2).
Tabla 2: Parámetros de la regresión lineal simple (intercepto y pendiente y coeficiente de determinación, R2), raíz cuadrada del error
medio (RSME) y raíz cuadrada del error medio normalizado (RSME%) para la relación entre el área foliar por planta en floración
observada y estimada mediante distintos métodos (Ec.1 a Ec.4). Cada método fue evaluado considerando todas las plantas medidas
(Global) o separadamente según cuatro genotipos.
El símbolo * en† indica que el intercepto de la regresión lineal es distinto de 0 a p<0,05
El símbolo * en‡ indica que la pendiente de la regresión lineal es distinta de 1 a p<0,05
ψ Todas las funciones lineales fueron significativas p<0,0001.
Figura 2: Relación entre el área foliar por planta estimada con el método propuesto por Dwyer & Stewart (1986) (A), Yang & Alley (2005)
(B), Boomsma et al. (2009) (C) y este trabajo (Ec.4; D) en función del área foliar observada en individuos que difieren en su tamaño
en floración femenina. Los distintos símbolos identifican a cuatro genotipos modernos de maíz. El rango de área foliar observada fue
logrado a través de la combinación de tres densidades de siembra (2, 9 y 16 pl m-2) y dos niveles de N disponible (sin aplicación y 400
kg N ha-1). Los datos corresponden a la campaña agrícola 2009-10 (experimento de validación). La línea continua representa la función
lineal simple ajustada a todo el set de datos (los parámetros son presentados en la Tabla 2) y la línea punteada representa la línea de
igualdad 1:1.
Cuando se evaluó el grado de predicción de las ecuaciones de AFp discriminando por genotipos, se observaron un menor valor de RSME y RSME% en los genotipos AX820 y Xpa56029 que en AX877 y AX892 (Tabla 2). Al igual que con los análisis de todo el conjunto de datos, las predicciones de AFp en cada genotipo mediante Ec.1, Ec.2 y Ec.3 (Figura 2 A, B y C) exhibieron menor bondad de ajuste (i.e., el intercepto fue distinto de cero en todos los genotipos, y pendientes significativamente menores a 1 en la mayoría de los casos). En contraste, la estimación del AFp con la Ec.4 produjo mayor bondad de ajuste que el resto de los modelos (i.e., b=1, a=0 en todos los genotipos; Tabla 2 y Figura 2). En consecuencia, la estimación del AFp con la Ec.4 discriminando por genotipo produjo los valores más bajos de RSME (ca. de 329 a 740 cm2) y RSME% en comparación con los demás métodos. La mayor capacidad predictiva de la Ec.4 se vio reflejada en una mayor cantidad de plantas estimadas con errores de predicción bajos (ca. ±<5 y ±5 y <10%). En este sentido, de las ca. ~45 plantas seleccionadas en cada genotipo, el 47, 80, 90 y 64% para AX877, AX820, Xpa56029 y AX892, respectivamente exhibió rango de variación del error del AFp observada entre ±<5% y el ±5 a <10% cuando se utilizó Ec.4 (Figura 3). Los métodos restantes produjeron una mayor proporción de plantas (ca. 29-91%, 29-88% y 62-91% para la Ec.1, Ec.2 y Ec.3, respectivamente) con errores en la estimación del AFp en el rango de ±10 - 40% (Figura 3).
Figura 3: Cantidad de plantas individuales estimadas según el
error de estimación de su área foliar en foración femenina se
encuentra en los rangos de: ± <5%, ±5 al <10% (±10 %) y ±10
al 40% (±10 - 40%). Los casos (cantidad de plantas dentro de
cada columna) se discriminan según cuatro genotipos de maíz
(AX877, AX820, Xpa56029 y AX892). El área foliar de cada
planta individual fue estimada con los métodos propuestos por:
Ec.1; Dwyer & Stewart (1986), Ec.2; Yang & Alley (2005), Ec.3;
Boomsma et al. (2009) y Ec.4 método propuesto en este trabajo.
A diferencia de los resultados reportados en
este estudio, Valentinuz & Tollenaar (2006) mostraron que la estimación del AFp con la Ec.1 no superó el ±10% del AFp observada, aun cuando los parámetros en dicho estudio variaron con la temperatura, la radiación solar y las prácticas de manejo.
De manera similar, Yang & Alley (2005) encontraron
que la Ec.2 predijo el AFp con un error ±10% del
AFp observada en 27 de 30 genotipos evaluados.
En este estudio, la sobreestimación del AFp por
arriba del ±10% utilizando las Ec.1 y Ec.2 (Figura
3) fue mayor hacia bajos valores de AFp (Tabla 2 y
Figura 2 A y B), rango correspondiente a las plantas individuales más dominadas de la población
(Maddonni & Otegui, 2004; Pagano & Maddonni,
2007). Las diferencias en los errores de estimación
observados entre éste y los trabajos mencionados
estarían asociadas con el método usado en cada
estudio. Tanto en Valentinuz & Tollenaar (2006)
como en Yang & Alley (2005), se empleó el concepto de plantas representativas o media de la
población, que básicamente no tiene en cuenta el
desarrollo de jerarquías, probablemente debido a
las fuentes de variación estudiadas en cada caso.
En este estudio, se usó el concepto de planta individual creciendo en canopeos (Vega et al., 2001a,
b) que valora la diversidad poblacional de tamaños
de plantas. Los resultados de este trabajo demuestran que predicciones del AFp basadas en i) valores fijos de parámetros de la campana de área foliar, ii) la medición de pocas variables (Ec.1 y Ec.2),
y iii) el concepto de muestreo de planta promedio
tienen menor precisión para valorar el AFp en plantas individuales que crecen en canopeos con alta
competencia intraespecífica por recursos.
Por otro lado, la Ec.4, de mayor grado de certeza en la predicción del AFp de las plantas individuales, fue formulada como una adaptación de
la Ec.3 incluyendo el impacto de la senescencia
foliar. La Ec.3 (Boomsma et al., 2009) asume que
la senescencia foliar es uniforme entre plantas
individuales a nivel poblacional (i.e., las plantas
estimadas poseen un número de hojas verdes semejante al de las plantas cosechadas destructivamente para la cuantificación del parámetro AF
Figura 4: Relación entre el área foliar por planta y la cantidad de hojas verdes (A) y el área foliar de la hoja de la espiga (B) en el estadio
fenológico de floración femenina de plantas individuales de maíz creciendo en canopeos. El rango de área foliar por planta, número de
hojas verdes y área foliar de la hoja de la espiga fue logrado a través de la combinación de tratamientos de densidad de plantas (2, 9
y 16 pl m-2), dos niveles de nitrógeno (sin aplicación y 400 kg N ha-1) y cuatro genotipos modernos de maíz (AX877, AX820, Xpa56029
y AX892).
En resumen, los errores de estimación asociados con el uso de las Ec.1, Ec.2 y Ec.3 son mayores a medida que AFp es menor (Figura 2). El grado de sobreestimación dependerá de la potencial generación de jerarquías de plantas en la población y de la frecuencia de plantas en cada grupo jerárquico. Este error resultaría aún más importante cuando la intensidad de competencia por recursos es alta como es frecuentemente observado en alta densidad de siembra (Vega & Sadras, 2003; Maddonni & Otegui, 2004) y con variaciones en la disponibilidad de N (Subedi et al., 2006; Rossini et al., 2011). Por consiguiente, además de su mayor capacidad predictiva, la Ec.4 sería más apropiada en estudios relacionados con la determinación de la habilidad competitiva de individuos en canopeos con alta intensidad en la competencia por recursos, donde incrementos en la variabilidad del crecimiento de las individuos son frecuentemente observados (Vega & Sadras, 2003; Maddonni & Otegui, 2004). Dada la simplicidad de su aplicación, y por incorporar un parámetro asociado con la senescencia foliar, la Ec.4 podría ser utilizada también en otros estadios fenológicos del cultivo.
AGRADECIMIENTOS
Al Grupo de Ecofisiología de Cultivos del EEA INTA Manfredi por la asistencia en el trabajo de campo experimental y el apoyo financiero de la Agencia Nacional para la Promoción de la Ciencia y la Tecnología (ANPCyT PICT 483 y PICT 1260) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA, PNCYO PE-1127042)
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